Tu primer día de trabajo
Empezar a trabajar una empresa nueva es siempre una experiencia aterradora, tanto para becarios como para gente que ya tenemos años de experiencia.
Te costará pegar ojo la noche de antes. Cuando llegues a la oficina serás un manojo de nervios. ¿Cómo serán tus compañeros? ¿y tu jefe? ¿cuáles serán tus funciones exactamente? ¿te darán formación? ¿cómo será tu mesa de trabajo? ¿con quién irás a comer?
La incorporación de un nuevo empleado a la plantilla es un asunto muy delicado porque dependiendo de la primera impresión que se lleve, durará más o menos en la empresa. Esto lo saben muy bien los de RRHH. Con todo lo que le cuesta encontrar talento, se esfuerzan al máximo para que la acogida sea excelente.
Por eso, crean planes onboarding (planes de acogida estupendos) Se preocupan mucho de que tengas una bienvenida maravillosa y que compruebes por ti mismo que es una organización de esas que se comprometen a tope con todos los empleados.
El recibimiento
Siento decirte que no te van a hacer un recibimiento como en la imagen de arriba. Allí no estará el Gran Jefe esperándote a la puerta ni nadie aplaudiéndote en Recepción.
La llegada a la oficina
Lo primero que haces cuando llegas es ir a ver a los de RRHH. Firmarás el contrato, la cláusula de confidencialidad y otros papelotes. Te pondrás muy contento cuando te entreguen tu tarjeta de empleado.
Luego te acompañan a tu sitio o llamarán a alguien de tu departamento para que venga a buscarte.
Esa fue bienvenida por parte de las altas esferas de la empresa. ¿Qué esperabas, que el Gran Jefe te diera audiencia en su despacho y que su secretaria te sirviera un café recién hecho con pastas? jajaja
La presentación a tu departamento
Es muy posible que cuando llegues a tu departamento nadie esté al tanto de que hoy es tu primer día. De hecho, seguramente no tengas mesa, silla, ordenador, cuaderno, boli, etc.
Ay, amigo, es que RRHH está súper ocupado, haciendo nóminas, tramitando altas y bajas por enfermedad, controlando horarios y vacaciones … Entiéndelos, bastante hicieron con un extenuante proceso de selección para contratarte.
Cuando te seleccionaron avisaron al comité de dirección y a nadie más. Como tu incorporación es información confidencial, pues no informaron a servicios generales, a los informáticos, a tu responsable, a tus compañeros, etc. Por eso, nadie sabía que hoy empiezas a trabajar.
Así que mientras te habilitan un sitio para trabajar de prisa y corriendo, echarás el rato con tu jefe de departamento.
Él te contará un poco por encima tus funciones y algunos procesos de trabajo. Sin embargo, él también está muy liado. Seguro que le han convocado a una reunión ineludible que empieza en 5 minutos. Así que llamará a otra persona te introduzca en el equipo.
La ronda por la oficina
Hecha la presentación en tu departamento, te llevarán de ronda por la oficina.
Este es otro de los momentazos del día. Los ojos de toda la plantilla estarán puestos en ti y Radio Patio tendrá una actividad informativa frenética.
Si es una empresa pequeña te presentarán uno por uno a todos los empleados. Si es una empresa mediana también te los presentarán a todos y acabarás con cacao mental de nombres y caras.
Si es una empresa grande, de esas de cientos de empleados, se limitarán a irte diciendo:
– Este es el departamento financiero … este es el departamento comercial … aquí está atención al cliente … el servicio está al final del pasillo y el vending en la esquina del fondo.
Cuando acabe la ronda por la oficina tendrás ya una mesa y una silla, y los informáticos estarán enchufando los cables del ordenador y el teléfono.
En este momento surgirá otro drama: habilitarte un usuario, una contraseña y acceso a los programas y carpetas. El informático te pregunta qué permisos necesitas y tú te quedarás de piedra, jaja.
La formación
¿Formación? ¿qué formación? Te han contratado porque eres un profesional con dilatada experiencia que ya lo sabe hacer todo.
Y esto tiene varias lecturas:
#1 En las empresas cutres
En empresas cutres, te darán las fichas técnicas de los productos para que te las leas mientras acaban de configurarte los accesos y permisos de tu ordenador. Esa será toda tu formación.
#2 Estás en un parque jurásico con dinosaurios
Tus compañeros llevan un mil años en la empresa o quizás éste sea en el único sitio donde han trabajado. No verán la necesidad de tener que explicarte cómo utilizar los programas del ordenador. Se piensan que en todos los sitios se utilizan las mismas extensiones y aplicaciones.
También se creerán que todas las empresas tienen las mismas políticas, procesos y procedimientos. Cuando hagas una pregunta, te mirarán como si fueras de marte. Tú te seguirás sintiendo como el perro del vídeo.
Como para ellos no hay nada qué explicar, lo que harán será querer saber cosas de ti (… aquí radio patio, empezamos emisión). Sí, te preguntarán dónde has trabajado antes, por qué te fuiste, etc. Mucho cuidado con lo cuentas y cómo lo haces. De esto depende si tendrás amigos en el futuro o si le vas a caer mal a todo el departamento.
#3 Te crees muy listo
Se apiadan de ti y te sientan junto a alguien que te va explicando todos los procesos, cómo utilizar los programas, etc. Sin embargo, tú te crees muy listo jaja y no tomas nota de nada.
Mal, muy mal. Serás el típico compañero nuevo pesado que durante varias semanas preguntarás todos los días: ¿cómo se hace esto? ¿cuándo tramite aquello dónde lo guardo? ¿qué hago cuando …?
Tu sigue así. Desquicia a tus compañeros y ya verás cómo no superas el periodo de prueba.
#4 Welcome on board
La última opción es que hayas tenido la gran suerte de aterrizar en una súper empresa en donde los de RRHH te hayan preparado un plan de abducción inducción, que ahora se llama “onboarding”.
Que a mí esto de “onboarding” me suena a los aviones cuando la azafata te dice “welcome on board”. No sé por qué se hacen los modernos con el inglés. Suena ridículo ¿no?
El “onboarding” consiste en que te encierran en una sala y a lo largo de varias horas/días pasarán por allí compañeros de cada departamento a explicarte qué hacen.
Ojo, estas presentaciones normalmente acaban siendo quejas sobre lo mal que funciona el departamento, la empresa, que si los jefes están ausentes y otros cotilleos varios. Vamos, que aprender, aprender más bien poco.
Así te llevas el primer chasco en la empresa y no sabrás si dimitir y salir corriendo o quedarte solo por ahorrarte la pereza de volver a buscar empleo.
RRHH te entregará un manual de bienvenida, en donde tendrás supuestamente toda la información de la empresa: organigrama, listado telefónico, horarios, vacaciones, política retributiva, beneficios sociales, el desarrollo de carrera, etc.
Digo supuestamente porque muchas veces está toda o parte de la información desfasada. P.ej. organigramas sin actualizar, listados telefónicos con empleados que ya no están en la empresa o procesos/procedimientos obsoletos.
Existen empresas súper molonas que te regalan un kit corporativo de cuaderno y boli para que tomes nota y a lo mejor alguna otra tontada de merchandising. Esto es de apreciar, ya te digo yo que seguramente tuvieran bronca con marketing (que tiene el presupuesto muy apretado y no puede gastar) para conseguirte estos regalitos.
El almuerzo
La hora de la comida cuando eres el nuevo es un momento delicado.
#1 Posiblemente hayas quedado con algún amigo que trabaja cerca de tu oficina para ir a comer por la zona.
#2 Si no tiene nadie trabajando por allí, otra opción es ir con tus compañeros. Ay, pero te sientes tan fuera de lugar todavía, que acabas inventándote cualquier excusa para ir a comer tu solo.
#3 Si has caído en una empresa donde hay mal ambiente o dónde tus compañeros te ven como una amenaza (esto pasa con mucha frecuencia), entonces te darán esquinazo.
En un momento de despiste tuyo (p.ej. una escapada al servicio o ir a la impresora), ellos se levantarán, pondrán el abrigo y saldrán pitando sin decirte nada. Si esta situación se prolonga durante semanas, amigo, les has caído mal.
Tu horario de trabajo
El primer día te dejarán irte pronto a tu casa, incluso antes de la hora que te corresponde.
Los siguientes, y a medida que vayas cogiendo el ritmo, te tocará trabajar hasta que llegue el vigilante de seguridad y te eche.
Cuando hayas aprendido (por tu cuenta) a hacer las cosas, te irás justo después de que tu responsable haya salido por la puerta de la oficina 😉
¿Me cuentas alguna anécdota de tu primer día de trabajo?
¿Saliste huyendo de alguna?
Conxita
4 marzo, 2018 @ 15:15
No sabía que ahora se llama onboarding, ya inducción me parecía un nombre muy poco apropiado pero lo onbarding jajaja no sé quién inventa estos nombres tan poco estimulantes.
Lo cierto es que los primeros días todo el mundo va perdido, si hay suerte y te han hecho una buena «acogida» (es el nombre que se da en mi empresa) tendrás unas sesiones preparadas en las que se acumulará información y documentación a consultar, siempre que haya funcionado la coordinación con informática y te hayan dado acceso a la red y a la documentación del departamento y esa coordinación no siempre acostumbra a funcionar.
Creo que es un momento muy importante y que se prepara poco, no se trata tanto de instrucciones y documentación sino de preocuparse de la persona que aterriza y hacer que entienda y se sienta bien en la empresa y para eso es necesario que los jefes y los equipos se impliquen y se trabaje bien cómo se integrará esa persona, en qué proyecto, etc. Y eso no se hace mucho.
Me ha gustado cómo lo has contado.
Besos
Erika Martin
5 marzo, 2018 @ 20:07
Hola Conxita,
sí, ahora se llama onboarding, yo tampoco sé de dónde se sacan esos nombres. Debe de ser en las reuniones esas de «brainstorming» jajaja Aunque casi prefiero eso a «inducción» que a mi me suena todavía peor.
La verdad es que nunca entenderé por qué hay esa descoordinación entre RRHH e Informática. Si los primeros están interesados en que el nuevo tenga una buena acogida, qué menos que habilitarle todo para que trabaje desde el minuto cero ¿no?
Estoy de acuerdo contigo, los primeros días son muy importantes y no tanto por la formación o los medios en sí, sino por hacerle sentir cómodo y quitarle los nervios/temores o sentirse perdido. Todos deberían implicarse más, incluyendo a los compañeros que a veces son un poco fríos.
Gracias. Muy buen comienzo de semana
Besos
marigem
5 marzo, 2018 @ 11:30
Jajaja, me ha pasado como a Conxiita, lo que más me ha llamado la atención ha sido lo de Onboarding.
Qué duros sonlos comienzos, hay tantos miedos…me encanta como lo cuentas.
Besos.
Erika Martin
5 marzo, 2018 @ 20:20
Hola Marigem,
ya es que cada vez que oigo lo de «onboarding» me imagino (en plan Ally McBeal) a los de RRHH a la puerta de la oficina, disfrazados de azafatas de avión, diciendo «bienvenido, abróchese el cinturón, si quiere un café pulse el botón que está sobre su cabeza …» jajaja
Los comienzos son durillos, todos hemos pasado por estas situaciones. Luego te das cuenta que suelen ser más tus nervios por hacerlo bien, que lo que realmente es.
Gracias, guapa.
Te mando un abrazo muy grande, con mucho cariño y muchos ánimos.
besos
Míriam
5 marzo, 2018 @ 12:44
Qué bueno tu post, es verdad que nunca me han hecho un onboarding bestial, pero he ido viendo cómo aumentaba el de la empresa en que estoy. Y es bastante desorientativo, la verdad.
Aún así, hace 8 años, tras la última fusión, a los tres que éramos nos trajeron a la oficina de «los otros», y mis tareas como recepcionista-que-vale-para-todo, crecieron exponencialmente. El primer día con ellos cada departamento me fue dando instrucciones de qué necesitaban de mí, poco a poco (lo apunté todo y lo cumplí), y el delegado de «los otros» me invitó a comer con algunos compañeros suyos, para conocernos. De las mejores entradas que he tenido en ningún sitio.
Pero luego la tormenta fue larga y tremenda: las rutinas cambiaron y yo no abarcaba tanto, ambas empresas me usaban como elemento de conciliación, me «cayó» la secretaría de un viceprediente al que despidieron de muy malas maneras, el reajuste de departamentos llevó despidos en grupo, tareas que se quedaban delegadas para mí, jornadas completas de vaciar muebles y archivos…
Mi consejo, a parte de toda tu sapiencia, es que, cuando entras en un centro de trabajo no muy grande, el trabajo es nuevo para ti y tú eres nueva también, el cambio es para ambas partes así que no tienes porqué sentirte «la extraña», pregunta con toda naturalidad esas cosas básicas de cómo hacéis para comer, puedo ir contigo a tomar un café… porque si te muestras tal cual eres, te aceptarán tal cual eres, y como en el plano de trabajo por supuesto lo harás lo mejor posible, todos estareis a gusto enseguida.
Erika Martin
5 marzo, 2018 @ 20:35
Hola Míriam,
¡qué bueno tu comentario!
Cuando entras en una empresa pequeña, no hay un plan de bienvenida brutal, pero a medida que va creciendo la empresa ya sí que es necesario preparar la acogida y la formación. Las fusiones son harina de otro costal. Yo también he pasado por alguna. Hay dos bandos que como no encajen bien ¡puff! luego está la reubicación de sitios, puestos, funciones ¡todo patas arriba! y todos como si fuerais nuevos. Te encuentras con «jetas» que se deshacen de tareas que antes odiaban y te las encasquetan a ti … tremendo. Al menos tuviste la suerte de que te invitaran a comer, hija, algo es algo.
Tu consejo es muy bueno también. Siempre hay que preguntar todo lo que no tengas claro, mejor eso que no equivocarse después 80 veces. Las preguntas que dices vienen muy bien para ir rompiendo el hielo y ganarte la amistad de tus compañeros de trabajo.
Gracias por tu comentario.
Besos
María José Cuenca
5 marzo, 2018 @ 15:02
Buenas tardes Erika,
Me encanta todo el repaso que has hecho del primer día y la manera de contarlo.
Me he reído con algunas cosas por ser tan ciertas como la vida misma.
Una de mis bienvenidas fue dándole la bienvenida a los trabajadores que se incorporaban el mismo día que yo ¿Un poco locura no? Pero es lo que tiene trabajar en selección, desde el primer momento teniendo contacto con el trabajo jajajaja.
Un abrazo!
Erika Martin
5 marzo, 2018 @ 20:40
¿Qué me estás contando, María José? Lo tuyo no fue onboarding, sino «aterriza como puedas» jajaja madre mía. Seguro que te hiciste muy colega de los que entraron el mismo día que tú, algo así crea más piña entre los nuevos.
Gracias por compartir aquí tu anécdota.
Un abrazo grande
Maryasexora
5 marzo, 2018 @ 19:18
Uy! que modernos son ahora… En mis tiempos eso del onbo…ese no se llevaba. Te soltaban en tu puesto y te decían: este es tu usuario y contraseña, que te diviertas.
Pero sí que es cierto que los primeros días son duros. Por suerte, yo siempre he empezado a trabajar después de haber tenido que pasar por la formación previa de turno. Con lo cual, ya hacías algo de piña entre novatos y era algo más llevadero todo.
Besicos.
Erika Martin
5 marzo, 2018 @ 20:46
Hola Mary,
es que ahora se tiene que decir todo en inglés para parecer moderno y guay jajaaj
No te creas, que todavía hay empresas cutres, que te dan el usuario y la contraseña y te toca buscarte la vida. Menos mal que a ti te han dado formación previa y así has conocido a otros novatos. Así ya has entrado conociendo a alguien para poder escaparte a tomar café o ir a almorzar acompañada 😉
Muchos besos
ramrock
9 marzo, 2018 @ 13:06
Pues no, no, no he pasado por eso.
Y como soy un gamberro incorregible se me acaba de ocurrir que ¿y que tal presentarse en RRHH con un simpático y DÓCIL animalito como este?: https://youtu.be/pOOzA39mMjg
😆 😆 😆 😆 😆
Lovely weekend.
Erika Martin
12 marzo, 2018 @ 19:59
Supongo que en tus tiempos, la incorporación a la empresa era algo como «esta es tu mesa y estos son tus compañeros, búscate la vida» ¿no? Una pena que no saliera el comité de bienvenida a recibirte con el onboarding plan
Siento el retraso en responder tu comentario. Lovely week, my friend!
ramrock
13 marzo, 2018 @ 19:43
Justamente eso, formidable Sherlock pero … ¿como diablos ha podido saberlo? 😆 😆 😆 😆 😆
María Rivero Sánchez
12 marzo, 2018 @ 22:28
Hola Erika:
Por fin he encontrado tiempo para leerte! Solo vi el título y la notificación en el email lleva varios dias en la bandeja como recordatorio, así que me ha dado tiempo a repasar todos mi «primer día» que, en la mayoría de los casos, se reduce al típico manual para leer en casa que yo siempre me leía en el metro de vuelta con la emoción del primer día superado.
Después de leerte he recordado que una ocasión una compañera se apiado de mí y me lo explico todo pacientemente. Eso sí, yo lo iba anotando en una libretita… Pensándolo ahora, no sé si la idea fue la mejor, porque allí iban notas, accesos, procedimientos y contraseñas, vamos, información supervaliosa en un cuadernillo que llevaba en el bolso (dejarlo al lado del PC o en algún cajón me pareció mala idea).
Y peor fue en otra en la que no recibí ninguna instruccion, así que empecé a trabajar como sabía, tan contenta, hasta que después de un par de semanas me llamaron a despacho para darme una repasata de todo lo que no les gustaba y para explicarme «Cómo no trabajaban». Luego lo arreglaron con un «pero estamos contentos contigo, ¿eh?». Como imaginarás duré poco ahí porque la sensación era siempre de estar controlada, así que me cansé rapido.
Feliz semana. Un beso
Erika Martin
14 marzo, 2018 @ 15:42
Hola María,
espero que hayas disfrutado mucho tus vacaciones. Qué rápido te has puesto al día, yo todavía tengo pendiente leer tu post de los jefes, ggrrr
Lo de leer el manual en el metro, comunicados, nuevos procedimientos y demás es algo que yo también hago. En el trabajo no te da tiempo y en casa estás a tus cosas y pasas de ponerte a leer la política de tal o de cual.
Ahora que lo dices y, con lo preocupadas que estamos tú y yo con la confidencialidad, llevar la libreta de notas corporativas o el manual en el bolso no es la mejor idea jajaja acabo de caer ahora. Mira que si nos roban el bolso ¡puff!
Imagino cómo te sentiste el día de la repasata. Es lo que tiene estar empresas que se creen que en todos los sitios tienen los mismos procedimientos y formas de hacer las cosas. Qué poco recorrido laboral tienen ¿verdad? Normal que te cansaras rápido.
Besos
Chelo
13 marzo, 2018 @ 17:47
Qué buena idea, Erika, ¡el primer día de trabajo! Y esa noche anterior y el almuerzo de ese día…Uf, si yo te contara. Mi anécdota es la siguiente: el primer día de empezar a trabajar en un Juzgado, me encuentro en un pasillo a un chico con un bocadillo envuelto en papel de aluminio debajo del brazo. Le pregunto por el juzgado en concreto que yo buscaba y me dice que pregunte a otra persona, que él se va a almorzar.
Cuando vuelve de almorzar me encuentra sentada en su mismo despacho, ¿tanto le costaba decirme «es éste del que yo salgo ahora»? Fue alucinante.
Me ha encantado el post.
Un beso.
Erika Martin
14 marzo, 2018 @ 15:50
Hola Chelo,
tremendo lo de aquel tu primer día en el Juzgado. Me parece muy bien que el tipo se fuera a almorzar pero no le costaba nada decirte, p.ej. «en la primera planta, al fondo del pasillo» Espero que no te tuviera 2 horas esperando. ¿Le dijiste algo cuando volvió o lo dejaste pasar? supongo que la situación debió de ser un poco tensa (entre los nervios del primer día y el plantón …)
Me alegro de que te haya gustado el post.
Un besote
elrincondemonica
15 marzo, 2018 @ 17:11
Me ha gustado mucho tu descripción del primer día. Me he acordado cuando mi primer día de trabajo.Yo he tenido la suerte que donde he trabajado siempre me han acogido bastante bien, y la suerte es que han sido en empresas pequeñas o medianas. Me encantan tus historias de secretarias, me siento muchas veces identificada. Besitosss
Erika Martin
15 marzo, 2018 @ 17:37
Hola Mónica,
qué suerte has tenido, recibir una buena acogida por parte de compañeros y jefes ayuda a tranquilizar los nervios del primer día. Yo creo que no depende tanto del tamaño de la empresa en sí, sino de los compañeros no vean como un incordio estar pendientes de ti los primeros días 😉
Me alegra saber que te gustan mis historietas y que te identificas con ellas de vez en cuando. Mil gracias
Muchos besos
Adri
22 marzo, 2018 @ 10:07
Que risa!!!! es que la descripción es clavada!!!! convulsiona: llevo agenda y lápiz y un sandwich en el bolso como PLAN B?
Erika Martin
28 marzo, 2018 @ 22:38
oooohhh, ¡sandwich en el bolso como Plan B!! Esa es una idea brillante, Adri. Gracias por compartirla jaja a más de un lector del blog le va a venir muy bien 😉
Feliz Semana Santa
PD: disculpa por responder con tanto retraso, he estado enferma
Óscar
8 mayo, 2018 @ 08:58
Yo creo que lo más importante es que caigas bien a alguien y no te den todos de lado El ambiente hace mucho para ser productivo o salir corriendo. Acogida es una palabra mucho más óptima. Besitos
Erika Martin
8 mayo, 2018 @ 22:56
Hola Óscar,
yo también creo que lo más importante es caer bien a alguien. Lo malo es que algunas veces el ambiente en la empresa es tan malo, que los propios compañeros te ven como una amenaza para su puesto de trabajo y te harán el vacío. Claro, en esas circunstancias es muy posible que salgas corriendo y no regreses al día siguiente.
Muchos besos
Victoria
11 febrero, 2019 @ 16:26
Mierda, el almuerzo! Entro pinchando en mil links buscando cómo aclimatarse a un nuevo trabajo -espero que suceda en breve, cruzando dedos!, y me encuentro con este post después de haberme leido el blog de pe a pa y reído un buen rato… Me acabo de poner de los nervios. Juega en mi favor que los alemanes (soy neurona fugada), consideran comer como un acto que les quita tiempo de cosas importantes y dura lo justo y necesario, llevo años comiendo delante del ordenador; pero esta gente tiene cantina de las de pasar la tarjeta de empleado y que te descuenten del sueldo el condumio. Me cuentan que hasta hay equipos que se quedan de cervecitas o_O
Muchas gracias por el aviso, voy a ponerlo en lo alto de la lista de cosas a revisar.
Erika Martin
11 febrero, 2019 @ 18:41
¡Hola Neurona Fugada!
entiendo lo que dices de la hora del almuerzo alemán: cuanto antes entras a trabajar y menos dure la pausa de la comida, antes te vas a tu casa. Sin embargo, «Spanien ist anders», especialmente en empresas de mentalidad de años ’50, donde se mira más calentar la silla y estar en la oficina hasta bien entrada la tarde/noche, que ser productivo. Por eso, supongo que hay equipos en esa empresa que se quedan de cervecitas, así hacen tiempo, jajaja
Yo te recomiendo que, al menos los primeros días, te vayas a comer con tus compañeros. Así les conoces, te ponen al día de los intringulis de los jefes y la empresa y, de paso, creas sintonía con ellos. Lo contrario podría hacerte parecer un poco asocial. Ya cuando lleves un tiempo en la empresa, decides si comes en tu sitio (ojo, que en algunas oficinas está prohibido para evitar que el open space huela después a Sauerkraut ?).
Victoria, te deseo mucha suerte en tu nuevo trabajo, que te incorpores pronto y que te acojan muy bien.
Un saludo
Victoria
12 febrero, 2019 @ 09:02
Jajaja Sauerkraut no, pero en la sección Olores de Oficina tienes que hacer mención al Vapeo… no sé si está extendido pero en mi oficina lo aceptan y mis compañeros me tienen hasta las narices con el chupete todo el día, me entran hasta arcadas -y yo soy de las que sale a fumar caiga quien caiga.
Vamos a ver qué pasa con la entrevista final; aquí el suspense se alarga demasiado, se lo toman con mucha calma -con este proceso empecé hace mes y medio…
Un saludo desde «ReNarnia» del Norte.
Erika Martin
12 febrero, 2019 @ 21:01
¡¡¡un momentooooo, Victoria!! ¿me estás diciendo que en tu oficina está permitido fumar? Pero si los cigarros electrónicos están tan prohibidos como los de tabaco. Tú trabajas en sitios muy raros ¿eh? en uno vapean y en otro beben alcohol, jajaja
Definitivamente lo mejor es bajar a la calle a fumar. Entre que vas y vienes, son 10 minutitos, que sumados por unos 4 o 5 cigarrillos al día, se traduce en casi una hora de escaqueo de tu jornada laboral jijiji.
Ten paciencia, algunos procesos de selección duran varias semanas e incluso meses. En cualquier caso, espero que no conozcas a uno de los personajes más famosos y odiados de este blog: Luis, el reclutador.
No sabes lo que me he reído con lo de «ReNarnia» ¡buenísimo!
Saludos
Victoria
12 febrero, 2019 @ 21:10
Fumar , prohibido? Tenemos dos cocinas y en una parecía un fumadero de opio incluso con la ley en vigor, el Gran Jefe Indio era el primero que estaba allí despachando… De los 20 empleados fuman 19. Y el vigésimo protestó, así que tres pisos arriba y abajo cada dos horas, descontados de la hora de pausa para comer. Pero entre las dos horas todos con la flauta en las hocicas que parece eso la Filarmónica de Berlín. Yo no protesto, simplemente abro la ventana de par en par y que les dé el «fresquito» mañanero para ventilar, -10°C así desde primera hora despejan que ni los solos dobles con porra. Y si caigo yo, baja por enfermedad que aqui son sagradas.Win-win.
Erika Martin
12 febrero, 2019 @ 21:21
Ayer pensé que eras alemana viviendo en España, pero acabo de darme cuenta que es al revés, española viviendo en Alemania ¿correcto? Voy a pedir a Españoles por el Mundo que vayan a verte y a visitar tu empresa con el Gran Jefe Indio y los flautistas de la Filarmónica de Berlín, jajaja
Pensaba yo que los renarnianos respetaban más todo lo «Verboten». Haces bien en abrir la ventana, todo son ventajas para ti.
Victoria
12 febrero, 2019 @ 21:29
Stimmt, me hice un Vente P’a ReNarnia Pepa hace ya casi cinco años. Y contando…
Al GJI (Gran Jefe Indio) no le van a ver porque le dio un yeyo viniendo a la oficina en bici. En su lugar van a ver a un anormal que odia fumar, a ese va a costar más quitárselo de encima – a mí plim, antes del fracaso oficial de la Operación Bikini a Dios pongo por testigo que pasaré hambre en otra empresa…
Pero «Man kocht Bohnen über all», lo de las prohibiciones, según para qué, se las toman muy a la ligera… de prevención de riesgos mejor no hablamos , que ya has hecho un post épico al respecto.
Erika Martin
12 febrero, 2019 @ 22:03
Normal que al GJI le diera un pa’llá. Siendo un fumeta habrá acabado reventado subiendo y bajando cuestas con la bici jajaja Pues eso, que los de la tele conozcan al anormal, así se hace famoso en el sur de Europa. Que seguro que es de los que va a «Majorca» a veranear.
Neurona Fugada, me dejas alucinada. Yo estuve hace muchos años en FFM y las 3 empresas por las que pasé eran super legales en todo y super estrictas con los riesgos laborales. Lo mismo cuando volví a España y empecé a currar en una empresa alemana, que me mandó un mes a su central en un pueblo perdido en medio de un bosque a una hora de Köln (a bajo cero también y con nieve por las rodillas, por cierto) … O cambiado mucho la cosa en Alemania o me tocaron las únicas empresas alemanas estrictas o es que los de ReNarnia del Norte son los raritos de ese país, jaja
Victoria
12 febrero, 2019 @ 22:12
No no, el fumeta era el hijo que lo puso de becario a ver si levantaba cabeza y el muy ca**** se ponía a fumar marihuana en los baños -no, el ambipur NO huele así, yo también he ido a conciertos, y luego se quedaba encerrado allí, durmiéndola (no puedo publicar unas memorias , al biógrafo no le da entre tranquimazines y partirse la caja con mi vida).
Aquí por lo visto son estrictos hasta que se firma todo el papeleo de pasada revisión. En cuanto se cuelga el cuadrito en la pared con la certificación, ancho es Ruhrgebiet. Claro que cómo va a encontrar el Herr Inspektor estos pueblos , si están en el Google Maps por rellenar…
Erika Martin
12 febrero, 2019 @ 22:33
jajajajaajaja estaría guay que publicaras esas memorias de tus andanzas por ReNarnia y la Ruhgebiet.
Claro que no, ni el ambipur de lavanda huele así.¡¡Qué crack el hijo del jefe!!
Buenísimos tus comentarios, me parto de la risa con ellos.
yentelman
15 enero, 2020 @ 20:59
Cuando entré a currar en mi empresa actual, hace ya casi 13 años, tuve que dar mis datos personales a un chaval del departamento de informática para que me registraran en el sistema. El encargado de coger mis datos era un tipo callado y peculiar que, para mi sorpresa, cuando le digo mi nombre me contesta: «¡hombre! ¡Mad American!».
Mad American, el Americano loco, era mi nick en una web de descargas por torrent en la que yo estaba muy activo por entonces, la en su día muy popular y hoy ya fenecida Animersion. Resulta que el chaval en cuestión era uno de los administradores de la web, y se acordaba de mí. La cara que se me quedó en aquel momento fue…
Hace unos cuatro años, me pasó algo parecido con uno de mis alumnos. Hablando con él por teléfono para presentarme, me pregunta si mi nombre completo es el que es. Le digo que sí, y me dice su nick de Animersion. En su día fue moderador y muy amigo de los admins. Suelo quedar con él una vez al año, cuando voy de vacaciones a Cantabria.
Internet mola a veces. 🙂
Erika Martin
16 enero, 2020 @ 22:17
jajaja qué pequeño es el mundo (el real y el virtual) Me imagino tu cara alucinando y con los ojos como platos cuando el chaval de IT te reconoció. Supongo que con tu alumno ya no te pilló tan de improviso.
Debías de ser el rey de las descargas para que los dos se acordaran de ti, LOL
Geniales tus anécdotas, David. Thanks for sharing them