¿Están los regalos corporativos en vías de extinción?
Se acercan las Navidades y en estos días los del departamento de marketing están súper liados buscando regalos corporativos para clientes y empleados. Me estreso con tan solo verles jajaja.
¿Qué tipos de regalos hacen las empresas?
Las empresas con presupuestos más generosos hacen dos tipos de regalos:
- Los llamados gestos comerciales con sus clientes … para fidelizarlos
- Los detalles con sus empleados … para motivarles, pensando que así van a retener el talento.
Regalos de empresa a empresa
Como te decía al principio, lo de marketing están buscando en estas fechas un regalo corporativo chulo y molón para los clientes estrella o no tan estrella pero con posibilidades de cerrar un trato.
Están los regalos tecnológicos (pen drivers, punteros para presentaciones, cargadores para el móvil o el portátil, etc) y luego los de toda la vida (paraguas, agendas, estilográficas, etc).
Elegir el regalo implica dejarse los ojos mirando catálogos de merchandising de unas 200 páginas con un montón de artículos de todo tipo. Después de elegirlo tienes que actualizar la base de datos de clientes, confirmando nombres, cargos y dirección de entrega para que les llegue el paquete.
Todo ese trabajo al final se convierte en una pérdida de tiempo y despilfarro de dinero porque cada vez menos empresas dan o aceptan regalos.
Política de Tolerancia Cero con la Corrupción
Toda gran empresa con mentalidad moderna y transparente tiene totalmente prohibidas estas prácticas a directivos y empleados. Lo ponen bien claro en el manual del empleado, en el capítulo llamado Código de Conducta y Buenas Prácticas.
En este código se especifican puntos como:
- Se establece un límite máximo en cuanto a valor económico y solo se pueden aceptar regalos o gestos comerciales que no alcancen este importe máximo.
- Si se supera límite máximo, entonces debe ser rechazado.
- Si el regalo no puede ser devuelto, será donado a alguna ONG
¿Por qué las empresas tienen códigos de comportamiento?
Te lo voy a decir en tres palabras: no es ético.
Se trata de evitar regalos que puedan influir en la relación comercial, profesional o administrativa. También regalos que deriven en tratos de favor.
Ejemplos:
- Inditex: no se pueden dar o aceptar regalos por importe superior a 100 euros. Si no fuera posible su devolución, deberán destinarse a fines sociales.
- Banco de Santander: el límite está en 150 euros, aunque para aceptarlo, necesitas una autorización previa de tu director de área.
- En NH Hoteles, Repsol, Telefónica e Indra no hay un importe específico, aunque se rechazan regalos que puedan influir en las relaciones comerciales o profesionales.
El código ético empresarial es conocido por toda la plantilla. Está colgado en la intranet y también incluido en un capítulo especial del Manual del empleado. Además, es posible que te hagan firmar una cláusula especial al respecto en tu contrato de trabajo.
Es de obligado cumplimiento para todos, tanto directivos como resto de los trabajadores.
¿Cómo funciona en mi empresa?
- Nosotros tenemos puesto el límite en regalos por valor de 30 euros.
- Si recibimos un regalo más caro, debemos devolverlo.
- Si recibimos un regalo por debajo de esa cifra, debemos hacer una declaración por escrito y presentarla al director de departamento. Éste estudiará si podemos quedarnos con el regalo o no.
Hecha la ley, hecha la trampa
Como todos nuestros clientes y proveedores saben que no podemos aceptar regalos, siempre hay alguno que te llama y te dice:
– Sé que lo tenéis prohibido pero a mi me hace mucha ilusión regalarte algo por la buena gestión de mis temas a lo largo del año.
¡Madre mía, qué tentación!
Si alguien se entera de que otro compañero recibió un regalo valioso, no lo declaró y además tiene tratos de favor con aquel que se lo entregó, puede denunciarle al Comité de Ética y Buenas Prácticas de la empresa.
Los empleados que caen en el soborno responderán:
– Vale, ¿me lo podrías enviar a casa? Así no dejamos pruebas ni testigos. De esta forma, evitamos que la de recepción o cualquier otro me metan un «compliance» (o denuncia) al comité de ética, cuando vean que recibo una caja sospechosa.
Tal y como dije anteriormente, se persigue que un regalo de empresa no sea la causa para tener preferencia hacia un proveedor en concreto, descartando tratos con otro con el que no se tenga tanta «afinidad».
De hecho, el tema proveedores es súper estricto en mi empresa. Siempre tenemos que pedir tres presupuestos del servicio que necesitemos. Se elige al más barato.
Cierto es que hay proveedores de confianza. Esos que sabes que nunca te fallan, te entregan los pedidos en plazo y las cosas bien hechas. Sí, son los proveedores estrella.
Sin embargo, para que aquello no se convierta en una exclusividad, cada 3 años se cambia a otro proveedor nuevo. Así se evita que la cordialidad o la amistad del día a día entre una empresa y otra, sea la causa de rechazo a otro proveedor.
Anécdota de un empleado de Inditex
Antes te dije que en Inditex, más conocido como Zara fuera de España, los empleados no pueden aceptar regalos de más de 100 euros.
La empresa tenía en plantilla a un empleado con 23 años de antigüedad y un sueldo de 9.000 euros (nueve mil euros!) al mes.
Estaba en el departamento de compras y su misión era asignar a proveedores encargos de alto valor económico.
Aceptó dos regalos de uno de estos proveedores:
- 11.000 euros, que transfirió a su cuenta bancaria
- un pago adicional de 39.000 euros, que también fueron transferidos su cuenta.
Con este dinerito se compró un BMW X6.
Este trabajador se imprimió los resguardos de las transferencias bancarias en la impresora común del departamento. No sé si era tonto o se pensaba que los tontos eran los demás.
El caso es que otro compañero, que también tenía papeles en la impresora, vio los justificantes bancarios. Le faltó tiempo para avisar a la empresa.
La empresa se puso a investigar. Le hizo seguimiento a su cuenta de correo corporativo. Y descubrió el pastel entre empleado y proveedor.
Cuando aquello explotó, el empleado envió un mail a RRHH disculpándose y diciendo que no eran regalos, sino préstamos.
La empresa no tuvo misericordia y le despidió de forma disciplinaria por haber aceptado regalos.
Aquello terminó en el tribunal superior de justicia gallego. Si bien el juez desestimó los correos electrónicos como pruebas, le dio la razón a Inditex porque los justificantes bancarios impresos por el mismo empleado, dejaban bien claro que había aceptado regalos. Además aquel email a RRHH era otra prueba “incriminatoria”.
El juez determinó que los hechos habían sido una falta grave de conducta pues había abusado de la buena fe que debe regir en la relación laboral y no había respetado el código de conducta de la empresa que prohíbe expresamente aceptar regalos en metálico o en especie que puedan influir en la toma de decisiones relacionadas con el desempeño de su cargo.
Conclusión:
no te la juegues aceptando regalos de otras empresas,
no vaya a ser que te cueste el puesto
Regalos corporativos en otros países
Te diré que hacer regalos corporativos es una práctica muy poco habitual en otros países. De hecho, en muchos países europeos directamente no se aceptan obsequios. Ni siquiera aquellos que tienen un valor simbólico.
Si tienes una primera reunión en el extranjero y estás pensando llevar el típico souvenir de tu pueblo a tu potencial cliente, mejor infórmate antes de hacerlo. Yo personalmente te recomiendo incluso que descartes la idea.
En Europa está mal visto hacer regalos durante la fase de la negociación. Lo considerarán como una forma de soborno. Tu reputación y la de la empresa para la que trabajas quedará por los suelos.
Si quieres tener un pequeño detalle, hazlo tras haber firmado el acuerdo o contrato. Se discreto cuando se lo entregues (no la hagas delante de 200 personas). No te tomes a mal si la otra persona lo rechaza.
Regalos navideños a los trabajadores
La cesta de Navidad
Que los regalos entre empresas se vayan extinguiendo poco a poco, no significa que desaparezcan las cestas de Navidad que dan las empresas a sus empleados.
Sé que muchos de vosotros me leéis desde América y no estoy segura de si allí existe esta costumbre (espero que me lo cuentes abajo en los comentarios)
En España las empresas regalan una cesta con comida a sus empleados. Suele tener una pata de jamón serrano, embutidos, queso, paté, dulces navideños, mermelada, piña en almíbar, vinos y licores.
En tiempos de bonanza económica contenía un montón de productos. Aquello pesaba unos cuantos kilos.
El día que te la daban ibas cargando en el metro con ella acuestas y llegabas a casa reventado. En el caso de las chicas, llamabas a tu padre o a tu novio o marido para que te fuera a recoger en coche al salir del trabajo.
Al llegar a casa, hacías reparto con tus padres, hermanos y hasta con la vecina. La mitad de los productos no te gustaban y había que darles salida. ¿Quién no ha estado comiendo turrón y polvorones hasta bien entrado el año?
La crisis económica cambió aquella generosidad de tu jefe. Ahora tiene un detalle como una botella de vino peleón o 200 gr. de lonchas transparentes de jamón serrano.
Tarjeta regalo corporativa
He de decir que en mi empresa nunca tuvimos cesta. Aquello de ir cargando tanto peso en el metro no nos gustaba ni a los jefes ni a los empleados.
A nosotros nos dan una tarjeta regalo de unos grandes almacenes súper conocidos en España. Tenemos la gran suerte de que además cada año incrementan el valor de la tarjeta … es lo bueno de trabajar en una multinacional con beneficios sociales.
A principios de diciembre el trending topic de Radio Patio es cuál será el importe de la tarjeta.
Rifas, sorteos y concursos
Hay empresas a las que el presupuesto no les da para regalar una cesta o una tarjeta todos los empleados y lo que hacen es comprar un único regalo que sortean entre toda la plantilla.
Amigo Invisible
Las empresas más cutres, esas a las que la felicidad del empleado y la retención del talento les suena a ciencia ficción, no regalan nada. Bastante que te pagan la nómina a final de mes.
Así que son los empleados los que organizan el amigo invisible para poder llevarse un regalito a casa.
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Cuéntame … ¿qué te regala tu empresa? ¿cesta, tarjeta, nada? ¿hace algún sorteo?
Post actualizado en diciembre 2020
chus
11 diciembre, 2015 @ 19:23
Bajo mi humilde punto de vista estos regalos tendrían que estar prohibidos. Un saludo Erika! 🙂
Erika Martin
11 diciembre, 2015 @ 22:57
jajaja qué radical, Chus. Muerto el perro, muerta la rabia ¿no? así uno se libra de las tentaciones 😉
Besotes
chus
11 diciembre, 2015 @ 23:01
🙂 Más besos.
jaqm11
11 diciembre, 2015 @ 19:26
Amiga, que buen tema has elegido para esta temporada, y pues claro que te cuento como es aquí del otro lado del charco.
Primeramente déjame decirte que no es muy diferente de como es allá, será que la ambición es igual en todos lados, no lo se. Normalmente se ve mal visto recibir un regalo en estas fechas, supongo que es más la envidia de los compañeros de que ellos no recibieron nada y tu si, bueno no hay que descargar el hecho de que hay una intensión escondida en estos regalos. El punto es que para la empresa es más fácil prohibir esto que al rato escuchar chismes de radiopasillo con la mayor cantidad de personas molestas por no recibir nada, que culpa tiene uno que no se hayan portado bien en el año.
En la empresa en la que actualmente trabajo creo que son más inteligentes, dicen que si no puedes vencer al enemigo unetelé, aquí solicitan los regalos a los proveedores, así es, les envían una carta donde seguro dice algo así: «haya de ti si no mandas un buen regalo, el próximo año no esperes que te compre una …. » bueno no necesariamente con estas palabras, pero ese es el punto. Entonces se reciben desde motos, refris, estufas, tablets, ya sabes todos los proveedores quieren quedar bien y ser en numero 1 en la lista del próximo año, alguien dijo «negocios son negocios», igual hay quienes mandan una plancha o una licuadora, bueno ya sabemos a quienes se les va a comprar menos….
Lo interesante viene después, una vez recibidos todos los regalos, la empresa en su cena navideña hace una rifa de todo lo recibido a todos sus empleados, así que todos se van muy contentos a su casa, este año espero sacarme algo muy grade… ya te contaré amiga.
Bueno pues no se que sea mejor si no recibir o hacer lo que comente, yo no invente estas políticas, así que ustedes elijan la que les parezca mejor.
Te envío un gran beso y un gran abrazo navideño amiga. Que esta temporada recibas muchos regalos en tu casa, (de tu familia amiga) no de tus proveedores …
XOXO.
Erika Martin
11 diciembre, 2015 @ 23:03
Hola Josue,
gracias por contar lo que se hace en México, o al menos en tu empresa. Tus jefes tienen una buena táctica ¿eh? y qué «generosos» son vuestros proveedores jejeje Espero que en la rifa de este año te toque algún super regalo. Me consta que te lo mereces por buen trabajador y buena persona.
Te deseo muy buen finde y te mando un abrazo muy fuerte… de Navidad no digo nada aún porque para mi es pronto. Ya empezaré la próxima semana con las felicitaciones.
Besos
marigem
11 diciembre, 2015 @ 19:54
Jejejeje, en mi familia siempre hemos recibido cestas pero mi tío desde hace unos 10 años recibe una tarjeta de ese centro comercial(estoy segura que es el mismo) y lo mejor es que me la da a mí!!!!! Que acabo regalando a mis hijos, pero bueno, me hace mucha ilusión porque tiene un año de caducidad y así pueden comprar lo que quieran, en rebajas o como sea.
Un besito y me ha sorprendido la anécdota del empleado de Zara, qué inocente, madre mía.
Erika Martin
11 diciembre, 2015 @ 23:08
Hola Marigem,
el centro comercial que digo es uno de toda la vida con letras en negro y el resto del logo en verde y blanco 😉
Que bueno lo de tu tío jajaaj y ya veo que le das un buen uso. Eso es genial. La verdad es que recibir esa tarjeta hace mucha ilusión.
Lo del empleado de Zara es increíble. Lo resumiría como «la avaricia rompe el saco». Una cosa es recibir pej una tablet y otra el pastón para ese pedazo coche que se compró. Yo también aluciné leyendo la sentencia. Hay gente pa’tó.
Feliz fin de semana!
Chari BR7
11 diciembre, 2015 @ 20:26
¡¡Qué guay lo de la tarjeta!! A mi como mucho me daban una cajita de turrón 😉 Me ha encantado leer y ver también por el comentario de jaqmII como son las costumbres al otro lado del charco.
Un beso, Erika, feliz fin de semana (y espero que tu tarjeta sea de 250€… o más)
Erika Martin
11 diciembre, 2015 @ 23:13
Algo es algo, Chari. Turrón para endulzarte la vida. Piensa que en otras empresas no dan ni los buenos días :O
Lo de la tarjeta es muy práctico, la verdad.
A ver si alguien más del otro lado del charco se anima a contarnos qué costumbres tienen allí las empresas 😉
Muchas felicidades por los premios blogueros que has recibido estos últimos días.
Besazos
Holden
11 diciembre, 2015 @ 20:29
Me dejas loco con este post, la verdad. Yo acepto regalos todo el tiempo y no doy cuentas a nadie :S de hecho, el miércoles sin ir más lejos me invitaron a desayunar y comer by the face. Claro que, los regalos que me hacen suelen ser bolis, libros, o como bien tú dices una botellita de vino. Un compañero algo bobo siempre lleva sus regalos a la oficina para que el jefe, llegada la navidad, junte todos los regalitos comunes y hagamos un megapincho o piscolabis, o esa es la teoría porque todos sabemos que el jefe parte y reparte 😛
Esto trajo la consecuencia de que el jefe nos dió una charla en su momento para que no aceptásemos regalos, pero yo personalmente paso: sé que me lo regalan a mi en persona por mi buena gestión, por mi don de gentes y no pienso dárselo al jefe ni decirle nada. Y te prometo que no tiene nada que ver con sobornos ni tratos preferentes ni nada. Tengo que informarme de todos modos, no sea que esté inclumpliendo alguna norma escrita, por si las moscas.
Erika Martin
11 diciembre, 2015 @ 23:20
¡Qué grande eres, Holden! desayuno y comida by the face, te aplaudo. Y también lo hago por saber que aceptas todos los regalos y que te los llevas a casa para disfrutarlos tu y tu gato. Es como dices, los regalos te los hacen a ti porque eres un gran profesional jejej
Loca me ha dejado a mi tu compañero. ¿Como que los lleva a la empresa? ¿No sabe que quién parte y reparte se lleva la mejor parte?
En cualquier caso, mira la política de regalos de tu empresa. No vaya a ser que te pase como el de Zara. Aunque yo a ti te veo más avispado y estoy segura de no vas dejando pruebas en la impresora común 😛
Disfruta el fin de semana!
Marisa Doménech
11 diciembre, 2015 @ 21:23
Creo que mejor no aceptar ninguno, aunque sea un simple bolígrafo. Frente a perder el puesto de trabajo, no te compensa recibir regalos independientemente del valor en metálico. Si hay un código ético para los políticos, me parece bien que lo haya para las empresas. Pero ya sabemos qué ocurre en la política. Quizá el empleado de Zara esté ahora de concejal, jajaja.
Por otra parte, es interesante lo de la tarjeta de regalo y más práctico que una clásica cesta navideña. Si hay buenos directivos en tu empresa y siguen el criterio de valorar que los precios suben, igual se os incrimenta este año. Ojalá, jeje.
Me encantó leerte, como siempre.
Un besito
Erika Martin
11 diciembre, 2015 @ 23:26
Hola Marisa,
si vas a perder el trabajo por aceptar una botella de vino, no merece la pena “pringarse”
¿Estás segura de que los políticos tienen código ético? mmmm estoy lo tengo que investigar, ya me has dado tarea para el fin de semana jejeje
Pongo la mano en el fuego a que el empleado de Zara ahora es concejal de su pueblo jajaja Lo de la tarjeta es super práctico y nos hace a todos mucha ilusión. Ya te contaré si incrementan el valor o nos dejan como estamos ?
Mil gracias por tu compañía. Besitos
Chelo
12 diciembre, 2015 @ 21:02
No tenía ni idea de muchas cosas de las que has contado respecto a los ‘regalos’, Erika, pero me ha dejado alucinada lo del empleado que despidieron al pillar un compi en la impresora los justificantes (muy bueno lo de «No sé si era tonto o se pensaba que los tontos eran los demás»).
Yo tengo el recuerdo de niña de llegar mi padre por estas fechas con un bolsa (tipo de viaje) llena de turrones, botellas, latas de espárragos (esto nunca lo entendí), etc.
Nos dejaba abrirlo a mis hermanos y a mi por la ilusión que nos hacía.
Hoy día, donde trabajo, la Directiva hace un detallito (tipo los clásicos que has comentado: un pen, un paraguas,..). A ver este año lo que toca…
Y yo particularmente he recibido algunas cositas de poca monta (bombones, pasteles, una agenda, un libro…), que he aceptado siempre porque no tenemos un código ético, pero tampoco he hecho ‘propaganda de ello’.
Esto sí te lo tengo que contar: me sorprendió este año pasado que una persona me regaló una gargantilla de Swarovski por una gestión que hice, ¡anonadada me quedé!
¡Un besazo, Erika! Buen finde
Erika Martin
13 diciembre, 2015 @ 19:00
Hola Chelo!
lo del empleado de Zara es alucinante. Una cosa es aceptar un botella de vino y otra es comprarse ese pedazo de coche. Definitivamente era tonto.
¿Dices espárragos? jajaja Yo también recuerdo la ilusión que teníamos todos en casa cuando aparecía mi padre con su cesta.
Ya me contarás qué te regalan este año en tu trabajo. Aunque sea un detallito clásico también da un poquito de alegría.
Personalmente pienso que no es malo aceptar regalos, siempre y cuando no te influya después en tu relación con esa empresa. Desde luego no hay que hacer propaganda, que hay compañeros que son muy envidiosos 😉
¡Ostras! una gargantilla de Swaroski ¡qué guay! debió de ser la pera abrir la caja y encontrarte esa sorpresa.
Buen domingo y besos
ramrock
13 diciembre, 2015 @ 09:17
A mi me parece otra forma de intervencionismo.
Y no digo mas, bueno si, lo de siempre, que como creo en la libertad individual por encima de todo, ¡¡¡ODIO EL INTERVENCIONISMO!!!
Salud.
Erika Martin
13 diciembre, 2015 @ 19:01
jajaja Antonio, un comentario muy agudo el tuyo.
Lovely Sunday!
Álvaro (xeneizes)
13 diciembre, 2015 @ 11:23
Me ha encantado el del BMW. ¡Menudo crack!
Erika Martin
13 diciembre, 2015 @ 19:03
¿Has visto, Alvaro? ¿para que comprarse una bici pudiendo pagar un BMW con la pasta que se llevó?
Un crack muy grande.
Que tengas muy buena semana
Mirta
13 diciembre, 2015 @ 15:50
Hola Erika!!!! Me encanto el tema!! Lo que mas me gusto, que que a pesar de la crisis los directivos españoles mantienen la disciplina! Aquí, se por otras personas que si el año fue bueno tienen alguna bonificación. Nunca trabaje en corporativas, pero lo que te puedo decir que siempre se les dio al empleado para las fiestas, pan dulce y sidra, a los principales, les llueven canastas de todos lados!! Pero hay muchos ejecutivos que las reparten con los empleados sera
porque son buena gente?
Mi querida guionista de Hollywood, te deseo una super semana!! Un gran abrazo y besos
Erika Martin
13 diciembre, 2015 @ 19:14
Hola Mirta,
es genial que me hayas contado lo que se hace en Argentina. Bonificaciones y/o pan dulce y sidra ¡qué curioso! En cuanto a las canastas, intuyo que detrás de «porque son buena gente» hay un «por pelotas» ¿me equivoco? jajaja
Yo también te deseo a ti una semana espectacular y te mando muchos besos y abrazos
Francisco
13 diciembre, 2015 @ 17:03
Deberias haber puesto ademas algunas relaciones entre empresas tipo Deloitte – Abengoa (Que regalazo esos informes que decian «Todo va viento en culo», «Hasta el horizonte y mas alla»)
Si un dia no sabes que escribir, puedes decirnos como lo pasan las secretarias de las escobas engominadas, cuando una onda expansiva tipo Bankia, Martinsa-Fadesa o esta reciente Abengoa les pasa de rasquis, por aquello de haberse tomado el cafe con el Director de la epoca
Es un idea
Erika Martin
13 diciembre, 2015 @ 19:21
Hola Francisco,
no se me ocurrió hablar de ese tipo de «regalos» cuando escribí el post. Pero mira, me has dado una idea para el futuro 😉
En cuanto a las secretarias que mencionas, supongo que si eran de esas con más poder que su propio jefe, estarán temblando por si acaban en la cárcel por ocultar o se cómplices de tanta corruptela y engaños.
Gracias por tu comentario.
Saludos
Paula
13 diciembre, 2015 @ 18:13
Greetings and Merry Christmas, Erika!
Banco Santander has an ethics policy? You can bet that it is enforced only against the lowest level of employees. The big fish get the ski trips to Austria or expense-paid shopping sprees to Tyson’s Galleria with with a suite at the Ritz Carlton or the Four Seasons Hotel.
In 1976 I began my business career in the purchasing office of a manufacturing facility that made dumpsters, garbage trucks, and the big trailers that carry trash from the transfer stations to the landfill. Our vendors knew who we were and we knew that there was a set of a certain few with whom it made economic sense to deal. I asked for bids for every purchase that I made, to keep the suppliers honest. They remembered us at Christmas with gifts of food, calendars, pens, small hand tools (like a gauge to measure the thickness of steel sheets) and other little things. There was never a problem in accepting such gifts.
It was not until about 5 years into my career, when I was working for the Metro Transit System in Washington, DC that someone tried to bribe me. I took the place of a buyer who had retired and I began to seek current prices and new suppliers for almost all of the repair parts that he was buying. I saw that a lot of his orders were issued to a certain supplier for goods at prices well above the market in which I was working. He lost many orders on my watch because of this. He was really upset and he demanded to see my supervisor. He came from Philadelphia and met with the boss fellow and told him that I was unjustly discriminating against his firm. My supervisor showed him the quotations upon which the purchase orders were based and that guy’s were the high bid. As he was leaving the office, this loser stopped by my desk and asked me if I had a video camera. I told him that I did not, and asked why I would want one (they were new back then). He said that I could use it to take movies of my kids (I have none) and whatever. I asked how I would play such movies back and he told me on a video player. Then he asked me if I wanted a VCR and camera at no cost. I made him repeat the offer, after which I suggested that we both go to see my boss and offer one to him, too! That supplier left the building and was never heard from again!
Never have I been presented with a gift that would buy my integrity. I have received a Christmas turkey and the rest of the department got one as well. I had pens, note pads, coffee mugs, calendars, data books, and other purchasing and engineering aids with the suppliers’ names on them but never anything that could do any more than keep their names in front of me. I had some fun business lunches, and discussed upcoming ventures over a sumptuous supper, but that was it.
Gift giving in business changed for the worse in the 1980s. It almost dried-up. It’s hard to find a free calendar these days. Only pharmaceutical houses have lots of free pens to give away. I see them in doctor’s offices.
But between us, we still have the finest gift of all to share and that is our good will to one another at Christmastime.
Thank you, Erika. Peace.
Erika Martin
13 diciembre, 2015 @ 20:01
Hi Paula,
Today I’m going to answer you in Spanish. I apologize but I have a terrible headache. I guess you need to use the online traslator 🙁
El Banco de Santander tiene código de conducta Dice que se pueden aceptar regalos dentro de unos límites razonables. Será que su definición de «razonable» es más amplio que el nuestro hahaha y por eso se podían ir a esquiar a Austria a todo lujo.
Estuve en una empresa trabajando de marketing assistant y cuando llegaban las Navidades, había lluvia de regalos como los que te hacían a ti. Siempre los aceptaba. Me hacía mucha ilusión. Y yo también hacía regalos a personas de otras empresas con las que había tenido mucha relación a lo largo del año. Creo que no es malo aceptar (o dar) regalos siempre que no afecten a tu integridad.
Menuda historia la del tipo aquel de las cámaras de vídeo. Disfruto mucho cuando me cuentas tus historias del trabajo. Muchas gracias por compartir aquí tus recuerdos.
Tienes razón, el mejor lugar para ver regalos son las consultas médicas. Aquí se ven bolígrafos, cuadernos, pens y muchas cosas más.
Por supuesto el mejor regalo es la buena voluntad y el cariño para compartir en Navidades y a lo largo del año.
I wish you a very Merry Christmas, love and peace.
Hugs and kisses, my dear friend.
Alexandra
13 diciembre, 2015 @ 21:07
Hola Erika!
Uff, en el despacho lo teníamos complicado para eso de dar regalos a los clientes. Como la gran mayoría eran empresas de la Generalitat, sólo colaba el detallito en formato caja de chocolates y cosas así. Siempre he pensado que es un cachondeo que los payasos de arriba se lleven el 5% del presupuesto de los concursos y a los que de verdad dan la cara casi que ni un mísero regalo… ¡Caraduras!
Ahora, para los chicos del despacho era diferente. Siendo una oficina pequeña mi jefe no se podría dar grandes lujos, pero igual siempre caía algo. Recuerdo con especial cariño un año que nos regaló una invitación para dos personas a un spa. A los trogloditas de mis ex-compañeros no les hizo ni pizca de gracia (preferían el jamón), pero mi pareja y yo disfrutamos del masaje y las piscinas como si no hubiera un mañana.
¡Un bezaso! 🙂
Erika Martin
15 diciembre, 2015 @ 22:57
Hola Alexandra,
Los de arriba son los que más y mejores regalos reciben. ¡Qué mal repartido está el mundo!
Pues una invitación a un spa es un buen regalo. Me alegro de que lo disfrutaras con tu pareja. Y qué pena que los trogloditas prefiriesen un jamón jajaja
Besazos!
La maternidad de Krika en Suiza
14 diciembre, 2015 @ 06:19
Jolines, que una cosa es un detallito y otra cosa es que con lo que te «regalen» te puedas comprar un bmw, y encima dejando pruebas, ese tío era un poco tonto me parece a mi. Suerte con la tarjeta regalo de este año, a ver si la suben otra vez! jeje. Un beso!
Erika Martin
15 diciembre, 2015 @ 22:54
Hola Krika,
si es que hay gente pa’tó jaja el del BMW se pasó ¡qué tonto!
Oye, en Suiza ¿regalan unos chocolates o algo? jaja
Besazos
Marta
14 diciembre, 2015 @ 16:25
que fuerte, no tenia ni idea de todo esto!! total, a mi no me regalan nada, asi que tampoco me preocupa jajaa
muy buen post, me ha resultado curioso!!
un besito!
Erika Martin
15 diciembre, 2015 @ 22:53
Hola Marta,
jajaja pues mira, una preocupación menos que tienes jaja. ¿En serio que no te regalan nada? voy a tener que hablar con tu jefe para que te de un detallito ¿no?
Muchas gracias por tu tiempo, sé que andas un poco escasa de él.
Besitos, guapi
Maryasexora
15 diciembre, 2015 @ 23:32
¿Qué dan en mi empresa? Cierra los ojos… Pero he trabajado en varias empresas de atención al cliente y he recibido desde una buena y contundente cesta con paletilla incluida (curiosamente de una empresa que trata a los trabajadores como ganado) hasta un llavero de un pelocho, porque sí, yo fui una pelocha, todos tenemos un pasado oscuro…
Besico guapa!
Erika Martin
17 diciembre, 2015 @ 21:14
Hola Mary,
a ver si lo de la paletilla era un mensaje subliminal para llamaros ganado ¿quién sabe? los jefes son muy retorcidos.
jajajaa ¿en serio? ¿fuiste pelocha? ¡qué bueno! me parto. Es cierto, todos tenemos un pasado oscuro jaja El trabajo más raro en el que estuve fue de empaquetadora de cintas de vídeo (de las de VHS y Beta) cuando no existían si quiera los CDs y DVDs. Ya ha llovido desde entonces.
Muchos besos
Consciencia y Vida/Magazine
16 diciembre, 2015 @ 21:06
Pienso que aceptar regalos siempre que no se sobrepase la cantidad acordada por la empresa es un aliciente para el empleado, ahora una cosa es esto y otra la del cara dura ese de Zara ¡menudo sinvergüenza!…por supuesto la avaricia rompe el saco y le estuvo muy bien empleado que le echasen a la calle.
Como bien comentas en tu anécdota, antes de la crisis eran unas auténticas cestas navideñas repletas de kilos de regalos bastante dispares y que muchos había que regalar o compartir.
Y espero que este año no hayan decidido dejar esa tarjeta regalo en menos de 200 euros, porque como la crisis se va eternizando, pues ya nunca se puede estar seguro de nada.
Besos y ¡Feliz Navidad!
Erika Martin
17 diciembre, 2015 @ 21:10
Una cosa es aceptar un boli y otra miles de euros para comprarse un pedazo BMW. Tu lo has dicho, compi-bloguer, no se puede abusar.
Lo de las cestas era una locura, había artículos que sabías a ciencia cierta que no los ibas a consumir jajaj
Pues mira, hoy justo me han dado la tarjeta. No nos han subido el importe pero 200 euros están fenomenal.
Muchas besos y ¡Feliz Navidad!
Marta Dixital
17 diciembre, 2015 @ 13:36
Hola: hasta hace 5 años también nos daban la famosa tarjeta regalo de unos grandes almacenes porque cuando nos daban la cesta siempre había críticas con los productos que incluían. Yo acababa de llegar a la empresa y me parecía todo maravilloso. Con la crisis desaparecieron puestos de trabajo y con ellos los regalos de la empresa!! Con respecto a recibir regalos de fuera también los eliminaron por completo. No se puede aceptar nada y en caso que insistan hay que informar al departamento de Economía y entregar el regalo que ya nuncamás volveremos a ver. De todas formas yo viví una época en la que era normal que en estas fechas nos regalaran agendas, bolígramos y hasta botellas… era normal… hoy en día ya se interpreta como sobrono, tráfico de influencias… y eso que los regalos no eran de la categoría del de Inditex… cuanto más cobran más quieren… seguimos en contacto
Erika Martin
17 diciembre, 2015 @ 20:52
Vaya, que pena que ya no tengas ni cesta ni tarjeta, al menos tienes trabajo. Míralo por ese lado, Marta.
Lo que no me parece tan bien es que los regalos de fuera desaparezcan misteriosamente al entregarlos en el departamento de economía ¿Qué hacen con ellos? mmmmmm
Yo también viví aquella época en la que no pasaba nada por aceptar bolis, agendas, etc Hacía mucha ilusión aunque fuera una tontería. Hoy los tiempos han cambiado, creo que por abusos como el de Zara ¡qué tío!
Un beso, guapa, seguimos en contacto
Óscar
17 diciembre, 2015 @ 15:49
En la administración todo el mundo habla en estas fechas de la bufanda, pero en casi siete años yo solo he visto la del equipo de fútbol que me regaló mi mujer… Me he reído mucho con tu entrada. Besitos Erika.
Erika Martin
17 diciembre, 2015 @ 20:47
¿Qué bufanda? ¿hay una de cashemire especial para funcionarios? jajaja a ver si un año de estos te la regalan, Oscar.
Me alegro de que te hayas reído. Besos
Óscar
17 diciembre, 2015 @ 22:36
Si me la regalan te invito a otro café! 🙂 Besitos corazón
Erika Martin
18 diciembre, 2015 @ 19:28
no, no, el siguiente café lo pago yo 🙂 Besos
María Rivero
23 mayo, 2017 @ 19:15
¡Si es que tienes tema para todo!
Mi política era aceptarlos todos los regalos, jeje pero las empresas se deben haber apuntado a la moda y cada vez hay menos. El último, hace cosa de un año, un juego de toallas, pero fue de una empresa cliente cuando terminó la colaboración, un detalle de despedida 😉
Un beso
Erika Martin
23 mayo, 2017 @ 20:21
jajajaja sí, tengo tema para todo, pero tu no te quedas corta tampoco
Hiciste bien en aceptar ese juego de toallas y todo lo que te regalaran. Siempre que he podido, he hecho lo mismo 😛
Un besote!
Carmen Ferreira
8 noviembre, 2018 @ 23:28
Ay que me da algo! esto de los regalos da para mucho! en algunas empresas que he trabajado no dejaban ni recibir un boli, tampoco estaban permitidas comidas, reuniones o llamadas tras las horas de trabajo, si no quedaba más remedio tenías que pedir permiso y te encalomaban a alguien para que fuese de «carabina» para evitar tratos.
Luego estuve en una que era pequeña y las jefas te daban todo lo que les regalaban porque para qué querían un jamón de 120€ si tenían uno de 450€ en casa y era la leche! hasta un bolso de Tous le dieron a una compi.
En otra por cordialidad te dejaban aceptarlos peeero lo tenía que consultar porque la empresa les hacía un regalo similar para quedar en empate, entonces era casi mejor no cogerlos si eran de más de 50 euros y además se los quedaba la empresa.
En los últimos años casi no dan regalos nadie, a mi personalmente no me dicen nada de «no aceptar regalos» tengo clientes muy grandes y no lo tienen en su cultura, bueno en Amazon hace años me regalaron un Roscón y lo llevé al trabajo y lo destruimos (ñam, ñam…) tampoco veo entre las empresas grandes esa tendencia.
Peeero luego tengo el lado oscuro porque a parte de trabajadora asalariada, soy freelance y recibo regalos, cestas, vinos agradeciendo la dedicación, el estar ahí, la disponibilidad, incluso a veces me mandan tarjetas muy lindas.
Yo hago algo de regalos a medida de lo que puedo a principios de año como bolis, libretas, pinchos que por ese valor no me lo van a rechazar y con las empresas que trabajo tengo trato cercano.
Lo de hacer regalos a empresas extranjeras es una lotería, mi chico con algunas directamente es casi soborno y no les regales nada que quedas como un idiota. En otros países como árabes como llegues con un jamón o vino ya puedes salir por patas!
Saludos!
Erika Martin
12 noviembre, 2018 @ 12:20
Hola Carmen,
veo que en el tema de los regalos corporativos has pasado por todo jajaa desde empresas que te hacen sentir como si estuvieras cometiendo algún delito por aceptar un boli (qué fuerte lo de la carabina, por cierto) hasta regalos generosos. Lo del bolso de Tous me resulta familiar. A mi jefe también le hacían regalos super caros en los buenos tiempos y una vez me regaló un necesser de Longchamp que costaba 200 euracos.
En cualquier caso, hecha la ley, hecha la trampa. Muchas empresas saben que no puedes aceptar regalos y te llaman por teléfono para preguntarte si te lo pueden mandar a tu casa directamente y evitar dejar evidencias en tu empresa.
Pienso que la crisis económica fue la excusa perfecta para dejar de hacer estos regalos y ahorrarse un gasto en el presupuesto.
A nivel internacional si se hacen regalos, solo será cuando se cierra un buen acuerdo comercial, para celebrarlo. Pero no siempre es buena idea … y por supuesto nada de jamones a los árabes que la cagas pero bien jajaja
En tu lado oscuro de freelance, seguro que te hace mucha ilusión recibir esos detalles y que no rechazas ninguno jejeje Creo que algo simbólico o incluso tus calendarios y planificadores son una muy buena idea para dar a las empresas con las que tienes más relación.
Perdona el retraso en responderte, he estado unos días medio desconectada disfrutando del puente. Un abrazo!