Errores épicos en las cenas de empresa
Se acerca Navidad y con ella las cenas de empresa. Para muchos siempre fue un marrón asistir a estas comilonas. Para otros un acto de gorroneo en el que, como es gratis, lamen los platos de la comida y beben hasta el agua de los floreros.
Como ya nos hemos vacunado (casi) todos y hemos vuelto a la presencialidad, las empresas han vuelto a la normalidad organizando este año la famosa cena de empresa. Que el año pasado no se pudo y hay que recuperar costumbres a pesar de estar en la sexta ola.
La verdad es que en estos eventos siempre ocurren un montón de anécdotas que pasan a los anales de la historia de la empresa. Si tú eres el protagonista de alguna de ellas, debes saber que afectar a tu estabilidad laboral, vamos, que puedes perder el curro e irte a la cola del paro.
Toma nota de los errores épicos que comete la gente en las cenas de empresa para no convertirte en el protagonista de alguna de estas anécdotas. Pueden venirte bien si tu empresa ha decidido continuar con la comilona multitudinaria a pesar de la pandemia.
1. ¿Voy o no voy a la cena de empresa?
Esta es la pregunta del millón ¿eh? Aquí entran en juego varios factores:
- Estás quemado y no te apetece ir a reírle la gracia a tu jefe
- Eres el anti social de la empresa y odias asistir a estos eventos
- Tu jefe es un negrero
- El número de empleados que hay en plantilla
Las recomendaciones que circulan en internet indican que siempre debes ir. A ver, si un año no vas por los motivos anteriores o porque no tienes con quién dejar a los niños, no pasa nada. Pero no deberías tomarlo como costumbre.
➡ Si tu jefe es un negrero, tienes que ir sí o sí
➡ En cuanto al tamaño de tu empresa:
Si tu empresa es de menos de 50 empleados, debes ir sin rechistar porque se nota que no estás, aunque seas un empleado gris del que nadie se acuerda de dar los buenos días a lo largo del año.
El éxito de los eventos (y reuniones) de las empresas se mide por el número de personas que hay haciendo bulto
Si tu empresa tiene 50 – 100 empleados, es recomendable que vayas, pero si no quieres/puedes, avisa a la persona que lo está organizando todo.
Si tu empresa tiene +100 empleados, nadie te va a echar de menos (bueno, tus colegas sí). ¿Tú crees que pasan lista como en el colegio? Los jefazos ni se van a dar cuenta de que no estás.
Gracias a la pandemia tienes la excusa perfecta para no asistir a la cena de empresa. Di que hay mucho riesgo de contagio y que así evitas una baja laboral si llegas a pillar el covid. A tu jefe y a RRHH les encantará que seas tan responsable.
En cualquier caso, si no vas, avisa cuanto antes a la persona que está organizando todo. No hace falta que le des explicaciones y excusas. En realidad, le importa un bledo si vas o no. Posiblemente lo está organizando a punta de pistola. Sin embargo, necesita saberlo a efectos logísticos (encargar tu menú, ponerte la silla y los cubiertos, ajustar el presupuesto de comidas y copas, etc)
2. Vestirte como si fueras a la gala de los Oscar
Hay que arreglarse un poco. Lo siento, no puedes ir con el jersey gordo de lana y los leggins. Tampoco puedes ir con una camiseta de publicidad de otra empresa. Lo sé, así le tocas las narices a los jefes. Déjalo para otro momento del año.
Tampoco hay que irse al extremo contrario y vestirse como si fueras a la gala de los Oscar de Hollywood, con peinado de 4 horas de peluquería. Algunas se pasan tanto con las lentejuelas y los dorados que parecen un árbol de Navidad.
Amiga, si habitualmente vas a trabajar con botas tipo UGG y no sabes andar con tacones de 11 cm, no te los pongas para ir a la cena. En cuanto bebas un par de copas, andarás como un pato mareado y serás la risa de la empresa durante el año siguiente.
3. Hacer la pelota a los jefes
En principio nadie quiere sentarse en la misma mesa que los jefazos. Aunque siempre hay excepciones: los pelotas y lameculos.
Ellos matan por estar en los corrillos de los jefes a la llegada al restaurante, en la mesa o después en las copas. Piensan que es un buen momento para lucirse hablando del negocio, lo mucho que aportan a la empresa, lo bien que marchan sus proyectos, bla, bla, bla …
¿Crees que los jefes quieren hablar de trabajo contigo y/o de ti en estos momentos lúdicos? Siempre ha habido clases y tú eres de la plebe. Si no eres empleado estrella es muy complicado que te acepten en su grupito VIP.
Por otro lado, aunque no te lo creas, los jefes también son personas. Prefieren hablar de cualquier cosa que no sea negocio o trabajo. Serán los primeros que critiquen a la que va disfrazada de árbol de Navidad porque es más divertido que escuchar tu monólogo sobre lo imprescindible que eres en la empresa.
4. Comer como si no hubiera un mañana
Esto es un clásico. Como hay comida gratis, la gente devora y lame hasta los platos para que no quede un resto de comida en ellos.
Lo mismo ocurre en las comidas de trabajo en la empresa a lo largo del año. Te lo conté aquí:
✓ Manual reuniones 100% im-productivas
Se ponen en ayuno total desde una semana antes para que se vaya haciendo hueco en el estómago. Llegan a la cena desmayados de hambre y comen por 2 ó 3.
Si el evento es tipo cóctel, irán persiguiendo a los camareros por toda la sala:
- Cogerán varias piezas de comida de una atacada y se las meterán todas de golpe en la boca.
- Lo que no les quepa en las fauces, se lo guardarán en los bolsillos. No, no exagero. Fíjate en el próximo evento que vayas y después me cuentas.
5. Comer con la boca abierta y hablar con la boca llena
El hambre ciega y, en ese devorar y lamer platos, a muchos se les olvidan las normas básicas de educación:
- Come con la boca cerrada
- No hables con la boca llena
- Los codos (y el móvil) fuera de la mesa
Por favor, no te pongas la servilleta como babero o en la cabeza. Esta broma es de tiempos de los dinosaurios y hoy en día no tiene ninguna gracia.
Una técnica para que deslice mejor la comida hacia el estómago es beber. Así que te tomas una copa de vino y otra y otra … y al final confundes tu copa con el florero de decoración del centro de la mesa. Por supuesto, te lo bebes también.
6. Criticar la comida y el sitio
Típico, todos aquellos que hicieron ayunas los días previos al evento y comen y beben como si no hubiera un mañana, resulta que son expertos culinarios, enólogos y sumilleres. Por eso, tiene que hacer sus valoraciones a la comida y bebida.
La comida, bebida, local nunca serán de su gusto. Está muy bien pensarlo, pero no lo digas en voz alta. Irás directo a la lista negra de la empresa por ser un prepotente desagradecido.
Organizar una cena de navidad multitudinaria es bastante complejo. Si crees que lo puedes hacer mejor, encárgate tú el próximo año. Estaré encantada de criticar y poner pegas a todo lo que hayas organizado.
Mientras tanto te dejo unos consejos para que triunfes con tu cena: Cómo organizar la cena de navidad de la empresa
7. Acosar a la gente
El vino de la cena y las copas de después hacen que te desinhibas. Te sientes guay y aprovechas para perseguir a esa persona que te gusta tanto ¿Quién sabe? Lo mismo hasta ligas y todo.
Le pones ojitos, morritos, te colocas debajo del muérdago cuando está cerca, bailas a su lado, vas a pedir una copa cuando está en la barra pidiendo una para él/ella … lo das todo por esa conquista.
Lo malo es cuando tú no le interesas ni lo más mínimo. porque automáticamente te conviertes en plasta. Si no tienes límite babeando, entonces puedes caer en el acoso. Mucho cuidado con esto. En cualquier caso, pasarás a la historia como el baboso o la babosa de la empresa. En el próximo evento de empresa huirán tod@s de ti como de la peste.
8. Aparecer al día siguiente en el trabajo con la misma ropa
Vale, triunfaste en la cena de empresa. Acabaste en el huerto con alguien. Enhorabuena por esa noche de desenfreno.
Pero cámbiate antes de ir a la oficina. Tu ropa huele a alcohol y tú a sudor. Aséate, por favor.
Si apareces como la misma ropa de la noche anterior, todos (incluidos los jefazos) sabrán lo que has hecho.
Sé discreto, nadie tiene por qué saber cómo acabó tu noche, especialmente si en la empresa hay una política de esas en las que está prohibido que los empleados tengan relaciones.
9. Fotos robadas
Siempre hay compañeros que documentan la cena con fotos y vídeos. Las van compartiendo por Whatsapp y en las redes sociales en tiempo real … y sin tu consentimiento (ojo, que esto es delito).
Espero que no te pillen con caras raras, bebido, persiguiendo a alguien que pasa de ti, bailando sobre la mesa, etc. Esas fotos del desmadre a la americana en las que tú eres el protagonista serán muy comentadas y criticadas en la empresa a lo largo del año.
Sin embargo, han quedado en internet como parte de tu huella digital. Si estás buscando trabajo y un reclutador las ve en las redes sociales, ya te puedes olvidar de que te llamen para una entrevista por juerguista alcohólico acosador sexual.
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¿Tienes alguna anécdota o error épico que quieras compartir para que todos nos echemos unas risas?
Artículo actualizado en 12/2021
chus
9 diciembre, 2016 @ 19:18
Otra costumbre a abolir, junto con los festivos entre semana (¡los domingos y gracias!) y las cestas de navidad 🙂
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 20:19
En lo de abolir las cenas de empresa estoy completamente de acuerdo contigo. Yo voy solo cuando me toca organizarla. Sino me toca a mi, no voy y que me pongan en la lista negra si quieren jajaja.
No, no, los festivos entre semana son sagrados. Eso no se quita ni de coña.
Sobre lo de las cestas tengo malas noticias para ti, Chus. Son un derecho adquirido de los empleados. No se pueden abolir ?
Yolanda
15 diciembre, 2017 @ 12:23
Otro momento-empresa donde hay miles de anécdotas seguro.
Un vez , durante una cena de empresa, me tocó sentarme delante de uno de los socios fundadores (o sea super-jefe).
Además, me tocó de amigo invisible. Me regaló un termométro para medir la temperatura del vino.
Bueno, pues no se le ocurrió otra cosa que ‘casi’ (no llegó a ocurrir) colocármelo en el canalillo dentro del sueter escotado de tirantes que llevaba.
Tuve que salir al paso con una mezcla de elegancia, picardía y formalidad. Es lo que pasa cuando se llevan ya varias copas de vino : la gente se ‘crece.
Consejo:
chicas, no os pongáis escote para estas ocasiones no sea que os pase lo que a mí.
Un saludo y feliz día a todos.
Erika Martin
16 diciembre, 2017 @ 13:45
Ese año triunfaste ¿eh, Yolanda? jajaja menuda mala suerte tener que regalar al socio, tener que compartir mesa y tenerle que aguantar la gracia sin gracia.
Menos mal que supiste salir airosa de la situación. Si es que hay gente que cuando bebe se pone igual del pelma que un adolescente con las hormonas revolucionadas en una discoteca jaja
Super consejazo que nos das -> a la cena de navidad se va sin escote y añado casi mejor con cuello alto y pantalones, no vaya a ser que …
Muy buen fin de semana. Besos
chus
9 diciembre, 2016 @ 20:24
Lo de las cestas son paparruchas (precisamente hoy leí algo sobre el tema), para que están los derechos adquiridos más que para saltárselos? que cestas ni que cestos… vais a acabar subiéndonos a las barbas 🙂
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 21:11
jajaja Chus, tu eres un auténtico jefe negrero. Un día de estos te vas a encontrar a los sindicatos quemando neumáticos a la puerta de tu despacho de jefazo. Eres peor que el Grinch jajaja
chus
9 diciembre, 2016 @ 21:18
Sindicatos????? a miiiii? jajaja que chiste más bueno!!! 😉
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 21:29
ya les he llamado, ya verás el lunes cuando llegues a trabajar jajaja
chus
9 diciembre, 2016 @ 21:33
Esa será la mejor parte, ¡lunes por fin! todos al curro que paso lista 🙂
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 21:36
¿irás andando, no? te van a rajar las ruedas de tu coche y luego a quemarlas. No cantes victoria porque seguro que echan silicona a la puerta para que no entre ni el tato a currar y todo por querer abolir la cena y la cesta
chus
9 diciembre, 2016 @ 21:38
¿Te cuento un secreto? Ya no tengo que ir 😀 😀
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 21:43
¿no tienes que ir?
chus
9 diciembre, 2016 @ 21:52
No, hace mucho que ya no voy. Y hasta aqui puedo escribir 😉
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 22:04
No lo sabía. No te pediré más detalles, si no los quieres escribir, Chus. Lo que voy a hacer va a ser llamar a los sindicatos para que no vayan a liarla parda el lunes jajaja ir pa’ na’ es tontería 🙂
chus
9 diciembre, 2016 @ 22:10
No te quiero dejar con la duda. Como no me hacía falta, dejé de trabajar llámalo «por motivos personales»
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 22:13
me habías dejado preocupada pero mira, si fuiste tu el que se fue, seguro que tomaste muy buena decisión
chus
9 diciembre, 2016 @ 22:16
Creo que si 🙂
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 22:19
seguro que sí
Josue A
9 diciembre, 2016 @ 22:12
Las cenas de las empresas … jajaja.. la mía es la próxima semana ya te contaré.
Del pasado que te cuento, antes de la cena hacian una misa católica, pero como también habia cristianos una ocasión después de la misa tambien hubo un evento cristiano. Total que esto era un evento religioso de 3 horas antes de cenar. Pero eso no era lo peor …. lo peor era que no había alcohol – nooooo – estaba prohibido (supongo era pecado para más de algún organizador) … jajajaja imagínate aguantar esto y sin una gota de alcohol. Y luego se preguntaban ¿Por que será que no va la gente? Esto de verdad era de terror … lo emocionante era meter un bucanas sin que nadie se diera cuenta y tener la mesa más agradable de todas …. jajajaja fuera de eso yo le daría un 0 a Luis y sus organización.
Te envío un gran abrazo y un beso. Ya te contaré de la próxima.
PD Si habrá alcohol
Erika Martin
9 diciembre, 2016 @ 22:19
¿cómo? ¿evento religioso de 3 horas? ¿y sin alcohol? ¡puff! Josué, tu trabajas en un sitio muy raro y el Luis de tu empresa es un friki jaja menos mal que nunca se enteró de que llevabas bucanas a escodidas jaja.
Si en la próxima cena hay alcohol la cosa promete. Carga bien el celular de bateria y haz fotos a todos cuando ya estén borrachos a todos. O te suben el sueldo o las publicas en las RRSS. Esto no es chantaje, son negocios 😉
Un abrazo!!
Josue A
11 diciembre, 2016 @ 21:49
Por suerte ya no trabajo en esa empresa, seguro lo siguen haciendo igual, no me extrañaría que le metieran un 3er evento religioso pues los dueños no son ni catolicos ni cristianos . Ahora las cosas son diferentes …. jajaja… muy buena idea la de las fotos la tomaré en cuenta. Besos
Conxita
10 diciembre, 2016 @ 18:19
Buen post preventivo Erika ahora que se acercan esos temidos eventos, hay muchos a los que se les va la pinza en actos de este tipo y después tienen que volver. Mejor recordar que no es una fiesta con amiguetes, que siempre es trabajo y así más tranquilos.
Un beso guapa
Erika Martin
10 diciembre, 2016 @ 23:24
Lo resumes muy clarito, Conxita, no es una fiesta con amiguetes y aún así a más de uno se le olvida aaarrrggg
Un besazo
ramrock
11 diciembre, 2016 @ 00:46
Uffffffff … esto si lo recuerdo, Nunca me gustaron pero no quedaba otra que estar.
Peligro, mucho peligro
Lovely and beautiful sunday
Erika Martin
11 diciembre, 2016 @ 12:15
si tuviste un jefe negrero y casposo, no me extraña que tuvieras que ir sí o sí para hacer bulto
Me encanta tu propuesta musical de hoy. Lovely and sunny Sunday
Entre suspiros y un café
11 diciembre, 2016 @ 10:58
Las cenas de empresas es la ocasión perfecta para conocer realmente a tus compañeros y jefes… jejejeje. Ahí acaba saliendo todo como es en realidad. Y como bien recuerdas, la perversión de las redes sociales puede hacer mucho daño, aunque a algunos en el momento no se les ocurra…
¡Un besote Erika!
Erika Martin
11 diciembre, 2016 @ 12:24
Eso es una verdad como un templo, Patricia. En la oficina todos muy formales y en la cena te sorprendes con el desparrame de algunos. Y claro, eso queda escrito en los anales de la empresa y publicado en las redes sociales
Un besazo, guapa!
Mirta
11 diciembre, 2016 @ 13:46
Que graciosa, es verdad que se toman el agua del florero, seguro que van a reclamar para que pongan floreros mas grandes!!!
Es difícil organizar y por mas que salgan todos con una sonrisa, siempre critican!!
Antes se llevaban en la cartera algo, ahora llevan una bolsa y ni hablar de los mozos que sirven, que se llevan valijas con champagne y vinos, tenes que hacer que cuando termina la fiesta, los acompañas hasta su auto, para que lo devuelvan !!
Aquí lo difícil es que aquí siendo verano se complica mas, el personal bueno se va a los centros turísticos, que ganan mas!! Son un plomazo las despedidas jajaja!!
Te deseo un domingo soleado y una hermosa semana!! Un beso grandote!!
Erika Martin
12 diciembre, 2016 @ 17:53
jajaja no des ideas con lo de poner floreros más grandes, Mirta, que la gente se los bebe seguro jajaja
Es muy fácil criticar cuando no lo organizas y vas gratis pero detrás de un evento así (me refiero, cuando es para +100 personas) hay mucho trabajo. Una lástima que pocos lo valoren. Eso sí, la bolsa llena de comida, cubiertos, copas, etc jajaja igual que cuando se alojan en un hotel y se llevan el albornoz «de recuerdo» jaja
Qué curioso me resulta que aquí estemos pasando frío y allí sea verano. Y claro las costumbres cambian, como la de que el personal se vaya a los centros turísticos. Algo comprensible y sobre todo si les pagan más.
La semana empezó con niebla, espero que el sol se deje ver en algún momento.
Muy buena semana para ti también. Besos y abrazos!!
marigem
12 diciembre, 2016 @ 10:16
Jajaja, las cenas de empresa las carga el diablo. Me he reído mucho, y sí que hay quien ayuna toda la semana para amortizar la cena.
Besos.
Erika Martin
12 diciembre, 2016 @ 17:55
jajaja Marigem, tu lo has dicho: las carga el diablo o tus compañeros de trabajo jaja Esto es como las bodas. La gente hace ayuno para poder llenar de más cantidad de comida el buche. ¡Qué cosas!
Besos
Chelo
15 diciembre, 2016 @ 21:06
Qué graciosa eres. Haces bien recomendando algunas cosas. La que más me ha llamado la atención es la de no vestir al día siguiente con la misma ropa ¿es que alguien sería capaz de eso? 😉
Está claro que este tipo de reuniones siempre dan pie a algo. Yo recuerdo una anécdota de una comida de este tipo en que todos se ‘pedían’ no sentarse al lado de una chica porque no olía nunca bien por un problemilla que tenía (creo que te hablé de ella en un post y todo).
Acertado y navideño post, Erika, ¡un beso!
Erika Martin
15 diciembre, 2016 @ 22:30
Hola Chelo,
he trabajado en varias empresas y cada año siempre aparecía alguien en la oficina con la misma ropa que la noche anterior. Imagínate, había que fichar el horario de entrada y no les daba tiempo a pasar por casa a cambiarse.
jajaja sí, recuerdo que me hablaste de tu compañera «pestosa» en el post de los olores en la oficina. Pobre mujer.
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar. Un abrazo muy fuerte, besos
Carmen Ferreira
16 diciembre, 2016 @ 18:54
Yo ese día me llevaré la cámara de fotos y dos móviles para sacar el partido al día D…
En una empresa dónde trabajé una compañera pilló tal cogorza que estuvo un mes de baja, esa noche nos regaló momentos épicos para llorar de risa: Cantó una canción en guachu guachu(inglés), propuso el juego de las prendas, intento adivinar el tamaño del pene de los compañeros, nos pidió 5 euros a todos los que estábamos sentados en la misma mesa, se los dimos pensado que era para comprar lotería y resulta que era para cocaina … Desde esa cena jamás me pierdo un evento de empresa.
Erika Martin
18 diciembre, 2016 @ 11:16
Hola Carmen,
qué gamberra eres con lo de llevarte la cámara 🙂 que yo te entiendo ¿eh? hay que documentar todo jaja
¡Qué fuerte lo de tu compañera! supongo que se pilló tal cogorza que acabó con coma etílico y/o sobredosis de cocaína, pero os animó la noche a todos cantando en guachi-guachi y con los juegos.
Normal que desde entonces no te pierdas un evento de empresa, sobre todo si ella también va
Raquel
18 diciembre, 2016 @ 12:50
jajaja, me ha encantado este tema, tomaremos nota para la cena de empresa, por cierto ¿es cierto que habrán quien haga ayuno el día anterior? me parece increíble pero de todo hay en este mundo , jajaj.
Erika Martin
18 diciembre, 2016 @ 22:43
Hola Raquel,
quizás desde el día anterior no, pero sí que muchos ayunan ese día en el almuerzo para poder comer más cantidad en la cena. Lo mismo sucede en las comidas de trabajo en la oficina o las de negocios en un restaurante. La gente no desayuna para comer más al mediodía. No digo que todo el mundo lo hace pero sí un 30% de la gente… es que cuando hay algo gratis, muchos aprovechan y se vuelven gorrones jajajajaja
Un beso!
Maryasexora
19 diciembre, 2016 @ 22:43
Yo hace mucho que no voy a estas cenas, no quisiera conocer (más) a determinados compañeros… y hasta aquí voy a comentar…
Besicos
Sao Feng
20 diciembre, 2016 @ 13:52
Yo no voy. Con el trato que me dan no les regalo ni les regalaré jamás ni un mísero minuto de mi tiempo libre para aparentar un buen rollo que no existe. Si les pica que se rasquen. Como bien dice Maryasexora, no quiero conocer más a cierta gente de mi trabajo, así que no me ofrezcan más oportunidades de intimar entre copas, que para eso prefiero irme con unos amigos.
Erika Martin
20 diciembre, 2016 @ 19:45
Te entiendo perfectamente, Sao. Cuando no estás a gusto en la empresa o con tus jefes o tus compañeros, no apetece lo más mínimo ir a reírles las gracias y hacer el hipócrita. Se está mejor con los amigos o en casa tirado en el sofá. Haces bien en no regalarles tu tiempo libre para estar de jiji-jaja.
Un abrazo
Erika Martin
20 diciembre, 2016 @ 19:42
jajaja Mary, tienes razón, a veces conocer más a ciertos compañeros (los babosos) te hace salir huyendo de ellos cada vez que te los cruzas por el pasillo de la oficina
Besos
Óscar
20 diciembre, 2016 @ 08:55
Pues yo nunca tuve cesta de navidad (y nadie reclamó nunca ese derecho) y las cenas de navidad las pagaba de mi bolsillo (mi cubierto). Así que debo ser el tonto de España, ja ja ja ja ja. Besitos
Erika Martin
20 diciembre, 2016 @ 19:51
¿No tienes ni cesta ni cena? Tu trabajas en un sitio muy raro, Oscar
Bueno, no eres el único que paga su cena. Con la crisis económica muchas empresas aprovecharon para eliminar estos gastos de sus presupuestos (ya sabes, siempre piensan en la felicidad del empleado). Desde entonces es muy normal que los empleados se vayan a cenar juntos y sin jefes, pagando cada uno el cubierto de su bolsillo con el estupendo sueldo de menos de mil euros netos mensuales … si no lo decía, reventaba jajaj
Muchos besos!
Sao Feng
20 diciembre, 2016 @ 21:19
Estas cenas deberían estar suprimidas directamente. No son más que nuevas formas de abusar y poner a prueba a los trabajadores hasta en su tiempo libre. De concordia nada de nada. Y encima, como están diciendo otras personas, poniendo el dinero, y el culo si hace falta. Lo siento, tengo 40 tacos y agotaron mi paciencia hace mucho con esto. Ya no me mojo por nada ni por nadie. La fiesta es la fiesta y el trabajo trabajo.
Erika Martin
20 diciembre, 2016 @ 21:53
Pues imagínate cómo será cuando no te apetece ni pelo ir pero tienes que estar sí o sí porque eres tu la persona que lo ha organizado todo y tienes que comprobar que todo sale como negociado con el restaurante. Vamos, mi caso. Y encima además tienes que aguantar las críticas gastronómicas de la gente. Si pudiera, te aseguro que me escaquería de estos eventos … tengo 45 años, así entiendo muy bien lo que dices, Sao
Sao Feng
22 diciembre, 2016 @ 21:15
Mi total solidaridad contigo Erika, pero también intenta dejarles claro que tú no eres «la organizadora oficial de saraos de la empresa», o por lo menos, que eso no entra dentro de tus obligaciones contractuales. Quítate ese muerto de encima y, acto seguido, responde con un glorioso y aplastante «yo no voy». Cuesta trabajo al principio y lo sé muy bien de todo lo que tildan (a mí hasta me insultaron en público en una de esas cenas mientras yo no estaba), pero con el tiempo se hacen a la idea de que no tienen nada que hacer. En eso consiste la prueba, en minar tu resistencia al «sí, yo voy donde ustedes digan». Lucha y ganarás. Yo lo hice en condiciones muy muy adversas y se gana, te lo prometo.
Erika Martin
23 diciembre, 2016 @ 17:50
Hola Sao,
en mi caso, sí que es una de mis funciones organizar la cena de empresa. Está bien clarito en la descripción de mi puesto. Tiene lógica porque es un evento de la Dirección y el Director General dirige la empresa y el negocio pero no organiza cenas para empleados o con clientes.
A lo que me he negado muchas veces es cuando los de RRHH han intentado que organizara yo la logística de sus formaciones outdoor.
Te aseguro que cuando me tengo que plantar y decir no, lo hago.
Aprovecho para desearte ¡¡Feliz Navidad!!
trovador (@trovadori)
11 enero, 2017 @ 21:37
Leí un libro muy gracioso sobre un currante que vivió aventuras auténticamente surrealistas.En un capítulo dedicado a Cenas de Navidad resalta que el Gerente de la empresa, dado al etilismo gerencial encontró, de forma casual, el DNI en el armario donde estaban las bebidas..resulta que se lo dejó alli algo así como un més atrás.
Justo antes del brindis¡¡¡ os imaginais el careto de los asistentes???
Erika Martin
11 enero, 2017 @ 22:47
Hola Trovador,
ya sé a qué libro te refieres jejeje Todavía no me lo he leído aunque lo tengo anotado en mi lista de pendientes.
Madre mía, lo de aquel gerente sí que fue épico. La cara de los asistentes debió de ser indescriptible. Vaya cogorzas debía pillarse el tipo
Gracias por compartir la anécdota de Diario alucinante de un currante
Christian Buxaderas
20 enero, 2017 @ 20:40
Por lo que leí, Erika, era una cogorza ambulante.Y el jodío, con actitudes así, se lo hacia pasar a todo el mundo peor de lo que se lo pasaba él.Hoho.Esto no lo enseñan en ninguna empresa de «headhunting»
Erika Martin
20 enero, 2017 @ 20:56
No me extraña que le tipo se lo hiciera pasar mal a todo el mundo, Christian. Me temo que estás cosas no las enseñan en las empresas de headhunters y tampoco en las escuelas de negocio, masters para directivos, etc … y deberían hacerlo jajaja
Marta
5 junio, 2017 @ 11:34
Yo tuve una el otro día y fui la que dió más la nota y la más ridícula de la noche… ahora no sé como afrontar la vuelta a la oficina… supongo que echarme no me echaran, solo por haberme divertido una noche, pero no puedo dejar de pensarlo…
Erika Martin
5 junio, 2017 @ 20:29
Hola Marta,
es verdad, hay muchas empresas que hacen cena de verano. De eso no he escrito nunca, ya me has dado una idea 😉
No me digas que fuiste tu la que dio la nota ¿pero qué te pasó para perder los papeles?
Bah, regresa a la oficina muy digna, como si no hubiera pasado nada, jaja. Lo único que habrá serán risas durante un tiempo. Dentro de unas semanas, y con las vacaciones de verano por medio, todo el mundo habrá olvidado la historia (o eso espero)
Ánimo
Sao Feng
18 julio, 2017 @ 21:50
Ahí tienes la razón por la que es mejor no acudir. Estas cosas siempre pasan y uno luego no sabe qúe hacer…