Sandwiches verdes
Buscar una empresa de catering no es nada fácil. A la calidad de la comida y el tamaño de las piezas o porciones, se le juntan otros aspectos como que te lo entreguen siempre en la hora solicitada o que llegue toda la comida que encargaste y pagaste previamente.
Y cuando consigues encontrar un proveedor de catering de “confianza”, siempre aparecen los críticos culinarios de la empresa que echan por tierra todo el trabajo que hay detrás de poner las bandejas de comida sobre la mesa de una sala de reuniones.
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Los expertos culinarios
Da igual su posición en el organigrama. Desde el becario hasta el presidente de la empresa, todos se atreven hacer críticas en tono Gordon Ramsey. Es lo que tiene ser una persona exquisita y comer caviar en casa de forma habitual. Se te acostumbra el paladar a lo fino y luego la bechamel de una croqueta te sabe asquerosa, por eso, tienes que hacérselo saber a la inútil que encargó el catering, o sea, a mi.
Ojo, que las opiniones vienen bien para saber si sigues encargando comida a la empresa en cuestión o mejor buscas otra nueva. Sin embargo, cuando la gente se cree que está en un restaurante de 5 tenedores, en vez de en una comida rápida de trabajo en la oficina, pues va a ser que no.
Lectura recomendada: la cena de empresa
En la variedad está el buen gusto ¡mentira!
Todas las empresas de catering tienen bandejas preparadas con surtido variado de sandwiches, chapatas, petit pain, rollitos, etc. Lo mismo sucede con los bollos, tan vitales para las reuniones mañaneras 😉
Así que tú llamas y pides una bandeja grande, mediana o unidades sueltas. Piensas que así aciertas con los gustos de todos los sibaritas de la empresa. A saber: a unos les gusta el jamón serrano, otros prefieren el jamón de york, luego están los “healthies” que quieren sandwiches de pan vegetal con un espárrago dentro. No debemos olvidar a los vegetarianos, veganos, celiacos, intolerantes y a los ultra religiosos.
Algo parecido ocurre con la bebida ¿eh? Pones Cola normal y ahí se queda. Pones Light y algún despistado se la bebe. Pones Zero y se matan a codazos porque bebiendo un refresco con supuesto cero azúcar transmites que eres un tipo que cuida de su salud y eso te convierte en individuo molón en la oficina.
Ay, a veces son tan ilusa y tan optimista que me sorprendo a mi misma. No, amigo, en la variedad no está el buen gusto. Una nunca se acierta con el contenido de las bandejas de surtido variado. Siempre hay algo que nadie come o bebe:
- caracolas con pasas y azúcar glaseado por encima
- chorizo
- focaccias
- croissants de cangrejo con salsa rosa
- sandwiches de espárragos
- Fanta Naranja y Limón
Eso sí, el día que no encargas algo de la lista anterior, viene alguien a quejarse y a insinuar que gracias a la mi* de comida que has encargado, se ha quedado sin almorzar.
El sandwich verde de la discordia
Todo este rollo, que te he metido en la primera parte de esta entrada, ha sido para ponerte en contexto y que empatices conmigo con la anécdota que te voy a contar a continuación.
En una reunión de alto copete en el empresa con toda la plana mayor venida de las principales sedes europeas, solo se me ocurrió a mi encargar en el pedido una bandeja de sandwiches variados, que contenía varias unidades de sandwiches vegetales, o sea, con pan verde, una hoja de lechuga y una rodaja de tomate en su interior.
Una vez acabada la reunión y mientras todos estaban polulando haciendo networking por la sala con la taza de café en la mano, me puse a recoger los trozos de tortilla pisoteada en la moqueta, los tomates cherry espachurrados en los respaldos de las sillas, las latas de refrescos metidas dentro de los fancoils, las servilletas babosetadas … vamos, esas labores de señora de la limpieza que no están estipuladas ni pagadas en mi contrato de trabajo, descripción del puesto ni objetivos anuales.
Estaba en esos menesteres, cuando se me acerca una directora y me dice:
– Erika, esos sandwiches verdes dan asco
– ¿Por qué? ¿estaban pasados? ¿sabían mal?
– No, es que el pan de color verde da grima. Solo con verlos dan ganas de vomitar. No los vuelvas a pedir jamás
Lo gracioso de la historia es que esta directora era la típica que no levantaba el culo de la silla en todo el día y cuando lo hacía era para alimentarse de palmeras de chocolate, bolsas de patatas fritas y refrescos azucarados comprados en la máquina del vending.
– Bueno, una cosa es que no te gusten a ti y otra es que estén mal cocinados, conservados, caducados, presentados …
– Te estoy diciendo que no los vuelvas a encargar – aquí con un tono Chicote que hizo que los que estaban alrededor la escucharan y que ella se creciera de orgullo por llamar la atención a un empleado en público. Era su minuto de gloria.
– Perfecto, no los vuelvo a pedir – que una sabe cuando tiene que morderse la lengua y poner sonrisa de rubia lela.
El caso es que esta mujer, acostumbrada a comer delicatesen del vending, debió pensar que había ganado la batalla el día del sandwich verde. Por eso, durante un tiempo estuvo sacando punta a todos los pedidos de catering que ponía en las reuniones:
– No pidas crudités, eso no lo come nadie
– La tortilla de patata sin cebolla, ni es tortilla ni es nada
– El jamón serrano no era de bellota
– el queso curado sabía a plástico
Y la mejor de todas las quejas:
– No pidas chapatas. El pan es duro y rasca al pasar por la garganta. Pide siempre sandwiches y croissants que deslizan mejor y puedes comer más cantidad en menos tiempo.
Todo le parecía mal a esta mujer. Cambié la empresa de catering varias veces. Con todas se quejaba. Hartita me tenía. Sí, sí, tengo mucha paciencia, pero todo tiene un límite.
Solo tenía que esperar al momento apropiado para tener mi minuto de gloria y hacerle un zasca épico 😛 …
… una pequeña venganza que dio lugar a una anécdota de esas que pasan a los anales de una empresa y que cuando alguien pregunta “¿te acuerdas de …?” y todo el mundo lo recuerda perfectamente.
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Para gustos, los platos de comida (y los colores)
Que a ti de desagrade algo, no significa que los demás también 😛
Fondo de imagen destacada del post de Mix and Match Studio/Shutterstock
chus
11 mayo, 2018 @ 23:07
Para la próxima Kalise para todos… ?
Erika Martin
11 mayo, 2018 @ 23:11
¿Tú crees que con los Kalise triunfaré, Chus? Seguro que en mi oficina le ponen pegas también 🙂
chus
12 mayo, 2018 @ 00:33
?
Reholi
12 mayo, 2018 @ 00:33
¡Qué intriga! No vale hacer como las series, eso de dejar ahí con el giro de la trama a lo último y hacernos esperar a la próxima semana jajajaja tengo que decirte que descubrí tu blog hace unos días y me tienes enganchadísima. Confieso que te leo a hurtadillas en el trabajo jeje y cada vez que me hacen algún comentario tipo al de esta directora me acuerdo de tu santa paciencia y me callo con más facilidad,,,todo sea por el zasca posterior!
Gracias por todos tus consejos y buenos ratos! Una que se queda por aquí a leerte 😀
Un beso!
Erika Martin
12 mayo, 2018 @ 11:02
Hola Reholi,
jejeje te he dejado con la intriga ¿eh? Tenía que haber puesto al final del post «Comming soon» como en las series 🙂
¿Me lees a escondidas en el trabajo? Nena, ten mucho cuidado, no se vaya a acercar tu jefe a tu mesa, no te dé tiempo a minimizar y te pille con un post incendiario de los míos en pantalla.
Claro, quien ríe el último, ríe mejor. A veces es mejor callarse y esperar al momento perfecto para hacer el zasca perfecto 😛
Bienvenida al blog y gracias por leerme y comentar
Un besote
José Antonio Ramírez Gonzalez
12 mayo, 2018 @ 02:53
Sigo maravillado con lo que escribes e ilustras. Me encanta. Enhorabuena.
Erika Martin
12 mayo, 2018 @ 10:53
Mil gracias, José Antonio. Tu comentario es muy motivador para mi 🙂
Conxita
12 mayo, 2018 @ 12:22
Pero Erika cómo nos dejas así, estoy deseando leer esa «venganza» que con tu humor e ironía característica seguro que la susodicha aún recordará y es que hay gente que siempre es desagradable.
Esto de los caterings y cualquier celebración nunca acaba de contentar a todos pero también los voluntarios escasean.
Besos
Erika Martin
12 mayo, 2018 @ 21:33
Hola Conxita,
siempre hay gente desagradable y sobre todo con esto del comer gratis. Con mi venganza me quedé bien a gusto 😛 Lo leerás en breve, es que tengo que crear expectación
Muchos besos
Ana VaMpYeViL
13 mayo, 2018 @ 22:30
me encanta tu post! besitos!
Erika Martin
13 mayo, 2018 @ 22:40
Gracias, Ana ? Besos
Chari
15 mayo, 2018 @ 18:40
Ohhhh, qué curiosidad. Me muero por saber de tu zasca a la directora. Madre mía, eso de que los cruasanes y los sandwiches pasan mejor y puedes comer más en menos tiempo es una frase de antología. Del despropósito, pero antología al fin y al cabo. Ni que estuviéseis haciendo una maratón a ver quién engordaba más y mejor,..
Espero ansiosa la continuación.
Un beso enorme, Erika
Erika Martin
15 mayo, 2018 @ 22:43
Hola Chari,
pues sí, fue una frase antológica. De piedra me quedé cuando me la dijo y te aseguro que tuve que hacer un esfuerzo mental muy grande para no contestarla: «con la masa blanda de los croissants y sandwiches, se te puede hacer una bola en la boca y atragantarte por comer a dos carrillos igual que una muerta de hambre»
Ni por un segundo pensé que iba a causar tanta expectación con el zasca cuando escribí el post jajaja Publicaré la segunda parte el próximo viernes 😉
Un besote grande!
Eva
17 mayo, 2018 @ 15:00
Pues yo ese tono no se lo aguanto a nadie, me da igual quien sea y menos por la comida… pero me he reído mucho
Erika Martin
17 mayo, 2018 @ 23:31
Ya, Eva, desde luego es una falta de respeto, pero a veces es mejor callarse y esperar el momento apropiado para poner a las personas en su sitio.
Me alegro de que te hayas reído leyendo el post. Gracias 🙂
Maryasexora
20 mayo, 2018 @ 21:17
Tu jefa puede ser muchas cosas, pero desde luego, en una cosa tiene razón: la tortilla sin cebolla no es tortilla ni es ná. Y eso es indiscutible. ?
Besicos
Erika Martin
20 mayo, 2018 @ 22:26
Estoy de acuerdo con la bruja y contigo, Mary: una tortilla de patata siempre debe llevar cebolla. Lo que pasa es que en las reuniones la mayoría de la gente las prefiere sin para que no les repita por la tarde y evitar hacer malas digestiones. Cuando digo que hay gente muy sibarita y delicada es por cosas como esta de la cebolla 😉
Muchos besos
Raquel
22 mayo, 2018 @ 13:32
Hola Erika! me imagino que después de reseleccionar a una empresa de catering y pensar tanto qué pedir, para que luego lo critiquen, debe desmoralizar e indignar mucho, pero bueno por bien que lo hagas nunca llueve al gusto de todos, estoy deseando leer tu venganza, jejeej.
Erika Martin
22 mayo, 2018 @ 14:17
Hola Raquel,
es muy desmotivador porque intentas encargar un catering de calidad y al gusto de la mayoría de los asistentes, y siempre hay alguien que echa por tierra todo el trabajo que hay detrás. Pero llega un momento en el que eres consciente que nunca vas a acertar, así que las críticas te dejan de afectar.
Ya publiqué la venganza. Puedes leerla aqui
Besos
Óscar
15 julio, 2018 @ 13:37
Leyendo esto tengo claro que se merecía el zasca y digo más, se merecía un mes de suspensión de empleo y sueldo, por idiota Besitos
Erika Martin
17 julio, 2018 @ 18:31
¿Suspensión de empleo y sueldo? Qué radical eres, Óscar, jajaja
Besos