Oficinas Dog Friendly
De los inventores de la felicidad en la empresa, llega la ¿novedosa? idea de que los empleados podamos llevar el perro a la oficina. Según ellos, tiene muchísimos beneficios para crear buen ambiente laboral y subir la productividad de la plantilla.
Pero … ¿es nueva esta idea o se la han copiado a otras empresas de países más implicados en la conciliación familiar? ¿de verdad llevar al perro a la oficina es sinónimo de felicidad para todos los empleados?
A mi la idea me parece fantástica porque soy muy perrera. Sin embargo, no lo veo del todo claro.
¿Es nueva la idea de llevar al perro a la oficina?
En España sí, pero en un montón de países se puede llevar el perro al curro desde hace muuuuuchos años.
Allá por finales de los ’90 viví en Alemania y ya en aquellos tiempos muchas oficinas, tiendas y otros centros de trabajo permitían a los empleados llevar el perro al curro. Entre otras cosas porque allí se considera que dejar solo al animal en casa más de 4 horas es abandono animal.
Quizás esta sea la razón por la allí es de lo más normal ir acompañado de tu perro al supermercado, a los restaurantes, al banco, en el metro, en el autobús … Nadie se escandaliza.
En Estados Unidos empresas molonas como Google, Facebook, Procter & Gamble, Etsy y Ben & Jerry’s son “Dog friendly”.
Destacable es el caso de Amazon. Mientras que en USA puedes llevarte el perro a trabajar y sacarlo a pasear en horas de trabajo, en España te ponen a ti una pulsera para controlar el tiempo que tardas tú en ir al wc.
Bondades de llevar el perro al trabajo
1. Mejora la comunicación entre empleados
Los perros sirven para romper el hielo e iniciar conversaciones. Fíjate en los parques, los perreros vamos en pandillas y hablamos de la educación, cuidados, alimentación, etc. de los perros como si fueran nuestros hijos. Socializamos los humanos y socializan los perros entre ellos.
En la oficina ocurre algo parecido. Se te acercaría algún compañero a acariciar a tu perro, a preguntar de qué raza es … Al final esto se traduce en un mejor ambiente de trabajo.
2. Disminuye los niveles de estrés
Tener un perro a tu lado te genera una actitud más positiva. Muchos hospitales y residencias de ancianos están incluyendo visitas de perros en sus instalaciones como terapia. ¿Por qué no hacerlo en la oficina?
Si eres empleador, debes saber que a la larga las bajas por enfermedad, estrés o ansiedad se reducen mucho. Así que, si no quieres que la gente falte a trabajar, piénsate lo de los perros en la oficina.
Además, tal y como está la cosa con la escasez de talento, podrías utilizarlo para “vender la moto”, o sea, como beneficio social, empresa preocupada por la conciliación, bla, bla, bla.
3. Aumenta la productividad
Empleados felices y relajados es sinónimo de incremento de la productividad, cosa que a ti como empleador te interesa, pues productividad se traduce en beneficios económicos.
Por otro lado, poderte levantar, estirar las piernas y sacar al perro a la calle a que haga sus cositas, te permite hacer pausas y despejarte durante unos minutos de la vorágine de la oficina y de tu propio trabajo. Cargas pilas.
4. Conciliación familiar
Hay mucha gente que no lo entiende, pero el perro es uno más de la familia. Requiere tantos cuidados como un hijo (educación, comida, veterinario, etc.)
A tu hijo le llevas al cole y está entretenido todo el día. El perro se queda solito en casa. A algunos canes les da ansiedad por separación y se pasan el día llorando. Saberlo genera sentimientos de culpa y remordimientos.
Se pasa fatal cuando es hora de salir de la oficina y te convocan a una reunión sorpresa. Sufrirás porque el perro te está esperando como agua de mayo para sacarle a su paseo.
Poder llevar al perro a la oficina te quita esa preocupación.
Además evita que tengas que buscar y pagar a alguien que lo cuide o lo saque a pasear durante el día. Sí, los perros necesitan un canguro como los niños, te lo estoy diciendo, son uno más en casa.
Desventajas de las oficinas Dog Friendly
Seamos sinceros, los únicos que se alegrarían de esta medida son los perreros. El resto de la empresa no tanto.
Inconvenientes para la empresa
Soltar dinero para acondicionar la oficina:
– crear una Doggy Zone, o sea, un área habilitada para que estén los perros. ¿Habría espacio suficiente para esta guardería canina? Si no lo hay ¿permitirías que el perro tenga su camita al lado del puesto de trabajo de su dueño?
– contratar a un cuidador y/o paseante de perros, si no vas a dejar que sus dueños se levanten de la silla para sacarlos a la calle
– poner juguetes, bebederos y comederos
– Preguntar a la comunidad de vecinos del edificio si permiten animales y asegurarse de que el seguro de las instalaciones no tiene una cláusula anti-animales.
Que RRHH tenga que perder el tiempo en
- preguntar a toda la plantilla si aceptan perros en la oficina
- determinar qué perros /razas pueden ir a la oficina
- tener en cuenta los riesgos laborales derivados de la alergia al pelaje de los animales y de los ataques de asma producidos por el uso exclusivo y abusivo de lejía y amoniaco para desinfectar la oficina (de esto hablo más abajo).
- redactar una política Pet Friendly en la que detalle todo los puntos anteriores e incluirla en el manual del empleado, en la intranet y en todas las vías de comunicación interna. No les da tiempo a responder a los candidatos descartados en los procesos de selección ni a inducir a los recién incorporados, imagínate, ponerse con este tema.
Inconvenientes para el empleado
1. Distracciones
Típico, estás concentrado en algo y viene tu perro a darte con la patita o con un gruñido tristón, reclamando que le des un achuchón, juegues con él o le saques a la calle.
Si te lo llevas a la ofi, perderás también la concentración cada vez que se te acerque alguien y te diga:
– uy, qué guapo ¿cómo se llama? ¿de qué raza es? ¿le puedo acariciar?
2. Seguirás sufriendo
No quiero ni pensar el día que alguien aparezca con su perra en celo … Todos los machos haciéndola la corte, peleándose quizás entre ellos, ella poniendo el culo en pompa, el dueño de la perra que no quiere que se preñe, los demás sugiriendo que la esterilice … bueno, la eterna polémica de los parques trasladada a la oficina. Cosas de perreros.
3. Lo que nadie te cuenta … es imposible llevar a tu perro a la oficina
Lo cierto es que, en realidad, no puedes llevar el perro a la oficina porque da la casualidad de que el metro no permite perros viajeros en horas punta, justo en las que tú te desplazas a la oficina … y este es un error de cálculo muy importante de los gerentes de la felicidad de la empresa.
Si decides llevártelo en coche, te comes el atasco y luego tienes que soltar la pasta pagando parquímetro, si trabajas en el centro, hay limitaciones de aparcamiento y los del equipo de retención del talento no están dispuestos a pagar una plaza de garaje.
E irías en coche siempre y cuando se pueda circular, claro. Lo digo por la contaminación, las matrículas pares e impares, coches ecológicos vs coches diésel, etc.
4. A tus compañeros les da asco o miedo
Si a la gente le da asco que los perros viajen en transporte público porque temen que miccionen o defequen, no quiero ni pensar qué será para ellos ver a los canes correteando por la oficina.
Supongo que se figurarán que toda la oficina estará llena de mierdas y meados, con pelos por todas partes, que habrá peligro de garrapatas y pulgas (pero no de piojos) …
No olvidemos que hay mucha gente que tiene miedo a los canes.
Resumiendo, si el Happyness manager o Gefe (gerente de felididad), someten a votación popular esta iniciativa, el resultado va a ser NO.
5. Perros & calentar la silla
Si tu jefe es un cutre que no te paga las horas extras (a veces ni siquiera tu sueldo) ¿de verdad piensas que se va a gastar el dinero habilitar una zona para perros, contratar a un tipo que los cuide o pagarte el parking para que vayas a currar en coche con el perro?
En este punto tengo que lanzar mi teoría paranoica de la conspiración, que si no reviento.
A ver, para ellos esto es una medida de retención del talento. Como no saben lo que significa «retener», les falla el subconsciente y se les ve sus intenciones.
Esta artimaña de permitir que lleves el perro a la oficina, es para impedir que se te caiga el boli a las 18:00 hrs y reprimir ese impulso de salir corriendo de la oficina, dificultando que dejes de calentar la silla e interrumpir tu jornada laboral hasta la hora de la cena.
Y es que a los jefes les encanta verte ahí sentado hasta que se ponga el sol. Con tu perro en la oficina consiguen retenerte más tiempo.
Lectura recomendada: cuántas horas dura tu jornada laboral
6. La fiesta de la cloramida
Tener animales en casa o en la oficina exige limpieza exquisita.
Ya estoy visualizando a la señora de la limpieza echando el bote entero de lejía en el cubo de agua para dejar todo requete limpio.
Como no le dieron formación en riesgos laborales y uso de productos corrosivos, no comprende el significado de los pictogramas de las botellas y tampoco sabe que existen productos de limpieza que desinfectan igual o mejor que la lejía, sin necesidad provocar lesiones oculares y crisis respiratorias a la gente.
En su obsesión por dejarlo todo como los chorros del oro, se animará a mezclar lejía con amoniaco. El vapor tóxico de la combinación se extenderá por toda la oficina. Será la fiesta de la cloramida, usada como arma química en la Primera Guerra Mundial.
La señora de la limpieza se cargará a todo ser viviente en la oficina: bacterias, ácaros, piojos, pulgas, garrapatas, perros y personas.
Muerto el perro (nunca mejor dicho jaaja) muerta la rabia.
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Pymes Unidas España
20 julio, 2018 @ 16:19
Se te ha olvidado (quizas) una posible ventaja…
Dicen que un tranquilo es capaz de calmar a uno más nervioso… Quizás se calme algún jefe y el ambiente en la empresa no sea tan tirano, jeje.
Erika Martin
20 julio, 2018 @ 16:51
Pues no había caído en eso, Endika, pero ahora que lo dices se podría meter a un perro pachón en el despacho del jefe, a ver si hace le contagia la pachorra y se vuelve más humano y menos tirano 😉
Espero que los de la «felicidad» en la empresa tomen nota de tu sugerencia.
Buen fin de semana
Óscar
20 julio, 2018 @ 18:19
Es una buena idea, pero en España es difícil que cuaje. La gente es muy insolidaria en general, y sólo piensa en el beneficio propio sin importarle los demás un carajo. En Alemania la gente que tiene perro paga un impuesto por él y tiene la libertad de llevarlo a cualquier sitio. En España muchos no pagarían un impuesto por tener un perro. Además, es cierto que no todos los perreros recogen los excrementos de su perro. Vivía en un barrio que solía estar lleno de «regalos». Incluso había quien paseaba a su perro y la bolsa que día tras día era la misma. Hice una entrada al respecto. No solo son insolidarios y egoístas los que no tienen perro. Lo que sí es cierto es que esta medida podría gustar no solo los terreros, si no a personas que no lo tenga. Si bien es cierto que lo ideal sería una sala acondicionada para ellos por evitar distracciones que puedan generarse con ellos en la oficina. Perdón por el rollo. Besitos
Erika Martin
20 julio, 2018 @ 22:33
Hola Óscar,
yo pagaría encantada ese impuesto y seguro que la gente responsable que tiene (o quiere tener) perro también pagaría ese impuesto, al igual que pagamos el seguro de tenencia de animales. La existencia de esa tasa disuadiría a muchos irresponsables de tener en casa a un perro para abandonarlo p.ej. en las vacaciones de verano.
Efectivamente hay gente que no recoge los excrementos. Tan fácil como denunciarles y que les caiga una multa. En Madrid la sanción es entre 751€-1.500€ y si eres reincidente, asciende la cuantía. Por supuesto, animo a todo el mundo a denunciar.
Por otro lado, a mi también me parece una cerdada las mamás que ponen a hacer pipi a los niños en medio de la acera o los adultos que cagan en los parques y luego dicen que son meadas/truños caninos … nadie está libre de pecado.
En cuanto a los perros en las oficinas españolas, estoy de acuerdo contigo, no veo que se una idea que vaya a generalizarse.
Rollo el que te he echado yo jajaja Besos
marigem
22 julio, 2018 @ 08:30
Pues yo quisiera una oficina cats friendly.
Lo de la señora de la limpieza me ha recordado a mi madre, que hace 20 años, en un ataque de limpieza para quitar una mancha(que solo ella veía) de la bañera mezcló agua fuerte, lejía y amoníaco, y yo soy alérgica. Debo decir que no contaba conmigo pero fui a verla y tuve que ir al baño, que parecía una cámara de gas de un campo de concentración y acabé en urgencias. Aún recuerdo cuando me preguntaron si mi madre sabía leer(con toda la razón) y lo ofendida, a la par que culpable que se sintió ella.
Tu teoría tiene sentido, por cierto.
Besos.
Erika Martin
24 julio, 2018 @ 20:50
Hola Marigem,
he de decirte que cuando investigaba para escribir el post, vi vídeos corporativos de varias empresas que dejan llevar también a los gatos a la oficina.
Te entiendo perfectamente con lo del campo de concentración y la cámara de gas. Tenemos el enemigo casa. Mi hermana limpia la casa con lejía, las ventanas con amoniaco y de remate echa ambiantador. Imagínate qué bomba. Cuando voy a verla siempre tengo que recordarle que no limpie. Pero no hay suerte, ataque de asma asegurado y ella ofendida porque exagero «haciendo el paripé de que que me estoy ahogando».
¿A que tiene sentido mi teoría? Si es que nos venden la moto de una forma …
Muchos besos
Ana Vazquez
22 julio, 2018 @ 21:51
ojala nos dejaran en todos los trabajos! besitos!
Erika Martin
24 julio, 2018 @ 20:21
Ya te digo, Ana, estaría fenomenal que nos dejaran llevar a nuestras mascotas a la oficina.
Besos
ramrock
25 julio, 2018 @ 20:50
Me parece genial, pero, si se pueden llevar perros, ¿porque no cobayas?
Con lo buenecitas que son y hasta suben escaleras y todo : https://youtu.be/glpWmtbTBwA
Erika Martin
25 julio, 2018 @ 22:05
Hola Ramrock,
se ha empezado por perros y gatos, pero no dudo de que en el futuro también se puedan llevar cobayas. Ellas no necesitan una zona habilitada, puede estar en el bolsillo de la camisa, chaqueta, etc.
Lovely evening!
ramrock
26 julio, 2018 @ 00:14
Jugando con el ratón del ordenador …
Jajajajajajajajajajaaaaa…
Good summertime.
Maryasexora
25 julio, 2018 @ 23:12
Ya sé que aquí, en España, es difícil, pero me encantaría poder llevarme al trabajo a mi perrón. Creo que el trabajo se me haría más llevadero, aunque reconozco que para él quizá no fuese demasiado bueno y se aburriría como una ostra el pobre.
Besicos
Erika Martin
10 agosto, 2018 @ 16:33
Hola Mary,
si a ti y a tus compañeros os dejasen llevar los perros al trabajo, tu perrete se podría entretener con los peludos de tus compañeros. Ojalá llegue el día en el que se acepte llevar la mascota al trabajo con toda naturalidad.
Muchos besos
Coach Maribel Aponte
26 julio, 2018 @ 16:16
Posiblemente yo sería de las que no se pueden concentrar. Es que cada vez que mi perra pastor alemán viene y me mira con esos ojos hermosos…. muero. Me la como a besos. Me ha encantado este artículo. ¡Enhorabuena!!!
Erika Martin
10 agosto, 2018 @ 16:35
Te entiendo perfectamente, Maribel, esas miradas perrunas son irresistibles. Imposible no parar un momentito para darle un achuchón.
Me alegro que te haya gustado el post. Muchas gracias 🙂