¿Cómo descubrí que tengo intolerancia a la lactosa?
Hola, como alguno de vosotros recordará, hace un par de semanas no pude escribir post porque estaba yéndome la pata abajo en el wc. A raíz de vuestros comentarios en aquel aviso, he decidido contaros cómo descubrí que tengo intolerancia a la lactosa, los síntomas y las pruebas que me hicieron para diagnosticarme.
Antecedentes
Todo empezó el verano pasado, en agosto. En la pausa del almuerzo en el trabajo, comí una ensalada cesar. No me cayó bien al estómago y me tuve que ir a casa con los sudores fríos y unas náuseas tremendas.
Por la noche empezó la fiesta. Vómitos y diarrea a lo bestia. Perdí la cuenta de las veces que me lo hice todo encima.
Nunca en mi vida me había puesto así de mal. Sabía que tenía que ir al hospital pero estaba tan mal que no podía separarme del wc. Y no, ni se me pasó por la cabeza llamar a una ambulancia.
Perdí 4 kg.
Al día siguiente llamé al trabajo:
– No puedo ir a trabajar. Estoy tan mal que ni siquiera puedo ir al médico a por un justificante.
– No te preocupes, ya irás cuando puedas. Cuídate.
Fui dos días después al médico. Estaba tan floja y débil que casi ni me tenía en pie. De hecho, después de reconocerme, llamó a un celador para que me llevara al practicante en silla de ruedas.
Me puso una inyección en el culo tamaño caballo para cortar la cagalera.
El médico me puso un tratamiento en el que me tomaba 5 pastillas en cada comida.
Me alimenté primero a base de suero y después a manzanas y plátanos.
Pasaban las semanas y yo seguía mal. Cada vez que comía me daban las náuseas o tenía que salir volando al baño. Por no hablar del cansancio brutal que arrastraba.
Diagnóstico
En octubre volví al médico. No era normal. Entonces empezaron las pruebas serias.
Analítica
Orina: esta prueba la conocéis todos 🙂
Heces: Hay dos pruebas:
- Una prueba normal de coger caca y meterla en un bote.
- La otra consiste en que te dan 3 botes con un líquido en su interior. Recoges una muestra de caca una vez al día durante 3 días y vas guardando los botes en la nevera junto a la lechuga o los yogures ¡qué asco! Era para buscar bacterias, virus y otros aliens en el interior de tu cuerpo.
Sangre: además de los normales, me hicieron perfil genético.
Sí, a estas alturas de la vida descubro que soy celiaca genéticamente. Por suerte no he desarrollado la enfermedad y puedo seguir tomando cerveza.
Prueba intolerancia a la lactosa
Te dan a beber un líquido sabor “puaj” y pasado un rato tienes que soplar en una máquina (como los controles de alcoholemia). Esto se repite varias veces.
A la primera toma yo ya estaba fatal. Se me revolvió el estómago y tenía ganas de devolver. Fui a soplar.
Casi reviento la máquina, jajaja de 0 a 100, mi resultado fue 91. Toma ya.
Ahí acabó mi prueba, ya no tenía que seguir bebiendo el líquido sabor “puaj”. Ya lo ves en la foto, intolerancia grave a la primera.
Me dieron una lista de alimentos:
- 3 folios de prohibidos
- y 15 líneas de alimentos que sí puedo comer.
Ecografía abdominal
Todo iba bien hasta que me pasaron el cacharro por el riñón derecho.
– Anda, tienes una malformación
– ¿qué, yo? ¿quéeeeee? Nooooooooo. Nunca he tenido molestias en el riñón.
– Pues lo tienes desde siempre, es congénita.
Pues sí, a mi edad también he descubierto que tengo un riñón mal de nacimiento. Aunque no es grave ni tiene importancia. Menos mal.
Gastroscopia
En diciembre me hicieron una gastroscopia.
Te meten un tubo con una cámara y unos cables negros muy gordos por la garganta y te lo deslizan todo hasta el intestino.
Para ello te echan anestesia local y lo puedes ir viendo por la pantalla en plan documental de National Geographic.
¿Qué quieres que te diga? No tengo necesidad de verlo, soy de esas que se marean cuando ven sangre. Pedí sedación total.
¡Ostras! Qué sensación más guay.
Te quedas frito en unos segundos. No te enteras de nada. Y despiertas super relajado y feliz.
Era algo que desconocía porque a mí nunca me han tenido que operar de nada, ni siquiera de anginas o apendicitis.
Al llegar a casa, me senté en el sofá, cerré un momento los ojitos … me desperté al día siguiente en la misma posición. Madre mía, me habían dejado totalmente drogada.
La gastroscopia dio que tenía el intestino ligeramente inflamado y un eritema.
A todo esto, yo seguía haciendo mal las digestiones, perdiendo peso, extremadamente cansada … Lo peor de todo no es la diarrea o los vómitos.
Lo peor es que se me pone un dolor justo debajo del hígado que me irradia al riñón. Me deja hecha una zapatilla y ese dolor dura varios días. Son cólicos abdominales que duelen tanto como los nefríticos.
El médico me puso un tratamiento para los dolores y todo lo demás. Me dijo que todo era derivado de la cagalera del verano pasado. Me destrozó el intestino y me cambió el ritmo intestinal. Hay personas que se recuperan en cuestión de días y a mí me está costando.
La intolerancia a la lactosa puede surgir tras un episodio así y cuando vuelves a estar bien desaparece (o no, quizás te quedes con ella para siempre).
Colonoscopia
Para descartar que mis dolores no fueran por otros motivos, me hizo una colonoscopia.
Unos días antes tienes que empezar a hacer una dieta especial y el día de antes tomarte una caja entera de laxantes disueltos en agua con sabor a cemento.
Te vas las patas abajo. Increíble.
Llegas al hospital y te tumbas en la camilla con el culo al aire. Esto lo llevé muy mal.
Médicos y enfermeras entrando y saliendo de la sala o hablando conmigo como si nada … y no, como si nada no, que yo estaba ahí sin bragas y con el culo en pompa.
Por dioxx, qué vergüenza. Esto fue peor que la cagalera del día anterior.
– Por favor, drogadme yaaa, me muero de corte. – se partían de la risa.
Me sedaron y, al igual que la gastroscopia, fue guay entrar en ese mundo de felicidad y paz total 😛
Mientras tanto me metieron la cámara por el ano y hale documental de National Geografic para los presentes en la sala.
Me desperté en el momento en el que una de las enfermeras me estaba poniendo las bragas.
– ¡¡Ya me las pongo yo solita!!
Resultado de la prueba:
- Tenía un pólipo que me estirparon en el momento. Ahora tengo que ir a “enseñarles mi culito” cada 5 años. ¡Puff! Lo llevo fatal.
- Síndrome de colon irritable
Síntomas de la intolerancia a la lactosa
Es automático, en cuanto como algo con lactosa, me dan:
- náuseas
- dolor abdominal que irradia a los riñones y también hacia el aparato reproductor
- diarrea
- tantas ganas de dormir que parece que tengo narcolepsia
- mucho cansancio
- “niebla mental” (vamos, aturdimiento, confusión y lentitud mental, como si fuera lela).
Una cosa es intolerancia y otra alergia.
Según el grado de intolerancia puedes comer más o menos cosas con algo de lactosa (es como si tuvieras un tope máximo diario).
Los alérgicos no pueden tomar nada de lactosa.
¿En dónde está la lactosa?
No se trata de sustituir la leche de vaca por la de soja y ya está.
La lactosa está en:
- todo lo envasado o precocinado porque se utiliza como conservante y/o aditivo en las comidas. Que no es solo la pizza, también p.ej. las patatas fritas
- caramelos, gominolas, chicles y dulces
- salchichas, embutidos y carne
- helados
- salsas
- galletas
- cereales y pan
- bebidas alcohólicas como ginebra y vodka
- en los productos sin lactosa (qué ironía)
- medicamentos
- pasta de dientes
Si estás interesado en el tema, te dejo este post con la lista completa:
Alimentos prohibidos y otras trampas
Hacer la compra en el supermercado
Esto te obliga a leer todas las etiquetas de los productos. Ir hacer la compra se convierte en pasar la mañana o la tarde en el supermercado, con la lupa en la mano porque la tipografía de las etiquetas es enana o de colorines que no se leen bien.
Todo para descubrir que muuuchos fabricantes no ponen nada sobre las trazas de lactosa, gluten, huevo, etc. Es como si quisieran matar a sus clientes, qué rabia me da.
Ante la duda o la información omitida, no compro nada.
En los supermercados hay muchos productos sin gluten pero no tantos sin lactosa. Por supuesto a precio de oro, pej:
leche normal aprox 0,60 € litro
leche sin lactosa 0,74 € – 1,55 € litro
la leche de soja a 1,65 € litro
Comer en un restaurante
Lo mismo sucede con los restaurantes. Cada vez hay más restaurantes para celiacos pero no tantos para “lactosillos”.
Así que quedar a comer con alguien es todo un compromiso porque sabes que después vas a encontrarte mal pero ¿qué haces? ¿te vuelves asocial?
En las cafeterías y pastelerías ocurre más de lo mismo. Por supuest,o te olvidas de las pastas, los bollos y todo aquello que lleve chocolate (esto sí es una tragedia).
Te resignas y dices:
– Café con leche sin lactosa
– No, la tenemos desnatada
O quizás sí la tienen pero te la sirven en la jarra que utilizaron antes para la leche desnatada o normal y, claro, no la puedes tomar porque se ha contaminado con la lactosa de la leche normal.
Por suerte, hay unas pastillas que te las tomas antes. Te hacen una película en el intestino y no te sienta tan mal la comida, que tampoco son milagrosas.
Son solo para ocasiones muy puntuales.
Incidencia en la población
En esta aventura hay gente que me ha llamado rara, sibarita o complicada. Como si tener esta intolerancia fuera un capricho.
Lo cierto es que es muy frecuente que después de un episodio de gastroenteritis brutal, se te fastidie el tracto intestinal y no toleres bien ciertos alimentos. Le puede pasar a cualquiera.
Por otro lado, es un hecho probado que cada vez hay más casos de intolerancias alimentarias y celiaquía en adultos.
Hay muchas personas que a sus 70 u 80 años están descubriendo que esas digestiones pesadas que han tenido toda la vida son por estos motivos. Si tu abuelo o tu padre tira de bicarbonato después de comer, mosquéate, lo mismo tiene esta intolerancia y no lo sabe, y has heredado genéticamente.
No solo sucede en Madrid o en España, en donde cerca de la mitad de la población tiene intolerancia a la lactosa y seguramente no lo sepa.
Como ves hay países en donde el porcentaje se eleva a prácticamente toda la población.
Por suerte no es una enfermedad grave ni letal. Lo máximo que te puede pasar es que te vayas las patas abajo, dejes el baño a escuadra y te encuentres cansado física y mentalmente durante unas horas o días.
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¿Y tú? ¿Tienes alguna intolerancia o alergia alimentaria?
chus
20 mayo, 2016 @ 19:11
Este post es una mierda 😀 😀 😀 😉
Erika Martin
21 mayo, 2016 @ 09:10
una mierda auténtica y además apesta. 🙂 🙂 🙂
chus
21 mayo, 2016 @ 13:09
😀 😀 Mejor tomárselo con humor, no queda otra.
Conxita Casamitjana
20 mayo, 2016 @ 19:31
Vaya odisea Erika.
Con mi hijo pequeño pasamos un periodo como el que cuentas, pero en su caso afortunadamente a los 6 meses más o menos remitió y empezó a comer de todo incluida en su dieta la lactosa. Pero mientras tuvo la intolerancia fue terrible, no aguantaba nada de nada y te conviertes en una especialista en buscar sustitutivos, porque a nosotros nos comentaron que incluso en los embutidos se podían encontrar trazas de lactosa…inaudito. A él le remitió y está perfectamente. Espero que tú también tengas suerte.
Saludos
Erika Martin
21 mayo, 2016 @ 09:46
Hola Conxita,
qué alegría saber que a tu hijo pequeño se le curó y que hoy está perfectamente.
Es cierto, la lactosa está en los embutidos y en muchos alimentos que ni siquiera sospechas que pudieran tenerla. Cuando te da la diarrea entonces es cuando dices «vaya, esto también lleva lactosa». Al final, creo que es ir probando y lo que te sienta mal no volverlo a catar.
Gracias por los ánimos. Seguro que cuando tenga el intestino recuperado y fortalecido, se me pasarán todos estos males 😉
Un abrazo, guapa
sinconfantasia
20 mayo, 2016 @ 20:47
Hola Erika,ante todo me alegra saber que ya estás mejor niña!.Y si,yo tengo a una de mis nietas que tiene intolerancia a la lactosa desde que nació pero el médico dice que lo más seguro es que se le quite antes de que cumpla los cinco años.
Besos y cuidate mucho.
Erika Martin
21 mayo, 2016 @ 09:40
Hola Teresa,
vaya, siento saber que una de tus nietas también tiene intolerancia a la lactosa. Aunque según he leído por ahí, es bastante habitual en los niños y a los pocos años se les pasa, tal como dice el médico. Mucho ánimo.
Ya estoy mejor después del «ataque» del otro día 😉
Muchos besos para ti y cuídate tu también mucho.
Holden
20 mayo, 2016 @ 23:40
Toda mi familia es intolerante a la lactosa y míope. Yo en cambio tengo un estómago de hierro y la vista de Legolas, debo ser adoptado. Y el helicobácter ese del demonio también se ha puesto de moda, yo creo que eso os pasa por no morder perros y gatos en la infancia xD
Ahora en serio, siento toda esta faena… está claro que debe ser un plato de muy mal gusto y espero que pronto dejes atrás todo síntoma y consigas llevar un ritmo de vida normal al margen de las trampas de los supermercados y tal. Lo mejor es no comprar productos y ya está, supongo.
Erika Martin
21 mayo, 2016 @ 09:28
Pues sí, Holden, te lo confirmo: tu eres adoptado 😛
Oyeee, que cuando era pequeña mordía a mi perro jugando y alguna vez he comido sin lavarme las manos antes jaja
Es cuestión de acostumbrarse. Estoy pensando irme a vivir al campo y plantar allí un huerto, así no tendría que comprar nada en el supermercado.
Buen finde!
marigem
21 mayo, 2016 @ 00:38
Hola!!!!!
Lo mío fue muy raro, yo tuve piedras en la vesícula hace 12 años, algo que nadie se explica porque no entraba en el perfil, estaba delgada, era joven, comía bien…bueno, me la extirparon y me olvidé el problema.
Y hace 5 años mi hija me contagió una gastroenteritis brutal que trajo de Inglaterra y estuve fatal, jamás me había puesto así.
El caso es que desde entonces tuve digestiones pesadas y a veces me encontraba mal y el médico me decía que era por no tener vesícula, no contemplaba ninguna opción más y no le di demasiada importancia.
Hace dos años fui con mis padres a una charla de alimentación que daban mediante un super en el que compra gran parte de mi familia.
Antes de ir yo había tomado un café con leche y desde el principio de la charla empecé a sentirme mal pero bueno, fui aguantando. La charla avanzaba y una de las asistentes compartió su experiencia de intolerancia a la lactosa y era como mi historia, falsos diagnósticos porque había sido intervenida de vesícula y los síntomas que describió eran como los que yo tenía en aquel momento.
Al día siguiente fui al médico y pedí pruebas específicas de alergia o intolerancia y los resultados fueron esos, intolerancia a la lactosa. No es grave, generalmente con un poco de cuidado lo llevó bien pero a veces me pongo como lo describes y se pasa fatal. En mi caso el fallo es que al haber sido operada de vesícula ya no miraban más allá, y una gastroenteritis tonta fue la que me complicó las cosas.
Un besito y muy buen post, seguro que ayuda a la gente que esto es más común de lo que parece y no lo sabemos.
Erika Martin
21 mayo, 2016 @ 09:23
Hola Marigem,
tu también has debido pasar lo tuyo hasta llegar al diagnóstico. Es verdad, a veces los médicos se agarran a una excusa (en tu caso la vesícula) y ya no miran más. Siento que pasaran tantos años para que lo descubrieras. Mi médico de familia llegó a pensar que tenía apendicitis por los dolores que me dan.
Parece que los síntomas de la intolerancia se pueden confundir con otras enfermedades ¿no?
Es que las gstroenteritis te destrozan por dentro. Te dejan sin flora, sin vellosidades, te rompen el ritmo intestinal, etc y hasta que te recuperas del todo …
Muchas gracias por contar tu experiencia. Esto es más común de lo que muchos piensan.
Un besote y feliz fin de semana
Mirta
21 mayo, 2016 @ 02:41
Mi querida Erika, te compadezco!! Me imagino lo fatal que debe ser todo lo que te hicieron!! Eso de mostrar el culo, te aseguro que a los medicos, así vean el culo mas perfecto no les interesan lo mas mínimo,ven tantos al día, que les es imposible que puedan registrar uno!!! El año pasado fui a una medica que hacia medicina energética, me prohibió la lactosa y las harinas, madre mía que difícil es encontrar cosas en el super, sin esos ingredientes!!! Todo lo que es libre de gluten aquí también sale el triple, es una vergüenza!! La medica me dio una cantidad de vitaminas y minerales que me fueron muy bien, me sentia de maravillas pero engorde 7 kilos, por las cosas que cambie para sustituir la lactosa y las harinas. Deje la medica porque tenia que hacer otras cosas,y no tenia tiempo para mirar que frasquito me tocaba 🙂 pero posiblemente algún día vuelva. Tengo la costumbre de cuando voy a la consulta de algún medico y me «curo» le dio en la tecla, guardo la receta y el prospecto del remedio y aunque no lo creas da un resultado increíble! Busca algún medico que haga medicina energética, dicen que es la medicina del futuro, sera cierto
Que tengas un divino, fin de semana!! Un gran abrazo,muchos besos
Erika Martin
21 mayo, 2016 @ 09:08
jajajaja es verdad, los médicos están hartos de ver culos, por eso, debían de entrar y salir en la sala como si nada. El caso es que soy pudorosa para esto de desnudarme en público. Me moría de vergüenza.
¿Medicina energética? nunca había oído hablar de ella ¿Es como la homeopatía? Buscaré si la hay por este lado del charco 😉 … aunque lo de engordar 7kg ahora que viene el verano en España, no sé, no sé. Si es la medicina del futuro, habrá que apostar por ella.
Que tengas un cálido y soleado fin de semana, Mirta. Un super abrazo y mucho besos
Anchama
21 mayo, 2016 @ 02:53
A mi me han detectado la intolerancia a la lactosa hará hace un año y es verdad que es un coñazo. La compra se hace eterna con tanto mirar las etiquetas, y a veces compras cosas que das por hecho que no tienen lactosa y te lkevas la sorpresa en casa.
El comer por ahí otra odisea, y aunque tomes las pastillas antes, muchas veces no llegan a hacer el efecto completo.
Yo si voy a casa de alguien a tomar café o bien a pasar unos días voy cargada con mi leche.
Hay que adaptarse, pero es muy difícil.
Erika Martin
21 mayo, 2016 @ 08:57
Hola Anchama,
tienes toda la razón, esto es un coñazo. En cuanto a lo de la compra, a mi también me ha pasado. Te llevas cosas a casa que te crees que no tienen lactosa y en cuanto las comes ¡pum! tienes que ir corriendo al baño.
Alguna vez me ha pasado lo de las pastillas. Te las tomas, te confías y vaya, no te llegan a proteger del todo. Aunque al menos en mi caso, he tenido digestión muy pesada pero nada más.
Es verdad, cuando vas a casa de alguien o unos días por ahí hay que ir cargada con tu comida y tu leche.
Es un cambio de hábitos al que hay que adaptarse y cuesta bastante.
Muchas gracias por tu comentario. Me siento identificada con lo que has escrito.
Buen fin de semana
Andrea
21 mayo, 2016 @ 08:38
Hola Erika!
Yo también estoy en el club y recuerdo el diagnostico como un suplicio q se alarga años! Con decirte que me pasé mi rpimer aniversario de boda en el hospital y los 17 dias siguientes también!
Lo mio es dolor dolor dolor y mas dolor, sensación constante de haberme comido una vaca y querer rebentan a pesar de que en realidad fuera una simple ensaladita.
En la gastroscopia se ve daño causado probablemente por mis años de intolerancia no diagnosticada por lo que tengo gastristis cronica, de ahi el dolor!!
Ademas mi higado también tontea, el año pasado tuvieron que hacerme una biopsia que ??? si tu inyección del culo era de caballo no te quiero contar la que me metieron a mi entre las costillas??.
El caso que ahí seguimos, olvidando el sabor de ricos manjares y comiendo un queso que sabe a plastico y vale como oro!
Yo siempre digo que mi aparato digestivo salió tontico! Que le vamos a hacer.
Un besazo
Erika Martin
21 mayo, 2016 @ 10:48
Hola Andrea!
Vaya, que mal que seas del club y que te pasaras tu aniversario de boda en el hospital. La verdad es que las pruebas son un suplicio. Más que por la prueba en sí, es por todo el proceso y el estar cada 2×3 en el hospital haciéndotelas. Lo malo es cuando tardan en diagnosticarte porque al final te quedas con «otros daños colaterales». En tu caso la gastritis y esos horribles dolores.
Esa sensación de haberte comido una vaca aunque solo haya sido una simple ensalada también la conozco yo 🙁
Aaaggg! no quiero ni imaginarme ese momento de la inyección en las costillas. En tu lugar, yo hubiera pedido sedación jajaj me he aficionado a eso de estar drogada jajaja.
La comida muchas veces sabe a nada o a plástico como dices, pero he descubierto que el queso el ventero está buenísimo (claro, a precio de oro). Yo lo que peor llevo es lo del chocolate, que siempre fue adicta. Y este verano sin helados va a ser muy triste.
Cuídate que tu aparato digestivo no salió tontico, sino sensible. Ánimo.
Besazos
Aida Ramos
21 mayo, 2016 @ 11:42
Yo también soy intolerante. De hecho di 120 y la enfermera no me dejaba irme porque no aparentaba ningún síntoma (tengo una digestión muuuy lenta) pero finalmente me fui a casa y tuve que correr al lavabo!! Fue horrible jaja y además de ser también geneticamente celíaca tengo enfermedad de crohn. Toma ya! Jaja esto de tener el estómago delicado es un rollo pero te acostumbras, además nos obliga a comer más sano 🙂 besos!
Erika Martin
22 mayo, 2016 @ 09:42
¡¡120!! ? Puntuación máxima ¿la enfermera no te dio ningún ?? (es broma)
Veo que tu tampoco te privas de nada, lactosa, gluten y crohn: 3×1 ? Lo que dices es cierto, yo no he comido más sano en mi vida y al final te acostumbras, aunque el cambio de hábitos se haga duro a veces.
Muchos besos, cuídate
ramrock
21 mayo, 2016 @ 15:14
¡Vaya odisea! y yo que pensaba que esa enfermedad era de nacimiento…
¿Así que, aunque no lo hayas tenido en la vida te puede venir de repente? ¡¡Pues vaya tela!! Yo he pasado por la Gastroscopia esa, con anestesia total, naturalmente (la pedí desde el primer momento, pasando de elegir) pero por otros temas, tenia un par de cálculos en la vesicula (y yo sin darme cuenta, salió en una ecografia también como la tuya pero porque tengo un riñón que está ahí pero como si no estuviera, se murió el pobre) y me los sacaron además con eso mismo, el apartito del que hablas lleva también una especie de gancho y las saca.
Oye y entonces … ¿a mi me podria pasar aunque nunca haya tenido nada parecido?
Lovely weekend.
Erika Martin
22 mayo, 2016 @ 09:31
Es muy típica de bebés y niños pequeños, aunque luego se les pasa. A los adultos nos viene después de una cagalera brutal y lo mismo pasa con lo del gluten. Puede que estés muy bien hasta que un día te pongas malo y te vuelvas celíaco (eso sí, siempre que lo lleves en los genes).
Es que si puedes elegir la anestesia para la gastroscopia ¿qué necesidad hay de rechazarla? 😛 Porque imagínate que estás despierto y que te dice «uy, tiene cálculos en la vesícula, mire cómo se los quitamos» Menudo shock.
Qué melosita la rubia setentera del vídeo jajaaj
Lovely weekend
ramrock
25 mayo, 2016 @ 21:53
¿Se puede saber si se lleva en los genes? Yo lo que si se es que no tengo conocimiento de que nadie de mi familia lo haya padecido, pero nada mas y, desde luego, a mi nunca me han detectado nada y me hacen analíticas muy fuertes de forma periodica (lo que si tengo es hipotiroidismo y una isquemia arterial).
Aun así, esto me asusta, con lo cervecero, mermeladero, panero, heladero, tartamanzanero, champagnero (en grandes ocasiones claro, como, por ejemplo, si ganamos la champions este sábado), sidrero y gintonicquero (solo en ocasiones, que uno ya no es joven y … ) que soy.
Erika Martin
25 mayo, 2016 @ 22:30
Creo que debería escribir otro post sobre la celiaquía y el glutén jaja. Desde luego tienes que llevarlo en los genes y aún así puede que no desarrolles la enfermedad (como es mi caso). Hay tres pruebas para diagnosticar si tienes intolerancia al gluten -> leer este artículo <- Aunque, chico, si eres cervecero, memerladero, panadero, etc y no te has puesto ya a morir cuando engulles y bebes todas esas cosas, entonces que no eres celiaco 😛 ... con tener hipotiroidismo y la isquemia ya vas sobrado jeje Vete poniendo el champagne en la nevera para tenerlo a punto el sábado Lovely week, my friend
ramrock
21 mayo, 2016 @ 15:16
Creo que dos comentarios mios exactamente iguales se han ido a «spam» porque no me ha salido lo de esperar a la aprobación.
Erika Martin
22 mayo, 2016 @ 09:20
Se fueron a la papelera.
Te recupero uno y el otro lo elimino (total, son iguales)
Celiaquitos
21 mayo, 2016 @ 23:26
Bufff que identificada me he sentido y como me he reido por como lo cuentas!!
Erika Martin
22 mayo, 2016 @ 09:19
Hay que tomárselo con humor, Celiaquitos 😉
Gluten, lactosa, frutosa, frutos secos, huevos … creo que los que tenemos algún tipo de intolerancia pasamos por situaciones y prueba similares.
Gracias por comentar
Julia C. Cambil
22 mayo, 2016 @ 01:33
Menudo descubrimiento, Erika, y ya se queda contigo para siempre. Un rollo pero como bien dices es cosa de saberlo y tomar algunas medidas preventivas. Este verano pasado yo pasé también por un test del aliento, así se llama, para ver si estaba infectada con Helicoabacter Pilory (tenía terribles dolores de estómago). Yo sí me tuve que tomar los varios líquidos asquerosos y soplar hasta tres veces. Me gané un bonito tratamiento antibiótico que me dejó la flora caput pero que acabó con las molestias gástricas, algo es algo jajajjaa. Y la anestesia de la gastroscopia, total, un gustazo. Estoy deseando que me hagan otra, pero de momento no hay suerte 😛 Ah, y por no privarme de nada en la Eco me vieron piedras en la vesícula. Como no dan síntomas ahí se quedan, pero cualquier día de éstos empiezan a dar guerra y me tienen que quitar la vesícula. Advertida estoy 😀
Te cuento todo esto para que veas que somos muchas las que pasamos por ahí, y aunque mal de muchos ya se sabe, cierto consuelo dí que da… ¿o no? jajajjaa.
Un beso y gracias por compartir con nosotros tu experiencia. Animo que tú puedes con la intolerancia a la lactosa y con lo que te echen :))
Erika Martin
22 mayo, 2016 @ 09:17
Hola Julia,
dicen que la Helicobacter te destroza el estómago pero que te fortalece los pulmones, así que aunque ahora estés sin flora, algo que te llevas 😉 ¿Tuviste que soplar 3 veces? vaya lata.
Siento lo de las piedras en vesícula … si es que cada vez que vas al médico, te sacan algo nuevo. Espero que no te den guerra y que no te tengas que extirpar la vesícula. No sé si has leído el comentario de Marigem, ella ha pasado por esto también.
O sea, que a ti también te moló la anestesia total 😛
Me está sorprendiendo que muchos de vosotros también estéis en una situación similar a la mía. Creo que voy a imprimir vuestros comentarios para cuando me llamen rara por ahí jijii
Gracias a ti por contar tu historia y espero que recuperes tu flora muy rápido y empieces a sentirte mejor pronto.
Muchos besos
Npg
22 mayo, 2016 @ 12:21
Soy intolerante a lactosa desde hace dos años, y leer cosas sobre este problema siempre es bueno, gracias por el post, a mi me ha servido de mucho. Hay cosas que ya la sabias, pero otras no, así qye muchas gracias, te animo a que sigas escribiendo post! Bsoss
Erika Martin
22 mayo, 2016 @ 20:58
Muchas gracias a ti por leer el post y comentarlo, Npg. Me alegro de que te haya resultado útil.
Dos años!! supongo que ya te habrás acostumbrado a ello.
Muchos besos
Óscar
23 mayo, 2016 @ 09:30
Vaya tela… Menuda odisea has pasado cariño!! Y lo que imagino que te queda… Lo mejor es el tipazo que se te está quedando, y que comes mejor que todos los demás, no lo dudes. Besitos
Erika Martin
23 mayo, 2016 @ 19:16
Pues espero que no me quede mucho porque el gasto de papel de wc me está desbaratando el presupuesto doméstico jajaja En serio, sabiendo lo que tengo, es más fácil identificar lo que me sienta mal y ya que estoy, comer más sano. Sí, lo bueno de esto es que esta temporada me libro de hacer la dieta del bikini 😉
Muchos besos
PD: gracias por todos los comentarios que me has dejado hoy a lo largo del blog
Daniel Ursúa Fernández
25 mayo, 2016 @ 22:10
Por fin!!!!
Parece que ya puedo entrar en tu blog…. a ver lo que dura, menuda odisea lo de la intolerancia y el tema colón irritable… tela! La verdad es que es una faena tanto para la rutina diaria como para el bolsillo. A ver si es verdad lo que he leído por ahí y se te acaba pasando y puedes volver con tu amado chocolate!
Un abrazo!!
Erika Martin
25 mayo, 2016 @ 22:35
Hola Daniel,
pues sí, toda una odisea, especialmente la parte de leer las etiquetas de la comida en el supermercado (esa letra tan pequeña …) Esta semana he hecho una adquisición jejeje he encontrado una marca de crema de chocolate (tipo nutela) sin lactosa uuuummm uuummm ¡buenísimo! así que ya puedo volver a ser adicta jijiijj
Espero recuperarme algún día 😉
Un abrazo muy fuerte!
Entre suspiros y un café
5 junio, 2016 @ 21:57
Menuda aventura Erika… Al menos piensa que te sirvió para descubrir la intolerancia y sus causas. A cuidarse y a tomárselo con calma.
Un besote 😉
Erika Martin
6 junio, 2016 @ 23:15
Hola Patricia,
han sido unos meses de pesadilla (por encontrarme mal) y de perrerías como decía mi médico de digestivo cada vez que me mandaba hacer alguna prueba. Pero al final ya sé lo que me pasa. Y desde que como solo verdura y fruta fresca, pasta y arroz básicamente, me encuentro a las mil maravillas. Lo malo es cuando como algo que no sé que tiene lactosa, en fin es un apredizaje.
Un besote!
Idalia
6 julio, 2016 @ 19:44
Si, para mi, ir al supermercado es como si estuviera en un mall o gran almacen. Ya no era suficiente ver la caducidad de los productos, ahora hay que volverse todo un letrado para saber si lo que contiene cada cosa te matará hoy o será una lenta y prolongada agonía…
Erika Martin
6 julio, 2016 @ 21:41
Tienes razón Idalia, hay que volverse un experto y un letrado en etiquetas de alimentos.
Bienvenida al blog, gracias por tu comentario.
Un abrazo
Paula Koval
25 septiembre, 2016 @ 20:37
I am sorry to learn of your ordeal in learning about lactose intolerance. I had a friend with the problem. All she had to do was to look at dairy products to make her shit through the eye of a needle.
Recently I came upon a new problem with the digestive system: diverticulitis. It is an irritation of the tiny «fingers» in the large intestine, They gat all inflamed and it hurts. In my case it felt like I ate a running chain saw.
I was taken from home in the ambulance and spent six days in the hospital on intravenous fluids and antibiotics. Now I am afraid to eat because i do not know if I will explode again!
Erika Martin
25 septiembre, 2016 @ 23:10
Hi Paula,
in my case I had to change my diet. Now I eat vegetables, fruit, rice and fish. Even the lactose free products make me feel bad.
I am very sorry to know that you spent almost a week in the hospital due to the diverticulitis. It must be very painful. I can understand your fear, darling. Ask your doctor what to eat to avoid an explosion.
Hugs and kisses
cynthia grlx
25 septiembre, 2016 @ 22:26
Lo siento oír hablar de este problema Lactos. Supongo que he tenido suerte. Nunca he estado enferma de nada, ni siquiera un resfriado hasta que llegué angina pasado mes de abril y fue enviado en el hospital durante sugery. Estoy de vuelta a la normalidad, caminar dos millas o más por día. Le deseo un buen dia Erika
Erika Martin
25 septiembre, 2016 @ 23:20
Hola Cindy,
al principio se me cayó el mundo a los pies porque incluso los medicamentos llevan lactosa. Gracias a dios no he desarrollado la intolerancia al gluten. He cambiado mis hábitos alimentarios y mi dieta y ya esto mucho mejor.
Recuerdo cuando estuviste en el hospital el pasado invierno. Todos tus seguidores estuvimos muy preocupados . Me alegro de que estés de vuelta a la normalidad. Cuídate mucho, sister. Caminar todos los días te fortalece y es muy buen ejercicio areobico.
Muy buen día para ti. Besos
Marina Mdc
13 octubre, 2016 @ 00:01
Como te entiendo, a mi me la detectaron el año pasado, que fue cuando me hicieron las pruebas, pero sin tomar lactosa llevaré aproximadamente 3-4 años…yo me quedé en 45 kg la verdad es que fue bastante serio, estaba en un infrapeso importante, a punto de que me ingresaran.
Lo peor es lo que dices, los sintomas, sobretodo antes de que te lo diagnostiquen, porque se pasa fatal, luego se va llevando…
Y bueno, lo de comer fuera… «perdona, es sin lactosa? no es sin gluten…o no es light…bien gracias xD»
Besitos!
Erika Martin
13 octubre, 2016 @ 16:56
Hola Marina,
madre mía, te quedaste hecha una piltrafilla con 45 kg. Entonces, más o menos llevamos el mismo tiempo diagnosticadas, aunque yo nunca antes en mi vida había tenido síntomas. A fecha de hoy ya me he acostumbrado a vivir con ello pero menudo incordio jaja
Totalmente identificada con lo de salir a comer fuera y que te ofrezcan comida para celiacos o light ?
Muchas gracias por comentar
Besotes!
Holden
21 febrero, 2017 @ 18:40
Oh, vaya. Cuanto lo siento 🙁 El día menos pensado te acompaño en la enfermedad, porque 3/4 miembros de mi familia tienen intolerancia y el dichoso helicobácter. Así que igual lo llevo in the blood, ya me entiendes. De momento, eso sí, puedo disfrutar de deliciosos batidos y tartas únicamente con la finalidad de darte envidia. ¿Gustas un trocito?
Erika Martin
21 febrero, 2017 @ 19:42
Hola Holden,
te has salvado ¿eh? qué suerte, me alegro mucho por ti… y me das muuucha envidia, que lo sepas.
Es una lata tener intolerancia a la lactosa, cada día descubres algo que también la lleva. Pej el otro día descubrí que la pasta de dientes también la lleva ?
Mamen Piriz García
22 febrero, 2017 @ 17:14
Pues ya sabes a cuidarse de esa intolerancia y a leer las etiquetas de todos los productos que no conozcas. Un abrazo
Erika Martin
22 febrero, 2017 @ 21:15
Hola Mamen,
poco a poco voy aprendiendo lo que puedo comer o no. Lo malo es la tipografía de las etiquetas, que no se lee bien, y que hay muchos fabricantes que no detallan el listado completo de ingredientes.
Gracias por tu comentario. Un abrazo fuerte!
Rocío
17 noviembre, 2017 @ 19:29
Hola Erika yo estoy esperando la llamada para hacerme pruebas, llevo casi un año con dolor de estómago. A veces me coge al lado zona de apéndices. El dolor vuelve o desaperece unas semanas.
Mis síntomas son dolor de estómago, mucho cansancio, náuseas, dolor de cabeza y a veces me da el bajón en el sentido de que no paro de llorar que me siento mal por estar mala.
Sería síntomas de intolerancia a la lactosa?
Erika Martin
17 noviembre, 2017 @ 20:17
Hola Rocío,
Sí, algunos de los síntomas que dices coinciden con los de la intolerancia a la lactosa. Para darte cuenta si es o no es, tienes que prestar atención a cuando comes algún alimento que la lleve. Porque es automático, a los 5 – 10 minutos te empiezas a encontrar mal.
Conozco ese dolor de estómago. Yo al principio no sabía si era del estómago, el apéndice, los ovarios o los riñones. Me dolía todo. Resultó ser síndrome de intestino irritable. Piensa que pierdes las vellosidades intestinales y el organismo no puede asimilar la comida, por eso, tienes náuseas, puedes vomitar, tener diarreas, etc.
El cansancio es completamente normal. Te intoxicas y el sistema inmunitario se pone en marcha para intentar digerir la lactasa. A mi pej me da un sueño y un agotamiento físico tremendos. Tengo que meterme en la cama y descansar como si tuviera narcolepsia, jajaj.
Las pruebas son sencillas y te confirman muy rápido lo que tienes. Podría ser intolerancia al gluten o a otros alimentos, en vez de a la lactosa. Pero eso te lo mira el médico y te lo dice.
Que no me entere yo que lloras por esto ¿eh? que no es grave. Si te lo confirman te darán unas pautas alimenticias y tendrás que cambiar la dieta a una sin lactosa. En cuanto te acostumbres a la nueva dieta y no te la saltes, te pondrás bien otra vez.
Mucho ánimo