Historia del lápiz
¿Quién no ha utilizado alguna vez en su vida un lápiz para escribir, dibujar o para colorear?
En estos tiempos digitales en donde parece que lo único que usamos es el teclado del ordenador o del Smartphone, se fabrican 18 mil millones de lápices al año o dicho de otra forma, 500 lápices por segundo.
Faber-Castell, que es una de las marcas más importantes en el sector, fabrica 2.000 millones de lápices al año. Si se pusieran todos en fila:
- darían 9 vueltas al rededor de la Tierra
- superarían la distancia entre la Tierra y la Luna
Pues sí, muy modernos todos con nuestros teclados y resulta que el lápiz continúa siendo una de las herramientas de trabajo más utilizadas por millones de personas en su día a día.
Tomar notas, escribir, garabatear, dibujar, hacer bocetos de moda, decoración, arquitectura … cilíndricos, hexagonales, triangulares … de grafito, de carbón de leña, de acuarela, de grasa … de carpintería, de color borrable (cera), de estenógrafo o lápices de golf.

Día Internacional del Lápiz
Este palito de madera con una mina en su interior es uno de los inventos más importantes de todos los tiempos y es uno de los que más impacto ha tenido en el arte, la literatura y la ciencia.
Estos son motivos más que suficientes para que el lápiz tenga su Día Internacional, que es el 30 de marzo.
La elección de esta fecha coincide con el cumpleaños de Vincent van Gogh, que fue un auténtico fan de los lápices, especialmente de los de Faber-Castell.
Van Gogh dibujaba sin parar para mejorar sus habilidades y también como entretenimiento en tiempo libre. Nos dejó 1600 dibujos hechos con lápiz y 900 cuadros con pincel.
Hubo muchos otros personajes ilustres que no podían vivir sin su lápiz 🙂
Se dice que la primera palabra que dijo Pablo Picasso fue “piz”, abreviatura infantil de lápiz.
John Steinbeck, Premio Nobel de Literatura (1962) y Premio Pulitzer (1940), gastó 300 lápices para escribir su novela Al Este del Edén.
Goethe (1749 -1832) también utilizaba el lápiz para escribir sus poesías, obras de teatro y estudios científicos.
¿Quién inventó el lápiz?
La verdad es que, si te pones a investigar encuentras información incompleta o historias y fechas que al contrastarlas con otros datos no concuerdan o son contradictorias.
El descubrimiento del grafito
En 1564 cayó una tormenta en Borrowdale, en Cumberland, Inglaterra que tronchó un árbol. Al retirarlo los habitantes del pueblo, descubrieron debajo de sus raíces un mineral negro … era grafito.
Los pastores lo empezaron a utilizar para marcar las ovejas. Los más espabilados empezaron a venderlo en Londres en forma de varilla. Lo llamaron “piedras de marcar”
Aquello tuvo un éxito de ventas brutal, lo malo es que manchaba todo de negro y además al ser un material blando, era necesario algún tipo de soporte para darle algo de resistencia.
Al final a alguien se le ocurrió envolver el grafito con un cordel que se iba retirando a medida que el mineral se iba gastando. Había otra variante que era envolver el grafito en piel de oveja.

El uso del grafito se popularizó por toda Inglaterra y saltó también a Europa continental.
El ejercito inglés fue el mayor consumidor de grafito, aunque lo utilizaba para sus cañones. Era época de imperios, colonias, batallas navales y piratas.
Los artesanos de Núremberg
En 1660 Friedrich Staedtler y otros artesanos de la ciudad alemana de Núremberg, comenzaron a pulverizar el grafito y a mezclarlo con azufre y antimonio.
Sin embargo, la explotación del grafito estaba sometida a muchas regulaciones por parte de los gremios de esta ciudad.
Esta es la razón por la que muchos artesanos se fueron a Stein, otra ciudad cercana con normas un poco más flexibles. Sin embargo, Staedtler decidió quedarse en Núremberg,
Esta decisión no fue del todo acertada para Staedtler pues no pudo constituirse como empresa hasta 1835. Imagínate ¡¡2 siglos para montar una empresa!! así que no te quejes de lo lenta que es la burocracia hoy.
La primera empresa de lápices
Kaspar Faber (1730 – 1784) tenía un taller de carpintería en Stein y en sus ratos libres experimentaba mezclando el grafito con arcilla. Hasta que pegó el petardazo y consiguió triunfar con el negocio de los lápices. En 1761 fundó su empresa, que hoy es considerada la primera compañía fabricante de este producto.
A su muerte, su hijo Anton Wilhem Faber (1758 – 1819) se hizo cargo del chiringuito y lo amplió. Pasó de taller a fábrica. Este lugar sigue siendo hoy en día la central de la empresa A.W Faber-Castell.
La verdad es que los lápices Faber se producían con métodos convencionales y que en aquel momento no hacía sombra las piedras de marcar inglesas.
Esta empresa ha tenido mucho peso en la historia de lápiz. Ya lo irás leyendo a lo largo de este post.
Los lápices de madera
Como dije antes, el grafito se recubría con cordel o cuero. Pero hacia 1760, Simonio y Lyndiana Bernacotti, un matrimonio italiano, crearon el lápiz de madera. Perforaban un cilindro de enebro e insertaban en su interior la mina de grafito.
El lápiz salta el charco
Los lápices llegaron a las colonias norte americanas de la mano de los colonos europeos.
Se sabe que Benjamin Franklin utilizaba los lápices como estrategia de publicidad para vender su gaceta. O sea, como cuando hoy te regalan algo a cambio de que compres un producto, contrates un servicio o te apuntes a una newsletter 😛
George Washington, primer Presidente de EE.UU. hizo sus anotaciones en lápiz cuando se fue a explorar el territorio de Ohio en 1762.
Nace la experiencia de marca
Lothar von Faber (1817 – 1896) asumió la dirección de A.W Faber en 1839. Como buen alemán, le interesaba la calidad y la excelencia. Su meta era “producir lo mejor que pudiera producirse en cualquier parte del mundo”
Así que compró una fábrica de grafito en Siberia. No solo por la calidad sino porque el grafito inglés empezaba a escasear. Por otro lado, para recubrir las minas de los lápices empezó a utilizar madera de Florida, que proporcionaba robustez y evitaba que se partieran los lápices.
Empezó a poner “A. W Faber” en letras doradas en uno de los lados de los lápices … un toque glamuroso marketero, que convirtió a sus lápices en las primeras herramientas de escritura de marca.
Además creó una línea artículos de escritura y de oficina y todos los productos comenzaron a comercializarse en Londres, París, Nueva York, Medio Oriente y China.
Claro, con todas estas mejoras introducidas por Faber-Castell, muchos escritores, pintores, etc. de la época comenzaron a ser fans de los lápices y artículos de escritorio de esta empresa.

Siglo XIX, el lápiz sigue evolucionando
En 1781 llegan al mundo los primeros lápices de colores de la mano del británico Thomas Beckwith.
En 1812 William Monroe, un ebanista e inventor de Conconrd, Massachusetts, inventó unas máquinas que fabricaban cilindros de madera de 16 – 18 cms. Con el tiempo, esta pasó a ser la medida estándar de los lápices.
Al mismo tiempo, Ebenezer Wood, que vivía en un pueblo cercano a W. Monroe, fue el primero en fabricar lápices con forma cilíndrica, hexagonal y octogonal de forma automatizada. Pero el tipo no patentó la idea. Es más se la contaba al primero que pasaba por la puerta.
Por allí pasó Eberhard von Faber, hermano de Lothar, que vivía en Nueva York. Anotó todo con lápiz, claro 😛 y se puso a fabricar lápices hexagonales hasta convertir la empresa en la «number one» de América.
En 1858, Hymen L. Lipman, de Filadelphia, inventó y patentó el lápiz con goma de borrar
En 1870 A. W. Faber fue la quinta empresa en registrarse en el Registro de Compañías de Estados Unidos. Como hoy en día las otras 4 empresas no existen, Faber es la empresa registrada más antigua de EE. UU.
Los lápices amarillos
Si hay un color que se asocia siempre con los lápices es el amarillo, especialmente en EE.UU.
En 1889, la empresa checa, Hardmuth empezó a fabricar los lápices Koh-I-Noor en color amarillo, inspirándose la bandera del Imperio Autro-húngaro. Koh-I-Noor es el nombre de un tipo de diamante.
Hardmuth quería transmitir un paralelismo entre la calidad de un diamante y la de sus lápices. Les funcionó. En Estados Unidos se empezó a asociarse el amarillo con lápices de calidad.
Por cierto, los lápices Koh-I-Noor son los más utilizados por ingenieros, arquitectos, etc.

La empresa americana Dixon Ticonderoga, empezó fabricar todos sus lápices en amarillo. Vendió tantísimos que desde principios de siglo XX casi todos los lápices estadounidenses son de color amarillo.

En 1901 Staedtler comienza a fabricar el clásico de la empresa, el lápiz Noris. Al principio solo era de un color, pero desde 1955 los fabrican con rayas negras y amarillas. Como curiosidad te diré que este es el lápiz más popular y reconocido por todos en el mundo hispano. En Reino Unido las rayas son negras y rojas, y es tan popular que aquí los lápices en general, en vez de amarillos, son rojos y negros o azul marino.
****
Un lápiz nunca te falla, no se le saca la tinta como a los bolis. Quizás esa sea una de las razones por las que en las tiendas de IKEA hay lápices para que vayas apuntando la ubicación de los artículos que comprarás cuando acabes el tour por la tienda. ¿Lo habías pensando?
¿Quién no aprendió a escribir con lápiz? ¿Quién no tiene recuerdos de la infancia con las cajas de lápices de colores de Alpino, Carioca o Plastidecor?
¿Lápiz o portaminas? Yo soy de portaminas 🙂 que fue inventado en 1915, por el japonés Tokuji Hayakawa.
Recuerda que existe la profesión de afilador de lápices, y que en EE.UU. puedes llegar a ganar 30 dólares por lápiz, si consigues sacarle la punta perfecta.

Fuentes info:
Wikipedia
Galería de van Gogh
Historia Faber-Castell
Historia Hardmuth – Koh-I-Noor
30 marzo, 2018 @ 23:25
Hola Erika‼️ Que lindas historias de las fábricas de lápices! amo los lápices ❤️ Te seguí leyendo pero con el móvil ? y no da para escribir el móvil ni hacer dictados siempre pone lo que se le antoja ? Volví de mis largas vacaciones bien redodita con muchos kilos, el lunes comienzo la dieta para poder sentarme a escribir! Espero que te encuentre súper bien‼️Un abrazo grandote, ?
31 marzo, 2018 @ 14:45
Hola Mirta!! qué alegría verte por aquí de nuevo. Espero que tuvieras muy buenas vacaciones. Ya te pondrás a dieta algún día de estos jaja no te estreses con ese tema.
Cierto, el móvil es muy travieso, escribe lo que quiere, no lo que tu tecleas.
Pienso que los lápices son un «arma» para dar rienda suelta a la creatividad con palabras o con ilustraciones o dibujos. Fantástico que tu también seas una fan de los lápices como van Gogh 😉
Un abrazo de oso y que tengas muy buenas Pascuas ?
31 marzo, 2018 @ 00:20
Hija mía,¡que habilidad para sacar un post de algo como un lápiz!.
Felicidades,te ha quedado genial,¡como siempre!
31 marzo, 2018 @ 14:40
Gracias, José.
Con este post del lápiz inicio una serie de artículos sobre cosas que utilizamos todos los días en el trabajo. Los iré publicando en su correspondiente día internacional.
Disfruta las procesiones gaditanas 🙂
31 marzo, 2018 @ 01:16
Eres increible, no podía imaginar que se pudiera «sacar punta»a este tema :-).
Enhorabuena por el post
31 marzo, 2018 @ 14:36
Yo le saco punta a todo, Josep, jajaja … nah, es broma. Mil gracias por leerlo, me alegro que te haya gustado.
Disfruta lo que queda de semana santa
31 marzo, 2018 @ 21:24
eres genial! Gracias por compartir. besitos!
31 marzo, 2018 @ 22:49
Gracias a ti por leer el post, Ana. Muchos besos
2 abril, 2018 @ 11:58
¡Qué curiosa historia , Erika! Gracias por contarla 🙂
2 abril, 2018 @ 21:57
Gracias a ti por leerla, Patricia, me alegro que te haya parecido curiosa la historia del lápiz 🙂
Besos
3 abril, 2018 @ 12:46
¡¡¡¡¡Hola!!!!
Por primera vez escribes de algo que ya sabía, jejeje, porque mi hijo, en la ESO, tuvo que hacer un trabajo sobre la historia del lápiz para tecnología, y como iba hasta arriba de exámenes le ayudé un poco con la información.
Besos y he disfrutado un montón del post, me ha recordado a aquellos días.
3 abril, 2018 @ 23:34
vaya, esta vez no te puedo decir lo de nunca te acostarás sin saber una cosa más, Marigem jajaja
Qué bueno que tu hijo tuviera que hacer un trabajo sobre la historia del lápiz (aunque tú le ayudarás un poco). Pensaba que estas cosas tan «rudimentarias» ya no se tocan en el cole.
Me alegro de que hayas disfrutado el post. Si me ha faltado información sobre los lápices y quieres completar el post, soy toda ojos para leerlo 😉
Un besote muy grande
4 abril, 2018 @ 12:01
Hola Erika
Una curiosidad interesante. Un boli normal no puede escribir en el espacio por la falta de gravedad. Sin embargo, un lápiz puede seguir escribiendo perfectamente.
Besos
4 abril, 2018 @ 13:07
Hola Jerby,
no sabía que un boli no puede escribir en el espacio. Otro punto a favor del lápiz 😉
Besos
5 abril, 2018 @ 20:36
Me acabo de enterar de dos cosas. Primero de que existe el día internacional del lápiz, no tenía ni idea… Segunda, la de historia que hay detrás del lápiz.
Recuerdo cuando era pequeñita, los corros que se formaban alrededor del cubo de la basura para sacar punta al lápiz. Era nuestro «momento máquina de café».
Besicos.
8 abril, 2018 @ 18:55
Hola Mary,
la verdad es que yo también descubrí hace poco que existe este día.
Me has arrancado una sonrisa con tu recuerdo de sacar punta al lápiz en corrillos al estilo máquina de café de la oficina. He visualizado es momento alrededor del cubo perfectamente 😉
Muchos besos
6 abril, 2018 @ 16:43
Hola Erika:
Por fin ha llegado el fin de semana y he podido sacar tiempo suficiente para disfrutar de este post, desde que vi el título sabía que lo iba a disfrutar.Creo que ya te dije en el post de las profesiones que me encanta sacar punta a los lápices para tenerlos siempre listos para escribir… ¡Incluso a los de perfilarse los ojos! Cada vez que voy a casa de mi madre me pongo de los nervios y busco un rato para ponerlos a punto, porque ella es de las que no se preocupa y siempre los tiene gastadísimos.
Personalmente soy más fan del lápiz que de cualquier otra herramienta de escritura, me parece que un texto con una letra cuidada y escrito en el bonito gris del grafito tiene un encanto particular. Ya imaginarás que en mi escritorio siempre hay varios circulando para cualquier anotación o apunte, sobre todo, si es personal.
Hay una razón por la que los lápices me gustan más que un boli, y es que pesan menos y son más cómodos de coger, al irles sacando punta, se reduce su longitud, pero también su peso, así que me cansan menos. De hecho, me gustan los lapices, pero estrenarlos no tanto, casi siempre ando buscando en los estuches o en portalápices de mi hermana los que ya están más gastados, que ella al ser maestra, siempre tiene un buen surtido de todas las marcas y de todos los colores.
Y cambiando de tema: ¡Dos siglos! A partir de ahora nunca más volveré a quejarme de lo que se tarda en completar todos los trámites para trabajar por cuenta propia en España.
Un beso
8 abril, 2018 @ 18:51
Hola María,
cierto, me comentaste que la profesión de afilador de lápices sería un trabajo que puede encajar contigo. Lo que no me imaginaba es que eres tan perfeccionista sacando punta y teniendo a punto cualquier lápiz que se te cruza en el camino jajaja.
Estoy completamente de acuerdo contigo. Un texto escrito a mano tiene un encanto especial y si es en lápiz todavía más. Es como una especie de toque vintage personalizado.
Qué bueno, con tu hermana tienes filón de lápices jeje. A mi por el contrario me pone nerviosa que se vaya haciendo más pequeño el lápiz a medida que lo vas gastando. Creo que esa es una de las razones por las que utilizo portaminas. Tengo varios y en cada uno de ellos pongo la mina de un color diferente 😉
No, después de leer la historia de Staedtler, creo que nadie puede quejarse de la burocracia actual. Madre mía que paciencia tuvieron él y sus descendientes.
Un besote
7 abril, 2018 @ 13:56
Muy bueno, Erika.
Nunca supe si la leyenda/historia de los soviéticos y estadounidenses en los viajes en la luna eran ciertos. Que mientras unos buscaban cómo crear un bolígrafo que sirviera para otro tipo de gravedades y para los viajes espaciales, los soviéticos no se preocupaban en absoluto de ese problema porque siempre llevaban lápices.
8 abril, 2018 @ 13:37
Hola Álvaro,
los americanos son muy dados a hacer estudios absurdos que solo sirven para perder el tiempo y el dinero jaja Parece que en el tema de los bolis vs lápices los rusos fueron más prácticos 😉
La verdad que no sabía que los americanos habían investigado sobre cómo crear un boli para misiones espaciales. Algo he aprendido con tu comentario. Gracias
24 abril, 2018 @ 17:38
Me ha encantado el post, es genial. que historía la del lápiz. Me encantan tus post. Besitosss
24 abril, 2018 @ 23:09
Muchas gracias, Mónica, pensé que podría ser curioso escribir sobre los lápices porque es algo que utilizamos a diario. A mi lo que me ha encantado han sido las piruletas 😉 Ya te haré un informe por privado jejeje
Besotes
7 mayo, 2018 @ 19:22
Una entrada muy interesante e instructiva no sabía tanto sobre los lápices! Gracias por la enseñanza bonita. Besitos
8 mayo, 2018 @ 22:33
Nunca te acostarás sin saber una cosa más, Óscar 😉 Me alegro que te haya gustado la entrada. Besos
9 febrero, 2019 @ 19:06
Como siempre, muy interesante, Erika. Me encantan los lápices aunque reconozco que hago casi todo con el ordenador y si tengo que subrayar en mis libros, uso los textmarker. Pero para algunos libros recurro a lápices, simplemente por el placer de tener este utensilio entre los dedos. Tanto los portaminas como lápices de madera son de Faber-Castell, no por ser alemanes, sino los lápices baratos me han decepcionado mucho y prefiero gastarme un poco más.
En Alemania se confundía durante mucho tiempo el grafito con Bleierz (mineral de plomo), por eso se llaman Bleistift.
Un abrazo
11 febrero, 2019 @ 18:18
Hola Andreas,
nunca me planteé porque se llama así al lápiz en alemán y hoy me has enseñado una curiosidad idiomática 😉
Tenemos en común lo de usar los lápices de Faber-Castell (en mi caso para subrayar) porque a los baratos se les parte la mina y es un incordio tener que estar sacándoles punta cada 2×3, además eso hace que se gaste más rápido el lápiz.
Yo sigo siendo una antigua. Utilizo agenda de papel para planificarme las cosas. Las reuniones, eventos, viajes, etc. que están confirmadas van a boli y todo lo que está provisional lo anoto con el portaminas (y evito «guarrindonguear» con el tippex).
Me alegro que te haya parecido interesante esta entrada. Gracias.
Un abrazo
1 diciembre, 2019 @ 16:25
gracias por contar esta historia de algo tan simple y a la vez importante en nuestra vida, de una manera amena y entretenida. Yo un fan de los Staedtler.
Saludos desde Chile
Carlos
1 diciembre, 2019 @ 23:09
Gracias a ti por leer el artículo, Carlos.
Apuesto que desconocías la historia de Staedtler 🙂 ¡¡Dos siglos para montar la empresa!!
Saludos desde Madrid