Una espía en la oficina
Hace tiempo te conté que a los jefes les encanta hacer ver a los demás que tienen un mal día y están enfadados:
- Dan puñetazos sobre el escritorio
- Portazos
- Gritan
- Estampan contra la pared el portafirmas, el Smartphone o cualquier otra cosa que tengan a mano
- Y todo el teatrillo de un niño de 5 años con rabieta
Si tienen que regañar a un empleado mindundi, lo harán en cualquier parte de la oficina para que dejarle en evidencia ante el resto de la plantilla. Si no humillan, no se quedan a gusto.
¿Qué ocurre cuando el gran jefe regaña a otro directivo?
La bronca será siempre en su despacho a puerta cerrada. Aquí casualmente el asunto es más discreto y ya no hay escarnio público.
Entran los dos y después de un par de minutos se empiezan a oír gritos y golpes.
Esto es súper emocionante, sobre todo, si la bronca le está cayendo al típico director al que todos odiamos en la oficina por preponte, explotador o por jeta.
Confieso que a mí siempre se me pone una sonrisilla malvada en la cara ¿Qué quieres que te diga? No puedo evitar que me invada una sensación de felicidad cuando estos directores va a recibir lo que se merece, jejeje.
Los tabiques de pladur
Hace un tiempo los despachos de mi oficina tenían los tabiques de pladur y no podías ver lo que estaba ocurriendo realmente ahí dentro. Como los despachos están insonorizados, oías gritos, pero no entendías lo que estaban diciendo.
Esto daba alas a mi imaginación. Me los figuraba:
- agarrándose del cuello
- dándose guantazos
Claro, es toda una intriga:
- no poder ver
- no entender el motivo de la bronca
- o escuchar cómo se intenta defender el directivo prepotente … que, aunque tampoco hace falta ser muy listo para saber que le echando la culpa a su equipo, molaría oírlo de su propia boca jajaja
El vaso de cristal pegado a la pared
En estos momentos de intriga, he de decirte que más de una vez he ido a la cocina a por un vaso de cristal y lo he pegado al tabique. Te prometo que lo digo completamente en serio.
Dicen que así se amplifica el sonido y que puedes escuchar las conversaciones del otro lado de la pared.
¡Mentira! O es una leyenda urbana o el material de insonorización de la oficina es de alta calidad. Te confirmo que sigues sin entender lo que están diciendo.
Algo así hay que compartirlo
Otras cosas me las callo, pero cuando mi jefe le echa la bronca al directivo con el ego crecido de turno, tengo que llamar a alguien de confianza del departamento correspondiente:
– Que sepas que a tu jefe le están echando la bronca, jijiji
– Erika ¿qué dicen? ¡Por dios! infórmame
– No entiendo nada de lo que dicen. La insonorización distorsiona las voces. Pero se deben estar matando por los golpes que están dando.
– ¿Has puesto el vaso pegado a la pared?
– Sí, pero esta técnica no funciona
– ¡Vaya espía de pacotilla!
¿Espía? dijo mi compañero ¿espía? ¡Oh, sí! cómo me gustaría tener un bolígrafo con micrófono y cámara incorporados, escondido en el bote de los bolis de mi jefe. Podría activarlo cada vez que hubiera un evento de estos y no perderme ni solo un detalle de lo que ocurre ahí dentro.
Las paredes acristaladas
Un día decidieron en el comité de dirección ser más accesibles con los empleados, con lo que llamaron “la política de transparencia”
Se suponía que los jefes iban a comunicarse más con todos los empleados, a informarles de los objetivos de la empresa, y todas esas tonterías que los consultores externos les dicen que tienen que hacer.
Resultados de la política de trasparencia:
- Pagaron un pastón a los consultores y eso agotó el presupuesto para subirnos los sueldos a los empleados
- Comunicación tan escasa como antes
- Accesibilidad poca también porque siguen encerrados todos en sus despachos.
Solo hubo un cambio. Echaron abajo los tabiques de pladur y los sustituyeron por paredes acristaladas.
Ahora es como si estuvieran metidos en peceras y cualquiera que pasa por la zona noble puede ver lo que hacen, igualito que un escaparate de una tienda.
– ¡Genial! Ahora sí que tendré espectáculo de lucha libre en directo – pensé
Las paredes son de doble acristalamiento. Cada cristal debe tener medio centímetro de grosor y entre ambos hay una cámara de aire, que aísla completamente el sonido.
Es decir, ahora no oigo absolutamente nada, ni siquiera distorsionado. Estoy peor que con los tabiques de pladur 🙁
Que vale, sí, ahora veo lo que hacen ahí dentro … pero mi jefe también me ve a mi, me tiene completamente fichada.
Bueno, a lo que iba. Con este cambio a paredes transparentes, ya no necesito imaginarme lo que ocurre ahí dentro cuando están discutiendo.
Resulta que no se matan, ni se pegan ni nada. ¡Menuda decepción! yo que tenía las palomitas preparadas … Se sientan en la mesa de reuniones del despacho y hablan como personas civilizadas. O sea, sin dar golpes ni puñetazos en la mesa.
Yo creo que es porque como están en el escaparate, tiene que guardar las formas. Eso sí, seguro que los ataques son de palabra y que se pasan el rato diciéndose palabrotas y cosas feas.
El kit del espía
En estos momentos de bronca moderada, hago como que trabajo, pero les controlo por el rabillo de ojo, no vaya a ser que a uno se le escape un guantazo y me lo pierda.
Ocurre que siempre pasa por allí algún compañero. Por las caras tensas, se da cuenta en seguida que hay tomate:
– ¿Hay movida?
– Sí
– ¿Por qué?
– Ni idea. Imposible enterarse de algo con el cristal ese. Es más gordo que los cristales blindados de los bancos.
– Erika, vete a la tienda del espía. Nos tienes que informar de estas cosas.
– ¿Qué te crees, que no estoy en un sin vivir? Me vendría muy bien un bolígrafo de esos con micrófono y cámara incorporados.
– Hay que organizar una colecta entre todos, para comprar una cámara de video vigilancia que grabe sonido y que se pueda conectar a los ordenadores. Así podríamos ver y escuchar todos el espectáculo en directo.
Y ahí estoy esperando a que recauden fondos para ir a comprar mi súper kit de espía e instalarlo un día que mi jefe se vaya de viaje de negocios
Y cuando sale el directivo vapuleado del despacho …
Esto es lo mejor de todo. ¿Sabes por qué? Porque el directivo prepotente-arrogante-más-odiado-de-la-oficina sale del despacho del gran jefe con la cara desencajada y las orejillas gachas como los perrillos.
El tipo quiere ir corriendo a su despacho a lamerse las heridas. Ahí estoy yo para interceptarle y hacer más sangre todavía 😛
– ¡Vaya bronca te ha echado! ¿Qué has hecho para que se ponga así contigo? – dicho con una gran sonrisa de bruja
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¿Y en tu trabajo, hay paredes de pladur o de cristal?
Cuando el gran jefe echa la bronca a otro jefe que nadie soporta
¿os alegráis todos?
Superviviente trabajando en casa
24 febrero, 2017 @ 21:27
Lo malo es que seguro que después lo paga con algún subordinado que no lo veía bien. Por cierto, lo del vaso yo lo intenté una vez… Y tampoco! Pensé que eran las pareces o el eco, pero igual es que en realidad es un mito. Muy gracioso el post de esta semana!!!
Erika Martin
24 febrero, 2017 @ 21:42
Eso seguro, Superviviente, las broncas y los marrones siempre caen en cascada hacia abajo.
Qué bueno que tu también hayas probado lo del vaso ?? me muero de la risa. Pues si a ti tampoco te funcionó, eso es que es un mito que nos han colado jajaj
Gracias
PD ya te he votado a los 20Blogs ¡suerte!
Superviviente trabajando en casa
24 febrero, 2017 @ 21:29
(perdón por las faltas, estoy con el móvil y corrige como quiere)
Erika Martin
24 febrero, 2017 @ 21:44
? tranquila, solo he visto una y te la he corregido
marigem
24 febrero, 2017 @ 23:15
Jajajaja, te he imaginado con el vaso pegado a la pared!!!!!
Me he reído mucho, y me hacía una falta que llevo una semana…
Besos y feliz finde.
Erika Martin
25 febrero, 2017 @ 21:10
Te juro, Marigem, que lo del vaso es verdad. Y como no funcionaba, pegaba la oreja directamente en la pared.
Me alegro de haberte hecho reír un poquito. Espero que tengas un finde estupendo para compensar tu semana.
Muchos besos
Celia Segui
25 febrero, 2017 @ 11:17
Jaja. QUé mala eres!
Qué putada lo de las paredes acristaladas, vaya control.
Parece que los directivos de ahora son peor que los niños de cinco años que mentas, vaya tela…
Besos y feliz finde!
Erika Martin
25 febrero, 2017 @ 21:08
jajaja a veces puedo ser muy bruja, Celia.
Pues sí, porque igual que yo le vigilo por el rabillo del ojo, él hace lo mismo conmigo. Lo malo es cuando me levanto a pajarear un rato por el pasillo y tardo en regresar. Se nota mucho que estoy de escaqueo.
Los enfados de algunos directivos de ahora rozan lo patético con las rabietas que montan. Es para grabarles en vídeo y que se vean después.
Muchos besos y a disfrutar de tu tierra!
Chelo
25 febrero, 2017 @ 11:30
Erika De Vil (con cariño), qué gracia me ha hecho lo de tu cara de felicidad tras la bronca a ese jefe. Yo creo que en el fondo es normal que casi todos los mortales disfrutemos un poquito cuando les toca a ellos, así sabrán qué se siente.
Menuda movida lo de querer averiguar el motivo, la verdad es que es muy intrigante.
¡Genial post, amiga!
Un beso y buen finde
Erika Martin
25 febrero, 2017 @ 21:04
Hola Chelo,
es que no puedo guardar la compostura, siempre se me escapa esa sonrisilla malvada, jijii
Bueno, algunas veces sí sé el motivo de la bronca e incluso la presencio.
Muchas gracias, genial que te haya gustado
Muy buen finde para ti, guapa. Besos
Entre suspiros y un café
25 febrero, 2017 @ 16:08
Qué pena que esto no sea suficiente para que el jefe-odiado recapacite, tome conciencia de sus conductas y cambie…
¡Feliz finde Erika!
Un besote grande 🙂
Erika Martin
25 febrero, 2017 @ 20:59
Estoy completamente de acuerdo contigo, Patri, porque lo cierto es que salen cabizbajos del despacho pero a los 5 minutos se les ha olvidado y vuelven a ser prepotentes.
¡Feliz finde! Disfruta el Carnaval
Un besote
Conxita
25 febrero, 2017 @ 20:14
Me has hecho reír con la preguntita de rigor al vapuleado, se la merecen. La pena es que ellos lo hacen en privado y al subordinado de turno lo abuchean en público. Y esas peceras son horrorosas,
Estoy contigo que el kit de espías debería incorporar un super poder de hacerse transparente, tiene que ser la bomba poder verlos sin que te vean y escuchar lo que dicen, sobre todo si el jefecillo de turno es de los que van con los humos muy subidos.
Un beso guapa
Erika Martin
25 febrero, 2017 @ 20:57
jejeje, Conxita, la preguntita se la hago en plan puntilla taurina, para rematar
Tienes muchas razón, no es justo que a ellos les caigan las broncas en privado. Deberían ser en público también, sobre todo, ahora que muchas empresas van de modernas con sus organigramas transversales, en vez de piramidales
¡uuuuuuuyyyy! lo que has dicho, poderes para hacer transparente. Eso sería la pera. Tengo que investigar a ver si se vende algo así, jajaja
Un besazo!
Julia C. Cambil
26 febrero, 2017 @ 00:47
No me puedo creer lo perversita que puedes llegar a ser, Erika jajajaja. La verdad es que yo también estaría loca por saber, con todo lujo de detalles, lo que se cuece en los despachos durante esas broncas. ¡Lástima de cristales aislantes! Si te sirve de consuelo piensa en lo mal que lo deben de pasar teniendo que guardar las formas para que parezca que solo charlan civilizadamente. Eso también requiere autocontrol, ein? 😛
¡Un beso grande y feliz domingo!
Erika Martin
26 febrero, 2017 @ 20:24
jijijiijj perversita bruja, Julia. Los cristales me han fastidiado el cotilleo.
Es verdad, no había caído en lo mal que deben estar pasándolo ahí dentro aparentando que charlan cordialmente. Les voy a nominar a los Óscar, le veo con mucho talento en interpretación jajaja.
Un besazo muy grande y muy buen comienzo de semana!
Maryasexora
28 febrero, 2017 @ 22:46
Jajaja, que nos gusta un cotilleo y ver sufrir a los jefes.
Lo bueno de mi trabajo es que las paredes son de papel y todo se escucha. No veas que silencio se crea cuando se empiezan a escuchar las primeras voces… No salimos ni a nuestros descansos para no perder hilo, no te digo más, jajaja.
Besicos
Erika Martin
1 marzo, 2017 @ 23:32
Mary, así es cotilleo y ver sufrir a los jefes es la combinación perfecta para conseguir la felicidad del empleado jajaj.
Qué envidia cochina me das con lo de que en tu trabajo las oficinas tengas las paredes de papel. No me extraña que se haga el silencio cuando empiezan los gritos y que no vayáis ni al descanso. Seguro que sacáis las palomitas y todo
Muchos besos
ramrock
1 marzo, 2017 @ 20:36
Pues estoy pensando que para espiar, lo mismo el adiestrar a alguno de esos pequeños amiguitos mios podria valer ¿no? Una cobayita pequeña con un pequeño micro que se pueda colar por alguna rendija y …
Well, feliz lo que queda de semana, yo he estado un poco ausente, no tenia muchas ganas, cosas de rollos médicos.
Lovely night.
Erika Martin
1 marzo, 2017 @ 23:08
Creo que tus pequeños amiguitos serían los espías perfectos, nadie sospecharía de ellos jijiiji Tráemelos a la oficina para irlos entrenando y mandarles a una misión en el despacho del gran jefe 😉
Los rollos médicos no son nada importante ¿verdad? cuídate.
Yo esta semana también ando medio desconectada.
Lovely night, my friend!
ramrock
2 marzo, 2017 @ 00:55
Bueno …todo va bien pero de unos años a esta parte me he hecho muy miedoso.
Nos leemos, have a beautiful Thursday
Erika Martin
2 marzo, 2017 @ 21:32
pues no te preocupes, Ramrock, los rockeros nunca son miedosos jejee
EvaLuxurius
16 marzo, 2017 @ 21:29
He descubierto hoy tu blog y me propongo leer todos los días una de sus entradas. No hay nada mejor como el humor para evitar pensar en los malos ratos. jajajaj me he reido mucho imaginándote vestida de espía en la oficina…¡vivan los cotilleos de oficina¡
Erika Martin
16 marzo, 2017 @ 22:18
¡Hola Eva, bienvenida al blog!
un día de estos te juro que voy a la oficina con gabardina, bigote y gorro como los espías de verdad. ¡Viva los cotilleos! jeje
Pues tienes unos cuantos posts para leer jaja llevo ya casi 3 años escribiendo. Espero que los demás te hagan pasar tan buen rato como este.
Saludos
Óscar
24 mayo, 2019 @ 08:56
Lo bueno de estas cosas es que todo el mundo se pone de acuerdo para alegrarse por la bronca que recibe. Lo malo es que nunca son las suficientes,, necesitarían una diaria. Besitos
Erika Martin
25 mayo, 2019 @ 09:48
Sí, Óscar, creo que a todos nos sale una sonrisa maliciosa cuando el Gran Jefe echa la bronca a algún Jefe, especialmente si éste es un negrero.
Besos
A JACOB
12 noviembre, 2020 @ 11:17
Jajajajaja, muerta de risa ! Todo lo que cuentas es pura verdad. Gracias !
Erika Martin
12 noviembre, 2020 @ 19:06
Por tus risas, intuyo que tú también eres una espía en la oficina y que cada vez que hay bronca entre directivos estás con el vaso de cristal pegado a la pared para intentar enterarte de qué ocurre.
Gracias a ti, A.Jacob, por leer y comentar 🙂