Los mercados de Navidad de Dresden – Sajonia
Llevaba muchos años intentando ir a Dresden, la capital de Sajonia (Alemania) porque tiene un pasado histórico muy importante. Sin embargo, los vuelos desde España son un poco caros. Por suerte pillé una buena oferta con Lufthansa para el puente de diciembre, así puede visitar la ciudad y sus mercados navideños ?
Mis objetivos con este viaje eran dos:
1. Practicar alemán
Para llevarlo a cabo he viajado sola. Si voy acompañada, me toca estar traduciendo o hablando en inglés para no hacer de menos al que venga conmigo y al final no puedo tener conversaciones inteligentes.
Seguro que has sufrido a esas señoras con las que cruzas la mirada con ellas en el autobús o el supermercado y se ponen a hablar contigo y a contarte su vida. Pues yo he sido igual. A cualquiera que me ha mirado, le he metido la charla, jejeje.
2. Puntuar en todos los mercados de Navidad de la ciudad
Me he hecho la ruta de todos los mercados navideños de la ciudad. El olor a canela del Glühwein, el del chocolate caliente, las salchichas a la brasa … uuumm … y la decoración de los puestos y los artículos que venden. Todo te transporta a la magia de la Navidad.
Crónica de Viaje
Vuelo Madrid – Frankfurt
Mi vuelo de Lufthansa salía el 06/12 a las 08:00 am. El avión estaba en medio de la pista y al subir por las escaleras, me quedé congelada. ¡Qué frío! Casi me salen sabañones en las orejas.
Durante el vuelo, nos dieron un desayuno calentito con café gratis. Es una de las ventajas de viajar en compañía aérea regular y no en una low cost.
Las azafatas eran señoras mayores. Y eso me gusta porque significa que en Alemania las personas mayores de 40 años pueden seguir trabajando. Además, la experiencia en horas de vuelo de estas señoras da tranquilad y seguridad en caso de emergencia … Iberia (y todas las empresas españolas) deberían tomar nota de este detalle. La demencia senil y el alzheimer se da a los 80 años, no a los 40 😛
El vuelo despegó con retraso y me estresó bastante el vuelo hacía escala en Frankfurt, que es el aeropuerto más grande de Europa continental occidental. La hora de escala se redujo a 20 minutos aproximadamente.
El aeropuerto de Frankfurt me lo conozco como la palma de mi mano porque trabajé allí casi dos años en Lufthansa. Aprovechando la escala, había quedado con mis antiguos compis para tomar un café rápido en el tiempo de espera.
Desgraciadamente el encuentro quedó en un simple saludo, mientras corríamos por las pasarelas mecánicas hasta llegar a mi puerta de embarque.
Vuelo Frankfurt – Dresden
Al subir al avión con destino Dresden, allí estaba la azafata dando chocolatinas a los pasajeros. A bordo, sirvieron bebidas gratis. Insisto, Iberia debería tomar nota de estos detalles.
¿Sabes por qué regalaban chocolatinas? Porque el 06 de diciembre llega el Nikolaus a Alemania, que es el equivalente a Santa Claus, aunque en Alemania se regalan chocolate. Como curiosidad te diré que el 24 de diciembre viene el Christ Kind que es el niño Jesús.
Llegada a Dresden
Lo habitual cuando sales de la terminal del aeropuerto es encontrarte con la parada de taxis y una larga cola de taxistas frotándose las manos ante la llegada de clientes que quieren ir al centro de la ciudad.
Bien, pues en Dresden no había ni un taxi en la parada. Es la primera vez en mi vida que salgo de un aeropuerto y no hay taxis en la terminal.
Por si no lo sabes, en Alemania no se paran los taxis por la calle levantando la mano. Debes ir a una parada, llamar por teléfono a la central, indicar en dónde estás para que vaya un taxi a recogerte.
Como soy previsora, me apunté el número antes de salir de Madrid. Así que me tocó llamar para pedir que viniera algún taxi a recogerme … sí, sí, podría haber ido en el tren, pero me había levantado a las 6:00 AM y con el estrés de la escala de Frankfurt, preferí coger taxi y dejar lo de perderme o desorientarme para otro momento del viaje.
El recorrido al centro fueron 25 euros y 15 minutos … Y el taxista fue mi primera víctima en cuanto a lo de hablar alemán. Todo el camino hablando sin parar, pobre, qué paciencia tuvo.
Curiosidades de Dresden
Dresden es una de las ciudades más bonitas que he visitado en mi vida. La verdad es que vengo que síndrome de Stendahl. Uno aprecia aún más esta belleza cuando conoce la triste historia que aconteció aquí en la Segunda Guerra Mundial.
Fue víctima de uno de los mayores genocidios de la Historia
Churchill dijo “Existen menos de 70 millones de hunos malvados. A algunos se podrá curar, a los demás hay que exterminarlos”. Dicho y hecho.
El bombardeo sobre Dresden (moral bombing) por parte de los americanos y los británicos fue tan brutal que es de uno los mayores genocidios de la Historia de la Humanidad.
Dresden no era un enclave estratégico ni militar. Aquí el objetivo fue la población civil. Había que exterminarlos.
La ciudad quedó arrasada la noche del 12/02/1945. Aunque no se sabe a ciencia cierta cuánta gente murió, se habla de cerca de medio millón de personas que perecieron calcinadas.
Existe mucha documentación al respecto. Si buscas imágenes en Google te aparecerán un montón de fotos que te harán incluso llorar y replantearte que en las guerras los dos bandos son igual de crueles.
En las siguientes fotos de la ópera, un símbolo cultural de la ciudad, puedes ver el edificio antes y después de la guerra, y su reconstrucción reciente.
Te recomiendo que veas esta película alemana [themify_icon icon=»fa-youtube-play» link=»http://» icon_color=»#fa0000″] Dresden: El Infierno
Con ella te puedes hacer una idea de cómo debió vivir el bombardeo la gente de esa ciudad y cómo se ve la guerra desde el lado de los malos, que los Aliados siempre fueron los buenos ¿o quizás no tanto?
Si la ves, ten en cuenta que para los alemanes es tabú hablar de la guerra y los nazis.
El thaler
¿Sabías que la palabra dólar procede de la antigua moneda sajona, llamada thaler?
Muchos sajones, alsacianos y suizos emigraron a las colonias inglesas en América del Norte allá por el siglo XVII. Fueron los Amish ¿te suenan, verdad? Se llevaron su moneda, su idioma (los amish hablan hoy alemán antiguo) y sus costumbres religiosas radicales.
La pronunciación de Thaler (dicho tála) fue evolucionando con el tiempo hacia Dólar.
Si hablas alemán y haces alguna visita guiada por Dresden en este idioma, te llamará la atención que aún siguen hablando del coste de las construcciones y de las obras de la Reunificación en thaler y no en euros.
Los semáforos
El muñeco de los semáforos en la Alemania del Este es distinto a los del resto del mundo. Se trata de un señor gordito con sombrero.
Tras la Unificación, se pensó en estandarizarlos con los de Alemania Occidental, es decir, poner al señor soso y delgado que todos conocemos. Sin embargo, surgió un movimiento social en defensa del Ampel Man (señor del semáforo). Sus reivindicaciones lo salvaron de su extinción.
Si vas a Berlín, sabrás si estás en el lado del oeste (capitalista) o en el del este (comunista) por los semáforos.
Unos años más tarde, empezó a haber pequeñas protestas porque en los semáforos estaba el muñeco de un hombre y no el de una mujer. Así nació la Ampel Frau.
Nunca antes había visto ninguna señora de semáforo y cuando la vi en Dresden cruzando la calle, casi se me saltan las lágrimas de la emoción.
Mira, qué mona, con su falda y sus coletas y, además no es anoréxica como las de los semáforos de mujeres que han puesto recientemente en Madrid y otras ciudades de países occidentales.
Los mercados navideños
Dresden Striezelmarkt
Este es el Mercado más importante de la ciudad. Tiene casi 600 años de antigüedad.
Siempre que en la tele hablan de escapadas y viajes a los mercados navideños de Europa, meten imágenes del Striezelmarkt. Y es que es enorme, espectacular y con un ambiente impresionante.
Hay tanta gente a cualquier hora del día que no se casi andar. De hecho lo visitan unos 3 millones de personas cada año.
Tiene muchas actividades para niños y cada día a las 17:00 aparece Papa Noel en una carreta tirada por caballos para abrir una ventana de la caseta del calendario de Adviento que hay allí colocada.
Frauenskirche
Esta iglesia está situada en el centro de la ciudad, muy cerca de la ópera y otros sitios turísticos de interés.
Fue totalmente destruida en el bombardeo. Para su reconstrucción se reutilizaron muchos cascotes de sus propias ruinas. Se reinauguró 60 años después de aquella fatídica noche.
Advent in Neumarkt
La Frauenskirche está ubicada en la Plaza de Neumarkt, que es justo donde me alojé (Aparthotel Neumarkt)
Al hacer el check in y subir a mi apartamento, por allí había pasado el Nikolaus jejeje y tenía un montón de chocolatinas en la mesa del salón.
Era una pasada asomarse a la ventana y ver el mercado y sus luces, junto con el ambiente.
En un lado de la plaza, se pueden apreciar hoy en día las ruinas del bombardeo. De hecho, hay muchos solares en pleno centro en los que aún no se ha construido nada encima.
Weihnachtsmarkt im Mittelalter – Stallhof
Hay un mercado medieval de Navidad.
Está cuidado hasta el último detalle: artesanía medieval, comida deliciosa, Glühwein o vino caliente y hasta espectáculos de juglares …
El edificio con la fachada azul que verás en las siguientes imágenes parece hecho de cartón para un decorado de cine, pero no, es un edificio de verdad.
El barrio de Neustadt
Cruzando el puente del río Elba llegas a la parte nueva de la ciudad.
La Neustadt es un barrio peculiar porque hay graffitis por todas partes: en las fachadas de las casas, en los cierres de las tiendas y hasta incluso en los parquímetros.
Así que si te gusta el Street Art, merece la pena pasear por allí y además no hay millones de turistas por esta zona… Aprovecho para decir, que a las 09:00 llegan los autobuses de turistas desde Berlín. Son la invasión. Afortunadamente a las 17:00 se van casi todos.
El río Elba nace en Bohemia, cruza Dresde y desemboca en Hamburgo. Este es el río que cada primavera se desborda con el deshielo y causa importantes inundaciones. Si haces memoria, te acordarás de que todos los años sale en los telediarios que la República Checa y/o Alemania están anegados … se refieren al Elba.
Kunsthofpassage
En esta parte de la ciudad hay una joya escondida … cuesta encontrarla. Se trata de la Kunsthofpassage.
Es un patio en donde las casas tienen fachadas singulares, aunque una es la estrella porque los canalones bajan al suelo de tal forma que, cuando llueve, el agua de la lluvia produce música.
Solo si vas en primavera o en otoño podrás disfrutar de este espectáculo.
[themify_hr color=»pink»]
Hasta aquí mi viaje a Sajonia. Espero no haberte aburrido con tanta foto.
Si quieres saber aún más sobre Dresden, te dejo este completísimo post de Johann Sparragus, que es viajero profesional:
[themify_icon icon=»fa-plane» link=»http://» icon_color=»#900c3f»] Dresden, la Florencia del Elbe
[themify_hr color=»pink»]
¿Has visitado alguna vez algún mercado navideño de Europa?
¿Me cuentas cuál y qué tal te fue?
Cindy Groulx
14 diciembre, 2014 @ 03:13
Qué interesante todos aquellos lugares por donde pasó. Sólo oí de. Gracias por compartir Erika
Jordi Luna
14 diciembre, 2014 @ 04:41
Magnífico post Erika, por todo. Las risas iniciales… Así que le das la vara a todo el pilas para practicar… Y preciosas historias e imágenes. Me encantaría escuchar esa fachada musical. Muy educativo esta vez.
Besos y Abrazos.
Pedro Fabelo
14 diciembre, 2014 @ 12:44
Poder viajar, ¡qué gran placer! Ahora, con la crisis, algunos nos tenemos que conformar con viajar con los libros, con los canales de viajes de la TV o a través de Internet gracias a los blogs de viajes o el de nuestra secretaria de dirección favorita. Al menos con Erika tenemos la suerte de poder disfrutar de su agudo sentido del humor y su maestría para contar anécdotas. Gracias, Erika. Un saludo.
Patricia Duboy
14 diciembre, 2014 @ 14:57
No cabe duda que cuando se viaja conociendo la historia de cada lugar se disfruta en otra dimensión. Y al contarlo así, además lo disfruta quien lo lee
Erika Martin
14 diciembre, 2014 @ 16:22
Mi querida hada, creo que vas a tener que coger un avión y venir a Europa a ver estos lugares tan bonitos. Gracias a ti por leerme.
Besitos
Erika Martin
14 diciembre, 2014 @ 16:26
Le doy la plasta a la gente que no veas, especialmente en los mercados navideños bebiendo vino caliente … puedo llegar a ser una brasas, pero chico, es mi curso intensivo de alemán con inmersión cultural jajaja 😉
A mi también me gustaría escuchar esa fachada musical, debe de ser la bomba.
Besos y abrazos, Jordi.
Erika Martin
14 diciembre, 2014 @ 16:30
Vaya, siento que por el momento no puedas viajar tanto como quisieras, Pedro. Yo me siento afortunada, pues la crisis no me ha afectado y puedo seguir permitiéndomelo.
Gracias por tu visita semanal.
Saludos
Erika Martin
14 diciembre, 2014 @ 16:43
Patricia, muchas gracias por tu comentario. No estaba segura de si os iba a gustar el post, pues tenía muchas cosas que contar sobre este viaje. Muchas me las he dejado en el tintero, porque sino se iba a convertir en pesado.
¡¡Que tengas buena semana!!
Julia C.
14 diciembre, 2014 @ 19:31
No voy a decir que ya es como si hubiera estado allí, pero sí que he aprendido un montón de cosas nuevas gracias a tu post. ¡¡Qué suerte haber podido hacer ese viaje maravilloso!! Y no te preocupes que para nada nos saturas; al contrario, nos quedamos siempre con ganas de más 🙂
Un beso grande y muchas gracias por "llevarnos de paseo", Erika!!
Rakel Relatos
14 diciembre, 2014 @ 19:04
Como siempre me encantó tu relato. Por cierto, no sabía que en Alemania no se paran los taxis por la calle… Una suerte la tuya conocer tantos lugares! Un abrazo!
Entre suspiros y un café
14 diciembre, 2014 @ 19:45
¡Pedazo viaje! Y eso que sólo nos has contado el principio… Personalmente no conozco Dresden pero me resulta fascinante todo lo que has contado, las fotografías,…
No me has aburrido para nada, por mí pon todas las fotos que quieras, ¡me encanta viajar!
¡Un besazo enorme Erika!
Patri.
Johann Sparragus
14 diciembre, 2014 @ 20:19
Que bueno que finalmente se te dio la posibilidad de finalmente llegar a Dresden. Es un sueño la ciudad, y Sajonia en general.
Siempre me divierte leerte, pero estas entradas de viajes las disfruto un montón. Lo haces muy ameno.
No sabía lo de los Taler. Los semáforos si los había visto. Me parecieron muy simpáticos, pero desconocía la historia y todo lo que se hizo para mantener al "Ampel Man" en RDA.
Desde Dresden también continué camino hacia Bohemia. Espero tu próxima entrada con ansias.
Muy felices fiestas!
Erika Martin
14 diciembre, 2014 @ 22:08
Hola Julia,
¿te quedaste con ganas de más? guaaayyy!! En el próximo post: Praga 😉
Mil gracias por tus palabras.
Besos, corazón
Erika Martin
14 diciembre, 2014 @ 22:05
Hola Rakel,
así es, o les llamas por teléfono o te toca ir a la puerta de algún hotel de lujo a ver si hay alguno allí.
Siempre estoy ahorrando para hacerme alguna escapada. Me encanta viajar y conocer mundo 😉
Un abrazo!!
Erika Martin
14 diciembre, 2014 @ 22:20
Hola Johann,
la historia de los semáforos y los Taler las aprendí cuando estuve viendo allí y me resultaron muy curiosas.
No recuerdo haber leído tu viaje a Dresden y Bohemia en tu blog. La buscaré. En mi caso fui en tren ¡qué vaya tren!. Bueno, ya lo contaré jajaja
Es un gran honor que a un experto en viajes, como tu, le gusten mis entradas sobre estos temas.
Muy felices fiestas para ti también!!
Besos
Erika Martin
14 diciembre, 2014 @ 22:25
Hola Patri,
que ilusión que te haya parecido fascinante. La verdad es que la ciudad es una maravilla y la gente encantadora, a pesar de la brasa que les he dado con "mi curso" de alemán jeje Merece la pena ir.
Lo de las fotos ha sido una tragedia, no te creas. He hecho unas 400 y me ha costado mucho seleccionarlas.
Besazos!!!
Humoreo Luego Río
15 diciembre, 2014 @ 02:02
Vas a tener que crear un nuevo blog. Te propongo un nombre a ver si te gusta…
"Erika por el mundo" Con tantos viajes y tanto conocimiento acumulado, seguro que tendrás mucho éxito!!! Me ha encantado tu post, ha sido muy divertido. Sobre todo, el aspecto de darle la barrila a todo lo que hable aleman!!! Jajajajajaja
Krika Alcaide
15 diciembre, 2014 @ 20:24
Qué bonito todo!!! Ya que has estado tan cerquita de mi casa podías haberte pasado por aquí a darme la charla a mi en alemán, que tengo que aprender y por aquí nada más que encuentro españoles expatriados!! jajajaja. Un beso!!
Mery Pérez
16 diciembre, 2014 @ 00:31
Qué hermosura de imágenes. Gracias por compartir. Éxitos y bendiciones!
Elena García Domingo
16 diciembre, 2014 @ 17:28
¡Qué gozada de viaje! Y qué envidiuca que me da jejejje. Este viaje lo tengo en mente, aunque yo sólo puedo chapurrear el inglés :p Gracias!!
Erika Martin
16 diciembre, 2014 @ 19:57
Impordonable, mi que haber estado a tiro de piedra de Suiza y no haberme pasado a saludarte y darte la brasa en alemán … jajaja ¿Si? ¿hay muchos españoles por allí?
Viele Küsse!
Erika Martin
16 diciembre, 2014 @ 19:58
Gracias a ti, Mery, por pasarte por aquí. Todo lo mejor para ti. Un abrazo!!
Erika Martin
16 diciembre, 2014 @ 20:02
Ah! pues si vas algun día, Elena, no te preocupes por el idioma. Casi todos los alemanes hablan ingles, además el español está de moda. Como descubran que tu los hablas, van a ser ellos los que no paren de hablar contigo (para practicar, ya sabes) jeje
Gracias por el comentario. Besos
Erika Martin
16 diciembre, 2014 @ 20:05
"Erika por el mundo" ¡¡me gusta!! aunque no sé yo si tendría éxito.
Sin duda, el vino caliente me facilitó mucho el perder la vergüenza y que pudiera hablar con fluidez jejeje
Gracias, querido Juan Carlos, sabes que aprecio mucho tus palabras.
Besos
Los Pobres También Viajamos
12 diciembre, 2018 @ 10:40
Lo del niño Jesús es también típico del pueblo de JJ, y se llama «Lo Jesuset». Y se supone que suena una campanita y es que está el Jesuset allí y entonces te deja caramelos – y los más ricos ponen regalitos.
Erika Martin
12 diciembre, 2018 @ 10:48
No conocía esa tradición que comentas de «Lo Jesuset». Qué curiosa! Investigaré para aprender más sobre ella.
Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo
La cantimplor aventurera
12 diciembre, 2018 @ 11:06
Nos encantan tus aventuras!!!
Erika Martin
12 diciembre, 2018 @ 20:47
¡¡y a mi las vuestras!! ?
Viajero Cronico
12 diciembre, 2018 @ 13:50
Que bonitos!!! Me encantan los mercados navideños y en esa zona son preciosos!
Erika Martin
12 diciembre, 2018 @ 20:51
Además de bonitos, se come y se bebe que no te cuento jejeje Merece la pena ahorrar para hacer una escapada en estas fechas a esos sitios.
A Veces Veo Viajes
12 diciembre, 2018 @ 13:54
Nada nada, que para aprender idiomas lo mejor es practicarlos con los nativos. Muy interesante y divertido el artículo, muy triste lo que pasó en Dresden y muy curioso lo de los canalones de Kunsthofpassage. Gracias por explicarlo.
Erika Martin
12 diciembre, 2018 @ 21:01
jajaja así es, y si te da corte, te bebes un glühwein y ya se te pasa el apuro.
No muchos conocen la historia del bombardeo de Dresden a pesar de ser uno de los mayores genocidios de la Historia. Fue un capítulo muy triste de lo que hicieron los Aliados en la Segunda Guerra Mundial.
Lo de los canalones es solo en primavera y en otoño, siempre que llueva, claro. Yo como fui en diciembre no puede disfrutar del «espectáculo».
Gracias a ti por leerlo, comentarlo y compartirlo