Averías, pinchazos, atascos … anécdotas de los directivos en carretera
Hay situaciones en las que me pregunto cómo un directivo, miembro del comité de dirección de una gran empresa, ha conseguido llegar tan alto en su carrera. Y es que si bien son cracks en los negocios (eso no lo dudo), en otras circunstancias en las que todos nos desenvolvemos con soltura, ellos no saben qué hacer.
Un claro ejemplo de ésto son los viajes en carretera de los directivos.
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Averías
Tú conoces más o menos todas las luces del salpicadero de tu coche ¿verdad?
Cuando se enciende una luz que no es la del freno de mano, gasolina o similar, miras en el manual del coche el significado del icono. Si es algo muy raro o muy técnico llamas al seguro o al taller y les cuentas lo qué pasa para que te indiquen qué tienes que hacer o que te manden una grúa.
Sin embargo, mi jefe tiene otras formas de arreglar las cosas … me tiene a mi:
– Erika, se me han encendido unas luces en el panel de detrás del volante y no sé qué significan.
– Pues si no los sabes tu que eres hombre y te encantan los coches … ¿Cómo son las luces? ¿me das alguna pista sobre el dibujito?
– Erika, no lo sé, no las había visto en mi vida
– ¿Podrías mirar en el manual qué significan?
– El manual tiene 200 páginas, no tengo tiempo para chorradas
– ¿Pero el coche anda o no? ¿te has quedado tirado? Cuando llame al renting les tengo que decir qué te ocurre.
– Tú llama y que vengan yaaaa.
– Vale ¿y qué les digo?
– Pues que se me han encendido unas luces, te lo acabo de decir
– Ok, ok
Al final descuelgas el teléfono, llamas a la empresa de renting del coche y dices:
– Buenos días, mi jefe se ha quedado tirado, por favor, vayan a ver qué le pasa
– Buenos días, ¿me puede indicar qué le ocurre? ¿y dónde está?
– Solo sé que se le han encendido unas luces. No me ha dicho dónde se encuentra exactamente. Llámenle Ustedes al móvil y averigüen dónde está, por favor. ¡¡Está hecho una furia!! Como no manden un mecánico pronto y lo arreglen, yo me voy al paro y Ustedes pierden el contrato de renting.
Este toque dramático nunca falla, crea un sentimiento de solidaridad obrera. Además por no perder el contrato de renting, corren que se las pelan para ir a darle asistencia.
Pinchazos
Cuando esto le ocurre al directivo ya os podéis imaginar que él tampoco se va a poner con el gato, la llave inglesa y los tornillos.
Seguro que mi jefe sabe cómo cambiar el neumático, es un tipo listo que ha llegado a dirigir una empresa. Aunque viste trajes de Hermes, Armani, etc y, claro, no está dispuesto a mancharse las manos/traje de grasa y llegar hecho unos zorros a la reunión a la que le están esperando.
Esta operación la hará el copiloto o bien seré yo la que llame al seguro para que vaya alguien a sustituirle el neumático.
Depósito de combustible vacío
Cualquier persona se va fijando en cuánta gasolina le queda en el depósito. Cuando entra en reserva, va a repostar a la gasolinera.
Mi jefe no está para esos detalles. Él coge carretera y manta y a hacer kilómetros.
De repente suena el teléfono:
– Erikaaaa, se me ha encendido la luz de la reserva hace un buen rato. Por favor, mira cuánto queda para la gasolinera más cercana… creo que no voy a llegar.
– ¿Me puedes decir dónde estás para mirarlo?
– Pues no sé donde estoy. Hace rato pasé Sevilla dirección Córdoba.
– ¿No sabes el punto kilométrico donde estás? ¿Cuál ha sido el último pueblo por donde has pasado?
– Erikaaa, ¿porqué me haces tantas preguntas? Mientras me interrogas, he tenido que parar en el arcén. El coche ya no anda.
Le cuelgo y llamo a los del seguro:
– Mi jefe se quedó sin gasolina. Va camino a Córdoba por la autopista, pero desconoce en qué km está. ¿Podrían enviar a alguien con una garrafa, por favor? Le verán enseguida, seguro que es el único tonto parado en el arcén con traje de Hermes y con un pedazo Audi. Le verán enseguida… Por cierto, como no vayan pronto, me voy al paro y Ustedes pierden la renovación de la póliza el año que viene.
Mismo toque dramático utilizado con los pinchazos 🙂
El Manos Libres
– Erika, me falta la presentación de ventas para la próxima reunión. No lo incluiste en el dossier.
– Ya, te lo dije ayer antes de que salieras de la oficina. Al imbécil del director comercial no le dio la gana pasarme los datos…
– Erikaaaaa
– Se los pedí por escrito y de viva voz varias veces…
– Erikaaaaa
– Pero como se cree que soy la mujer florero de la oficina, debe ser que para él no tengo la suficiente capacidad mental para coger sus datos e insertarlos en tu presentación…
– Erikaaaa
– Por otro lado, al ser información super confidencial, el muy idiota no me la quiere facilitar no vaya a ser que me dedique al espionaje industrial
– Erikaaaa
– ¿Queeeeee?
– ¡¡Que está sentado a mi lado!!
– ¡Ups! Pues ya sabes lo que pienso de ti, Paco. Ahora vas y le explicas tu al jefe porqué no me pasaste los datos para hacer la presentación.
¡Qué manía con no decir si va sólo o acompañado, caray! Siempre meto la pata.
Atascos de Tráfico
Cuando hay un atasco cualquiera de nosotros nos armaríamos de paciencia. Ponemos música y cantamos todas las canciones que van sonando. Bebemos agua. Comemos chicle …
Los directivos no hacen nada de eso porque ellos paciencia generalmente no tienen. Ya sabéis, todo es para ayer. Así que cuando se encuentran con una atasco en carretera:
– Erika, hay atasco
– ¿Y qué quieres que le haga?
– Sácame de aquí
– ¿Quieres que me ponga la capa, vaya volando y aparte todos los coches de en medio?
– Erikaaaaaa
– ¿Prefieres que llame a la policía para que te abran camino como al Rey para que no llegues tarde a tu reunión?
– No. Mírame una ruta alternativa para salir de esta ratonera
Ale, a meterse en Google Maps e irle dando indicaciones. No os cuento si los mapas no están actualizados o si hay alguna obra u otro atasco.
– Erikaaaaaa ¿por dónde me llevas? hay obras de asfaltado, por aquí voy a tardar el doble.
– Te llevo por donde dice Google ¿yo qué sé si están asfaltando?
– Pues métete en la guía Michelin, que allí sí ponen las incidencias o en la web de Tráfico, que pareces nueva.
Le mato
Orientación
Generalmente antes de iniciar un viaje, cualquiera mira cómo se va de A a B. Luego si te pierdes y no sabes dónde estas … ¿pero cómo te vas a perder si llevas navegador, GPS, Tom-Tom o alguna app de mapas en el móvil?
Siempre queda un último recurso: ¿quién no ha bajado la ventanilla y ha preguntado a alguien que pasaba por la calle? Los chicos nunca jajaja y las chicas siempre.
Los directivos tienen coche full equipment con navegador y wifi. Sin embargo, al igual que el caso de los atascos, es más cómodo llamar a la asistente:
– Erika, estoy en Barcelona
– Ya lo sé ¿y?
– En la calle Mallorca ¿cómo voy a la Córcega?
– ¡¡No me lo puedo creer!! Tanto Tom-Tom, tanto wifi … Llevas todos los mapas en papel en el dossier de viaje y además inserté un link en tu agenda electrónica con el recorrido completo y te puse hasta las coordenadas para el GPS
– Ya, pues no lo he mirado. El dossier está en el maletero y no me voy a parar para bajar a mirarlo. Anda, dime cómo voy que tengo prisa.
– ¿Y no puedes bajar la ventanilla y preguntar a cualquiera que pase por la acera? No sé dónde estás exactamente.
– ¿Cómo voy a hacer eso? ¿preguntar a alguien dices? ¡Qué cosas tienes, Erika! … A ver, estoy delante de una zapatería.
Y con todas esas super pistas, me toca ir a Google Maps, buscar zapaterías en esa calle:
– Gira a la derecha. Continúa recto hasta que veas una panadería en la esquina ¿la ves? … Vale, ahora gira a la izquierda, recorre 50 metros. Se supone que ya has llegado.
Momentos de silencio…
– Erika, ya he llegado ¿dónde aparco?
Insisto, le mato
Las chicas nos perdemos con facilidad pero los directivos tienen la orientación en el culo 😛 (si no lo digo reviento jaja)
Parking
Cuando los mortales llegamos a nuestro destino, nos ponemos a dar vueltas a la manzana hasta encontrar un sitio para aparcar.
Si vamos muy mal de tiempo o ya estamos quemados y mareados de dar tantas vueltas, entonces buscamos un parking y lloramos porque la broma de dejar allí el coche nos va a costar una pequeña fortuna.
Mi jefe no está para dar vueltas a la manzana. Por Dios, él es un hombre de negocios y dirige una empresa.
Sale de la oficina con la hora pegada para llegar a sus reuniones y no puede «marearse» dando vueltas a la manzana. Por eso, en el famoso dossier que guarda en el maletero le incluyo un mapa con los aparcamientos públicos más cercanos.
Anécdota surrealista e insuperable
Un día tenía que coger un vuelo. Salió de la oficina. A la media hora sonó mi teléfono:
– Erika, he llegado a la terminal pero el parking está completo. Como no suelte el coche ya, pierdo el vuelo.
– Eso te pasa por ir siempre con la hora pegada. Un momento ¿has dicho que el parking está lleno? ¡no me lo creo!
– Erikaaaa, hay una fila de mil demonios porque está completo. Si me quedo a esperar, pierdo el vuelo
– Aparca en otra terminal
– Paso
– ¿Entonces?
– Creo que es mejor que vengas, recojas el coche y esperes a que se libere alguna plaza en el parking de esta terminal.
– Hasta que llegue … vas a perder el vuelo, mejor vete a otra terminal
– Erikaaaaaa
– ¿En serio me estás diciendo que vaya para allá?
– ¡Ya estás tardando!
Tuve que salir zumbando de la oficina y coger un taxi. Aquello parecía una competición de Fórmula-1. Me temo que al taxista le debieron caer un montón de multas por exceso de velocidad en aquella carrera.
Al llegar al aeropuerto, encontré al pesado de mi jefe en la zona de aparcamiento rápido de salidas. Tras fulminarle con la mirada, cogí las llaves del coche y me puse en la fila de los que esperaban para entrar en el parking.
¿Cuál será el porcentaje de veces que un parking de un aeropuerto esté al completo? Mientras pensaba en esto, me caían los chorretones de sudor por la frente y por la espalda. Por Dios que no me dé contra la columna mientras aparco…
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¿Y tú qué?
¿sabes cambiar una rueda?
¿te pierdes habitualmente?
¿cuál ha sido tu récord de tiempo dando vueltas para aparcar?
¡Cuéntame!
Imagen destacada hombre negocios en coche vía Shutterstock
pizpireta sinalas
1 mayo, 2015 @ 17:46
Jajajajajajaja tienes q apreciar mucho a tu jefe!! Ehhh .. Q buenos ratos te hace pasar!! Jajajajaja .. Y de paso , nos haces pasar.
Rebundancias mías ! Jajaja
Bss
Carlos Girón
1 mayo, 2015 @ 18:00
Pero qué diversión, como de costumbre. Claro que da un poco de pena que sea a costa de unos cuantos enojos tuyos. Aunque saber que te quedas mejor después de soltar esas frases alivia un poco la conciencia. Lo único que queda decir es: ¡qué santa paciencia tienes! Ah, y que tienen la orientación en el culo y normalmente no será en el propio jajaja. ¡Un abrazo fuerte!
Consciencia y Vida Magazine
1 mayo, 2015 @ 18:54
¡¡Qué jefazo tan imbécil XD!! Leyéndote se nos ponen los pelos de punta…¡¡qué sobresaltos!! ¡¡cuánta paciencia y dedicación para sobrevivir en esa "jungla de cristal"… sin balas pero con peligro de infarto.
Sobre cambio de neumáticos no tenemos ni idea, hacemos igual que tú, coger el móvil y llamar al seguro inmediatamente o si hay algún acompañante pedirle ayuda. También preferimos que el vehículo esté revisado por su concesionario oficial, nada de chapuzas. Y el récord para aparcar no podemos calcularlo porque nos pasa igual que a ti, así que al final al parking. Un gusto leerte como siempre. Besotesss superwoman y a disfrutar con el puente.
Erika Martin
1 mayo, 2015 @ 19:30
estresantes momentos diría yo, Pizpireta, aunque luego nos echamos todos unas risas en este blog jejeje
Besos y mil gracias por compartir 😉
Erika Martin
1 mayo, 2015 @ 19:33
jajaja sí, hoy hice terapia con el post, Carlos.
Tengo más paciencia que el Santo Job aunque he tenido algún jefe que me ha recriminado que no aguanto la presión ¿tu te crees? es alucinante jajaj especialmente cuando tienen prisa por llegar a algún sitio y se desorientan 😉
Un abrazo muy fuerte y muy buen fin de semana
Erika Martin
1 mayo, 2015 @ 19:37
Intuyo que tu tampoco te manchas la ropa de grasa cambiando los neumáticos y que temes por tu manicura jajaja Lo mejor es llamar al seguro y que se encarguen del coche y de paso que te den uno de sustitución si la cosa es grave 😉
En cuanto al parking, te gastas un pasta pero te ahorras la biodramina por mareos jaja
Muchos besos y a disfrutar el puente
Marigem Saldelapuro
1 mayo, 2015 @ 20:46
Jejejeje, el toque dramático con amenaza de no renovación de renting o póliza me encanta!!!!
Y de Paco, el director comercial ya ni hablamos,jejejeje.
Un besito.
Humoreo Luego Río
1 mayo, 2015 @ 23:37
Te sabes todos y cada uno de los trucos, para conseguir lo que quieres de cada uno de los que tratan contigo. Ese toque de drama, que le das al hablar con el de renting, es genial!!!
"Como no manden un mecánico pronto y lo arreglen, yo me voy al paro y Ustedes pierden el contrato de renting." ¡¡¡Que chantajista!!!
¡¡¡Me encantan tus historias!!! Dominas a la perfección, todo tu papel de secretaria de dirección.
¡¡¡Te felicito, es súper divertida esta historia!!!
Erika Martin
2 mayo, 2015 @ 06:52
Para que luego digan que las secretarias no negociamos jejeje esa técnica nunca falla.
Paco es el típico pedante. Eso de "imbecil" se lo he dicho a él en su cara muchas veces, es que no le soporto. De hecho, es uno de los personajes más odiados de la empresa.
Un beso
Erika Martin
2 mayo, 2015 @ 06:57
No solo uso esa técnica dramática con los del seguro. Tambien cuando necesito una habitación de hotel y no hay disponibilidad en Madrid por algún congreso o feria: "o me buscas habitación para el Presidente del Grupo o pierdes el acuerdo de colaboración y no volvemos a hacer una reserva, entre otras cosas porque estaré en el paro"
Gracias, Juan Carlos. Me alegro de que te hayan gustado las anécdotas de este post.
Muy buen fin de semana
Manu cueva
2 mayo, 2015 @ 08:42
Relatas como nadie un mundo desconocido para muchos como los que somos peones rasos y no por falta de estudios si no por la suerte de la vida… Erika no dejes de escribir que lo haces muy bien menudos directivos mimados.
Daniel Madrid
2 mayo, 2015 @ 11:02
jajajajaja divertidísima tu historia como siempre Erika!! ahora ya en serrio, para cuándo el libro? yo como estoy en Londres lo compraré por Amazon 😉 feliz finde guapa!
Juanan G.C.
2 mayo, 2015 @ 11:17
Hola Erika, más que su asistente pareces su madre, jajajaja. Imagino que si el tipo actúa así es porque está acostumbrado a que se lo den todo hecho. Menos más que no te llama cuando va al baño, es de las pocas cosas que debe hacer solo (que sepamos).
Por cierto ¿no habéis pensado ponerle un chófer?, eliminaría un montón de marrones.
Aunque yo creo que en el fondo te encanta este rollo, saber que lo tienes en la palma de tu mano y que de tí depende de que llegue a tiempo. Ese poder debe dar bastante subidón. 🙂
Desde luego, una cosa está clara, en el trabajo no te aburres. jajaja.
Buen finde.
Un abrazo!!!
Cindy Groulx
2 mayo, 2015 @ 14:50
Recibe las jefe un triciclo. {:o)
Tener una hermosa hermana fin de semana
gracias por esta historia Erika
Mirta Cristina
2 mayo, 2015 @ 16:46
Desopilante historia!! Creo que si te pones a escribir un drama, igual me reiría!! Tu jefe es el hijo del patrón?La próxima salida solo, sácale la batería del móvil! Que tengas un fin de semana soleado para
recargar las energías!! Besazo
Erika Martin
2 mayo, 2015 @ 18:30
Ya, Juanan, a veces parecemos madre e hijo y otras un matrimonio de esos que no se soportan, no se hablan … Afortunadamente no me ha llamado nunca desde el baño jajaja mira que si tuviera que ir a bajarle la bragueta ¡puuaaj!
El chofer solo se lo pillo cuando está en Sudáfrica, Israel o Turquía. Sobre todo por cuestiones de seguridad pero también para que no me llame, que en Israel tienen un idioma que parecen jeroglíficos
La verdad que tener ese poder da subidón jejeje un día podría decirle con mis dotes negociadoras "o me subes el sueldo o terminas en China" ¿te imaginas?
Con tanta llamadita no me da tiempo a aburrirme, que algunos días ya me gustaría hacer el vago en la oficina.
Muy buen finde y un abrazo fuerte!!
Erika Martin
2 mayo, 2015 @ 18:32
jajaja un triciclo ¡fantástico! así hace deporte mientras llega a los sitios jejeje
Que tengas un fin de semana maravilloso, hermanita. Un besazo, Cindy
Erika Martin
2 mayo, 2015 @ 18:35
No, no, no es hijo del dueño de la empresa pero a veces tiene la misma tontuna en la cabeza que si lo fuera de verdad.
Que super ideaza me has dado, Mirta, quitarle la batería del móvil … ¡brillante! jajaj
Por aquí luce el sol y por fin hace calorcito primaveral 🙂 Espero que por allí tambien y que estés disfrutando tanto el finde como yo.
Besazos
Erika Martin
2 mayo, 2015 @ 21:42
Hola Daniel, que no me olvido del libro, de verdad jaja es que no me llega el tiempo. Creo que lo voy a dejar para el verano cuando tenga vacaciones en la oficina y me pueda dedicar a esto full time. Incluiré las entradas más visitadas aunque estoy pensando hacer un encuesta también para que elijáis vosotros las historias que más os han gustado.
Por supuesto, estará en Amazon 😉
Un besazo!
Erika Martin
2 mayo, 2015 @ 21:46
Hola Manu,
parece que el mundo de la alta dirección es muy lejano y que están muy altos. Bueno están arriba en el organigrama pero al final lo que no hay que olvidar es que son personas, como tu y yo, quizás con más poder y más dinero aunque no siempre con más inteligencia 😉
Muchas gracias, me motivas con tus palabras.
Un abrazo
Jordi Luna
3 mayo, 2015 @ 04:51
Hola Erika, llego tarde… Es que me he pérdido y por no preguntar… Lo reconozco, no preguntamos. Los chicos no paramos a preguntar por que si bajas la ventanilla, viene un loco con una katana y te corta las orejas. Ja ja… Que suerte tiene tu jefe, como han dicho por aquí antes, pareces su madre. Y Que fuerte hacerte ir al aeropuerto, para aparcar el coche… Lo mato. Aire fresco!!! Como de costumbre nos haces pasar un rato divertido con una historia muy bien relatada, no se te acaban las ideas… Si algun dia te vas de la empresa, a tu jefe lo encuentran acurrucado y llorando por alguna esquina de Madrid, como un perrito abandonado.
Besos y feliz domingo!!!
Erika Martin
3 mayo, 2015 @ 07:47
Hola Jordi,
¿un loco con una katana? ostras, ahora entiendo muchas cosas. Gracias por desvelarme el misterio de por qué los chicos no preguntáis nunca jajajaja. Aquel día del parking del aeropuerto y la formula 1 con el taxista, no me digas que no es para matarle.
Soy como su madre aunque él se crea un chico autosuficiente. Solo se dará cuenta de que no lo es, el día que me vaya de la empresa y él termine llorando en una esquina como un perrillo. Jajaj me parto con la comparativa.
Que tengas muy buen domingo, besos
PD no pude dejarte comentario en el post de la cuerda por problemas técnicos. Ese día me pasó con más blogs. Pero regresaré y lo dejaré
Jesus Ramos
3 mayo, 2015 @ 14:43
Hola Erika!!
Menuda historia con tu jefe… Espero que cuando se largue de vacaciones no tengas que ir tú a pedirle el pescaito frito y bajar a primera hora para plantar la sombrilla en primera línea de meta. XD
Te doy toda la razón, "¡es pa´matarlo!". Para la próxima vez recuerdale que el plus de Heroína no está en el contrato y que hay que negociarlo, ¡a ver que dice! jijiji
Las ruedas las cambio yo, eso sí, voy más lento que en la F1. ^_^
Creo que el grado de tontunez es directamente proporcional al carraco que se lleva. Hace unos años, cuando fuimos un grupo de amigos a Sierra Nevada, comenzando a subir el puerto de montaña, se le ocurrió a una persona soltar la perla de: "¡A ver si nos nieva un poquito!". Recuerdo haber girado el cuello igualito que la niña del exorcista y espetarle: "¿Tú quieres subir andando o qué te pasa?"
Pues bien, si antes lo dice la criatura, antes empezó la puñetera ventisca a caer de lo lindo. Paramos el coche y sacamos las cadenas. Para no complicarnos las pusimos extendidas en el suelo y pusimos el coche encima. Así evitas líos de "¡Para dónde ca..jo va esto!" ^_^ Y las abrochas arriba y por detrás de la rueda. Luego sólo hay que ajustarlas cada pocos metros para evitar que se enganchen en el eje de la rueda. Lo hicimos fácil y rápido. ¡Toma! ^_^
Junto a nosotros había una señora toda estirada, con las cadenas en la caja, mirándonos por encima del hombro y con un pedazo de Mercedes impresionante. Me dió por explicarle (ya sabes Erika, el espíritu de ayuda de los montañeros, que brotó), que en su coche las cadenas van en las ruedas posteriores por ser las motrices.
La tía me miró con aire de superioridad y con un desprecio impresionante soltó: "¡Ps, que sabrás…!" Y se fue a preguntarle a uno con un Audi.
El tipo del Audi fue genial, lo único que le dijo fue: "Las pone usted en las de atrás como ya le ha indicado el chico del forro polar naranja. Y si me disculpa…" Y siguió poniendo sus cadenas.
La cara de la tiparraca era un poema.
Como te puedes imaginar estábamos ya medio montados en el coche y no nos bajamos a ayudarla después de las formas que empleó. Además, que la ventisca que se nos vino encima fue de las que hacen época.
Pero eso, es ya otra historia… 😉
¡Besos!
Pedro Fabelo
3 mayo, 2015 @ 21:50
Madre mía, Erika. Tener como jefe a un directivo de una multinacional es como sufrir hemorroides en silencio: cada vez que te sientas en tu mesa de trabajo te entran unos dolores que flipas y sientes como algo te arde en salva sea la parte. ¡Tu jefe es como un grano en el culo! Mucho Hermes, mucho Armani, mucho Audi, pero en el fondo es un inútil total. Eso sí, muy listo para algunas cosas, pero mu tonto para otras. Mu pero mu tonto. P.D. Tienes razón, ¡qué bien sienta despotricar de los jefes! Jo, qué a gusto me he quedao. 😛 Un abrazo, Erika. ; )
Marisa Doménech
3 mayo, 2015 @ 22:13
Hola Erika, tu jefe dirigirá una empresa importante en el sector y todo lo que se quiera, pero si no fuera por tí, se quedaría en pañales. Como diría José Mota, "eres muu tonto", jajaja. Y menuda pieza ese Manolo, el director comercial. Bah, pero tú ni caso y a la tuya, que lo haces muy bien, y si hay que llorarles a los burócratas de turno, pues eso, que lo que importa es saldar la misión. ¡Y vaya misiones que te encomienda tu jefe, ufff. ¡Pero por otra parte, son anécdotas graciosísimas!! Lo que me he reído con las incidencias cuando hace las rutas por carretera o tiene que aparcar…¡Estos directivos finolis, no dan ni una!!!
¡Me he reído mucho con esta historia, lo he pasado en grande!!!
Un beso
Mara
4 mayo, 2015 @ 11:40
Érika, con el tiempo he aprendido algo de los jefes: cuando tienen a quién preguntar, dejan de pensar por ellos mismos. Es más fácil que otros le digan lo que tienen que hacer.
¡Ánimo para todo ese caos! Muy divertida la entrada 🙂
Mayte Dalianegra
4 mayo, 2015 @ 14:08
Madre mía, Erika, eso sí que es ser secretaria para todo, no, sin con unas cuantas como tú igual se arregla hasta la crisis económica, jeje, porque sois un baúl de sapiencia y de sorpresas, jajaja. Y ahora a pedir aumento de sueldo, no podría ser menos después de todo lo que haces por el jefazo.
Comparto, preciosa, y te dejo un besote bien gordo, muackssssssssssssssssssss y feliz tarde:-))
Erika Martin
4 mayo, 2015 @ 18:16
Jope, pues ya me gustaría a mí hacer menos cosas para que haya más trabajo para todos, que hay días que llego a casa reventada.
Muchas gracias, Mayte y muy feliz tarde 🙂
Erika Martin
4 mayo, 2015 @ 18:36
Hola Mara,
¡cuánta razón tienes! siempre lo comparo a antes cuando no existían los móviles y te sabías de memoria todos los teléfonos de todos tus contactos. Ahora como los tenemos grabados en el smartphone ya no hace falta saber nada y buscamos las respuestas en nuestros móviles. En el caso de los directivos se olvidan de esas "pequeñeces de la vida" y dependen de las secretarias.
Mil gracias por tu tiempo. Un beso
Erika Martin
4 mayo, 2015 @ 18:41
Hola Marisa,
te lo podría resumir en una frase "detrás de un gran hombre, hay una gran mujer" jejejeje Calla, no me recuerdes al director comercial, menudas peloteras tengo con él. Gracias por los ánimos porque a veces es como si yo fuera la rara de la oficina por no parecerme normales este tipo de situaciones… menos mal que lo del parking solo me ha pasado una vez y que no se ha convertido en costumbre.
Es fantástico que te hayas reído. Eso me motiva a seguir escribiendo así.
Un besazo
Erika Martin
4 mayo, 2015 @ 18:47
jajajaja no lo podría haber dicho mejor, Pedro, ¡¡¡un grano en el culo!!! claro que eso debe pensar él que soy yo cuando le pongo pegas o protesto con sus "dramas". Si es que le sacas del despacho o de las tiendas de lujo y el pobre se desorienta jaja
Creo que el niño "espabilao" de tu blog debería pasarse mi oficina y ser becario personal de mi jefe. Seguro que así se le pasa la tontuna.
Me muero de la risa con tu comentario. Bueno, ya sabes que este es el sitio para despotricar de los jefes y compañeros, así que estás invitado a hacerlo siempre que quieras, que te quedas de un relajado … jajaja
Un abrazo
Erika Martin
4 mayo, 2015 @ 18:59
¡Vaya aventura la tuya con aquella excursión a Sierra Nevada!
Tu amigo para haberle empujado por un precipicio por gafe. Supongo que ya nunca más le habreis llamado para ir de excursión ¿no?
Siempre he admirado a la gente que sabe poner cadenas. Es difícil y sacrificado. Tardas más que un día sin pan en ponerlas y cuando lo consigues tienes las manos congeladas y los dedos a punto de amputación por hipotermia.
Yo me he comprado unas de esas de tela que se ponen a modo de funda. Aun no las he estrenado (y me alegro porque seguro que la cago colocándolas en las ruedas que no son).
Lo de la señora del Mercedes … ole, ole, ole … que se fastidie por estirada. Mira que no apreciar el espíritu solidario del montañero. Y que grande el tipo del Audi. Oye, quizás era mi jefe que no quería mancharse de grasa y por eso no la ayudó jejeje Seguro que la tía iba en vaqueros con abrigo de piel, ropa ideal para ir a la montaña.
Me ha encantado tu anécdota, Jesús, me he reído un buen rato. Espero que un día me cuentes lo de la ventisca ¿no os quedaríais incomunicados, no?
¡Besos!
Carolina
4 mayo, 2015 @ 19:39
Hola Erika,
por lo que comentas, parece que es evidente que tu jefe no cambia una rueda por no ensuciarse el traje. Pero ¿sabes si sabe hacerlo? Lo digo porque hoy por hoy nos hartamos de empollar pero las cuatro cosas básicas manuales no las sabemos hacer. En ocasiones lo comentamos con mis amigas. ¿Por qué en el instituto no nos habrán enseñado a manejar un taladro?
Un abrazo 🙂
Jesus Ramos
5 mayo, 2015 @ 17:52
Pues cuando quiera te la cuento. jajajaja No tiene desperdicio!!
No creo yo que el del Audi fuese tu jefe… el tío estaba hecho todo un brazo de mar con las cadenas. ;p
¡Oye tú!, ¿cómo sabes como iba vestida la estirada? ¡¿No estarías por allí escondida, ehn?! ¬ .¬!
La bocazas fue una amiga y compi de trabajo de mi chica y para más inri, me la habían presentado ese mismo día. >.<!
¡¿Incomunicados?! ¡Uy cuando te cuente…! jajajaja
¡Besos!
Erika Martin
5 mayo, 2015 @ 17:56
¿Qué cómo sé como iba la estirada? jajajaja porque tengo una casa en la sierra de Madrid y siempre aparece alguien con un cochazo en plena ventisca vestido en vaqueros, zapaitllas y si es mujer con abrigo de pieles. jajaja
Pues no, ese no era mi jefe
Se lució la compi de trabajo de tu chica, vamos, vamos 😉
Aiiixx cuenta la historia, Jesús, que estoy en ascuas jajaja
Erika Martin
5 mayo, 2015 @ 17:57
Hola Carolina,
pues no sé si sabe hacerlo aunque yo lo doy por supuesto porque él es una apasionado de los coches. Tus amigas y tu tenéis toda la razón. Creo que hubiera sido más útil que nos hubieran enseñado bricolaje y costura a ambos sexos por igual en el instituto que no tanta trigonometría pej.
Un abrazote
Sil
5 mayo, 2015 @ 20:07
Hola!
Descubrí hoy tu blog y ya lo leí todo. Muy bueno!
Saludos de otra secretaria desde Argentina. 🙂
Erika Martin
5 mayo, 2015 @ 20:11
Hola Sil, compañera de fatigas laborales, bienvenida al blog 🙂
Seguro que te has identificado con alguna de las historias que cuento. Te invito y animo a que vuelvas otro día y nos cuentes alguna experiencia que hayas tenido. Por aquí hacemos todos terapia antiestres con nuestras cosas del trabajo jijiji
Saludos
RAQUEL ORTIZ
6 mayo, 2015 @ 17:51
Muy divertidas, me he reído un montón, gracias Erika por estas historietas con las que nos arrancas unas risas. Un abrazo.
Isidro Cristobal Del Olmo
6 mayo, 2015 @ 17:51
genial Erika Martin una buena historia
Entre suspiros y un café
6 mayo, 2015 @ 17:51
No dejas de sorprenderme con cada nueva historia que publicas… Desde luego, un jefe juega en otra liga, lo de que tuvieras que ir a aparcarle el coche en el parking del aeropuerto me parece surrealista… Lo de perderse y no preguntar les pasa a toooodos los hombres, en ese sentido tu jefe no es especial jeje.
¡Buenas noches Erika!
PD: menudo fin de semana he disfrutado en Madrid. No he cogido ninguna manifestación y hemos aparcado sin problemas (Gran Vía, Bernabéu, Congreso,…)
Erika Martin
6 mayo, 2015 @ 17:56
Hola Patri,
pues sí lo del aeropuerto fue totalmente surrealista pero ya se sabe, la realidad supera la ficción y esta anécdota es prueba de ello 😉
Que bien que no te pillara ninguna manifestación. Además hizo tiempo estupendo, sol y calorcito para disfrutar sin problemas. ¿Bernabéu? Trabajo justo en la acera de enfrente jajaja
Un beso, guapa
Erika Martin
6 mayo, 2015 @ 17:57
Gracias, Isidro y mil gracias por el premio que me diste el otro día. En cuanto tenga un minutillo lo recojo y publico en el blog. Muchos besos
Erika Martin
6 mayo, 2015 @ 17:59
Mientras están sucediendo sacaría una metralleta y la liaría parda jaja o como digo arriba, con un abrecartas tambien me vale jajaja pero, bueno, luego los cabreos se me pasan y nos echamos todos unas risas.
Un abrazo muy fuerte, Raquel
Ana Suárez
7 mayo, 2015 @ 17:24
¡Jo qué tío tu jefe! De verdad que tienes paciencia que si no…
Erika Martin
7 mayo, 2015 @ 17:25
tiene que dar gracias por la gran paciencia que tengo, Ana, sino me lo cargaba jajaja
Un besazo
Mary Ponce
8 mayo, 2015 @ 17:37
Jajaja, si la mitad de lo que cuentas es cierto, tu jefe es para darle de comer a parte. Y tú, ¡santa paciencia!
Te estas ganando una medalla a pulso, jajaja
Un besico guapa
Erika Martin
8 mayo, 2015 @ 17:50
Hola Mary,
te prometo que las historias y diálogos que cuento en el blog son 100% ciertos.
Le diré a mi jefe que si un día quiere regalarme una medalla, debe pasarse por tu blog a encargártela jeje
Un besazo
David Lopez Moncada
14 mayo, 2015 @ 17:23
Divertidisimo Erika.
Siempre tan creativa.
Enhorabuena y GRACIAS he disfrutado mucho.
Saludos y abrazos.
Erika Martin
14 mayo, 2015 @ 17:26
Hola David,
Me alegro de que te hayas divertido y disfrutado mucho.
Mil gracias a ti por tu tiempo y el comentario, es muy motivador.
Un abrazo muy fuerte
Paula Koval
14 julio, 2016 @ 02:51
I enjoyed reading your entry, Erika. It was excellent, including the graphic that looks somewhat like the cover of the Superman comic book #1. But you deserve it, and much more. I have worked with managers on many levels and I have not yet seen such as what you have detailed here. It is like the Three Stooges, minus two stooges, with real guns and dynamite! Such lamebrains I have not seen outside of a mental institution! Does the boss still crap his pants or is he toilet trained? Have a pleasant weekend and please remember to turn off your cell phone.
Erika Martin
18 julio, 2016 @ 21:18
Lucky you, that you haven’t seen such situations.
I’m sure the managers are not so silly. I think it is because it is easier to call their assistant instead find a solution.
I do always a comparation. In the past we all remembered the phone numbers of our friends but now we just look for their names at the mobile agenda and push the button. Nowadays the managers forgot how to do some things because their assistants are in charge of them.
hahah, I turned off my mobile the whole weekend, just in case of …
Have a wonderfull week!
María Rivero Sánchez
29 noviembre, 2017 @ 19:52
Está claro que lo hace para que no te aburras, si no está por ahí controlándolo todo, seguro que te escaqueas todo lo que puedes, además, no tendrías nada que hacer, a parte de limarte las uñas… Estos jefazos siempre pensando que no hay más problemas que los suyos, nunca entenderé como dirigen empresas: ¡Si en la vida normal se ahogan en un vaso de agua!
Entiendo que crea que cuando se convierta en un directivo tú tiened que tener hasta dotes adivinatorias, que para eso te pagan (mentalidad de cualquier directivo), pero me pregunto cómo se las apañará cuando deja de ser un jefazo y es una persona normal. Vamos, que estas cosas son, al final, típicas del día a día del común de los mortales: atascos, GPS, buscar aparcamiento…
En fin… Ni cuando están fuera te dejan respirar, casi mejor que estén por la ofi, que ahí se les puede controlar más. Al jefe, como al enemigo, mejor tenerlo cerca jeje.
Un abrazo
Erika Martin
29 noviembre, 2017 @ 21:23
jajaja sí, María, va a ser por eso, para que no me ponga a limarme las uñas y tenerme entretenida. Precisamente hablé más en detalle de esto en el post «creencias populares».
Esa misma reflexión me la he hecho yo muchas veces. ¿Cómo es posible que dirijan empresas y que luego no sepan qué hacer en situaciones de lo más normal y cotidianas? A la conclusión que he llegado es que se vuelven vagos y comodones, porque si tienen a alguien al que pagan para que se lo resuelva, ya no necesitan darle al coco para aprender a utilizar el GPS, llamar a la grúa o bajar la ventana y preguntar a alguien cómo llegar a un sitio.
Como se creen super importantes e imprescindibles para la empresa, a muchos ni se les pasa por la cabeza que quizás un día sean relegados (y que pueden perder el 3×1 = despacho+coche+secretaria) o incluso que puedan ser despedidos. ¡Puff! tortazo de realidad.
Sí, definitivamente es mejor que estén en la oficina. Les programas 5 reuniones de 2 horas cada una y les tienes todo el día metidos en la sala de reuniones. Vamos, que te aseguras de que no les vas a ver el pelo en todo el día y que tampoco te van a estar llamando cada 5 minutos, jijiji.
Un abrazo!
ViajeroCrónico
19 diciembre, 2018 @ 11:33
Un post súper curioso!!! Ha sido divertido leerlo y ponerme en la piel de un jefe por un día! xD
Erika Martin
19 diciembre, 2018 @ 12:46
Sí, seguro que nunca te habías imaginado todas las incidencias que tienen los jefes en sus viajes en coche y cómo las solucionan jajaja
¡Gracias por leerlo, Viajero Crónico!
La cantimplor aventurera
19 diciembre, 2018 @ 11:43
Que bueno, no lo puedo creer, tu jefe está claro que será bueno en lo suyo, porque para lo demás es un pelín despitado. Lo que está claro es que no te aburres con él.
Erika Martin
19 diciembre, 2018 @ 12:51
Hola Cantimplora,
mi jefe es un crack en los negocios, eso no lo niego pero los días que está de viaje son precisamente los que más trabajo tengo porque no para de llamarme por teléfono para estas y otras «tragedias» que le surgen.
Gracias por el comentario. Un abrazo
Lucía [Raido Viajeros]
19 diciembre, 2018 @ 11:52
Me he reído un rato. Y me has recordado a alguno de mis jefes (la suerte es que no es a mi a quién llaman en esas situaciones). Siempre les pasa algo. Me encantan este tipo de post, me hacen pasar un verdadero buen rato.
Erika Martin
19 diciembre, 2018 @ 13:30
Genial tu comentario, Lucía, que parece que mi jefe es al único que le pasan estas cosas y no, les pasa a todos.
Qué afortunada eres que no te llaman a ti para que les saques las castañas de fuego. Me das hasta envidia jajajaja
Me alegro de que hayas pasado un buen rato leyendo el post.
¡Un abrazo!
Los Pobres También Viajamos
19 diciembre, 2018 @ 16:59
Madre mía. Aguantaba medio día como secretaria… vaya narices el jefe.
Erika Martin
19 diciembre, 2018 @ 21:22
jajaja y no te creas que mi jefe ese el único que llama a la secretaria para este tipo de «tragedias», casi todos lo hacen ? Gracias por comentar. Un abrazo!
A Veces Veo Viajes
20 diciembre, 2018 @ 21:21
¡Jajaja! ¡Muy bueno! Menudo jefe más «manitas»… Muy divertido tu relato, como siempre. ¡Saludos!
Erika Martin
21 diciembre, 2018 @ 11:01
Sí, sí, es todo un crack mi jefe … gracias por leerlo 🙂 Saludos