Mi mundo en la oficina … (2ª Parte)
Hola, soy J.C. Sánchez y vengo a contarte cómo van mis progresos intentado conquistar el corazón de Erika.
Si leíste la primera parte, recordarás que hubo una confusión. Que todos los mensajes amorosos anónimos que le fui dejando a Erika para conquistarla, ella pensó que eran de Alejandro, el vicepresidente.
El otro día me preguntaron que ¿cómo lo llevaba? … ¿Qué como lo llevo? Mírame a la cara, ¿ves las ojeras, ves las arrugas en las comisuras de los labios, a ti que te parece? ¡Genial, no te jode!
En fin, me vais a perdonar esta pequeña licencia frente al espejo al empezar, pero hay cada lumbrera por ahí que piensa que preguntar por lo evidente te va a hacer sentir mejor, que no he podido evitar la referencia.
Bueno con ella y con el capullo de Alejandro, el vice por dedazo, que se ha encontrado con la cita de su vida gracias a los mensajes románticos y al café calentito que le he ido dejando cada mañana a Erika.
Los hay con suerte en la vida ¿a que sí? ¡menuda confusión!
Ella está encantada y más radiante que nunca. Parece que le hubiera tocado la lotería. Aunque en cierta forma casi es verdad. Puestazo, sueldazo, casaza, y cochazo super deportivazo… todo terminado en -azo, como su forma de ser, un auténtico chulazo.
Esta mañana en la oficina estaba con Rafa, el informático, y con el friki de Perico, alias el pollo, de ventas.
Habitualmente quedamos en la parte de servidores de la oficina, a ahogar las penas y encontrar soluciones a estos embrollos de vida en los que nos encontramos.
Hoy, sin embargo, estábamos de charla en la mesa de Rafa.
De repente aparece por allí el cretino de Alejandro, guiñando ojos y señalando con los dedos en forma de pistola a todo aquel que se encontraba a su paso.
Maletín de piel, traje azul, corbata a juego, y flequillo suelto por encima de su ojo derecho. Escoltado por sus sabuesos de oficina, Walter y Sebas. Cariñosamente, los lameculos oficiales.
– Hombre, ¿tu eres el becario? – ha dicho con sorna al pasar a mi altura, con las consecuentes risas impostadas de sus lameculos.
– ¡Hey, si señor dedario! – he dicho yo, levantándome de la mesa en la que me encontraba sentado y poniéndome cerca para obligarle a mirar hacia arriba, os recuerdo que mido 2 metros, de algo me tenía que valer.
En ese instante que le he recordado el por qué es vicepresidente, sonaban a mi espalda las sonrisas de Rafa y el Pollo.
– ¿Cómo has dicho? – ha girado su cabeza y el cuerpo una vez que había rebasado mi posición para quedar completamente de frente a mí. Por supuesto, con el color moreno de rayos uva tornando a rojo ira.
– He dicho, ¡Hey señor Rosario!. Saludándole. ¿Por qué? ¿He cometido alguna infracción? – seamos serios, tener personalidad no implica ser idiota y jugártela para que te dejen de patitas en la calle a la primera de cambio sin un euro.
– Si, becario. Mi apellido es Rosado, Alejandro Rosado, no Rosario. Si lo de las canastas se te daba tan bien como lo de la memoria entiendo que no sigas jugando – ha dicho atusando su flequillo al tiempo que los lameculos volvían a reírle la gracia.
– Perdone Sr. Morado, ya sabe, los golpes con tipos llenos de músculos de más de 120 kilos de peso, que al final trastocan las neuronas – me vine arriba.
– Ya lo veo, ya, no es Morado, es Rosado. ¿Quién es tu jefe? – ha preguntado frunciendo el ceño.
– Pues creo que uno de ellos es usted. Pero a fin de cuentas, soy el becario, creo que en esta empresa, todos los que trabajan en cierta manera son mis jefes, incluidos los dos que van detrás de usted ahora mismo –he dicho avanzando dos pasos en su dirección, cuando la mano de Rafa se ha posado en mi antebrazo.
En ese momento se empiezan a oír las risas de Erika y Pili por el pasillo. Pocos segundos después aparecen doblando la esquina. Radiante como siempre, con un traje de raya diplomática y una camisa roja entallada, sin enseñar nada, uno se imagina perfectamente lo que tapa esa tela.
– ¿Qué pasa chicos, de tertulia? ¿Qué tal si lo dejáis para el Happy Hour? – El Happy Hour, es el bar donde al finalizar la jornada solemos escapar, y algunas veces al café de la mañana
– El gran jefe esta hoy de mala leche y como os vea pajareando, luego el grito me lo llevo yo.
El dedario ha sonreído rápidamente dulcificando el gesto, valiente hipócrita mentiroso y embaucador.
– No, reina, estoy conociendo a los nuevos, haciéndoles la vida más agradable en esta selva que es la oficina. Prestándonos para cualquier cosa que puedan necesitar – y girando la cabeza se ha dirigido a mí.
– Bueno ya sabes, si necesitas cualquier cosa para ponerte al día, mi despacho está abierto para ti todo el tiempo, cuando quieras puedes pasar. Y lo del partido de fútbol, luego me lo explicas en el after work, aunque ya te digo, que fuera del golf y el pádel, no me manejo demasiado.
Será falso el muy… engreído.
Erika sonríe embelesada, con un brillo en la mirada como nunca y le dice:
– Eres un sol. Si el Gran Jefe hubiera sido así conmigo el primer día, creo que no hubiera sufrido tanto mi piel, y ahora estaría tres veces más joven de lo que estoy – dándole un pellizco cariñoso en la cara, al tiempo que le guiña un ojo y se marcha con Pili que escondía su risa nerviosa tras unos informes y sus gafas grandes.
– Yo soy más de baloncesto, ya sabes – Digo tratando de llamar la atención de ambos de manera completamente infructuosa porque no me han hecho ningún caso.
Erika y Pili se alejan por pasillo con los ojos de los tres buitres trajeados posados con cara de salidos en su culo. Les faltaba babear.
No he podido evitar una honda sensación de rabia subiendo desde el pecho hasta mis orejas al escuchar como les decía en susurros:
– Chicos, esta noche me la llevo a cenar después del after work y …. de hoy no pasa, la voy a dar lo suyo – Y se han van riendo hasta los cubiles, que llaman despachos.
Al darme la vuelta, he visto al Pollo con la boca abierta mirando en la misma dirección en la que se alejaban Erika y Pili.
– ¿Qué hacéis? – les he preguntado.
– Joder, JC, está para darle tres crujidos y medio, chico.
– ¿Tu quieres que te grape la cabeza a la mesa?
– Ya estamos con las agresividades, chico, si está buena está buena, no me voy a sacar los ojos cada vez que pase ¿no?
– Pues la verdad es que tienes razón, Pollo, no te lo voy a negar. Rafa, macho, tanto trabajo para nada ya ves. – He dicho dejándome caer en la silla suspirando-
– ¿Y tu has sido deportista profesional macho? Pues pronto te rindes tú.
– ¿Y que quieres que haga? ¿Le pego una paliza al pijo este y lo quito de en medio?
– Yo conozco a unos rumanos que por un módico precio te hacen un apaño –ha dicho el pollo mientras se atusaba la corbata y le daba un sorbo al café de la maquina que sostenía en la mano.
Ambos le hemos mirado con estupor y hemos dicho al mismo tiempo.
– ¡Pollo, tío!
– ¡Venga claro!, siempre el Pollo, ¿vaya que no lo habéis pensado vosotros también?
– Después del curro nos vemos en el Happy Hour. Becario, tu pagas las copas, y pensamos una estrategia. El señorito no se va a salir con la suya, tenemos que hacerle ver a Erika que ese tío solo la quiere para un polvo.
Luego, le vas a contar lo que has hecho tú con las cartas y el café, que este sátrapa te ha usurpado la identidad de amante secreto, y ¡bingo! le desenmascaras.
– No sé
– Mira, si te parece quedo con Pili a comer. Ella podría hacernos de cómplice y convencer a Erika para que vaya sí o sí al after work hoy y así que puedas hablar con ella antes de que el vice se la lleve a cenar y a zumbársela.
Ambos le hemos vuelto a mirar y dándole una colleja cariñosa le he dicho.
-Bueno, Pollo, hoy si te has traído la cabeza de pensar ¿eh? Buena idea macho. Si no fuera por estas ideas…
-¿Qué?
-Que sería por otras –le he contestado, y hemos empezado a reír los tres.
El Pollo se fue a comer con Pili. Según le contó, Erika pensaba ir a casa a cambiarse de ropa y ponerse algo mas sexy para su cena con Alejandro. Intentaría convencerla para que se pasara por el Happy Hour. Total, con la camisa insinuante que lleva puesta hoy, ya es mas que suficiente.
En el bar …
A las 7 PM estaba en la barra del bar ¿Aparecería Erika?
Cada vez que recuerdo que Alejandro solo quiere echarla un polvo, me pongo malo. ¿Y ella? Con lo inaccesible que es siempre, marcando las distancias en estos temas, y yo sin poder romper esas distancias. Si pudiera hacer otra cosa en vez de tartamudear cuando estoy delante de ella, a lo mejor ayudaba.
– ¡Eh! Erika ¿has venido? Genial, así podemos ir desde aquí directamente al restaurante. Nena, he reservado mesa en el Luzy Boom, un lugar de gente chic, como tú – Le ha dicho el carroñero del vice, arrancándole una sonrisa tonta a Erika.
Se ha quitado la coleta, ahora lleva la melena suelta. Desde donde estoy puedo reconocer perfectamente su perfume, que me embriaga sobremanera al punto de hacerme perder la concentración.
Absorto en esto, me dice el Pollo:
– Macho, se te cae la baba, disimula un poco, que se van a dar cuenta. Pili y yo hemos acordado que en algún momento, se acercará con ella a la barra y entonces desapareceremos los dos. Va a ser tu momento. Aprovéchalo o te corto los huevos, porque no se si vas a tener otro.
– Eso, sin presión. Muchas gracias pollo. Te voy a decir una cosa, casi prefiero tener el último tiro libre para ganar la final de un mundial ¿eh?
En ese momento he visto como las dos se han levantado hacia la barra. Me he dado la vuelta sobre la barra para continuar bebiendo mi Aquarius de limón como si no supiera de su presencia.
Puedo notar como mi corazón se acelera. Me duele el pecho, noto el pulso de mi sien y una presión intracraneal propia del momento.
No dejo de dar pequeños sorbos a mi bebida, pero sigo teniendo la boca completamente seca.
– ¿Qué tal chicos? –es la voz de Pili detrás de mí. Me giro al momento.
– Buenas tardes. ¿Cómo están las reinas de la oficina? –dice el Pollo mientras se apoya con el codo en la barra. Al fondo aparece Rafa, entrando por la puerta.
– Pues en este momento, con unas ganas enormes de beber algo. Estamos secas. Becario, ¿nos pides algo?
– Claro, ¿qué …que tomas…tomáis…toman, tomáis? –digo con una sonrisa estúpida en mi cara, notando como estoy empezando a sudar de nuevo de forma incontrolada. Aflojo el nudo de la corbata.
– Ja, ja, ja ¿Nos vas a conjugar el verbo entero? Yo quiero un Martini Rosso – dice Erika – con una cereza dentro, si tiene Miguelón. ¿Y tu Pili?
– Yo quiero una Heineken. – ha dicho – Por cierto, Perico, ahí está Rafa, acompáñame un segundo que le voy a preguntar a ver que pasa con mi ordenador. Que llevo toda la semana con el Outlook como el culo –ambos se alejan, este debe ser el momento.
Nos quedamos solos. La miro a los ojos. Está preciosa, como siempre, pero ahora muchísimo más radiante si cabe. No puedo dejar de mirarla. Debo tener una cara de bobo, especial. No sé cuanto tiempo llevo así.
– ¿Tengo algo en la cara JC? –dice Erika sonriendo
– No ¿por qué? Bueno, además de ojos y boca y eso…- ¿ojos y boca y eso, se puede ser mas imbécil?
– ¿Por qué no dejas de mirarme, como si tuviera una mancha de ketchup en la comisura de los labios?
– No, jejeje, perdona, es que, bueno, yo… No sé… Yo quería, comentarte.
– Lo tuyo no es precisamente la elocuencia ¿verdad? – ha vuelto a decir mientras se tapaba la boca al tiempo que reía.
– Sí, bueno. No, yo te quería comentar sobre los mensajes … bueno, de Alejandro – uff, qué difícil es esto por dios.
En ese momento aparece Miguelón detrás nuestro poniendo las copas encima de la barra y llamando mi atención. ¡Salvado!
Me giro a por las copas. Cojo su Martini y me doy la vuelta de nuevo para dárselo. Al ir a entregárselo, mis manos sudorosas por los nervios y su cercanía en mi espalda… en fin, no controlo las distancias y parte del líquido se derrama yendo a parar sobre su camisa.
– ¿Pero qué haces, JC?
– Lo siento, lo siento mucho –cojo unas servilletas para limpiar la mancha antes de que cale más.
– Déjame hombre –ha dicho echándose hacia atrás y tapándose al instante – ¿me manchas y encima me tocas las tetas? –me ha mirado en ese momento con un desprecio que me ha dejado sin aire en los pulmones. Rompiendo mi corazón en pequeños pedazos, que se han ido al aire.
Acompañando la escena suena «Me vuelvo un cobarde» de Christian Daniel. Me gustaría saber si esto forma parte de alguna comedia que está escribiendo alguien sin que yo lo sepa, básicamente porque puñetera la gracia que esto tiene.
– ¿Pasa algo, nena? – el que faltaba.
– No nada, un pequeño accidente. Se ha caído un poquito de Martini encima de la camisa. No puedo ir así a cenar, tengo que cambiarme.
– No te preocupes te acerco en un momento y nos vamos – se lo ha dicho acercándose a ella y dándole un beso delante mío.
Las manos me temblaban, un frío gélido ha recorrido mi espalda y el local de repente se ha hecho enorme, y yo me he convertido en un ser tremendamente pequeño entre tanta inmensidad.
Han desaparecido cogiendo sus abrigos y marchando del local con la mano del sátiro en su cintura sin decir nada a nadie, salvo un beso que le ha dado Erika a Pili que veía toda la escena con Perico y Rafa cerca de la puerta de salida.
Sonaba acompañando la escena «What a Creation» de J. Balvin. El gracioso del DJ.
Me giro sobre la barra, dejo las servilletas y me miro en el espejo donde se apilan cuidadosamente las botellas.
– ¿Qué pasa, chavalote? –Acude Miguelón.
– Que soy gilipollas, Miguelón.
– Bueno hombre, ya será menos. No te preocupes, todos tenemos momentos de esos. Ya se te pasará. ¿Te pongo algo? Esta va de cuenta de la casa venga.
– Ponme un vodka, sí.
– ¿Un vodka? Si tu no bebes.
– ¿Conoces un momento mejor para empezar?
Se ha dado la vuelta, ha puesto un vaso encima de la barra con un posavasos nuevo debajo y ha cogido la botella del vodka, mientras servía me miraba meneando la cabeza a uno y otro lado en señal de negación.
****
¿Qué pasará con esta historia? ¿Se dará cuenta Erika de las auténticas intenciones de Alejandro? ¿Confesará algún día JC que está enamorado?
Continuará …
¿Os gustaría escuchar la respuesta a estas preguntas con nuestras propias voces, en vez de leerlo?
Imagen destacada: corazón en el cielo, vía Shutterstock
Jordi Luna
6 febrero, 2015 @ 20:36
Genial relato de arriba a abajo. Se dará cuenta… Te atreverás?… Yo creo que sí… O quizás no… No sé…mejor nos lo contáis. O mejor aún, lo oímos.
P.D….J. C. , la próxima vez llévale un arcoiris, le encantan los colores, se recarga de energía, le gustará… Ya sé te ocurrirá algo.
Saludos!!!!
Argonauta Dalianegra
6 febrero, 2015 @ 21:39
Pues sí, parece una comedia que esté escribiendo alguien, aunque no sé, no sé, de momento no sospecho de nadie, jeje. Ay, esa oficina con Perico alias el Pollo y todo el pollo que se monta en torno a esa chica Bond de rompe y rasga llamada Erika…
Porfa, ponedme un vodka para mí también, que quiero imaginar cómo seguirá esta telenovela oficineril, que me tienes ya en ascuas.
Compartoooooooooo y dejo muchos besotes y mis mejores deseos para el finde, ea!
Bruno Peligros
6 febrero, 2015 @ 21:47
Muy tu Pollo!!!!!. Tengo que reconocer que se me ha quedado un poco de miel en la boca…. Me ha gustado mucho.
Cindy Groulx
7 febrero, 2015 @ 02:58
Las voces, ahora que sería interesante, pero no puedo traducir un vídeo. jejeje.
Así que este tipo es, obviamente, la cabeza sobre los talones sobre usted. {; o)
Disfrutamos de los pisos gracias por compartir.
Sin ladrillo o traje Superwoman este tiempo, pues a lo mejor el disfraz es a prueba de manchas. {; o)
Tener una buena hermana noche
Entre suspiros y un café
7 febrero, 2015 @ 09:55
¡Pero hombre! Hay que seguir intentándolo, quien no arriesga no gana. Y un tropiezo lo tiene cualquiera. Este Alejandro tiene pinta de ser el típico que va marcándose tantos y luego pierde el interés. Con un poco de paciencia y de insistir (sin miedo de por medio), se pueden lograr maravillas.
¡Ánimo! Me tienes en ascuas por ver cómo sigue esta historia.
Feliz finde chicos,
Patri.
P: Erika, ¡abre los ojos! 😉
Erika Martin
7 febrero, 2015 @ 10:44
No sé, Jordi, este chico se pone muy nervioso, no le termino de ver capaz…. yo creo que necesita ver y disfrutar el video que subiste el otro día para relajarse, seguro que los colores que allí salen le inspirarán para pensar algún plan.
Te lo contaremos la próxima vez de viva voz 😉
Mil gracias por todo.
Besos
Erika Martin
7 febrero, 2015 @ 10:48
jajajaj marchando un vodka para la señorita!!
como ves la trama se va enredando con nuevos personajes y nuevas situaciones, aunque como yo solo tengo ojitos para Alejandro no me entero muy bien de lo que ocurre a mi alrededor.
Gracias por tu tiempo, guapa, y por compartir. Eres genial.
Muchos besos y muy buen fin de semana!! muack
Erika Martin
7 febrero, 2015 @ 10:53
Hola Bruno,
¡¡bienvenido al blog y a la zona de comentarios!! me alegro un montón de que te haya gustado la historia. La primera parte la publicamos en diciembre, por si quieres echarla un vistazo 😉
Mil gracias por tu visita y muy buen fin de semana
Erika Martin
7 febrero, 2015 @ 10:57
Oooohhh no había pensado en lo de que no puedes traducir las voces ¡vaya! bueno, te pasaremos el texto para que puedas seguir la historia ¿qué te parece?
Tendría que haber dado al becario con el ladrillo en la cabeza cuando me tiró el Martini encima, cómo me puso, me manchó toda la ropa gggrrr
Enjoy the weekend, my dear sister!! Lots of hugs and kisses for you
Erika Martin
7 febrero, 2015 @ 11:02
Patri, me encanta que le des ánimos y motives a JC, Eso es lo que tiene que hacer, no rendirse y seguir intentándolo.
Tu no has visto a Alejandro, está buenísimo y es todo un partido jajaja
Gracias por estar aquí una semana más.
Muy buen fin de semana, disfruta!
Besazos
Daniel Madrid
7 febrero, 2015 @ 12:14
Sublime Erika!! cada día te lo curras más. Nos has hecho sentir que estábamos viviendo ese momento con la misma intensidad y si además añadimos la música… lo mejor de los sábados, levantarme, ver que llega a mi correo tu email con un nuevo post. Genial!! animo a que la gente que visita este blog se suscriba y así leerlo al momento.
Humoreo Luego Río
7 febrero, 2015 @ 13:15
¡¡¡Que mala es la indecisión!!!
Pobre becario, entre el vice dedazo, los lameculos, los que incordian y tú Erika, que lo apabullas con tus encantos y tu horizonte inalcanzable para él. ¡¡¡Está perdido!!!
¡¡¡Que estrés trabajar todos los días así!!!
Elia Brosed
7 febrero, 2015 @ 19:28
Ohhh por Dios lo he vivido como si yo estuviera en ese bar jjajja, hasta se me ha manchado la camisa y todo!! Vengaaa Erikaaa con lo lista que eres y no ves que es un seductor y lo vas a pasar mal? Vengaa te doy un ratito más para que te cambies la camisa y lo pienses mientras tanto. Un beso guapa!!!
Cindy Groulx
7 febrero, 2015 @ 23:04
Erika, Jejejeje disfrutar el resto del fin de semana demasiada hermana.
{:o)
Cindy Groulx
7 febrero, 2015 @ 23:04
Erika, Jejejeje disfrutar el resto del fin de semana demasiada hermana.
{:o)
Julia C.
8 febrero, 2015 @ 00:27
Chica qué mal rato estaba pasando por JC, a ver si esto acaba bien o me dará un ataque! jajajaja. Genial la segunda parte, muy simpática y ocurrente. Y sí, estaría muy bien poder oir vuestras propias voces en la tercera parte, es una idea genial!!
Un beso a ambos, me ha encantado 🙂
Erika Martin
8 febrero, 2015 @ 08:47
Juan Carlos,
yo solo sé que este chico cada vez que se acerca a mi tartamudea y se le caen las cosas. En cambio el vice dedazo está tan seguro de sí mismo …
¿Estrés? estres es tener al Gran Jefe gritando todo el día
Buen domingo!!
Erika Martin
8 febrero, 2015 @ 08:50
Sí, a ti también te vi al fondo del bar hablando con Codeser. No os saludé porque estaba a otras cosas, tu ya me entiendes.
Qué no, qué no, que el vice me va a hacer muy feliz, es un buen tipo
Un besazo, nena!!
Erika Martin
8 febrero, 2015 @ 08:54
Hola Julia,
me alegro mucho que te haya gustado y lo hayas disfrutado. Vamos a ver qué pasa en la 3ª parte. Esa sí que va a ser un reto con las voces.
Un beso, corazón, y muy buen domingo!!
Erika Martin
8 febrero, 2015 @ 08:57
¿lo mejor de los sábados, Daniel? uff me dejas sin palabras. Gracias por animar a los demás a que se suscriban. Eres genial!!
Mil gracias y muy buen domingo, besos
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 11:34
Hola Elia, muchas gracias por tus palabras, la verdad que alguien te diga que lo ha vivido como si estuviera allí, es una gran halago para quienes escribimos. No tengo nada que hacer chica 🙁 está completamente loca por los huesos del imbecil del vice, hay cosas que no cambian, a las mujeres especiales siempre os gustan los malos.
¿Que le vamos a hacer?
Un abrazo.
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 11:36
Hola Jordi, muchas gracias por el consejo, y por el comentario 😉 Para la próxima me parece que me lo apunto a ver si consigo algo, pero me da la sensación de que como no consiga demostrarla que el tipo este es un impostor, por mucha luz y cafés que la lleve, no tendré nada que hacer.
Un abrazo amigo, y gracias de nuevo.
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 11:38
Hola Mayte, muchas gracias por compartir y por comentar.
Desde luego que te pido el vodka, a ver si bebiendo juntos me das algunos consejos como Jordi, para poder llegar a la inaccesible Erika, sino me parece que mi mundo se derrumbará aun más jejeje.
Un abrazo.
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 11:40
Hola amigoooooo, jejejeje, tu sabes muy bien que es muy yo eh? Es una alegría tenerte por aquí comentando, en el blog de Erika, y por supuesto que encantado de que te haya encantado esta historia. Ya sabes, las cosas de oficina, que tiene estos líos ¿cuantas veces nos hemos contado de estas siendo un poco más jóvenes eh? igual ahora podías darnos algún consejo de aquellos, esta mujer es durisima macho….;) jejeje
Un abrazo de los grandes de esos que tu y yo sabemos.
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 11:49
Cindy, thanks for all your comments about our history, pleasure for me write you that request.
Gracias por todos tus comentarios y apoyo a nuestra historia.
Un placer para mi estar en contacto.
Un saludo.
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 11:55
Muchas gracias Patri, tienes toda la razón, quien no arriesgas no gana. Me he venido arriba con tu comentario, y eso que hay que reconocerlo todo sea dicho, estaba un poco bajo,
Creo que voy a seguir tu consejo, y seguiré insistiendo, ¿qué puedo perder, no?
Un abrazo.
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 11:57
Hola Daniel, estoy contigo, tienes toda la razón con lo de la suscripción. 😉
Muchas gracias por tu comentario y por tus palabras con respecto al relato, me encanta que hayas sentido que te encontrabas en la escena que se narraba con la música, esa era la idea. Erika es genial con esos pequeños detalles.
Veremos si soy capaz de conquistarla finalmente o no.
Un abrazo.
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 12:00
¿Te das cuenta Juan Carlos? Tu si que me entiendes amigo, es un auténtico estrés estar allí, entre tanto "artista de la vida" y la mujer que amas para la que eres transparente pasando en todo momento por delante de mis ojos, sin que sea posible siquiera tomarse un café con ella, sin hacer el ridículo, parece una maldición ¿no?
A lo mejor con un poco de meditación, o alguna terapia para relajar igual…
Sigo perdido, no se no se…
Un abrazo 😉
J.C. SANCHEZ
8 febrero, 2015 @ 12:03
Muchas gracias Julia por tus comentarios, y sobre todo por el apoyo moral en la distancia jajajajaja. Entre todos vuestros consejos, comentarios y apoyos, creo que no va a quedar más remedio que al menos intentarlo alguna vez.
Tendré que quedar en casa con el Pollo y Rafa para echarnos unos vicios a la play station mientras determinamos entre botellín y botellín cual es la mejor táctica de abordaje. ¿no?
Un beso y muchas gracias de nuevo por tus palabras.
Jotape Reflexiona
8 febrero, 2015 @ 15:10
Bueno, bueno….JC se tiene que poner las pilas, eh? Que le van a levantar la chica!!
Escuchar las voces estaría genial, con música ambiental… una gozada!
Esperaremos que JC se ponga en pie y consiga aquello que se proponga!!
Un saludo!!
Daniel Madrid
8 febrero, 2015 @ 16:07
Muchas gracias a vosotros por tanta genialidad en el relato. Sin duda alguna, todos esperamos una tercera parte, pero Erika es una chica difícil de conseguir. No te rindas!
Suscribirse es muy fácil,pues dejas tu email en el cuadro pequeñito que está arriba del blog (a la derecha). Escribes las letras de la imágen y miras tu email para confirmarlo. Es menos de un minuto!!! 😉
Erika Martin
8 febrero, 2015 @ 21:56
¿JC estás leyendo lo que te dice Jotape? jejeje
Me alegro de que te parezca buena idea hacer el post en audio. Espero que nos quede bien. Esto sí que va a ser un reto creativo.
Mil gracias por tu tiempo, Jotape. Que tengas muy buena semana! Saludos!
Humoreo Luego Río
9 febrero, 2015 @ 15:07
Pero Erika… ¿No ves que es un flan fuera del molde? ¡Que en cuanto te acercas, tiembla como si lo sacudiese un terremoto! Pobre becario… El y su imposible e inalcanzable amor!!! Feliz semana!!!
Humoreo Luego Río
9 febrero, 2015 @ 15:11
J.C. te presagio mucho sufrimiento, antes de que llegues siquiera a decidirte por declararle tu amor. Erika es una Femme fatale, e interpreta a la perfección su papel estelar!!! Un abrazo!!! 🙂
J.C. SANCHEZ
11 febrero, 2015 @ 17:03
Leo, leo…vamos a ver. jejejeje.
J.C. SANCHEZ
11 febrero, 2015 @ 17:06
Pues toda la razón Juan Carlos, yo también lo creo, es lo que sucede a fin de cuentas cuando te llega alguien mucho y al mismo tiempo te impone, que tu yo verdadero cuesta sacarlo a flote, fundamentalmente por falta de confianza en uno mismo.
Creo que voy a tener que hacer un trabajo en ese sentido importante para armarme de valor y comenzar a tener trato con ella.
Un abrazo 😉
J.C. SANCHEZ
11 febrero, 2015 @ 17:12
Pues creo Jotape que tienes toda la razón, que si no me pongo en ello, e ideamos algo rápido el impresentable del vice, me da la sensación de que al final se saldrá con la suya, y lo peor de todo ¿sabes qué? que le acabará rompiendo el corazón a la pobre Erika, y eso…eso creo que no podría soportarlo. 🙁
Pero bueno, tendremos que levantar la cabeza y continuar avanzando, solo nos queda crecer jejeje
Elena García Domingo
16 febrero, 2015 @ 18:32
Jo, quiero leer que pasa ya jejeje. Pobre becario 🙁 Seguro que encuentras la manera de llegar a Erika. Aiss Erika… me gustaría saber qué pasa por tú cabecita y qué piensas de lo que te está suceciendo. Un gusto pasarme por aquí, aunque en modo "tarde pero siempre presente". Un abrazote para los dos!!!
Erika Martin
16 febrero, 2015 @ 18:37
Un día de estos os contaré qué pasa por mi cabecita: lo que siento por Alejandro y las expectativas que tengo con esta relación, jo, ya me veo pasando por el altar 😛
Gracias por venir, Elena. No te preocupes por lo de pronto o tarde, a mi me pasa lo mismo con tu blog. Hay días que el tiempo no me alcanza para dejar allí mi huella.
Un abrazo muy fuerte!!