Errores al teclear
Lo sabes, antes de enviar un email tienes que repasar la gramática y la ortografía. También asegurarte de que lo que has escrito tiene sentido para que los demás lo entiendan. Lo mismo en el caso de los informes, reportes, actas de reuniones y esas magníficas diapositivas de la presentación que te ha tocado preparar para los jefazos.
Sin embargo, casi nunca lo haces porque:
- te crees que tu nivel de redacción, gramática y ortografía son de premio Nobel. No necesitas repasar
- confías plenamente en el corrector ortográfico del ordenador o móvil y el modo texto predictivo del móvil, cuando tu nivel lingüístico es regular.
El resultado será un desastre, jajaja. Aparecen palabras que no deberían estar ahí, que tú nunca escribiste, que no tienen sentido en el contexto … los primeros que se dan cuenta siempre de todos esos errores y erratas son siempre los jefes. Es la Ley de Murphy.
El corrector ortográfico
La realidad es que cuando has terminado de escribir tu email, documento o presentación no siempre repasas todo detenidamente porque:
- el teléfono suena y tú no eres multitarea
- el jefe te está gritando desde el despacho: «¿te queda mucho? era para ayeeeer»
- se acerca un compañero a tu mesa a soltarte un marrón o a charlar un rato.
Con tanto barullo, vas a lo práctico y optimizas tu tiempo. Tu repaso se reduce a revisar las palabras marcadas en rojo por el corrector. Confianza ciega y clic en guardar el documento y/o enviar el email.
Erratas
Lo malo del corrector ortográfico es que no te señala palabras que no deberían estar ahí. ¿Por qué? porque están bien escritas y no es tan listo como para detectar el error.
«Empresa líder en el sector busca secretaria con ingles para desempeñar las tareas típicas del puesto»
Como vas con prisa y prestas poca atención, estas palabras se te escapan. La pifia puede ser muy sonada a nivel mundial (es lo que tiene currar en una empresa líder en el sector y en el mundo).
El modo predictivo del móvil
¿Quién no ha escrito un whatsapp y su móvil ha decidido sustituir una palabra tuya por otra que le gusta más?
Normalmente te das cuenta justo después de enviar el mensaje y tienes que mandar otro inmediatamente poniendo *palabra_correcta.
Otras veces se te escapan estas bromas que te gasta el móvil. El que recibe tu mensaje no tiende nada.
A nivel privado estas confusiones sirven para echarse unas risas. A nivel profesional las repercusiones pueden ser tremendas.
Dado que ahora lo que mola es estar conectados 24 horas con el móvil y comunicarnos prácticamente solo por WhatsApp, crecen mucho las posibilidades de enviar mensajes profesionales plagados de errores gramaticales, ortográficos y erratas.
Palabras bien escritas que no deberían estar ahí
Sea por email o por WhatsApp, he hecho una pequeña recopilación de palabras bien escritas, que ni tu cerebro ni tu ordenador ni tu móvil detectáis. Palabras que aparecen habitualmente en muchos correos, mensajes, informes, presentaciones, etc. ?
A la izquierda lo que tú escribes y a la derecha lo que debería ser:
☹︎ apilación ☺︎ aplicación (aportación de Atracción Web)
☹︎ bolas ☺︎ hola (aportación de Zoraida Granados, sexóloga)
☹︎ cagar ☺︎ cargar
☹︎ cabrón ☺︎ carbón
☹︎ cerdito ☺︎ crédito (aportación de @RamRock )
☹︎ cojón ☺︎ cojín (aportación de María Rivero)
☹︎ conejos ☺︎ consejos
☹︎ escroto ☺︎ escrito
☹︎ sexo ☺︎ eso (aportación de Zoraida Granados)
☹︎ follar ☺︎ fallar
☹︎ fresas ☺︎ frases
☹︎ genital ☺︎ genial
☹︎ huevo ☺︎ hueco
☹︎ ingles ☺︎ inglés
☹︎ manual ☺︎ Manuel
☹︎ patos ☺︎ datos
☹︎ pene ☺︎ pena
☹︎ pies ☺︎ pues
☹︎ provecto ☺︎ proyecto (aportación de Atracción Web)
☹︎ púbico ☺︎ público
☹︎ puto ☺︎ punto
☹︎ salidos ☺︎ saludos
☹︎ telepático ☺︎ telemático
☹︎ vieja ☺︎ viaje (aportación de Pilar G.A.)
Espero que no aparezcan todas ellas en tus escritos profesionales, porque sino todo el mundo va a pensar que estás más salido/a que el pico de una mesa.
Fíjate lo que me pasó el año pasado con mi newsletter para secretarias. Se llama «Los trucos de Erika». Pues durante meses estuve enviando turcos a mis suscriptores.
Ninguno me comentó nada. No sé si no se dieron cuenta o si se morían de la risa cada vez que recibían un turco en su bandeja de entrada.
Ahora ya sabes qué me inspiró a escribir este post.
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¿Se te ocurre alguna errata más?
Si es así, ya estás tardando en escribirla abajo para incluirla en la lista 😉
Imagen destacada: manos en el teclado del ordenador de Alexander_P / Shutterstock
Victoria
15 marzo, 2019 @ 17:58
Te podría hacer un comentario más largo que el post con una lista de cagadas, pero mejor, como dijo Ghandi «a mí ponme una caña y un pincho y vete tú a pescar», o algo parecido.
Mala manía la de copipegar todo en Google Translate, y que la Fuerza nos acompañe porque el nivel de inglés es «medio-alto». Como a mí me pasa eso con el alemán, que también es «medio-alto» (ja, ja. Es decir, «sí, sí»), anota:
http://www.deepl.com
Es posible que no traduzca del etrusco al cantonés, pero probado, español – alemán – francés – inglés, bastante mejor que Google. Tiene mejor base para técnico o para giros y frases hechas y, aunque siempre conviene repasar, te saca de un apuro si tienes que hacer algo en idiomas raros.
Haora, koregil no korije. Lo que la vida no te da, Salamanca no te lo presta…
Erika Martin
17 marzo, 2019 @ 19:31
Bueno, es que escribir en otros idiomas ya es otro nivel. Si no te das cuenta de las cagadas en tu propio idioma, en otros puede ser tremendo.
Me anoto tu traductor, que el de Google es bastante malo.
En el caso del inglés te pueden venir genial estas dos webs: hemingweyapp.com y grammarly.com Te corrigen los errores ortográficos, el tono del texto y también te sugieren mejores palabras que las que tú escribes. Son las webs que utilizan los ingleses 😉
María Rivero Sánchez
15 marzo, 2019 @ 20:02
Hola Erika:
¡Qué risas con el post! Hace tiempo me ocurrió con una empresa del sector textil que presentaba una nueva colección: ¿a que no te imaginas Cómo aparecían escrito cojín, como «cojón», me morí de la vergüenza cuando me preguntaron si era correcto. Lo curioso es que los plurales eran correctos.
Por cierto, lo de turcos, nunca me di cuenta y eso que no me los pierdo, hace tiempo leí que el cerebro corrige muchos errores de forma automática, vamos, que es un corrector ortografico, y por lo que parece, a veces funciona igual de mal que el del móvil jeje
Un beso
Erika Martin
15 marzo, 2019 @ 20:26
Hola María:
ahora soy yo la que está muerta de la risa con la anécdota de tu cliente. Me estoy imaginando ya esa palabra escrita en todos los materiales comerciales y de marketing y visualizándote a ti, con cara de circunstancia, indicándoles el error.
Pues sí, os envié unos cuantos «turcos», aunque solo en los correos de herramientas de trabajo. Hasta que un día me di cuenta al escribir el título en rosa del correo y pensé «tierra trágame».
Lo que dices es correcto. Se nos escapan estos errores porque el cerebro tiene tan interiorizada la palabra correcta que no ve la errata. Es lo que pasa p.ej. con los típicos juegos de palabras escritas con letras y números, textos con algunas letras al revés, etc. Eres capaz de leerlos sin problemas.
Un beso
ramrock
16 marzo, 2019 @ 14:06
Jejejejejejeeee … todavía recuerdo, en mi primer curre, cuando tuve que hacer una carta para el abogado principal de la asesoría jurídica del antiguo Banco Español de Crédito y puse:
Sr. D.
Blablabla blablabla blablabla
Abogado
Asesoría Jurídica
Banco Español de «Cerdito»
Menos mal que es un error mecangráfico muy fácil de cometer y no hubo mucha bronca pero …
Cuii cuii… Lovely weekend.
Erika Martin
16 marzo, 2019 @ 19:27
jajajaja se me caen los lagrimones de la risa, Ramrock. Ya me imagino la cara del abogado al leerlo, aunque de vez en cuando se nos va a todos el dedo al darle a la tecla. Vete tú a saber si a él le pasó alguna vez lo mismo.
He incluido tu palabra en la lista, jeje gracias por la aportación.
oink, oink … lovely weekend
Conxita
17 marzo, 2019 @ 18:38
Hola Erika me he reído imaginando los turcos y pensando en alguna de las veces que he cometido uno de esos errores. Reviso los correos pero siempre aparecen en el momento que le das a enviar. Hay momentos en que vas tan desbordada que es fácil «meter» la pata pero también como con frecuencia los otros también leen en diagonal pues a veces hay suerte y nadie lo ve.
En mi caso me ha jugado más malas pasadas el whatsapp y el autocorrector del móvil que ha acabado enviando mensajes ininteligibles. Por suerte no lo utilizo profesionalmente y las metidas de pata son más tolerables con los amigos. Recuerdo una vez que cuando vi el mensaje enviado empecé a reírme pensando en la cara del destinatario y las risas volvieron cuando me llamó para decirme que no había entendido nada.
Besos
Erika Martin
17 marzo, 2019 @ 19:43
Hola Conxita:
tienes razón. Puede que los demás no vean esos errores porque también van acelerados y leen en diagonal.
Mis «turcos» iban al principio de los correos. Quizás los suscriptores nos los vieron porque iban a leer el mensaje directamente. Vamos, eso pienso yo.
Qué bueno lo de la llamada de tu conocido para comentarte que no había entendido tu mensaje. Menos mal que fue a nivel privado. Yo tengo desactivado el corrector y el modo predictivo del teclado en el móvil, precisamente para que el teléfono no escriba lo que le dé la gana. Si hay errores en mis whatsapps es porque he dado con el dedo a tres letras a la vez, jaja.
Muchos besos
La cantimplor aventurera
18 marzo, 2019 @ 11:52
Lo de escribir palabras que no deberían estar ahí, es de lo más normal y cuando lees los emails enviados te partes de risa. Gracias por este post, es la mejor forma de reírnos de nuestros fallitos jajajajajaja
Erika Martin
18 marzo, 2019 @ 22:30
¿Y no te ocurre que te ríes más todavía y en plan malvado cuando ese email con errores es del sabelotodo insoportable de la oficina? jiijiii
Gracias a ti por leer y comentar el post, Cantimplora.
Óscar
18 marzo, 2019 @ 14:21
Me he reído mucho con tu entrada. Es por eso que es tan difícil corregir un libro, porque el cerebro filtra cuando sabe lo que quieres decir y necesitas de unas 20 pasadas y alguna de otra persona para verlo… Besitos!!
Erika Martin
18 marzo, 2019 @ 22:35
Hola Óscar,
ahora me solidarizo más con los editores y correctores de libros. Madre mía, con el cerebro «engañándote» con las palabras mal escritas, debe de ser muy complicado. Normal que tengan que releer varias veces.
Muchos besos
Eugenia Almendra
25 marzo, 2019 @ 04:03
Hola genia! Encantan tus posteos, ¿puedes creer que lo leí tarde?, me pasó hace dos semanas, mi jefa: -¿te falta mucho?-, yo mandé print, fue horrible leerlo juntas para chocar de frente con mi mamarracho, al menos no eliminé el documento. Me encantan tus anécdotas, me haces reír y al mismo tiempo colaboras con tus ideas. ¡Gracias!
Erika Martin
25 marzo, 2019 @ 19:50
Hola Eugenia,
jajaja es la ley de murphy (o el grito de «¿te queda mucho?» de la jefa), porque te pones nerviosa, no repasas, das a imprimir y ¡zas! todo lleno de errores y tú pensando «tierra trágame»
Me alegro mucho de que te guste el blog, los consejos y te rías con las anécdotas. Gracias por decírmelo, es muy motivador para mí.
Saludos
Malú
8 julio, 2020 @ 17:09
Yo tenia un Director que se llamaba de Luis Malvido, no se cuantas veces le escribíSr. Malvado ! jajaja y que conste, que creo que no fuí la única
Erika Martin
8 julio, 2020 @ 17:13
jajaja qué buena tu anécdota, Malú. Si el Sr. Maldivo era malvado de verdad, quizás os fallaba el subconsciente al escribir su nombre.
Gracias por tu comentario.