Una secretaria en el Castillo del Conde Drácula
Aprovechando que estamos en Halloween, te voy a contar mi viaje al Castillo del Conde Drácula.
En el verano de 1994 me fui de vacaciones a Rumanía con mis padres. Mil anécdotas nos ocurrieron en aquel viaje.
Hacía muy poquito que había caído el régimen comunista y las diferencias en el estilo de vida entre Rumanía y España eran brutales.
Mis padres decían que era como regresar a la España de los años 40. A mi simplemente me parecía otro mundo completamente distinto a pesar de estar en Europa. Si algo aprendí de este viaje, es que soy una capitalista occidental consumista en grado extremo.
Anécdota 1
¿Alguien conoce las cremas de la Doctora Aslan? Era una dermatóloga rumana de mucho prestigio internacional en su época y sus potingues eran muy deseados por las celebrities.
Allí estábamos mi madre y yo, dos consumistas en la tierra de esas cremas. Entrábamos en las farmacias:
– ¿Cuánto cuesta la crema anticelulítica?
– 1 Leu
En aquellos tiempos no había ni euros y la moneda local era el leu. Las cremas al cambio costaban unos pocos céntimos, mientras que en España las puedes encontrar en las farmacias por unos 30 euros.
Nos sentíamos unas millonetis las dos:
– Deme 7 botes, por favor.
– No
– ¿Cómo?
– No le puedo vender 7 botes
El desconcierto invadía la farmacia tanto para la vendedora y para nosotras como para el resto de los presentes. Ellos no comprendían porqué queríamos tantas cremas y nosotras porqué no querían vendernos todos los botes.
Encontramos una solución 😛
Comprábamos uno. Salíamos a la calle. Volvíamos a entrar en el mismo establecimiento. Pedíamos otro bote. Repetíamos la operación una y otra vez hasta tener las unidades que queríamos.
Curioso ¿no? Explicación: Ellos solo habían conocido las cartillas de racionamiento comunistas y no les entraba en la cabeza que se pudieran vender muchas unidades de una vez. Supongo que esto ya habrá cambiado.
Anécdota 2
Aterrizamos en Bucarest y tras unos días de viaje por el país, llegamos a Brasov, que está en la montañosa región de Transilvania.
La cuidad es muy bonita y en la plaza principal hay una iglesia de referencia para visitar si eres turista, aunque yo a donde fui fue al Benetton de la esquina. Tienda considerada allí de alto lujo capitalista y que estaba de rebajas a precios locales jajaja.
¡Imagínate! rebajas y yo millonetis 😉 Salí con medio establecimiento metido en mis bolsas.
A pocos kilómetros de Brasov está Poiana Brasov, que es una estación de esquí en invierno. En verano los hoteles están en funcionamiento y se puede hacer senderismo y otras actividades en la naturaleza.
En Poiana Brasov es donde Jude Law, Renee Zellweger y Nicole Kidman estuvieron descansando después del rodaje de Cold Montain. La película fue rodada precisamente en las granjas y parajes de esta zona de los Cárpatos.
Anécdota 3
El guía nos dijo que no saliéramos a la calle por la noche porque los osos bajaban a buscar comida en la basura. Podían ponerse violentos si tenían hambre.
¡Bah! ¡exagerado! Los grizzlyes peligrosos solo están en Alaska.
Al caer el sol, decidimos ir a dar un pequeño paseo. Empezamos a oír ruidos extraños. ¿Serían los osos asesinos? No nos quedamos a comprobarlo. ¡Pies para qué os quiero!
¡¡Visita al castillo de Drácula!!
¡Qué emocionante! Llegas allí con un run-run en el estómago pensando que será como ir al pasaje del terror del Parque de Atracciones.
Todos tenemos en mente la peli de Coppola.
¿Quién fue el conde Drácula? ¿chupaba la sangre a la gente?
Nació en 1428. Su nombre real era Vlad III, príncipe de Valaquia (una región de Rumania) y señor feudal de los Carpatos.
Pertenecía a la Orden del Dragón que en rumano se dice Dracul. Le gustaba que le llamaran Conde Draculea (hijo de dragón).
En aquellos tiempos, esta zona estaba acosada por el Imperio Otomano y los húngaros. Además los nobles rumanos luchaban entre ellos por imponerse sobre los demás. Vamos, el enemigo estaba dentro y fuera de casa.
Fueron los nobles rumanos los que enterraron vivo al padre de Vlad. Por eso, éste decidió asociarse con los otomanos.
La sed de venganza por lo de su padre le superaba. Por eso, cuando en 1448 subió al trono de Valaquia, decidió de celebrar que tenía la corona sobre la cabeza con una gran fiesta a la que invitó a más de 500 personas.
Todos los invitados fueron empalados con estacas que iban entrando en sus cuerpos lentamente. Se dice que algunos tardaron varios días en morir. Esta es una venganza de las buenas ¿eh? como no sabía quién exactamente mató a su padre, él los eliminó a todos.
Después de cargarse al enemigo interno pasó al enemigo externo, los turcos. En uno de los enfrentamientos cayó preso por ellos.
Se pasó 12 años en la cárcel.
Para entretenerse cogía ratones y pájaros y los empalaba. Algo tenía que hacer para pasar el rato, entonces no había portátiles, smartphones ni wifi.
En 1475 fue puesto en libertad y volvió a casa, siendo más malo que nunca.
Tenía a sus propios súbditos aterrorizados. Era tirano, cruel y muy sanguinario.
Se calcula que mató al 20% de la población. Su pasatiempo favorito era ver morir a la gente lentamente después de largas torturas, descuartizamientos y especialmente empalándoles unas estacas con espinas en la punta que se introducían por el ano de las personas hasta que les salían por la boca
Los otomanos estaban muy pesaditos con lo de conquistar sus tierras. Así que Vlad implementó varias medidas:
- Envenenó los pozos de agua para que no pudieran beber
- Quemó varias aldeas para que no tuvieran sitio donde dormir
- Asesinó a los habitantes de las aldeas para que nadie diera cobijo a los otomanos.
Su grado de maldad y crueldad provocó que sus propios soldados se pasaran al bando otomano y que fueran ellos mismos los que le dieran muerte decapitándolo en 1476.
Enviaron su cabeza al sultán turco y ésta fue colgada de una estada en el centro de Estambul.
Vlad Tepes -Draculea fue de todo menos vampiro 🙂
El Castillo de Bran
Este es uno de los mayores atractivos turísticos de Transilvania. Si piensas que es un sitio de culto a Drácula, los vampiros y demás, te equivocas.
Acabo de contarte que Drácula no fue un vampiro y ahora te echo abajo otro mito.
Él nunca vivió en este castillo. ¿Cómo te quedas?
Este pequeño castillo fue construido por los caballeros de la Orden Teutonica allá por el año 1212 cuando regresaron de las Cruzadas en Tierra Santa. Fue arrasado por los tártaros en 1241 y reconstruido como Fortaleza en 1377 por el rey Luis I de Hungría.
¿Por qué se relaciona al Castillo de Bran con Drácula y con los vampiros?
Porque Stoker se inspiró en la vida de Vlad Draculea o Vlad el Empalador para crear el personaje del vampiro de su libro y utilizó el castillo de Bran para describir dónde vivía el protagonista de su novela.
Como dije antes, Vlad nunca vivió aquí. Tan solo pasó un par de días en una mazmorra cuando fue detenido por los otomanos antes de llevarle a una cárcel de verdad.
La casa real de Vlad fue el Castillo de Poenari que hoy está prácticamente en ruinas.
Hasta la Primera Guerra Mundial, Transilvania había sido de Hungría. Después de la guerra pasó a ser de Rumanía y los habitantes de Brasov le regalaron el castillo a la Reina María.
Con la llegada del comunismo, la monarquía rumana fue derrocada y todos sus bienes confiscados por el Estado. Durante la época comunista el castillo de Bran fue restaurado y empezó a ser un lugar de turismo, sobre todo, nacional.
En 2006 el gobierno democrático devolvió la propiedad a su heredero legal, el Archiduque Dominico de Habsburgo.
Dominico o Nikki, para sus amigos, es el nieto de la Reina María. Nació en 1937 y pasó su infancia en el castillo. Con la llegada del comunismo, su familia y él huyeron del país. Actualmente vive en Nueva York. Un día en 2007 pensó:
– ¿para qué quiero un castillo en medio de un bosque en los Cárpatos?
Y lo puso en venta por 50 millones de euros. Roman Abramovich, un multimillonario ruso se interesó por la oferta. Pero no llegaron a ningún trato y el castillo no fue vendido.
El valor de castillo ha ascendido en el mercado inmobiliario y actualmente está en los 140 millones de dólares. De hecho, es la segunda propiedad más cara a nivel mundial.
¿Por qué cuesta tanto? Por el potencial de ingresos que podría generar si se le diera un uso turístico en plan parque de atracciones o lugar de culto para los fans de las historias de vampiros.
Sin embargo, tanto los Habsburgo como las autoridades rumanas reniegan del mito de Drácula y han prohibido expresamente que se explote el castillo como parque temático.
De modo, que si lo visitas apreciarás su arquitectura, la decoración y objetos que se exhiben allí. No esperes ir al pasaje del terror de un parque de atracciones.
Anécdota 3
Mi recuerdo de aquel lugar fue lo que sucedió en la escalera secreta del castillo.
Era muy estrecha, empinada y los muros de piedra.
Delante de nosotros iba un grupo de alemanes.
Un de ellos era grandon y tenía unos cuantos kilos de más.
Al subir los peldaños se quedó encajado. No se podía mover.
Ni para arriba ni para abajo.
Pasaban los minutos y todos ahí medio a oscuras a punto de tener un ataque de claustrofobia.
Uno empezó a gritar:
– ¡¡Faaat, faaat!!
El resto nos animamos cada uno en nuestro idioma:
– Gordooo – español
– Graaaas – francés
– Grassooo – italiano
– Diiick – alemán
Aquello acabó con un ataque de risa colectivo.
Al “gordo” le metieron unos cuantos empujones hasta conseguir desencajarlo.
Siempre pensé que el pobre hombre llegaría a su hotel por la noche con todo el cuerpo magullado y los brazos desollados por la piedra de las paredes y los empujones.
Seguro que si el espíritu de Vlad estaba por allí, disfrutó con la escena jajaja.
Anécdota 4
A ver ¿yo que te he dicho a lo largo de este post? que soy una capitalista consumista ¿no? 😛
A los pies del castillo hay varios puestos de artesanía local. Me compré un jersey de lana. Me lo puse una vez y nunca más. Me aso de calor con él. No solo eso. Huele a establo y caca de vaca. Lo he lavado mil veces y en todos estos años no se le ha quitado la peste.
Imagen destacada post: noche de Halloween con castillo al fondo vía Shutterstock
Óscar
31 octubre, 2015 @ 02:23
Vaya anécdotas! La de las compras está curiosa la verdad… La de Vlad es un poco desagradable, aunque se han hecho películas de eso. Holocausto caníbal, se llamaba. Si no me has quitado el olor es porque no has usado el producto adecuado… La basura 😉 ! Besitos
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 09:04
Hola Oscar,
lo de las compras en la farmacia fue algo super curioso. Supongo que a lo largo de estos años ya habrán aprendido que se pueden comprar muchas unidades de un mismo producto de una vez LOL.
A mi es que las pelis de sangre no me gustan nada porque paso un mal rato cuando las veo (me resultan desagradables) y por la noche tengo pesadillas.
He probado muchas cosas para quitarle el olor al jersey jajaaj pero no hay forma
Besitos
ramrock
31 octubre, 2015 @ 07:13
¡Bueeeeno…. la que hubiera armado yo!
Lo digo porque yo también soy un superlativo capitalista consumista. Liberal Libertario de pura cepa, pata negra, oiga 😀
¡Oye! esto ya funciona, notificación llegada sin demoras, como debe ser.
En Rumania me temo que eso no debe ocurrir ni siquiera ahora 😆 😆 😆 😆 😆
Wonderful weekend, my baby.
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 09:18
es que aunque no seas un capitalista consumista, cuando viajas a un país así te das cuenta de que sí lo eres por las diferencias culturales tan grandes que hay entre su mundo y el tuyo.
Genial que te ya te funcionen las notificaciones. Que buena noticia.
Lovely Sunday, my friend!
Holden
31 octubre, 2015 @ 10:21
Me ha molado este post, creo que precisamente porque ya conocía la historia de Vlad. No es que sea un personaje histórico que me enamore (como Rasputin :P) pero me moló conocer la historieta. Por otra parte el libro de drácula me parece una pesadilla insufrible, se lo recomendaría a mis enemigos. ¡Menudo libro más aburrido!
Con el rollo consumista me recuerdas un poquito a mí en China, unicas vacaciones en las que me ha sobrado bastante dinero (del que tenía previsto gastar) a pesar de vivir a cuerpo de rey y de los constantes atracos turísticos. Aunque, eso sí, lo que era barato eran las cosas de barrio. Las marcas valían casi lo mismo que aquí sorprendentemente. También era barato todo el rollo del turisteo, claro, y las comidas.
¿Qué tal se come allí? 🙂
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 09:34
Hola Holden,
yo no conocía la historia de Vlad hasta que estuve en el castillo, en ese que no era suyo. Que chasco jajaja El libro empecé a leerlo pero me resultó aburrido y a las pocas páginas lo abandoné. Ahí coincidimos jejeje
Qué bueno lo de las vacaciones en China. Pensaba que allí todo era barato, hasta las cosas de marca. Supongo que solo serán las imitaciones de marca 😉 y las cosas del todo a 100 que también se pueden comprar aquí.
Me alegro de que te pegaras unas vacaciones a cuerpo de rey y de que ademas te sobrara dinero jijii
Yo he comprobado en mis viajes que muchas veces la artesanía típica y los souvenirs son más baratos en El Corte Ingles que en el país en donde estás jajaja por eso ya no compro nada típico por ahí fuera.
En Rumanía se come muy bien. La presentación de los platos es tosca pero tienen cocina creativa y todo jajaja ¿sabes que las rosas se comen? sí, amigo, le echan rosas a algunos platos y la verdad es que saben muy bien 😉
Joer, cómo me he enrollado jaja
Muy buena semana, besos
marigem
1 noviembre, 2015 @ 21:38
Siiii, me habías dicho que te inspiré y me encanta. Por cierto yo también compré el jersey, y con gorro a juego tengo que animarme y poner una foto en el blog porque es la repera. Un besito y siiii, aún renqueaba la caída del comunismo, de hecho en cada esquina había gente vendiendo fotos del cadáver de Ciaucescu y su mujer, ufffff.
Y nosotros también vimos los zíngaros con el carromato, pero lo mejor fue que ellos iban caminando junto al carro y en el susodicho iba un cerdito muy muy gordo, pobre la que le esperaba!!!!
Besos guapa, me he reído muchísimo.
marigem
31 octubre, 2015 @ 11:33
Yo me fui con mis padres en el 91!!!!!!! Hice el mismo viaje que tú, vinimos cargadas de Gerovital y todos los potingues de la doctora Aslan y nos pilló una revelta de mineros, nos rodearon los tanques(tengo vídeos) y nos sitiaron en Bucarest. El resto calcadito a lo tuyo. Me ha encantado leerte y recordar mi viaje, que fueron los 9 días más intensos que recuerdo, la estación de Poiana Brasov, ayyy. Y nosotros fuimos a una cabaña de un médico en plenos Carpatos, a una cena típica en unas bdegas, a una vieja escuela, a cementerios varios, se nos salió una rueda del autocar en plena transilvania y nos metimos 12 personas en un jeep de seis, ayyyy.
Besos y genial post, me ha traído miles de recuerdos.
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 09:42
Hola Marigem,
tu fuiste antes que yo y supongo que por eso te pillaron algunas revueltas de la caída del comunismo. Que miedo lo de los tanques en Bucarest ¿no?
jajajaja qué buenas tus anécdotas, la del jeep es la bomba jajaj A nosotros también nos pasaron muchas aventuras aunque en este post solo he contado las de Transilvania. Pej el guía siempre nos decía que los rumanos no son gitanos y un día paseando por un bosque aparecieron unos zíngaros con carromatos, cascabeles y cosas así. El hombre se tuvo que tragar sus palabras.
En un museo en Bucarest pregunté por el servicio y me mandaron al patio. Allí había un cobertizo de madera. Al abrir la puerta aaagggg que peste. No había taza, era un agujero en el suelo ¡¡puff!!
Este post ha surgido a raíz del tuyo de Coppola del otro día, me inspiraste para escribirlo jejej
Muchos besos
Mirta
31 octubre, 2015 @ 12:04
Me encanto!! Muy lindo paseo por la historia! Creo que salir de vacaciones y que este el cambio a tu favor, es algo maravilloso :-)) Como siempre haces reír, hasta las calaveras!! Feliz noche de brujas!! Besazo
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 09:54
Hola Mirta!
me alegro de que te haya gustado el paseo por la historia. Salir de vacaciones al extranjero pienso que siempre es una buena experiencia. De esta en Rumanía descubrí lo afortunada que soy por vivir en Europa occidental, me refiero a que aquí tenemos muchas cosas básicas (calles asfaltadas, alumbrado en las calles, agua corriente en las casas, etc) o seguridad social y eso que en otros países no tienen. No lo valoras hasta que sales fuera.
¿Te gustaron las calaveras? jejeje gracias.
Espero que hayas tenido una noche terrorífica con las brujas y los zombies 😉
¿Celebráis hoy en Argentina el Día de los Difuntos? cuéntame 🙂
Muy feliz y soleado domingo, guapa. Un besazo
Paula
31 octubre, 2015 @ 16:46
Hi, Erika! You have made another great blog entry. You have a wonderful way of telling a story. I could clearly imagine all that you were talking about, even Vlad. Ewww! The tale of the pharmacy was cute and showed the human side of the effects of having lived forever under a centrally-planned economic system. Lots of kisses and a Happy Halloween to you!
Erika Martin
2 noviembre, 2015 @ 20:53
Dear Paula,
sorry for the delay in my answer. I just have seen your comment :O.
You are right, the tale of the pharmacy made me open the eyes and find out the big differences between capitalism and communism ways of life.
Thank very much for your visit.
Lots if kisses and have a wonderful week
La maternidad de Krika en Suiza
31 octubre, 2015 @ 16:57
Me ha encantado el post, no sabía que en realidad nunca había vivido en el castillo, que curioso! Tuvo que ser un viaje genial desde luego, un besito!
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 10:07
Pues sí, es super curioso porque uno da por hecho que vivió allí y resulta que no. En cualquier caso, la visita al castillo merece la pena. Es muy bonito el castillo, el entorno y encima puedes hacer compritas en los puestos que hay a la puerta 😉
Fue uno de los viajes más divertidos que he hecho en mi vida.
Besitos, Krika
Chelo
31 octubre, 2015 @ 17:47
¡Cómo me he distraído leyéndote! Me he partido de risa imaginando al alemán encajado en las escaleras y ni p’alante ni p’atrás. Y también comprando cremas y corriendo por si venía un oso…;-)
Si es que los viajes en familia y según dónde dan para mucho, a mí me encanta hacerlos.
¡Feliz Halloween Erika!
Besos
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 10:10
lo del alemán fue para haberlo grabado y mandado a un programa de vídeos de risa. Pobre hombre, todos ahí llamándole gordo. ¿Se pondría a régimen después? jajajaja
Feliz Halloween, Chelo. Muchos besos
Chaladura de jabones
31 octubre, 2015 @ 18:22
Me lo he pasado estupendo leyendo el viaje. Saludos.
Erika Martin
2 noviembre, 2015 @ 21:11
Genial, Chaladura!!
Pongo la mano en el fuego a que, aunque Rumanía ha cambiado mucho, seguramente en las zonas rurales continúan haciendo jabones en las casas. Como cuando éramos pequeñas y los hacían nuestras madres en casa.
Muchas gracias por tu visita al blog y el comentario.
Besotes
cynthiagrlx
31 octubre, 2015 @ 22:40
Todo lo que puedo decir es que después de escuchar esta historia, Transelvaia no es uno de los lugares más altos de interés en mi lista para mí visitar. Yo preferiría visitar el Bosque Negro en Alemania, podrían encontrar un dragón. ? Yo preferiría un dragón de Vlad Tepes. Muchas gracias por compartir hermana.
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 10:23
Hola Cindy,
Transilvania te gustaría te lo aseguro. Es un sitio con unos paisajes montañosos muy bonitos.
La Selva Negra es maravillosa, es cierto. Los pueblos parecen de cuento y la gastronomía uuuumm Ademas, como dices, allí hay muchas leyendas. Te encantará si vas algún día. Eso sí, hay garrapatas y mucha gente enferma si pasea por los bosques sin protección.
Gracias a ti por leerme. Hugs and kisses, sister
Conxita Casamitjana
1 noviembre, 2015 @ 11:20
Me han encantado tus anécdotas Erika, la de la farmacia divertidísima, eso si me he quedado con la duda ¿eran buenas la cremas?
Me encanta como documentas tus «anécdotas» que siempre nos dan un plus. Sabía que no les gusta mucho esa leyenda del Conde Dracula pero no sabía que el castillo sigue en venta, con tanto valor pero que no se puede utilizar para nada relacionado con la memoria del vampiro más famoso.
Gracias por hacerme sonreír…la claustrofobia me la he imaginado y a pesar de todo me he reido un montón imaginando al fat, gordo, grasso… alemán atrancado.
Un beso guapa
Erika Martin
1 noviembre, 2015 @ 11:37
Hola Conxita,
sí, sí, las cremas son muy buenas. Quizás las conozcas por el nombre de Gerovital. Ay, lo de la farmacia fue un momentazo, todos confusos mirándonos los unos a los otros.
El castillo creo que ya no está en venta porque quieren preservarlo como monumento y no como atracción temática de Drácula. El valor es por el potencial de ingresos económicos que tendría si se pusiera un pasaje del terror o algo así allí 😉
Ay, pobre alemán, ajajaja
Un besazo!!
Miguel Ángel
1 noviembre, 2015 @ 11:32
Jamás la historia del conde Dracul y su entorno fue tan divertida. Muy buen artículo, muy divertido y a la vez interesante. Bravo Erica!
Erika Martin
2 noviembre, 2015 @ 21:06
Muchas gracias, Miguel Angel. Me alegro de que hayas tenido un buen rato con esta historia de Drácula :-))
Un abrazo
ConscienciayVida/Magazine
1 noviembre, 2015 @ 11:51
Muy divertida esta nueva entrada inspirada en este supuestamente castillo del conde Drácula, pero como bien explicas no vivió allí nunca, solo estuvo un par de días en una de sus mazmorras.
Según nos hemos informado, hace pocos días han vuelto otra vez a hablar del precio que piden los actuales dueños por la venta, se publica que aceptarían unos 64 millones de dólares estadounidenses. No se trata de un mal precio, ya que algunos expertos tasadores calculan que su precio de mercado podria superar los cien millones. Como tú bien has comentado podría generar suculentos beneficios debido a su famosa leyenda.
Deseamos que anoche no sufrieras terroríficas pesadillas después de haber publicado este post…je,je,je,jee
¡Felizzz día de todos los santos y si haces puente, fenomenal porque así recargarás mejor las pilas para el martes!
Erika Martin
2 noviembre, 2015 @ 21:04
Hola compi blogguer,
No sabía que lo habían vuelto a poner en venta. Según Forbes cuesta unos 140 millones de dólares. Madre mia, ya me imagino la letra de la hipoteca. Menudo pastón jajaj
No, no tuve pesadillas. Solo algún susto de los niños que llamaron a mi puerta para darles caramelos.
En Madrid hoy no ha sido festivo ¡oooohhhh! Pero el lunes próximo sí jejejeje
Espero que hayas descansado y que no hayas tenido uns finde muy terrorífico. ¡Que tengas muy buena semana!
Entre suspiros y un café
1 noviembre, 2015 @ 11:57
¡Qué curioso lo del Conde Dracula! Había leído algo pero no conocía la historia completa. Y qué curioso el viaje, tanto por la anécdota del alemán encajado, la farmacia en la que no querían vender más de un bote de crema… Imagino que en la actualidad habrá cambiado mucho…
¡Saludos Erika!
Erika Martin
2 noviembre, 2015 @ 20:57
Hola Patricia,
la verdad es que Rumanía no es un destino exótico como el Caribe. Supongo que ahora ya habrá cambiado mucho todo pero merece la pena. Tiene unos paisajes muy bonitos.
Ah! pues mira, ya conoces la historia real de Drácula jeje.
Muchas besos, guapa
#Jerby @ratonbloguero
2 noviembre, 2015 @ 06:33
El parecido entre Rumanía y romaní no es una simple coincidencia.
Erika Martin
2 noviembre, 2015 @ 21:00
Hola Jerby! cuanto me alegro de tu visita 🙂
Cierto, Rumanía, rumano y romaní se parecen mucho. Seguramente por la herencia del Imperio Romano.
Gracias por tu comentario
Abrazos
Marta
2 noviembre, 2015 @ 14:30
me ha encantado el post!!! yo tendria que ir ahi jajaja las historias de vampiros y sitios tenebrosos me encantan, aunque luego me muero de miedo y pienso que ojala no haber venido jajajaja
que gracia lo de la farmacia!! aunque es un poco absurdo, no os venden los botes juntos pero si separados…
un besito!!
Erika Martin
2 noviembre, 2015 @ 21:22
jajaja entonces te pasa como a mi. Muy valiente para ir la primera pero luego te mueres de miedo jajaja
Lo de la farmacia fue surrealista, entrar y salir una y otra vez ¡puf! Bueno, supongo que ahora con el capitalismo venderán muchos botes de una atacada y además habrás subido los precios jajaja
Besitos, Marta
Marta Dixital
4 noviembre, 2015 @ 09:31
Hola: no sabes lo que disfruté leyendo tu viaje a, como bien apuntaron tus padres, a la España de los años 40. Qué bueno lo de las cremas y que no quisieran vender más de una unidad. Lo del gordo atrapado en las escaleras fue buenísimo. Al igual que tu soy capitalista occidental y consumista conlo que me encantaría revivir el momento de entrar en las tiendastipo Benetton y sentirme millonaria… supongo que hoy en día ya será impensable. Espero que hayas disfrutado de Halloween. Seguimos en contacto
Erika Martin
5 noviembre, 2015 @ 22:51
Hola Marta, perdona por el retraso en responderte, llevo unos días de locura.
Bueno, lo del alemán en las escaleras fue la bomba. Cada vez que recuerdo la estampa y todos llamándole gordo, me parto de la risa.
Yo no es que sea una loca de las compras en España, con los precios que tenemos por aquí… Pero en Rumanía me dio un ataque de locura jajjaja Entrar en Benetton y sentirte como si fueras rica y estuvieras comprando en Armani jaja ay, qué felicidad por un día. Yo también pienso que todo eso se acabó y que todo estará más igualado con España.
Espero que estés teniendo muy buena semana.
Un besote
Carola
1 noviembre, 2016 @ 12:10
Hola Erika: indudablemente se me cayó un personaje que aterrorizaba algunas noches de mi niñez y adolescencia: El Conde Drácula o para mi, en mi inocencia, Christopher Lee que era lo mismo, jajaja.
Debo felicitarte por la facilidad con que entretienes a los lectores, con tus escrituras que siempre nos saca mas de una sonrisa. Cordiales saludos.
Erika Martin
1 noviembre, 2016 @ 21:29
Hola Carola,
yo creo que cuando nos imaginamos a Drácula todos le ponemos la cara de Christopher Lee jajaja pero ya ves que no se parecía este actor al auténtico Vlad Tepes.
Gracias por tus palabras, son muy motivadoras. No siempre es fácil escribir todo con una chispa de humor y robar alguna sonrisilla a la persona que está leyendo el artículo ?
Gracias por tu tiempo. Un abrazo!