Cómo hacer la pelota a tu jefe sin parecer lameculos
Se acerca el fin de año, lo que significa que la revisión de sueldos y la evaluación anual están a la vuelta de la esquina. Es hora de que empieces a planificar estratégicamente estos últimos meses del año para tener contento a tu jefe y conseguir que te suba el sueldo y te dé el bonus de los objetivos.
Los jefes tienen memoria a corto plazo. Es decir, solo se acuerdan de lo has hecho en el último trimestre y de alguna cagada épica que hayas cometido en algún otro momento. Casualmente nunca recuerdan cuánto te has esforzado en general a lo largo del año.
Por eso, es vital que muestres ahora buena actitud con él. Te dará muchos puntos para lograr el incremento salarial y el bonus. La mejor táctica es hacerle la pelota. Punto este que además te traerá otros beneficios en tu desarrollo profesional (lo expliqué aquí).
No se trata de ser lameculos todo el tiempo. Hay que ser pelota con estilo y a continuación te cuento como hacerlo.
4 Estrategias para ser un pelota elegante
1. Táctica del ascensor
Si tu jefe/a suele llegar a la misma hora que los demás a la oficina, intenta coincidir con él/ella en el ascensor. Así le das los buenos días y tienes la típica conversación tonta sobre el tiempo o el atasco de tráfico. Poco a poco irás ganándote su simpatía y quizás puede que algún día te pida opinión sobre algún proyecto, cliente …
Por otro lado, estos segundos en el ascensor son muy importantes cuando trabajas en empresas o departamentos muy grandes. Allí el Gran Jefe y otros directivos no saben cómo te llamas ni qué puesto ocupas, y de esta forma sabrán que existes.
Otra utilidad esta táctica pelotera ascensoril es que sirve hacerte amigo del jefe de tu jefe o amigo del resto de los directivos. Si te llevas mal con tu responsable y éste hablara mal de ti a su jefe (con quien tú coincides en el ascensor), responderá asombrado:
– ¿Fulanito? pero si es muy simpático
Tu jefe se va a quedar flipado jajaja. Como no quiere tener problemas con el suyo, no volverá a hablar mal de ti porque desconoce hasta qué punto sois amigos. No querrá arriesgarse a que se le vuelva en su contra y perder su subida de sueldo.
Por cierto, quien dice ascensor, dice también coincidir al rellenar la botella de agua, en la máquina del café, en el servicio, etc..
2. Conócelo
Tu jefe/a es una persona como tú y como yo. Tiene sus días buenos y malos. Tiene sus problemas de jefe, sus dudas y sus bloqueos. Encima tiene que hacerse el/la fuerte para que nadie dude de sus habilidades de liderazgo.
A veces se siente solo/a porque:
- trabaja en un despacho y no el open space
- todo el mundo le tiene miedo y los empleados salen huyendo cuando se cruzan con él/ella por el pasillo
No te cuesta nada darle los buenos días, preguntarle cómo está, qué planes tiene para el finde o qué hará en vacaciones, cuáles son sus hobbies.
Hazlo en el tono en el que hablarías con otro colega porque, al fin y al cabo, tu jefe/a es tu compañero de trabajo … aunque colega no significa que le pierdas el respeto y te dirijas a él/ella como si fuera tu amigo del bar de toda la vida.
El objetivo es crear una conexión personal, aunque intentando que sea genuina y no rastrera e hipócrita.
3. Reuniones 1-1
Un momento muy bueno para aplicar esta cordialidad es en las reuniones 1-1 que tengas con él/ella.
Si se abre y te cuenta sus problemas de jefe puedes responderle con frases como:
– ¿quieres que te ayude?
– ¡ah! te lo explico, mira, esto se hace así … – y se lo enseñas. Esto lo decimos mucho la/os asistentes de dirección cuando los jefes están atascados en alguna configuración del correo electrónico, la agenda o el powerpoint. A ver si tú te crees que los jefes lo saben hacer todo. No, no, alguien les enseña ¿por qué no tú? 😉
– no sé cómo se hace, pero no te preocupes voy a investigar/aprender por mi cuenta para poder hacerlo
– este problema podría resolverse así … – y explicas con todo detalle la solución
– tendré listo el informe para el miércoles – comprométete a tener listo el trabajo para una fecha concreta, pero asegurándote de que realmente acabarás ese día. No te pilles los dedos. Si piensas que lo tendrás para el martes, mejor di el miércoles y así podrás hacerlo a pesar de los contratiempos y urgencias de ultima hora
– me he equivocado, lo siento mucho de verdad. Gracias por indicarme los errores, así no la pifio la próxima vez.
– gracias – si tu jefe te ha echado un cable en algo, dale las gracias. Es una palabra que no está de moda, lo sé. Sin embargo, ser agradecido, puede ayudarte a que te firme las vacaciones, te deje salir antes para ir a la fiesta navideña del cole de tus hijos o que te suba el sueldo en enero.
4. Reuniones
En general, lo mejor es que el resto de tus compañeros no te vean haciendo el pelota con tu jefe porque podrían empezar a desconfiar de ti y/o que te vean como un chivato. Sin embargo, las reuniones son perfectas para destacar sobre tus compañeros y llevarte el gato al agua.
En las reuniones además de mostrar interés sobre lo que se está hablando, debes decir cosas como:
– cuenta conmigo – cuando busca voluntarios para algún proyecto
– Me di cuenta de había un problema, error, queja, etc. Vi que podía solucionarse/gestionarse de esta manera (explicar cómo) y así lo hice. Ya está todo arreglado.
– propongo/sugiero esta idea/solución – perfecta para reuniones de equipo tipo lluvia de ideas. Cuantas más sugerencias, más puntos tendrás para tu subida de sueldo y evaluación anual positiva
– un momento, estoy entendiendo que (repites lo que acaba de decir tu jefe) – esta es una técnica de escucha activa y que demuestra tu capacidad de comprensión. A los jefes les encanta oír sus palabras en tu boca, porque ven que hay alguien escuchándoles en la sala y no poniéndose ciego a comer bollos y sandwiches. Esto es fantástico para su ego y se sentirá como un pavo real en la sala. Te apuntará en la lista de personas a las que tiene que subir el sueldo 😛
****
¿Has hecho alguna vez la pelota con estilo?
¿Tienes alguna táctica que funcione con tu jefe? Cuenta, cuenta
Imagen destacada del post: Stock Photos de Rogistok/Shutterstock
historiasconk
5 octubre, 2019 @ 12:41
Ahora entiendo la suavidad de una de las compañeras con el jefe. Y siempre llegaba unas horas más tarde. Pero lo de ir en coche al trabajo ¿has hablado? Yo siempre procuraba ir en transporte. Es que , a ver, en plena ciudad a ver quién es el bonico que encuentra apaecamiento. Y todos eligen la misma hora para salir. Wtf!! Pues no es que fueramos cotillas no, pero todos sabian lo que cobraba cada departamento. Y es curioso que todos echaban pestes a los de rrhh y contabilidad. Por el salario no lo sé pero era divertido ver cómo se contaban de todo y se ponian tan suavecitos con los jefes. Jeje! Me sigue haciendo gracia incluso el pirado que se iba al baño a fumar, cuando estaba prohibido. Estaba muy orgullosa de haber podido encontrar algo de lo que habia estudiado. Pero ya te contaré más. Las navidades no son el unico plan en el que se hacia la pelota.
Nota: ahora que he podido ver mas detenidamente tu cuenta ¡felicidades está todo de lujo el blog!
Siempre me traes buenos recuerdos.
Besotes y feliz finde!!
Erika Martin
5 octubre, 2019 @ 12:52
jajaja intuyo que tu compañera llegaba tarde porque le hacía la pelota con estilo a tu jefe.
Sí, sí, sobre los dramas de ir en coche y en transporte público al trabajo tengo varios posts. Si te interesa leerlos, puedes buscarlos en la lupa de la esquina superior derecha del menú. Escribe «metro» o «desplazamiento al trabajo» y te salen. Sobre los salarios y los también he hablado jajaja es que este blog tiene ya muchos años.
No se me había ocurrido, pero si tú y tu jefes sois fumadores, coincidir con él/ella como quien no quiere la cosa puede ser otra buena táctica. Los fumadores están mal vistos por la sociedad y de ahí puede surgir una camaradería especial.
Mil gracias, Keren, me alegro de que te guste el blog y de que te haga recordar. Muchos besos y muy buen finde!!
Óscar
6 octubre, 2019 @ 19:19
Por suerte ya no tengo que hacer esto porque ya no me influye, pero son buenos consejos. Muchas gracias, Erika!! Besitos
Erika Martin
6 octubre, 2019 @ 20:58
¡Qué suerte tienes, Óscar! aunque, oye, también te pueden ser útiles estas estrategias para conseguir que te den el día libre para ir al fiesta del cole de tus niños 😉 Un abrazo!
Andreas Westhues
6 octubre, 2019 @ 22:51
Muy bueno, Erika. ¡Me he reído mucho! Me pregunto de dónde has sacado estas estrategias … He oído que los viajes de negocios juntos fortalecen también el vínculo entre el jefe y su corte, jajaja. Puedes convertirte en su confidente y de paso serrar en la pata de silla de algún contrincante. Por cierto, cuando vi el meme del ascensor, me acordé de los anuncios de Axe 🙂
Un abrazo, Erika!
Erika Martin
28 octubre, 2019 @ 16:09
Hola Andreas,
¿Que de dónde saco esas ideas? Pues porque yo soy muy pelota jajaja y de lo que veo que hacen otra/os compañera/os y me parecen buenas estrategias.
¡Qué bueno ese anuncio de Axe!
Siento responderte con tanto retraso. Tu comentario cayó en la papelera y no lo he visto hasta ahora.
Un abrazo
Cláudia
7 octubre, 2019 @ 03:33
Erika, me gusto tu punto. Hay que ser proactiva y muchas veces intentar hacer nuestro marketing personal para nuestros jefes y colegas.
Erika Martin
7 octubre, 2019 @ 15:44
Hola Cláudia, totalmente de acuerdo contigo. Hay que dar el primer paso para que tu jefe te conozca y hacerle ver tu valía. Si le tienes contento de una forma elegante, pueden ser muchos los beneficios para tu carrera profesional 😉 Un abrazo