Praga en Navidad
Hace unos años me fui vacaciones a Viena con mis amigos. Una vez pateada toda la ciudad y visitado todos los puntos de interés, decidimos hacer una escapadilla de un día a Praga. Sin embargo, aquel viaje fue un despropósito completo.
330 km separan ambas ciudades. El bus tardó 6 horas. Íbamos con un guía austriaco, guapísimo y super simpático, pero era la primera vez que ponía los pies en Praga y no conocía la ciudad.
Por eso, la agencia nos puso otro guía local multilingüe. Al llegar, el tipo solo hablaba checo. El austriaco y nosotros nos mirábamos frustrados sin saber qué hacer/decir al principio. Al final ya nos daba la risa.
Con el retraso del bus, solo tuvimos tiempo para ver lo mas importante corre que te corre y comer.
¿Los checos? super bordes, qué gente más amargada.
Dresden ⇒ Praga
Plan del día
09:06 – 11:27 EC 171 Dresden – Praga
12.00 – 14.30 visita guiada en inglés. Punto de partida la puerta de la Iglesia de Tyn, en la famosa Plaza de la Ciudad Vieja.
16:29 – 18:45 EC 170 Praga – Dresden
En el andén …
El tren salía del anden 1 de la estación central de Dresden.
Por allí apareció un tren destartalado de los años 50. Lo hizo por la vía 2. Pensé «¡Ay Dios! menos mal que reservé asiento en primera clase»
No me extrañó que pusiera las 07:06 en el panel, cuando el tren en realidad salía a las 09:06. Tampoco que entrara por la vía 2.
En la estación de Atocha de Madrid, son unos cachondos los de Renfe y si en los carteles pone un andén, el tren pasa por otro y de paso te avisan por megafonía cuando está ya a punto de salir de la estación. Ahí está precisamente la gracia. Te toca subir y bajar escaleras a la velocidad del rayo.
Al tren de Praga, nos subimos un señor y yo. Empezamos recorrer los vagones en busca de nuestro asiento. Pero allí todo eran compartimentos de literas.
– En algún sitio tiene que haber un vagon con asientos – me dijo
– A ver si los encontramos pronto
De repente, paró en seco, se me quedó mirando y me soltó:
– Este no es su tren, Señora.
– ¿Cómo? ¿Qué? En el luminoso ponía Praga.
– Sí, pero este es el que viene de Amsterdam. Usted tiene que tomar el que viene de Berlin.
– ¿Qué importa de donde venga? Va a Praga.
– Usted viaja en primera clase ¿verdad? Aquí no hay primera clase.
Pero, pero … ¿este hombre tenía poderes adivinatorios o qué? Y le pregunté:
– ¿Usted cómo sabe que voy en primera clase?
– Por la forma en la que va vestida y su manera de hablar.
Alucinadita que me dejó. Hasta hablando en alemán soy glamurosa jajaja
Bajé del tren y me fui corriendo a la cabecera. Allí estaban maquinista y revisor de charla. Tras enseñarles el billete, me confirmaron que ese no era mi tren.
Al ratito apareció por la vía 1. Este debía de ser de los años 40. A años luz de los trenes de Cercanías españoles y del AVE. Para muestra esta foto con el cartel de recorrido indicando las paradas. ¡Alta tecnología húngara!
Murphy: el tren sale con retraso
Estando allí sentada en mi compartimento de primera clase 😛 anunciaron por megafonía que saldríamos con retraso porque estaban acoplando la locomotora checa para poder circular en el cambio de país.
Salimos 15 minutos más tarde de lo previsto … Llegaré a las 11:45 y la visita guiada empieza a las 12:00 ¡Bah! De la estación central a la Plaza de la Ciudad Vieja hay 1,5 km. Erika llegas, no te estreses.
El trayecto
El tren sigue el río Elba y el paisaje es espectacular. Los bosques, los campos de agricultura, las colinas con sus castillos de cuento… Lástima que las ventanas no se hubieran vuelto a limpiar desde que el tren salió de la fábrica allá en los años 40. Este pequeño detalle me arruinó las fotos ?
Esta línea de tren tiene su historia
Este recorrido es el mismo que hicieron los que huían de la República Democrática Alemana hacia Checoslovaquia y Austria, en los días previos a la caída del Muro de Berlín.
Como el tren era super antiguo, me planteé que seguramente en esos mismos vagones y asientos viajaron todos los que huían del bloque comunista para pasar al capitalista. Gente con la incertidumbre de si lo conseguirían y si cumplirían sus sueños y sus expectativas al otro lado del Muro Comunista.
¿Te acuerdas de la crisis de los refugiados iraquíes que intentaban llegar a la Unión Europea hace un par de años? En las noticias de la tele se le veía subiéndose a trenes con vagones azules para llegar a Alemania. Era precisamente este tren, para hacer el mismo recorrido que yo en mi viaje a Praga.
La cafetería del tren
Continuando con mi viaje … estaba en mi compartimento de primera clase, cuando pasó un azafato checo, ofreciendo el periódico y una botella de agua.
Curiosa forma de enterarse de que ya estaba en la República Checa.
¿Y el café? ¿no dan café? En el AVE en Club te dan CAFÉ. Después de ver las fotos del periódico checo, decidí ir al bar.
La cafetería era de película de miedo. Las camareras checas muy guapas aunque con mirada asesina.
Si te digo que el café estaba fuerte, me quedo corta. Me asusté y todo, jajaja
Erika, esto ha sido un gran error y 2,20 euros. Estas tías no te han matado y tirado tu cadáver por la ventana costrosa, pero el café te va a limpiar el estómago y en mitad de la visita guiada te van a dar retortijones acompañados de los sudores de la muerte.
La llegada a Praga
El tren entró en Praga a las 11.50. Lo que significaba que iba muy justa de tiempo para llegar a tiempo al punto de encuentro de la visita guiada.
Había tantísima gente por la calle que no se podía ni andar. Cuando llegué a la Plaza Vieja de Praga eran las 12.03.
Allí no había nadie. Los muy desgraciados no me esperaron. A ver que llegué solo 3 minutos tarde. Punto negativo para Praga ¿eh?
¿Y ahora qué? Sola en una ciudad con gente muy borde, hablando raro … madre mía, madre mía.
En fin, como soy una chica resolutiva y viajera, siempre llevo en el móvil una app de mapas offline. Gracias a la geolocalización del móvil, te indica en el mapa el punto exacto en donde estás. No hay posibilidad de perderse o desorientarse.
Además tiene guía de viajes incluida. Pinchas sobre un monumento del mapa y se te abre una ventanita con info de Wikipedia.
La he probado en Londres, Milán, París y Lisboa. También a la utilizo para moverme por Madrid.
Recorriendo el centro de Praga
Entre unas cosas y otras, eran ya las 12:30, o sea, la hora de comer europea. Y por allí los puestos del mercado de Navidad ya estaban preparando la comida.
Mira que jamón. Qué buena pinta y qué bien olía. No me pude resistir, eso había que catarlo, jijijiji.
Le pedí una ración en inglés al tendero y me respondió en inglés también que eran no sé cuántas coronas.
¡Un momento! ¿Cómo que coronas? ¿No estamos en la UE? Pues euros. ¿Tengo cara de cambiar moneda, que me cobren comisión y de ponerme a multiplicar y dividir para saber lo que cuestan las cosas? Ay, no, que estoy de vacaciones con el cerebro en modo off.
Cuando le dije al tendero que quería pagar en euros, se le puso cara de mala leche y me dijo no sé qué en checo. Estoy convencida de que era una fresca. Por eso, mirándole fijamente a los ojos sin decir ni pío, solté el plato.
Y me di la media vuelta. Al dar el primer paso para irme de allí, me dijo en alemán que aceptaban euros. ¿Por qué me hablaba ahora en alemán si antes lo estábamos haciendo en inglés? ¡Qué gente, de verdad! ¿Cómo pueden ser tan antipáticos? Otro punto negativo para Praga.
Plaza de la Ciudad Vieja ¡¡ESPECTACULAR!! Esta ciudad parece un decorado de cine.
La verdad es que hacía bastante frío.
Podía haberme metido en una iglesia o en un museo, pero preferí irme de tiendas. ¿Y qué me encontré en una tienda de ropa de la Plaza de San Wenceslao?
Mira, mejor salgo corriendo de aquí y vuelvo a los mercados navideños.
Estación central de Praga
A las 16:00 estaba en la estación. Fui pronto para ver dónde estaban los andenes y no pifiarla cogiendo el tren de regreso a Amsterdam.
He de decir que los avisos por megafonía para trenes internacionales eran en inglés. Los paneles estaban en checo, inglés y alemán. Así da gusto, no como en Orly-París este verano.
Anunciaron que el tren procedente de Budapest con destino Berlin tenía media hora de retraso.
A mi lado se pusieron a esperar unas abuelas alemanas, sordas como una tapia. Habían ido desde Berlin a pasar el día también. Las pobres no se enteraban de nada. Estaban más perdidas que yo. Su vista no les permitia ver el cartel con las indicaciones en alemán. Me preguntaron en ingles si las podía ayudar … vi el cielo abierto para tener una clase de alemán gratis jijiji
– No se preocupen, Señoras, van en mi tren. Las aviso cuando tengamos que ir al andén.
Y ya las metí la charla porque yo me siento medio berlinesa y claro, teníamos muchas cosas en común jajaja.
El tren llegó a las 17:00. Que ya era de noche cerrada.
Llegué a mi compartimento de primera clase y allí había 4 checos gigantes, con cara de salidos y que me desnudaron con la mirada. Uno de ellos iba en MI asiento pero no dije ni pío, me senté en otro y punto. ¡Qué miedito!
Erika, estos echan la cortina, te violan y aquí no se entera ni el tato.
Me fui a la cafetería con las matrioskas comunistas asesinas.
De repente, se oyó una voz por los altavoces hablando en alemán anunciando la próxima parada. Claro, como ya no hay fronteras, te tienes que enterar así de que has cambiado de país.
Regresé a mi compartimento. Como ves en estas fotos, el pasillo del tren también es de película de miedo.
Los violadores ya no estaban. A los 5 minutos entró la revisora alemana. Me pidió el billete, lo ticó y se fue.
Anécdotas con la policía alemana
1. El control de pasaportes
Al rato empezó a pasar la Polizei. Ya está, han violado o matado a alguien. Pasaron 6 y el ultimo abrió la puerta de mi compartimento:
– Deutsche Bundespolizei, Ihre Reisepass, bitte (Policia Federal alemana, su pasaporte, por favor)
Ya estamos. ¿Cómo que pasaporte? Si fui a Inglaterra sin pasaporte ¿por qué lo iba a llevar ahora para ir a Alemania que es Espacio Schengen?
Le respondí indignada:
– Perdón, ¿cómo? ¿Me está pidiendo el pasaporte?
– Sí, por favor.
– Pues no lo llevo. ¿Tengo cara de china? Tome mi DNI, por favor.
Teníais que haberle visto la cara. Los ojos como platos y con mirada de ¿y esta chula de dónde ha salido? … Pues de Madrid ¿de dónde sino? jaja
– Todo en orden, Señora, buen viaje.
2. La rubia no puede abrir la puerta del vagón
Al llegar a Dresden, no podía abrir la puerta del vagón. Yo ahí tirando, pero como era de hierro, pesaba como el demonio. No había forma. ¿A qué arranca el tren y termino en Berlín con las abuelas por lela? De repente apareció el policía que iba al baño. ¡¡Siiii!!
– Perdone, ¿me ayuda a abrir la puerta, por favor?
El hombre puso los ojos en blanco. Seguro que estaba pensado «esta tía es retrasada mental». Se acercó y le dio a un botón verde que había justo al lado. ¡Andaaa, como los trenes españoles!
– ¡Uy! ¡qué boba soy! Gracias, Señor Agente.
Sí, confieso públicamente que a veces soy muy corta. Pero ¿quién se iba a pensar que un tren de años 40, con un papel pegado en la puerta con celo, indicando el nombre de las paradas, iba a tener un botón verde moderno para abrir la maldita puerta?
Imagen destacada post Navidad centro histórico Praga vía Shutterstock
Cindy Groulx
21 diciembre, 2014 @ 00:25
Bastante la aventura.
Perderse cuando va a algún lugar nuevo es de esperar, pero en un país diferente, con diferentes idiomas uno se haría
sentir bastante desalentador. {:o)
Erika Martin
21 diciembre, 2014 @ 00:32
Hola Cindy!! bueno gracias a las app, uno no se pierde del todo, gracias a Dios; a excepción de las abuelas alemanas, las pobres.
Besazos!
Felipe Rodríguez
21 diciembre, 2014 @ 02:00
Ja ja ja ¡Toda una odisea definitivamente!
Erika Martin
21 diciembre, 2014 @ 02:15
las camareras aesinas, el café letal, el planton del guia y la puerta del tren que no se abria ¡vaya día! jajaja
Gracias por leerme y por compartirlo.
Besos
Pippi
21 diciembre, 2014 @ 08:57
Muy bonitas las fotografias, y el relato muy gracioso.
¡Que tengas buenas fiestas, Erika!
Erika Martin
21 diciembre, 2014 @ 14:59
Gracias, Pippi 🙂
Καλά Χριστούγεννα και Ευτυχισμένο το Νέο Ετος!!
Pippi
21 diciembre, 2014 @ 17:24
Ευχαριστώ, επίσης!
Erika Martin
21 diciembre, 2014 @ 22:05
vaya tela con el tren y que raros los checos … ¿y del plantón que me dieron los de la visita guiada, qué me cuentas? … jajaja
Definitivamente a donde tengo que ir es a Cádiz brindar contigo por nuestra amistad y dejarme de tonterías.
Felices Fiestas!! Besazos!!
Elia Brosed
21 diciembre, 2014 @ 21:33
Jajaja nenaaa no vuelvas más, a la próxima no te libras de los violadores jajaja. Me he estresado con tu historia,, por Dios que gente más chunga y fría. Un beso reina y Felices Fiestas amiga!!
Jordi Luna
21 diciembre, 2014 @ 22:22
Interesting like ever. Bueno, después de mi inglés de Lleida, menudas Aventuras, no te aburres nunca. Un beso y feliz navidad
Elia Brosed
21 diciembre, 2014 @ 22:28
Siiiii vente !!!! Me encantaría, tengo una habitación de invitados!!! Un besazo!!
Erika Martin
22 diciembre, 2014 @ 21:21
Con lo que me pasa, desde luego no me aburro, Jordi. ¡Vaya gafe!
Besos y muy feliz navidad!!
Julia C.
23 diciembre, 2014 @ 00:02
Qué post tan divertido, Erika! jajajajjaa. A estas horas solo leo, nunca dejo comentarios porque las neuronas no me dan para tanto y me sale cada porquería que da pena, pero esto no quería dejarlo pasar. Me lo he pasado super bien, y además debo decir que admiro tu buen humor ante las contrariedades y tu iniciativa para cambiar de plan si el original no sale a la primera. Así es fácil que aproveches todos los viajes, las "adversidades" no pueden contigo!! jajajaa.
Muy instructivo también, todos los días se aprenden cosas (leyéndote)
Gracias por este rato guapísima, un beso grande y feliz navidad again. Nos leemos a la vuelta!! 🙂
Ani M
22 diciembre, 2014 @ 23:39
Siempre he querido ir a Praga!
Johann Sparragus
23 diciembre, 2014 @ 04:17
Estaba esperando con ansias esta segunda parte del relato, y vaya que valió la pena la espera. Esto es lo tuyo, Erika. Ya deja la oficina y ponte a viajar.
Por favor dime que perdiste el avión en Berlin y sigue el relato.
Siempre es un placer.
Aprovecho la fecha para mandarte mis mejores deseos para navidad y fin de año. Espero que lo pases de maravillas y con tu gente mas querida.
Un beso de los grandes.
Erika Martin
23 diciembre, 2014 @ 18:58
Hola Ani, bienvenida a mi blog!! Tienes que ir a Praga. Hay muchas ofertas de viaje para este destino. Merece la pena y te lo digo yo que tengo gafe con esta ciudad.
Gracias por regalarme tu comentario.
¡¡Felices Fiestas!!
Erika Martin
23 diciembre, 2014 @ 19:06
Hola Julia,
te entiendo, a mi me paso lo mismo. Cuando consigo ponerme a leer otros blogs, es tarde y ya no se me ocurre qué comentar.
Hay que enfrentarse a las adversidades con buen humor y no rendirse.
Disfruta mucho las fiestas y pásalo genial cada minuto junto a tus seres queridos ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Año!
Besazos, corazón, nos leemos en unos días.
Erika Martin
23 diciembre, 2014 @ 19:17
Tu lo has dicho, Johann. ¿Qué hago yo metida todo el día en la oficina? No, yo tendría que estar recorriendo mundo como tu.
Efectivamente se me dejé en el tintero una anécdota en el aeropuerto de Dresden a mi regreso a Madrid para no escribir un post muy largo. Fue un control de drogas super intenso. Yo no soy traficante jaja pero otro pasajero que iba detrás mío sí. Se lo llevaron detenido. Fue como los reportajes de la tele pero en directo.
Aprovecho yo tambien para desearte todo lo mejor en estas fechas y que todos tus sueños personales y profesionales se hagan realidad en 2015.
Diviértete y disfruta mucho. Un beso muy fuerte
Juanan G.C.
26 diciembre, 2014 @ 23:01
AY Praga…. todo el mundo dice que es tan bonita que me da una pereza que me muero, me pasa lo mismo que con Los Pilares de la Tierra, a todo el mundo le encanta y yo, que no, que no, que no me leo ese tocho!!!!! En serio, muy divertido, coincido con el revisor del tren de Amsterdam, con esos tacones, tienes toda la pinta de ir en primera clase, aunque sea primera clase de Praga, lo que viene siendo lo mismo que un Intercity español de toda la vida. Y me ha gustado mucho también que sacaras a relucir toda esa chulería madrileña, ole. De Madrid al cielo.
Un abrazo!!!
Erika Martin
27 diciembre, 2014 @ 22:26
Juanan, te noto muy perezoso últimamente jajaja Debes ir a Praga!! Es bonita de verdad y te lo digo yo que soy muy crítica y no me gustaron ni Paris ni Roma.
No me recuerdes el tren, un poco mas y asientos de madera jaja.
Por supuesto, un madrileño siempre tiene que hacerse notar allí donde va 😉
Un abrazo y a disfrutar de las vacaciones!!
Entre suspiros y un café
30 diciembre, 2014 @ 11:09
He de reconocer que se me han quitado las ganas de visitar Praga con todo lo que has contado… jeje. ¡Vaya aventura Erika! Menos mal que no sabes salir de cualquier situación 😉
¡Un besazo!
Patri.
Mirta Cristina
4 enero, 2015 @ 22:56
Al pasar unos días los pequeños contratiempos se vuelven aventuras muy graciosas!! Muy lindo tu viaje!! un abrazo!
Erika Martin
4 enero, 2015 @ 22:58
Hola Patri,
no, no, en serio tienes que ir a Praga. Es muy bonito. Yo es que tengo gafe, nada más.
Besos
PD por el retraso en responder, no me llegan las notificaciones de los comentarios 🙁
Erika Martin
4 enero, 2015 @ 22:59
Eso es cierto, Mirta. Cuando pasa el tiempo te ríes de lo que pasó
Besazo
La cantimplor aventurera
5 diciembre, 2018 @ 10:36
Me encanta esta forma de hacer turismo, lo haces todo muy ameno y divertido, cualquier obstáculo se convierte en una aventura y luego en una gran anécdota. Creo que tú forma de viaja es la mejor!!! ?
Erika Martin
5 diciembre, 2018 @ 11:11
Hola Cantimplora Aventurera!
me alegro de que te hayas divertido leyendo el post. Creo que tengo gafe con Praga, se torció todo las dos veces que he estado. Una aventura detrás de la otra. Volveré otra vez a ver si a la tercera me sale mejor el viaje jajaja
Un abrazo
Jose manuel Juegos Pérez palomo
5 diciembre, 2018 @ 10:52
Jajajajaja me ha hecho gracia porque en todos los viajes al extranjero pasa algo.
A lo mejor,ahí está la gracia de los viajes.
Un saludo
Erika Martin
5 diciembre, 2018 @ 11:14
Hola Jose Manuel,
creo que esas pequeñas aventuras/anécdotas/tragedias son precisamente las que le dan «vidilla» a los viajes y que luego es lo que te hace recordar los sitios de una forma especial.
Un saludo
Los Pobres También Viajamos
5 diciembre, 2018 @ 10:59
JAJAJAJAJA ! Genial artículo, muy bueno.
El final es brutal. Enhorabuena 🙂
Erika Martin
5 diciembre, 2018 @ 11:17
¡Hola!
la anécdota final fue el colofón del día jajaja
Mil gracias por el comentario, me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo
Viajero Crónico
5 diciembre, 2018 @ 13:01
Aunque hace bastante frío es esas fecha, es un planazo para Navidad, sin duda!!
Erika Martin
6 diciembre, 2018 @ 11:47
Nada como una buena ropa de abrigo y el típico vino caliente para disfrutar de Praga en esta época del año.
Mil gracias por tu comentario, Viajero Crónico.
Un abrazo
Raido Viajeros
5 diciembre, 2018 @ 14:41
Muy bueno! Me sentí súper identificada con el tema del botón de la puerta!
Erika Martin
5 diciembre, 2018 @ 15:59
Que sepas, Raido Viajeros, que me hace mucha ilusión saber que no soy la única que tiene problemas con los botones de las puertas de los trenes jajaja
Un abrazo!
A Veces Veo Viajes
10 diciembre, 2018 @ 10:00
¡Muy instructiva y divertida tu experiencia! Me he divertido mucho leyéndola, ¡Gracias por compartirla!
Erika Martin
10 diciembre, 2018 @ 16:07
Gracias a ti por leer el artículo, me alegro de que te hayas divertido haciéndolo 🙂