¿Cómo hacer un pedido de catering para una reunión en la oficina?
El 99% de las comidas de trabajo en la oficina se terminan convirtiendo en batallas campales por pillar una croqueta o un sandwich.
Todo aquel que recibe una convocatoria a una reunión en la que pone “se servirá catering“, hace ayunas desde dos días antes y comer como si no hubiera un mañana … Ay, nos gusta tanto todo lo que es gratis ¿verdad?.
¿Es fácil encargar un catering?
Muchos piensan que un catering es tan simple como poner cuatro sandwiches sobre la mesa y ya está. Seguro que tu estás entre ellos jajaja.
No, no es como llamar al telepizza y que venga el repartidor a los 10 minutos. Requiere saber con anticipación (de horas/días):
- cuántas personas van a almorzar
- conocer qué alimentos llenan los estómagos de la gente hambrienta
- si pueden comer de todo (celiacos, veganos, intolerancias, religiones)
- preparar la sala
Hoy te contaré los entresijos de este tipo de comidas en la empresa. También algunos trucos para pedir un catering. Y ya que estoy, el comportamiento de algunas personas en estos mini eventos
La planificación
Los pedidos se hacen como mínimo 24 hr antes
Cuando le digo esto a mi jefe, se cree que es para tocarle las pelotas. Pero no es así. Las empresas que se dedican a esto tienen que:
- comprar los ingredientes
- preparar la comida
- empaquetarla
- hacer la ruta de reparto
- sacarla en ruta y comerse el atasco por las calles cortadas por las manifestaciones
- entregarla
Hay reuniones que se sabe de ante mano que habrá comida. No problem. Se hace el pedido el día de antes y a esperar.
Hay otras reuniones que empiezan a las 10:00 y se van alargando y alargando. Dan las 14:00 y justo cuando te estás poniendo el abrigo para bajar a comer a la calle, suena tu teléfono … Ring, ring:
– Erika, soy yo desde la sala de juntas. Esto no acaba, pide un catering – mi jefe.
– ¿Cómooooo? ya sabes que los catering se piden con 24 hr de antelación
– Pues vete a comprarlo. Tenemos hambre y en 15 minutos haremos el break.
– ¿Te crees que hago milagros? ¿puedo llamar a un chino o al telepizza?
– Erikaaa, déjate de chinos … catering de toda la vida … ¡ah! no olvides el postre
– ¿Qué? ¿también pasteles? y ¿qué mas? ¿coca cola zero para compensar las calorías del chorizo?
– ¡¡Erikaaaaa!!
– ¡oído cocina!
Esto es una mierda porque significa:
- quedarme sin comer para ir a comprar los 4 canapés de turno.
- correr por la calle, matándote con los tacones a no sé donde porque a veces ni siquiera tienes un establecimiento cercano para comprar la maldita comida.
- volver a la oficina sudando como los pollos, con esguinces en los tobillos y agujetas en los brazos por el peso de las bolsas.
- echar a alguien reunido en la sala contigua para colocar la comida y la bebida sobre la mesa, asegurándote además que quede mona la presentación.
Ring, ring:
– Hola, soy yo desde la sala de al lado. La comida ya está lista.
– Por fin, Erika, cuánto has tardado, nos estamos desmayando de hambre
¿Cuántas piezas hay que pedir por comensal?
Se supone que 4 ó 5 piezas por comensal son el menú con la cantidad ideal. Sólo se supone.
¿Fuiste a un cóctel en el que te pusieran hamburguesas gigantes, como las de la imagen? ¿te sirvieron un bocata de chorizo? ¿no, verdad? Te ofrecieron unos canapés enanos que te tapan ni el hueco de la muela.
Los extranjeros comen como un pajarito. A los holandeses y franceses, por ejemplo, les vale con un sandwich.
Sin embargo, para los españoles, que llevan 3 días a dieta por aquello de comida gratis, te recomiendo pedir 6 ó 7 piezas por comensal. Están desmayados de hambre, así que mejor que sobre, que no que falte.
¿Qué tipo de comida hay que encargar?
Sin duda hay que encargar comida que llene, es decir miga de pan, patatas, arroz y algo con masa:
– Quería encargar 10 chapatas de jamón serrano, 10 croissants de jamón york, 1 tortilla de patata, 15 empanadillas y 15 croquetas de pollo, por favor.
No olvidar a la gente con dietas especiales
¡Un momento! ¿y si alguno de los participantes es judío, musulmán o simplemente vegetariano? ¿y si es celiaco, alérgico o intolerante a algo?
Pensarás que no tiene importancia, pero te aseguro que la gente es más religiosa de lo que te crees.
Tampoco querrás que alguien se ponga malo y haya que llevarle al hospital ¿verdad?
Así terminas preguntando a los del catering:
➡ ¿Esa carne no será de animal con pezuña partida, no? (comida kosher)
➡ ¡Oye! ¿se sacrificó al animal mirando a la Meca? (musulmanes)
➡ Estamos en cuaresma ¿tenéis potaje? (católicos)
➡ ¿La lechuga es ecológica? (vegetarianos)
➡ ¿La harina del pan es apta para celiacos?
➡ ¿hay algo sin lactosa y trazas de huevo?
Un día de estos me van a mandar a la mierda
Al final te aprendes los alimentos prohibidos en cada religión, que ya te digo que la lista es muuuy larga.
Y también te vuelves experta en nutrición y en alimentos que producen intolerancias y alergias alimentarias.
– Muy bien, pues para que todo el mundo pueda comer, me pones 18 petit pan de espárragos, 25 chapatas de gambas sin mercurio y una bandeja de crudités.
DESCARGAR PLANTILLA PARA PLANIFICAR CATERINGS INTERNACIONALES
Por cierto, según el tema de la reunión, se comerá más o menos.
Si es un consejo de administración, allí no come ni el tato. Estás cardiaco con los accionistas debatiendo presupuestos y se te cierra el estómago. Si es una reunión comercial de españoles, os sugiero 10 piezas por persona.
Aunque habrá que tener en cuenta que el tamaño de las piezas varía de un proveedor a otro.
Precio
El precio medio por comensal suele ser unos 15 – 20 euros, dependiendo del proveedor y de las cantidades que pidas. En el distrito financiero de Madrid, el menú del día en un restaurante son 11 euros el cutre y unos 15 euros el menú deluxe.
Además hay que sumar los gastos de entrega (unos 5 euros) y el IVA.
Es decir, un catering sale más caro que una comida en un restaurante. Justo lo contrario de lo que todo el mundo piensa. Que te quedes con hambre no tiene nada que ver con el precio.
Ya ves, estas empresas tienen que pagar la compra de los ingredientes, los sueldos del personal y el combustible para la furgoneta de reparto, entre otras cosas.
Comensales no invitados
En mi empresa tenemos un directivo que siempre que hay catering, le dice a todo el que pasa por el pasillo:
– ¡¡Eh!! Paco ven, que hay catering en la sala de juntas, quédate a comer con nosotros.
Lo hace para ser el jefe más guay de toda la empresa. Piensa que invitando a comer a la gente, les motiva y todo.
Sin embargo, no se da cuenta de que pone a los demás en un compromiso. ¿Cómo le dice Paco que prefiere bajar a comer el menú del día, en vez de quedarse a comer una croqueta?
Y mientras Paco se lo piensa, el jefe insiste:
– Está el Director General, es un momento muy bueno para darte a conocer.
¡Pobre, Paco! No sé, a mi esto me parece manipulación ¿y a ti?.
En resumen, te dijeron comida para 5 personas y allí hay 15. ¡¡Houston, tenemos un problema, la comida no llega para todos!!
La batalla campal
Después de colocar las bandejas comida y bebida sobre la mesa y avisar a la gente para que vaya a la sala, viene la marabunta.
Como no te quites de en medio, te tumban. Es lo que tiene el hambre, no entiende de modales.
Aquello es la guerra. La jauría humana descontrolada por el hambre se lanza a las bandejas como si no hubiera un mañana. Allí hay empujones, codazos y zancadillas para llenar los platos.
Hay gente que siempre se queda sin comer
Son Paco y los pelotas. Mientras los demás están matándose por pillar una croqueta, ellos están contándole al Gran Jefe :
- lo bien que gestionan esto o aquello
- atribuyéndose los méritos de otros que no están presentes
- echando la culpa de alguna cagada a alguien que no está en la sala.
Vamos, que no les da tiempo a entrar en combate. Con un poco de suerte conseguirán una cucharita de paella.
El catering acaba y …
El catering acaba ocurren las siguientes situaciones
1. Sobra comida
Cuando sobra comida siempre se acerca alguien a mi mesa y me dice:
– Erika ¿comiste algo? ha sobrado comida.
– ¿Pretendes que coma los restos de comida sobada y chupada por los demás? Seguro que ni siquiera se lavaron las manos antes de comer. Paso. Me bajo a comer un menú del día .
Quizás sea el perrillo de la empresa, que come las sobras, y aún no me he enterado.
2. La comida no fue suficiente para todos
Los que se quedaron sin comer …
– Erika, qué poca comida has pedido, esto se te da muy mal
– La próxima vez no ayunéis desde una semana antes ni invitéis a media empresa a comer y ya verás cómo coméis todos. O mejor aún, como se me da mal pedir caterings, la próxima vez te encargas tú.
3. Las críticas culinarias
Otro clásico en estos mini eventos, son los comentarios de los sibaritas:
– Erika, el jamón serrano no era ibérico de pata negra. Sabía a plástico. Busca otro proveedor.
– Erika, la corteza de las chapatas rasca cuando pasa por la garganta. La próxima vez pide croissants, se comen más rápido.
– Vamos a ver, que me habéis avisado 15 minutos antes y he tenido que comprar la comida en la tienda de la esquina. No hago milagros
Lectura recomendada: Los sándwiches verdes
¿Y cómo queda la sala después del catering?
Para llorar. Es como si por allí hubiera pasado Atila. Recuerda que hubo una batalla campal con codazos, empujones, pisotones …
En la lucha por conseguir una croqueta durante la batalla, la gente pierde el civismo.
He visto:
Trozos de tortilla de patata pisoteada en la moqueta
Latas de refrescos dentro de las rejillas de la salida del aire condicionado.
Tomates cherry espachurrados en las sillas.
Paté untado en el mando del proyector de la sala o en el teléfono
¿Quién recoge la sala?
Cuando todo acaba, algunos regresan a la otra sala a continuar con la reunión. Otros se quedan ahí hablando en corrillos.
– Hola ¿me ayudáis a recoger? – en mi empresa la señora de la limpieza llega a las 17:00 y la sala se suele necesitar para otras reuniones que haya por la tarde.
De repente, se hace el silencio en la sala y todos van saliendo paulatinamente sin hacer ruido. ¡Vaya! me he quedado sola con la bolsa de basura en una mano y la bayeta en la otra.
A ver cómo te lo digo:
- en mi contrato de trabajo no figura que tenga que limpiar salas de reuniones
- Asistente, assistant o secretaria no son la misma profesión que asistenta aunque tú las confundas porque es más moderno llamarnos asistentas y asistentos.
El que ríe el último, ríe mejor
Después de haberse matado a empujones, codazos y zancadillas, resulta que un par de horas después del almuerzo volverán a tener hambre jeejeje.
Me los imagino en la reunión sonándoles las tripas, sin saber qué hacer para que los demás no lo oigan.
En cuanto acaba la reunión tienen que bajar al bar de la esquina a zamparse un bocata de bacon grasiento con queso (incluidos los sibaritas). Esta vez se gastan ellos el dinero 😛
****
¿Has participado en alguna vez en este tipo de batallas campales?
¿Te quedaste con hambre?
¿Le diste los restos de comida manoseada a la secretaria?
¿Ayudas a recoger la sala o se te caen los anillos?
Imagen destacada “business lunch retro” via Shutterstock
Cindy Groulx
23 enero, 2015 @ 19:33
Yo estaría colgando ese chico por sus tirantes por la ventana. He tenido un par de experiencias similares con diferentes puestos de trabajo. Pero mis trabajos no fueron por mucho tiempo, porque vivía en la carretera en ese entonces
gracias por compartir Erika
Erika Martin
23 enero, 2015 @ 20:33
me muero de la risa con tus expresiones, Cindy … el chico de los tirantes, el ladrillo en el bolso … tu eres de esas personas que me inspira para estar de buen humor.
¿Eran los tiempos de la combi van?
Gracias a ti por estar pendiente de la publicación del post y venir a leerlo.
Muchos besos, corazón
Erika Martin
23 enero, 2015 @ 22:30
Gracias, Jorge, tu sí que eres grande!! Un beso muy fuerte y buen fin de semana!!
Erika Martin
23 enero, 2015 @ 22:30
no lo dudes, Cindy, me haces sonreir y reir mucho.
Cindy Groulx
23 enero, 2015 @ 22:18
Erika, Yo lo hice. {:o) gracias, y yo soy feliz si lo publicar algo he hace sonreír.
Jorge Iglesias
23 enero, 2015 @ 22:19
Magistral amiga, como siempre, me he divertido mucho con tu relato. Un beso grande y por supuesto comparto. Eres genial Erika
Jordi Luna
24 enero, 2015 @ 00:11
Como de costumbre, divertido, ameno, con chispa, genial Erika. Eres la SuperSecretaria, pronto los de Marvel te hacen un cómic…Yo no soy de los que se pelea por comer, (noooo mucho menos un pelota) Pero he visto empujones que serían de targeta roja… alargamiento de extremidad superior por entre dos cuerpos adheridos a la mesa de los canapés, (lo que viene a ser meter el brazo por medio de los dos tragones de la empresa) …en ocasiones, veo caterings…son como fantasmas. Los ponen, y desaparecen en lo que dura un suspiro.
Nos traes aire fresco para google+, como te digo siempre. Besos!!
Humoreo Luego Río
24 enero, 2015 @ 00:33
No entiendo como lo aguantas día tras día, debe ser agotador estar en tu puesto. Siempre pendiente de por donde y como, te puede salir el jefe. Que te puede pedir, o que ocurrencia de última hora, puede llegar a tener. He disfrutado mucho, leyendo la odisea del catering. Jajajajajajaja
¡¡¡Aguanta Erika tú puedes hacerlo!!!
Ana Suárez
24 enero, 2015 @ 01:01
Jeje, si es que qué le vamos a hacer, somos así los españoles. No he estado nunca en un "evento" de esos. He estado pero fuera, y como dices la gente es muy comedida, hacen cola, no se cuelan, cogen sólo una ración,…vamos muy soso y aburrido todo, la "única" compensación es que comes…Menos mal que eres avispá para torearles un poco…
Entre suspiros y un café
24 enero, 2015 @ 09:46
Yo he vivido los caterings de empresa, y es una fiesta asegurada. Ver como la gente no presta atención a la persona con la que está "hablando" porque de reojo está mirando la comida, como los hay comiendo sin respirar y a dos manos, los que de normal están a dieta y ahora aprovechan que es gratis para pegarse un festín…
¡En fin! Es digno de ver. Lo malo es luego recoger, que como bien dices, a la que te das cuenta te has quedado sola para recoger…
¡Un beso Erika! Que pases un muy feliz fin de semana.
Patri.
Las Gemelas del Sur
24 enero, 2015 @ 10:01
¡Por favor! esto por parte de todo unos ejecutivos " Los ojitos de esta que escribe han visto restos de tomate espachurrados en las sillas y paté untado en el mando del proyector." Lo que tu dices ¿dónde está el civismo? ¿ En su casa harán lo mismo?
Sabes hacernos pasar un rato agradable de situaciones que si las vieramos con nuestros ojos no lo serían tanto.
Besos.
Erika Martin
24 enero, 2015 @ 11:47
jajaja tu sí que tienes chispa, Jordi. Muy que no seas un pelota, no puedo con ellos y mejor aun que no mates por una brocheta. Como dices, eso parece más un partido de rugby que una comida. Brillante lo de los fantasmas jajaja Gracias, gracias, gracias Besos!!
Erika Martin
24 enero, 2015 @ 11:50
Ya estoy acostumbrada a estos subidones de adrenalina en la oficina, Juan Carlos, aunque alguna vez también me pregunto de dónde me saco la fortaleza para aguantarlo dia a dia.
Yes, I can!! jajaja
Erika Martin
24 enero, 2015 @ 11:52
Hola Ana, por ahi fuera tienen modales ¿verdad? Esto ocurre en la oficina pero tambien en las bodas, por ejemplo.
¿Avispada? no sé, pero les meto cada corte que me quedo como nueva jeje
Erika Martin
24 enero, 2015 @ 11:54
Hola Patri,
tu lo has descrito mejo que yo, así es, a dos manos y dos carrillos jajaja
Lo de recoger ya es otra historia
Muy buen fin de semana para ti tambien y muchos besos
Erika Martin
24 enero, 2015 @ 11:57
Te aseguro que en casa no hacen lo mismo ni con la comida ni con el resto de las cosas.
Cuando vi las latas de refrescos dentro de las salidas del aire acondicionado casi se me saltan las lágrimas ¡Que gente!
Besos, Gemelas y gracias por tu visita
Erika Martin
24 enero, 2015 @ 11:58
Gracias Mirta, es genial saber que lo has disfrutado.
Un abrazo y muchos besos
Mirta Cristina
24 enero, 2015 @ 11:02
Que gracioso! Es un placer leerte!! Un abrazo, besos!!
Pedro Fabelo
24 enero, 2015 @ 12:50
-"Erika, el jamón serrano no era ibérico de pata negra. Busca otro proveedor".
-¿Algo más?
-Sí. El caviar no era Beluga 000, ya sabes, el de 300 € la lata de 50gr. Y el Moët Chandon no se sirvió a la temperatura adecuada. Me estás fallando, Erika. Mal, muy mal.
-Lo siento. Mi amo, mi señor, mi dueño, mi todo. Me postro a vuestros pies y os pido humildemente que perdonéis a ésta, vuestra sierva.
-Está bien. Pero que no vuelva a ocurrir. Tenías que haber visto la cara del Director General cuando dio un sorbo al Moët Chandon. Esa mueca no se me olvidará en la vida. Ha sido horrible.
-Pobrecito.
Hay qué ver, a estos los mandaba yo a comer a un chiringuito de playa para que se les quite la tontería. Saludos, Erika. Y ánimo.
Ana Suárez
24 enero, 2015 @ 16:28
Claro que eres avispada e inteligente si no no podrías dar esas contestaciones, deberías hacerte asesora de asistentes y cobrar.
Lo de modales, sí, la verdad es que no consideran correcto avalanzarse por la comida, pero he visto alguna gente super arriba en la cadena de mando comiendo con la boca abierta, un profesor mío en Columbia también…
Erika Martin
24 enero, 2015 @ 17:54
Muy mal, muy mal yo creo que con estas cagadas estoy al borde del despido, Pedro.
Precisamente a uno de estos sibaritas, le vi un día metiéndose comida en los bolsillos y, claro, no me pude contener, me acerqué y le pregunté "¿Qué haces? ¿te llevas el chorizo de plástico para cenar? Te vas a manchar el traje de Hermes comprado en Carrefour" Casi me fulmina con la mirada.
Oye, te veo puesto en delicatessen, lo mismo en una de estas te pido consejo.
Un abrazo fuerte, ya estoy esperando tu próximo post 🙂
Elia Brosed
24 enero, 2015 @ 18:42
Jjjaaa nooo de este tipo noo!! Nena necesitas ayuda!!! Es que hay gente muy sibarita jjjaa, te estoy imaginando la cara cuando te dicen lo de la miga y el jamón de bellota. No te preocupes, no creo que coman en otras reuniones mejor que en la de tu empresa!! Un beso guapis!!!
Pedro Fabelo
24 enero, 2015 @ 19:10
Jo, el traje de Hermes comprado en Carrefour, jajajaja…Brillante, Erika, brillante.
Precisamente andaba preparando mi próximo post. Mañana lo tendrás calentito a primera hora de la mañana en el blog. Gracias por tus asiduas visitas a él. Está que no cabe en sí de gozo gracias a vosotros que lo alimentáis a base de visitas y comentarios. Vosotros sí que sois lectores "delicatessen".
Nos leemos, Erika. Un fuerte abrazo para ti también.
Erika Martin
24 enero, 2015 @ 20:41
Oye, Elia, ¿que tal si te hago a ti los pedidos de catering? Seguro que les gustarían tus platos y yo dejaría de oir quejas 😉 Un beso, guapa!!
Argonauta Dalianegra
24 enero, 2015 @ 20:41
Madre mía, chica, tenéis que hacer de todo, y por eso deberían pagaros el triple como mínimo. La verdad es que nunca se ve todo el trabajo que hay detrás de cada acontecimiento, y los quebraderos de cabeza que conllevan. Como siempre, me he reído un montón con tu divertidisima manera de tratar los temas, y sí, los hay que parece que sólo coman cuando creen que les sale gratis, jeje. Besines y comparto. Muy feliz sabadete!!
Erika Martin
25 enero, 2015 @ 19:27
Ya te digo, Argonauta. Sacarse de la manga un comida es un ejemplo pero luego la gente se piensa que las bandejas con el chorizo fueron colocadas ahí por arte de magia y no por las secretarias.
Es cuando la comida es gratis, sabe mejor jajaja
Muy buena semana, querida. Besazos!!
Julia C.
25 enero, 2015 @ 23:27
Cuánta razón tienes, Erika, la comida gratis siempre sabe mejor jajajajjaa. Nunca dejas de asombrarme con los muchos cometidos que tienes en tu trabajo y con la cantidad de temas que has de controlar. Tenían que concederte la jubilación a los 50.
Un post super divertido, como siempre. Gracias guapísima!!
Un super beso pre-lunes. Que tengas buena semana.
RAQUEL ORTIZ
26 enero, 2015 @ 15:06
Me he reído un montón con esta anécdota, muy divertida, nunca he participado en este tipo de batallas, pero bueno tampoco sería de las que quieren hincharse a comer, porque no es lo mío, detesto pasarme de comer, bastante mal lo paso ya con las navidades y los compromisos. Gracias por éste post tan original como real, un saludo.
Erika Martin
26 enero, 2015 @ 20:39
Oh! Sí! Jubilación a los 50! estaría fenomenal, sobre todo, porque ya paso de los 40 y eso significaría que en un pis pas podría retirarme 😉
Mil gracia a ti, querida, me llena de alegría que vengas por aquí una semana más.
Besazos y muy buena semana
Erika Martin
26 enero, 2015 @ 20:42
Muy bien Raquel, así me gusta, hay que comer con medida y elegancia 😉
A mi me pasa lo mismo, no como más porque sea gratis la comida.
Gracias a ti por tu tiempo.
Saludos
Hilda Hurtado
26 enero, 2015 @ 22:55
Hola mi querida Erika, como siempre haciendo de las tuyas , ante tanto gorrón, jajajaja. Me pregunto como se ven los tomates empachurrados en las sillas, ha de ser un escenario devastador, jejeje. Siempre sucede así cuando hay que limpiar tanta inmundicia de todos estos altos ejecutivos, jajajaja. No he estado en una de esas batallas campales en la oficina, pero la única batalla a la que he asistido, fue cuando tenía quince años y asistí a la fiesta de quince años de una de mis amigas y la mamá de amiga no sirvió comida, como es acostumbrado en este tipo de eventos, solo podías apreciar la mesa en donde se encontraba el Bizcocho, rodeado de bocadillos y canapés, bien protegidos por un cordón de seguridad, llegada la medianoche, después de la presentación quitaron el cinturón y podrás imaginar a todos los chiquillos corriendo despavoridos hacia la mesa, para poder alcanzar alguno que otro bocadillo, creeme que se guardaban provisiones dentro de los trajes de gala y las chicas guardaban las suyas dentro de las carteras, todos reíamos al ver la desesperación de todos por un bocado de comida, jajajajaja. una experiencia muy cómica, porque era inusual, ademas la mamá de mi amiga era una de esas señoras encopetadas y estiradas, nos llamó la atención tanta tacañería. Un gran abrazo desde New York, que por cierto está pasando en estos momentos, por una tormenta invernal, besos con nieve.
Erika Martin
27 enero, 2015 @ 18:47
Hola preciosa, pues cuando acaban estas comidas las sala queda como si hubiera pasado una manada de elefantes … al final da igual que sea en la fiesta de lo 15, en un cumpleaños o en una boda, la gente mata como sucedió en fiesta que tuvo que ser impresionante ver cómo se guardaban la comida ¡que fuerte!
Sí, sí, he visto en la tele que estáis con la peor tormenta de nieve desde hace muchos años. ¡¡Abrigate!! ¿Sabes qué significa eso? pues que en dos o tres días tendremos ese mal tiempo en España. Madrid está aprox a la misma altura que NY.
Besazos marchando para la Gran Manzana
Erika Martin
13 febrero, 2015 @ 18:09
Me alegra mucho saber que la lectura se hace amena y fácil, Patricia.
Gracias por visitar el blog. Un abrazo muy fuerte!
Patricia Duboy
13 febrero, 2015 @ 18:07
Divertido como siempre, que fácil leerte. Un saludo