Blacky y el arcoíris
De Erika a Blacky
Mi querido Blacky,
Llegaste a casa, junto con Luna, en una fría mañana de diciembre de 2001. Apenas tenías unas semanas de vida y estabas muy asustado porque tu mama no estaba a tu lado.
Nos miramos unos segundos y entonces nació un vínculo entre nosotros dos que nunca podrá romperse. Nos convertimos en amigos inseparables.
Te cuidé, te protegí y te quise a rabiar.
Siempre estuviste a mi lado, como un matrimonio: en la salud y en la enfermedad, en las penas y en las alegrías … Me enseñaste el significado de amistad, de amor incondicional, de generosidad, de protección, de compromiso, de lealtad y muchas más cosas que muchos humanos nunca entenderán.
Mi querido Blacky, te fuiste dulcemente en mis brazos hace apenas una semana. No puedo parar de llorar. Te echo mucho de menos.
Ya no podré acariciarte, abrazarte, besarte ni contarte cómo me fue el día.
Ya no habrá fiestas de bienvenida cuando regrese a casa de trabajar.
Echo de menos tu impaciencia para que te diera tu dentastick mañanero al volver del parque.
Echo de menos tus gruñidos a la hora de la comida para que te diera algo de lo que tenía en el plato.
Echo de menos esas peleas por el mejor sitio en el sofá.
Echo de menos cuando me dabas con la patita para que te hiciera mimos o te rascara la tripita.
Mi gordito, mi bebé, mi ratoncito, me cuesta mucho asimilarlo. Luna y yo nos sentimos perdidas y desorientadas, tú eras el líder de la manada.
Sé que sigues acompañándome desde allí arriba. Me transmites alegría y energía desde el arcoíris. Me das calor con cada rayo de sol. Te has convertido en la estrella más brillante y más bonita del firmamento. Sé que siempre estarás conmigo.
En octubre de 2014 se le detectó osteo-sarcoma debajo del ojo izquierdo
Te quiero, te querré siempre y nunca jamás me olvidaré de ti. Te llevo en mi corazón.
Descansa en paz, querido amigo.
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De Blacky a Erika
Mi querida Erika,
Llegué a casa muerto de miedo con apenas unas semanas de vida. Me pusiste en tu regazo y me calmaste con esos mimos que a mi siempre me gustaron tanto. ¿Recuerdas cuando me dabas el biberón?
Me prometiste que sería el perro más feliz del mundo y así fue. Me diste todo tu amor y siempre me trataste como el rey de la casa.
Disfruté mucho en nuestros paseos por el parque y cuando jugábamos con la pelota, el palo o las piñas de los pinos. Hiciera frío, lloviera, nevara o un calor abrasador en verano, siempre me sacabas a dar una vuelta cada vez que te ponía esa carita de alma en pena mirando a la puerta de calle.
Dejabas cualquier cosa que estuvieras haciendo para ir a dar una vuelta porque tu prioridad era yo, mi bienestar y mi felicidad.
Me ponía nervioso cuando por las mañanas te arreglabas para ir a trabajar y tardabas en darme mi dentastick. Pensaba que se te iba a olvidar y me lo dabas justo antes de irte porque te remordía la conciencia por dejarnos en casa a Luna y a mi y no llevarnos contigo a la oficina.
No te imaginas lo contento que me ponía cuando volvías a casa de trabajar. Sabía que sufrías por dejándonos solitos durante esas horas a Luna y a mi. Aunque comprendí que era para ganar dinero y comprarme mis chuches, mi comida y mis juguetes.
Alguna vez a tu regreso, incluso me hice pipí. Nunca me regañaste por eso. Siempre fuiste compresiva conmigo. Sabías que era de la emoción de volver a verte.
Me ponía nervioso cuando se te iba acabando la comida del plato. No sé porqué, pues siempre me guardabas algo para el final. Pero yo te ponía caritas y/o gruñía por si acaso.
No me hacía ninguna gracia que me metieras en la bañera. ¿Te acuerdas de cómo intentaba escaparme? Sin embargo, cuando comenzaba a caer el agua caliente y tu empezabas a darme masajes por todo el cuerpo con el champú, me quedaba bien quieto.
Después no quería salir de la bañera. ¡Qué cosas! Lo mejor eran los achuchones que me dabas cuando me secabas con la toalla. Nunca te lo dije pero esos baños eran un auténtico placer perruno.
Me gustaba hacerte de rabiar, tumbándome a lo largo del sofá, sin dejarte sitio. Más de una vez te tocó sentarte en el suelo. Aún así me echabas una mantita por encima en invierno y me dabas las buenas noches con muchos besitos.
Cuidaste de mi, me protegiste y me diste todo tu amor. Yo solo te estaba correspondiendo porque los perros damos todo por nuestros amos. Nosotros no sabemos qué es el egoísmo.
El verano pasado empecé a sentir molestias en la cara. Aquel bultito fue creciendo y creciendo cada vez más a lo largo de estos últimos meses.
Sabes que estos días ya estaba muy malito y que no podía quedarme más tiempo a tu lado.
Cuando llegó mi hora de partir, estuviste conmigo acariciándome, abrazándome, besándome y diciéndome cosas bonitas al oído hasta mi último suspiro.
No llores más, no me gusta verte triste.
Estoy en el arcoíris. Aquí te espero y te añoro rodeado de todos los colores que a ti tanto te gustan. Nunca te dejaré. Recuerda que estoy en tu corazón.
La leyenda del Puente de arcoíris
Cuenta la leyenda que cuando una mascota se va, no sube al cielo directamente, si no que se queda esperando en el puente del arcoíris a esa persona que tanto amó y tuvo que dejar atrás. La añora y espera para recibirla y cruzar juntos el puente e ir al cielo juntos.
Mientras llega ese momento, las mascotas son felices en el arcoíris. Allí tienen la alegría de los colores y el calor del sol.
Las que estaban heridas o enfermas o eran más mayores, recuperan su salud y vitalidad. Vuelven a estar fuertes, tal y como las recordamos las personas que las queremos.
En el arcoíris hay valles, colinas y ríos donde todas juegan y corren juntas. Hay prados con hierba mullida para que duerman y descansen cómodamente. Tienen su comida favorita y también sus galletitas.
Un día una de las mascotas se detiene repentinamente. Se queda mirando fijamente al horizonte. Su olfato percibe un olor familiar. Sus ojos se abren al máximo y se iluminan con un brillo especial.
Deja al grupo con el que estaba jugando y empieza a correr cada vez más y más rápido en dirección a lo que vio a lo lejos. Se podría decir que incluso vuela sobre la hierba verde. Siente mucha alegría y el corazón le late acelerado.
¡¡Es a su amo a quien vio en el horizonte. Por fin llegó después de tanto tiempo esperándole!!
Cuando ambos se encuentran, se funden en un abrazo. Los besos, las caricias y hasta las lágrimas de felicidad no faltan en este momento tan mágico. Los dos se miran emocionados a los ojos. Estuvieron separados un tiempo aunque nunca ausentes en sus corazones. Saben que ya nunca más volverán a separarse.
Entonces los dos cruzan el Puente del Arcoíris.
Andreas Westhues
11 septiembre, 2015 @ 19:09
Cuando un ser querido se va, nos quedamos con este hueco dentro de nosotros. Pero pronto se va llenando porque el ser querido crece dentro de nosotros. El arco iris está dentro de tí. Un fuerte abrazo, Erika.
Holden
11 septiembre, 2015 @ 19:09
Jope, lo siento mucho Erika. ¡Ánimo! Estoy seguro de que Blacky vivió la mejor de las vidas que pudo desear. Contigo mejor que con cualquier otra persona, seguro que si.
No conocía la leyenda del arcoiris, es una cosa preciosa. Espero que allí me esté esperando también mi perrita.
Un abrazo muy muy muy fuerte
Marigem Saldelapuro
11 septiembre, 2015 @ 19:09
Ay por favor, ya me tienes llorando. Yo perdía a mi gatita hace dos años y la echo de menos cada día. Blacky era precioso y seguro que fue muy muy feliz contigo.
Un beso y ánimo, que sé lo mal que lo estás pasando.
La leyenda es preciosa pero yo sufro tanto, ainnns, tengo a uno de mis gatos bastante mayor y se me encoge el alma al pensar en que le pase algo.
Bueno ya no hablo más de mí, ánimo y fuerza que él querría verte bien, y has escrito unas cosas preciosas.
Erika Martin
11 septiembre, 2015 @ 19:23
Es muy bonito lo que me escribes, Andreas. El arco iris llenará mi corazón.
Un super abrazo.
Erika Martin
11 septiembre, 2015 @ 19:31
Tu perrita también está en el arco iris esperándote, Holden.
Mientras tanto tienes una tarea muy importante: cuidar de tu gato-lámpara. Estoy convencida que tiene una vida muy buena a tu lado, como la que tuvo Blacky conmigo.
Muchas gracias por los ánimos.
Besos
Erika Martin
11 septiembre, 2015 @ 19:40
Hola Marigem,
ni te imaginas lo que me costó escribir el post. A cada foto que he subido he llorado como una madalena.
Pasan los días y sigo apenada. Lo superaré aunque nunca lo olvidaré. Hace tiempo tuve otro perro y también lo pasé fatal cuando se fue. Si es que nos roban el corazón …
Cuida muy bien de tu gato. No pienses en que algún día le puede pasar algo, simplemente disfruta de su compañía los años que le quedan. Uno nunca está preparado para estas cosas.
Muchas gracias por el ánimo y la fuerza que me envías.
Un besazo
Josue A
11 septiembre, 2015 @ 20:06
Que descanse en paz Blacky, seguramente te esperará al pie del arco iris, considero que un perro es parte de tu familia, y cuando se van antes que nosotros, así se siente.
Te deseo lo mejor, se que seguramente estas pasando por momento muy difícil pero que podrás recuperarte porque eres una gran persona.
Te envío un gran abrazo.
Paula Koval
11 septiembre, 2015 @ 20:06
Dear Erika, Cindy and I offer you our sincerest of sympathy and condolences on your loss of Blacky. We also have lost friends like Blacky. Cindy and I cannot wait to see our Garfield and Sarge again and to cross the Rainbow Bridge with them. We are always here for you if you should want to talk, any time at all. Sending hugs and kisses your way – Paula
Montserrat Gracia
11 septiembre, 2015 @ 20:07
Tal vez sea una egoista, pero yo no quiero tener animales precisamente por esto. Me cuesta mucho superar las pérdidas. No se que decirte Erika. Piensa que él sigue estando ahí, lo único que no lo vas ver. Yo sigo hablando todos los días con la persona que me falta desde hace cinco años. Le consulto, le cuento mís cosas… muy buena terapia la carta que has escrito. Un abrazo muy, muy fuerte de apoyo.
Juanan G.C.
12 septiembre, 2015 @ 06:10
Hola Erika, menudo post mas bonito y lleno de sentimiento, que manera de traspasar. Se nota todo el amor, toda la tristeza y toda la pérdida. Un ejercicio bellísimo y necesario. Lo siento mucho, mucho animo.
Un abrazo!!
Erika Martin
12 septiembre, 2015 @ 06:26
Hola Juanan,
escribí el post con el corazón en la mano y un llanto incontenible ¡puff! Aunque el ejercicio me ha venido muy bien como terapia.
Gracias por los ánimos.
un abrazo!!
Hilda Hurtado A
12 septiembre, 2015 @ 06:10
Mi querida Erika, he estado algo ausente y justo hoy que me detengo a leer los chismes de la oficina, me encuentro con esta triste noticia. Sé lo duro que es perder a una mascota, perdí mi primer mascota hace ya muchos años y me dolió no poder estar a su lado, porque me encontraba muy lejos de ella. Mi familia me comunicó que al parecer murió de tristeza, ya que yo llevaba ya cinco meses viviendo en Nueva York y mi perrita quedó en mi país, al cuidado de mi familia y una tarde, sin motivo aparente, la encontraron muerta en el patio de la casa. Te podrás imaginar lo mal que la pasé porque me encontraba muy lejos y jamás la volví a ver con vida. No quise tener mas mascotas, pero por cosas de la vida adopté un gato y lo quiero tanto como él a mi. Fuerza Erika,los animalitos son ángeles en nuestras vidas y somos pocos los que tenemos la dicha de compartir con estos seres maravillosos, además dicen por ahí que los perros son ángeles con colita. Un gran abrazo desde New York, estoy contigo desde la distancia. Besos!!!
Carmen Pinedo
12 septiembre, 2015 @ 06:10
Hala, Erika, aquí me tienes, llorando como Marigem. Solo puedo mandarte un abrazo grandote, unos lametones de Loba, que anda ya muy, muy viejita, y unas topaditas de gata Yu. Y lo mismo para ti, Montse.
Erika Martin
12 septiembre, 2015 @ 06:16
Hola Josue,
pienso como tu, un perro es uno más de la familia. Se le quiere exactamente igual que si fuera tu propio hijo o hermano o incluso más.
Te agradezco mucho los ánimos que me mandas desde México.
Un abrazo muy fuerte
Erika Martin
12 septiembre, 2015 @ 06:23
Hola Monste, hace tiempo tuve otro perro. Cuando se fue pensé en no volver a tener mascotas. Sin embargo, llegó Blacky y le "adopté". Se pasa realmente mal cuando nos dejan nuestros seres queridos.
Siento mucho que en tu caso haya sido una persona muy especial para ti. Doy por hecho que él te sigue acompañando en el camino. Haces bien en compartir con el tus dudas y en contarle lo que te va sucediendo. Mucho ánimo y fuerza, amiga.
Necesitaba expresar lo que estoy sintiendo estos días con estas cartas.
Muchas gracias por el apoyo.
Un abrazo muy fuerte.
Erika Martin
12 septiembre, 2015 @ 06:31
Ay, no, no llores Carmen. El post es emotivo pero no era mi intención haceros llorar a ti, a Marigem y a Montse.
Tu abrazote, los lametones de Loba y las topaditas de Yu me han levantado el animo. Muchas gracias por esta muestra de cariño.
Un beso
Erika Martin
12 septiembre, 2015 @ 06:38
Hola Hilda,
tuvo que ser muy difícil para ti dejar tu país pensado que algún día volverías a por tu perra y no volver a verla. Seguro que te echaba tanto de menos como tu a ella. Ahora tu gato de da compañía y cariño.
Nuestros angelitos peludos juegan ahora juntos en el arco iris.
Sé que estás conmigo y yo contigo, amiga mia. Muchas gracias por los ánimos.
Un besazo
Erika Martin
12 septiembre, 2015 @ 06:49
Dear Paula and Cindy,
I appreciate your support and sincere friendship.
Garfield and Sarge enjoyed the life because you both are very special people with a great heart.
Garfield, Sarge and Blacky are now friends and they wait for us at the Rainbow Bridge.
Lots of hugs and kisses, my sweet sisters.
Consciencia y Vida Magazine
12 septiembre, 2015 @ 13:27
Discúlpanos amiga y compi blogger, Erika pero se nos están cayendo lagrimones cuando estamos ahora intentando serenarnos para poder enviarte nuestro pésame por la pérdida de esta GRAN compañero y amigo Blacky, que aunque no pudimos llegar a conocerlo, ahora a través de esta fantástica narración, ya nos ha resultado muy fácil conocerlo y quererlo también no como tú, que supiste transmitirle todo el cariño que un ser humano es capaz de ofrecer al que dicen es el mejor amigo del hombre.
Por supuesto que ahora está contigo de otra forma distinta, en el arco iris, en las nubes o el sol, pero sobretodo en cada poro de tu corazón.
¡Ánimoooo! y miles de gracias por habernos hecho partícipes de esta entrañable amistad y de la gran experiencia de esa relación entre las personas y los animales.
Muchos besotesss y que recuperes fuerzas durante este finde echándote tus buenas siestecitas.
Elizabeth's nails art
12 septiembre, 2015 @ 13:26
jope Erikaa…precioso esto que has escrito. Me llegó al corazón(L). Siento la perdida de tu fiel compañero de vida=(, pero seguro que está bien en el arco iriss!!
La vida es cruel pero es así, por ello hay que vivirla al maximoo. Yo siempre había querido tener perro y por fiiin después de tanto esperar llegó Golfo a mi vida (Tengo un post hablando de él por si quieres verlo). Es muy joveen aún, pero se que algún día se irá. Por ello intento mimarle mucho y darle todo el cariño que pueda tener. Lo mismito que le distes tu al tuyoo. Blacky Fué feliz y lo sigue siendo este donde este(L)
joo=(
Ánimo Erika!!
Muchoos besooos
Oscar Bustamante Matías
12 septiembre, 2015 @ 13:27
Qué emotivo Erika. Me he emocionado. Qué gusto da vivir con alguien que desprende tanto cariño. Blacky fue sin duda muy, muy feliz. Y ahora está en el arco iris presumiendo de ama. Besitos
Mujer en los cincuenta
12 septiembre, 2015 @ 13:27
Erika, lo siento mucho.
No sé si hay "otra vida" o no, no parece. Pero uno de mis ensueños cuando pienso en la muerte es la esperanza de que si volviera a "abrir los ojos", vería a una perra boxer que ya se fue, muyyy especial, nos queríamos con pasión.
Esas son las cosas que quedan, viven en nosotros, se quedan para siempre.
Un gran abrazo, Erika.
Marisol Martín
12 septiembre, 2015 @ 13:27
Hola Sister, ayer no pude llegar a la leyenda del arco iris, y ahora cuando la he leido de nuevo me emociono. A mi nunca me dejaron tener mascota aunque es pasión por los animales lo que tengo. Ahora tengo la gata más "rarita" y arisca del mundo, pero la queremos mucho, aunque vea una mano aparecer para acariciarla y se largue a toda mecha.
Los animales se quieren de una forma especial. Nos tocan el alma con su dependencia, lealtad y amor incondicional. Somos nosotros los que nos elegimos su familia, y encima ellos nos aceptan con todo el amor del mundo sin cuestionarnos ni un solo defecto, ni hacer una sola reclamación.
Son la representación más fiel de lo que debería ser amar.
Un beso muy fuerte y lo dejo ya otra vez, con la llorera.
Mirta Cristina
13 septiembre, 2015 @ 10:11
Erika un abrazo grande,se que es un momento difícil, que duele y mucho porque ellos son nuestra familia también. Abrazos y besos
Marta M.
13 septiembre, 2015 @ 13:43
Hola. mucho ánim y ya sé que no hay palabras de consuelo. Se les quiere como unos más de la familia y su érdida nos causa un profundo dolor… tienes razón que desde 'el puente del arco iris' te cuida, protege y te espera' para llegar juntos al cielo. Me gustaron mucho las cartas de despedida así como las fotos que compartiste… un abrazo muy fuerte y ánimo.
Maria Carretero
13 septiembre, 2015 @ 13:43
Siempre en nuestro recuerdo, ahora con su mama Layla en el Cielo.
Pilar Serrano
13 septiembre, 2015 @ 13:43
Ni te imaginas lo que he llorado leyéndote, yo sé lo que es perder a un miembro de la familia y temo que no falta demasiado para que nos vuelva a ocurrir, y sabes solo hay una cosa que lo hace algo menos doloroso, saber que le hemos dado lo mejor de nosotros desde el primer día hasta el último, así que respira hondo y sonríe a su recuerdo, todos tenemos que irnos. Un beso.
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 13:51
Hola Sister, supongo que aunque tu gata sea una chica independiente, también te quiere tanto como tu a ella. Pienso que son animales los que nos eligen a nosotros para formar parte de su manada y nos tocan el alma, entregándonos todo su amor sin condiciones.
Gracias por el apoyo, guapi.
Un besote
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 13:56
Hola Consciencia, gracias por el pésame y los ánimos. La verdad que me costó mucho escribir esta despedida a Blacky y cada vez que entro a responder vuestros cariñosos comentarios, me pongo a llorar otra vez.
Los animales son extremadamente generosos y carecen de esa maldad que tienen algunos humanos. Quizás por eso se convierten en nuestros mejores amigos.
Blacky estará siempre conmigo en el arco iris, las nubes, el sol, mis recuerdos y mi corazón.
Muchos besos y descansa tu también con una buena siesta 😉
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 14:00
¡Oooohhh! siento mucho que tu boxer ya no esté contigo. Yo tampoco sé si hay otra vida pero la leyenda del puente del arco iris me ha hecho sentir mejor estos días.
El recuerdo de nuestras mascotas y el afecto que recibimos de ellas es lo que siempre quedará con nosotros.
Un fuerte abrazo!!
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 14:05
Hola Oscar, hice todo lo que estuvo en mi mano para que Blacky fuera muy feliz. Y sé que ahora continua contento en el arco iris porque ha dejado se sufrir con su cáncer. Un gran beso
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 14:09
Hola Mirta, hay gente que no entiende cómo se puede querer tanto a una mascota y cómo se les puede cuidar así si son solo animales. Seguro que ellos nunca tuvieron perro, gato, pez … Es un momento difícil, sí 🙁
Gracias por el cariño que me mandas desde el otro lado del Atlántico.
Muchos besos y abrazos
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 14:13
Hola Marta,
hice un poco de terapia con las cartas para superar el dolor. Necesitaba expresar lo que siento estos días. Con las fotos se ve cómo se fue haciendo mayor. Las dos últimas son de su último paseo 🙁
Mil gracias por los ánimos. Muchos besos
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 14:16
Su mama Layla le estaba esperando a él en el cielo o en el arco iris. Seguro que se volvieron locos de alegría cuando se volvieron a encontrar el otro día.
Un beso, Maria
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 14:38
Pilar, siento haberte hecho llorar y más aún saber que no falta demasiado para que alguien de tu familia se vaya. Lo único que te puedo decir es que disfrutes cada momento con él y que le digas cuánto le quieres cada día.
Te mando mucha fuerza y ánimos. Mientras me quedo con tu consejo de respirar hondo y sonreír cuando me acuerde de Blacky.
Un besazo
Erika Martin
13 septiembre, 2015 @ 14:48
Hola Elisabeth, ¡¡tienes un bombón en casa!!. Golfo es precioso, tan grandote, tan peluche. Parece un muñeco. Apuesto a que te pasas el día achuchándolo jeje.
Ver sus fotos y leer las anécdotas me ha puesto una gran sonrisa en la cara.
No pienses en que algún día se irá. Todavía le queda toda una vida por delante y la tenéis que disfrutar los dos juntos.
Muchísimas gracias por los ánimos y muchos besos.
Carlos Dearma
14 septiembre, 2015 @ 05:48
Un abrazo grande amiga y mucha fuerza. Los que queremos a los animales no podemos evitar sufrir cuando nos dejan. Recuerda: Todos los perros van al cielo. QEPD negrito lindo. Saludos.
elimmarines7@gmail.com.mx
14 septiembre, 2015 @ 05:48
Mi wquerida Erika, también he pasado por la pérdida de compañeros de vida, como yo les digo, pues los animales son nuestra mejor compañía y sin decir ni una sola palabra puedes srvtursentir todo su amor incondicional Lo siento mucho, querida amiga! 🙁 🙁 siempre estará en tu alma y corazón el amor de Blacky! Te mando apapachos llenos de cariño para tu alma!
Erika Martin
14 septiembre, 2015 @ 18:53
Muchas gracias por tus palabras, Elim, y por los apapachos cariñosos. No sabes cómo los necesitaba. Me han dado calorcito.
Un beso grande
Erika Martin
14 septiembre, 2015 @ 18:56
Carlos, te agradezco mucho la fuerza que me mandas. Ya se me ha pasado un poco la llorera, aunque hay momentos que me vengo abajo 🙁
Me quedo con lo que me dices: todos los perros van al cielo y seguro que Blacky descansa ahora en paz y sin sufrimientos por su enfermedad.
Un abrazo grande para ti
Oscar Bustamante Matías
14 septiembre, 2015 @ 21:49
Si hay algo que me gusta de ti es que siempre haces todo lo que está en tu mano para que los que te rodean sean muy felices
Fantasía Y Realidad
14 septiembre, 2015 @ 21:49
Mi perrita se llamaba chispa,la tuve 15 años conmigo,a mi lado,siempre a mi lado.Y la perdí,justo hace dos veranos de la misma enfermedad que tu Blacky y en el mismo sitio. Erika,siento en el Alma tu perdida porque sé por lo que estás pasando y también sé que jamás le olvidarás porque al igual que a mi,su recuerdo te seguirá el resto de tu vida.
Muchos besos y muchos más!!
Carolina
15 septiembre, 2015 @ 17:41
Hola Erika,
yo no he tenido perros, no me llama. Pero la verdad es que siento mucho que lo de tu perro no haya tenido solución.
Muchos besos 🙂
Ana Suárez
15 septiembre, 2015 @ 17:41
Hola guapa:
Tu perro siempre estará en tu corazón, y si haces un pequeño esfuerzo para sentirlo lo podrás sentir cerca de tí, porque sólo somos energía y la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Muchos besos
Erika Martin
15 septiembre, 2015 @ 17:53
Hola Ana,
no lo había pensado así pero tienes razón. La energía de Blacky me acompaña de otra forma. Seguimos en contacto.
Muchos pero que muchos besos, guapa
Erika Martin
15 septiembre, 2015 @ 18:05
Hola Carolina,
te tienen que gustar los perros para tener uno. Se convierten en uno más de la familia y te aportan mucho a nivel personal y psicológico pero también son una responsabilidad muy grande. Al final a todos nos llega nuestra hora y cuando se llora su pérdida como si fuera la de un hijo o un hermano. La vida es así.
Muchos besos para ti también y gracias por solidarizarte conmigo en esta pena.
Erika Martin
15 septiembre, 2015 @ 18:09
Teresa, me apena saber que Chispa se fue de la misma forma que Blacky. Verlos apagarse así es muy duro. Lo siento mucho. Ninguna de las dos olvidaremos nunca a nuestros perros y sus recuerdos nos acompañarán para siempre.
Millones de besos, hermana.
Mirta Cristina
16 septiembre, 2015 @ 18:21
Hola Erika! Estas un poco mejor? Un abrazo, beso
Chelo
16 septiembre, 2015 @ 18:21
Ohhhhhh Erika, cuánto lo siento, qué pena me ha dado leer esto…
Mi padre y mi hermano tenían un bretón que murió el mismo día que nació mi sobrina Cristina.
Al día siguiente de morir White, de la pena que tenían, les dieron un cachorrito bretón negrito con manchas blancas (Dark parece un dálmata), que vive en el patio de mis padres y que ya está muy mayor pobrecito.
Tiene, pues, todos los mismos años que mi sobrina, y son ya 16.
Yo, que no soy muy de animales, le tengo un cariño especial, porque aún ahora,cansado y casi sin poder andar, sale a recibirme cuando voy a comer a casa de mis padres.
Creemos que le queda ya muy poquito, y ya lloro a cuenta de la que nos espera.
Por todo esto, entiendo perfectamente tu pena y que sientas su vacío. Piensa que algún día iba a suceder y que, hasta el día que fue, vivió como un rey.
Te mando un abrazo fuerte El tiempo amainará tu desazón, ya verás.
Erika Martin
16 septiembre, 2015 @ 18:29
Hola Mirta, sí, ya lo he asimilado y estoy mejor. Gracias por preocuparte. Un besote muy gordo.
Erika Martin
16 septiembre, 2015 @ 18:39
Hola Chelo,
aunque no seas muy animales, cuando tienes uno cerca (como es tu caso) les terminas cogiendo cariño. Que bonito que Dark salga a recibirte cuando vas a casa de tus padres.
Ellos se van haciendo mayores o enferman. Te vas mentalizando de que su hora se acerca. Pero cuando llega el momento ¡¡uff!! es muy duro, especialmente cuando tienes que tomar la decisión de llevarles a veterinario.
Disfruta de Dark todo lo que puedas en esas visitas 😉
Gracias por ese abrazote. Ya lo he encajado, ahora toca irlo superando poco a poco.
Un besazo
Cindy Groulx
17 septiembre, 2015 @ 17:20
La última de mascotas yo tenía era una gris y blanco gato de pelo largo. Un gato apacible suave y agradable. Dormir conmigo en mi cama si quería o no. Lo tuve durante casi diez años después de su muerte de lo que llaman ayudas felinos.
Podía sentir lo tú sentía en sus palabras escritas. Es triste pero también creo en el puente del arco iris
Dios te bendiga hermana. Amor y besos de tu hermana.
Mr. Thunderstruck
17 septiembre, 2015 @ 17:20
Qué gran homenaje le has dado a Blacky es una pena que sucedan estas cosas, porque las mascotas son mucho mejores que muchos que nos llamamos humanos, tienen mucha más humanidad de largo. Recuerda todos buenos momentos que habeis vivido juntos que seguro son muchos y siempre con una sonrisa, es el mejor recuerdo que se puede tener, seguro que os volvéis a encontrar en un futuro lejano. Animo
Erika Martin
17 septiembre, 2015 @ 17:24
Hola Cindy,
sentiste mis palabras escritas en tu corazón y alma por haber pasado una experiencia como esta y por tu gran sensibilidad y capacidad para ponerte en lugar de los otros. Lamento que tu gatito no esté contigo pero estoy convencida de que está en el puente del arco iris. Un beso y un afectuoso abrazo, hermanita.
Erika Martin
17 septiembre, 2015 @ 17:29
Hola Mr. T.
lo que nos regalan las mascotas es mucho más grande que lo que recibimos de muchos humanos. Necesitaba ahogar mis penas con este homenaje a Blacky.
Le recordaré siempre con una sonrisa.
Muchas gracias por los ánimos. Besos
Elena García Domingo
18 septiembre, 2015 @ 14:05
Ohhh Erika… Cuánto lo siento… comparto tus lágrimas y tu sentir (ya pasé por eso, en el caso de mi Alaska fue un tumor). Llegué a tu blog buscando unas sonrisas y me encuentro con esta noticia… jooo que penita, de principio a fin ha sido precioso, la vida tiene estas cosas, y llorar las pérdidas del camino nos hace bien… Un fuerte abrazo Erika 🙂
Marta B
18 septiembre, 2015 @ 14:05
ohh me encantado el post, que bonito y que triste a la vez!! y lo siento mucho por blacky, seguro que alla donde este te sigue queriendo. muchos animos guapa!!!
por cierto, la cancion que has puesto me da una pena increible, no la puedo ni escuchar 🙁 no se si has visto la ultima de fast and furious, la pusieron en la peli como despedida de paul walker y fue muy triste, sali llorando del cine a moco tendido 🙁
un beso guapa!! y un abrazo!!
Erika Martin
18 septiembre, 2015 @ 22:27
Hola Elena,
que triste que Alaska pasara la mala experiencia de un tumor. Siento mucho que ya no esté contigo físicamente. Sé que está en tu recuerdo y tu corazón.
Es la primera vez que escribo algo triste pero necesitaba hacer un poco de terapia y expresar lo que he estado sintiendo estos días.
Gracias por el cariño que me transmites.
Un abrazo muy fuerte para ti también.
Erika Martin
18 septiembre, 2015 @ 22:32
Martita, muchas gracias por los ánimos. Ahora que han pasado los días, ya he conseguido asimilar la partida de Blacky.
Esta canción es super triste aunque me siento totalmente identificada con la letra. Desde que mi perro no está, no puedo escuchar la canción entera. Cuando llega a la parte de la amistad rompo a llorar a lagrima y moco tendido :((
Un beso, preciosa.
Mercedes Gil Abuelatecuenta
20 septiembre, 2015 @ 17:09
Lo siento muchísimo Erika. He llorado durante la lectura de todo el post, porque sé lo que sientes, Hace mucho tiempo, perdí a mi Siho y aún hoy lloro por ella, era deliciosa, una chihuahua que como todos los perritos, daba todo por su familia. Nos adoraba y yo a ella. Ahora, tengo dos perritas, teníamos muchas ganas de sentir otra vez el cariño incondicional de un hijo de cuatro patas. Está Mafy que vino a casa porque sus dueños se aburrieron de cuidarla cuando tenía cuatro años, es buenísima, lista y deliciosa pero ya tiene catorce años, es una schnauzer mini negra. Ha estado muy malita más de una vez, y ya la han operado en dos ocasiones, eso nos tenía muy angustiados, así que decidí pedir el año pasado por reyes una chihuahua que le hemos puesto de nombre Lúa, ella nos hace todas las gracias y todos los mimos que es capaz de hacer. Es malísima! jejeje. Nos ayuda muchísimo a relativizar (no a olvidar ni a hacer de menos) los achaques de Mafy porque nos llena de alegría y reímos sus tonterías y sus exigencias, porque así es su carácter de lider mandona.
Erika, perdona la extensión.
He estado muchos años privándome de la deliciosa compañía de otra hija de cuatro patas recordando a Siho, pero he comprobado que ella sigue viva en mí, y que la mejor medicina para el inmenso vacío que en nosotros dejan estas maravillas, es traer cuanto antes un nuevo amigo. Él te llenará el vacío que ha dejado Blacky, no lo sustituirá, porque Blacky tendrá la parte de tu corazón que le pertenece para siempre. Sólo buscará otro rinconcito para él y seguro que intentará tapar ese agujero que se ha abierto en ti. Un beso Erika.
Erika Martin
20 septiembre, 2015 @ 17:23
Hola Mercedes,
Leo que tienes una pandilla perruna en casa jejeej me encantan los schnauzer y seguro que Mafy esta mucho mejor contigo que con sus dueños anteriores. En cuanto a Lúa, es genial tener a la alegría de la huerta en casa, aunque sea una mandona 😉
De pequeña tuve otro perro. Creció conmigo. Se puso malito y tuvimos que sacrificarle. Lo pasé mal entonces. Prometí no volver a tener perro pero llegó Blacky y se quedó conmigo. Nunca reemplazó a mi primer y, como dices, buscó su rinconcito en mi corazón.
Por el momento no me veo capaz de tener otro perro, con Luna (la perrila blanca que sale en las fotos) ya es suficiente. Ya no lloro (bueno, solo a ratos) pero sigo un pelín afectada y Luna ni te cuento, está super triste.
Muchas gracias por tus palabras.
Un besote
Mercedes Gil Abuelatecuenta
20 septiembre, 2015 @ 22:19
Un besote guapa.
Carlos Girón
24 septiembre, 2015 @ 21:43
Querida Erika, lo primero es acompañarte con un poco de silencio como oración. Lo segundo es darte un abrazo no sólo para reconfortarte, sino para agradecerte que compartas esta historia. La amistad tiene rostros diversos y a veces muy inesperados. Pero cuando se presenta, sin importar si es entre seres de dos y cuatro patas, es un verdadero milagro. Eso es lo que nos queda en estos casos: el calor de haber sido tocados por el milagro de la amistad incodicional que nada sabe de genes. Y ya por último queda verte sonreír un poco con ese recuerdo. Eso, justamente así. ¡Qué bien te queda! Seguro que Blacky también se pone contento ahí donde esté.
Erika Martin
24 septiembre, 2015 @ 21:59
Hola Carlos,
muchas gracias por el abrazo y el cariño que me brindas con tus palabras.
Tienes razón, cuando alguien (persona o mascota) te toca con su amistad incondicional es un milagro y un regalo al que cuidar como uno tesoro.
Poco a poco voy superando la tristeza por su marcha. Esta semana ya no he llorado. Es un pasito. Seguro que en breve le recordaré con un sonrisa.
Un besote
Elia
18 octubre, 2015 @ 18:57
Ufff no lo había leído!! Es precioso y seguro que si tu mascota pudiera escribir escribiría lo mismo que has puesto. Sé lo mal que lo pasaste porque viví tu tristeza y porque mi Honey murió hace unos meses. ¿Sabes que los dos seguro que están juntos? y velarán por nosotros con una fuerza y energía que no podemos imaginar. Que afortunadas hemos sido de conocerlos y cuidar los últimos tiempos de sus MALDITOS tumores, afortunadamente ya descansan y siempre estarán con nosotras. Un beso cariño y perdona por mi tardanza, no lo había visto hasta ahora.
Erika Martin
18 octubre, 2015 @ 19:30
Hola Elia, es verdad, tu viviste mi tristeza de aquellos momentos y estuviste a mi lado para consolarme. Una pena que el cáncer se los llevara, aunque estoy convencida de que Honey y Blacky están juntos jugando en las praderas del arco iris. Y sabiendo que están felices allí, nosotras también debemos de estarlo.
No te disculpes, sé que estás ocupada con tu agencia de viajes.
Un besote