Historia del Pegamento
Todos hemos utilizado alguna vez la barrita de pegamento blanco en la oficina cuando los clips o las chinchetas se quedaban cortas. Y los de Servicios Generales o Mantenimiento, ellos ya tienen otros pegamentos más potentes para sus pequeñas ñapas.
Hay pegamentos de muchos tipos y para un montón de usos distintos. Vete a una ferretería y fliparás. Están los líquidos transparentes, los blancos pastosos, los que son una especie de moco marrón …
Pero ¿quién inventó el pegamento?
Te adelanto que los pegamentos de las marcas que hoy conocemos y usamos con cierta regularidad en el trabajo o en casa, tienen sus curiosidades.
Historia del Pegamento
La Prehistoria
¿Quién nos iba a decir a nosotros que los primeros vestigios de los pegamentos y adhesivos son casi coetáneos de los dinosaurios que hoy dirigen muchas empresas?
En Europa, en el Paleolítico, se mezclaba la cera de las abejas con alquitrán para pegar mangos a los cuchillos de piedra, y también para fabricar otros utensilios y armas.
Edad Antigua
Romanos, griegos, sumerios, babilonios, egipcios y hasta en la lejana China utilizan los adhesivos para:
- sus edificaciones: a falta de cemento y hormigón, unían piedras con adhesivo
- montar muebles
- pinturas
Ojo, el adhesivo que se usaba estaba hecho a base de sangre mezcla con arcilla o con la resina del abedul.
Edad Moderna
A partir del siglo XVIII y la Revolución Industrial se produce un avance brutal en la fabricación de adhesivos y pegamentos.
En esta época nace el estudio de los polímeros y con ellos aparecen los primeros adhesivos sintéticos que empiezan a utilizarse a nivel industrial.
Siglo XX
El primer hito del siglo vino de la mano de Richard G. Drew, que en 1926 inventó el celofán (polímero natural derivado de la celulosa). Supuso una revolución para el sector del empaquetado.
Es en el siglo XX cuando nacen las marcas de pegamentos que hoy seguimos utilizando todos:
– Super Glue
– Loctite
– Pritt
El super glue
Este pegamento fue inventado por accidente en 1942.
Harry Coover, un empleado de Kodak (sí, la empresa de las cámaras de fotos), estaba trasteando en el laboratorio para intentar crear un plástico transparente que pudiera ser usado en las miras telescópicas de los rifles.
Pero todo lo que conseguía en sus experimentos eran materiales poco consistentes y de todo menos transparentes como el celofán.
Harry Coover estaba ahí liado, prueba/error, prueba/error, hasta que creó un material super pegajoso con el que era una pesadilla trabajar porque se adhería a todo. Era el metil 2-cianoacrilato o cianocrilato de metilo (C5H5NO2). Lo descartó porque no le servía para los rifles.
En 1951 Coover seguía currando en Kodak. Él y su colega, Fred Joyner, estaban investigando materiales para crear un revestimiento para la cabina de los aviones de combate, que fuera resistente a la temperatura.
El método de trabajo consistía en poner el compuesto que estaban testando entre dos lentes en un refractómetro.
Probaron cientos de materiales y cuando iban por el 910, no pudieron separar las lentes … era el metil 2-cianoacrilato otra vez.
Coover y Joyner entraron en pánico. Se vieron en la cola del desempleo. Acababan de cargarse el refractómetro que costaba unos 3.000$ (que hoy serían 280.000 $)
Sin embargo, Kodak decidió que era buena idea seguir investigando con el material ese tan pegajoso y otros compuestos parecidos (más conocidos como cianoacrilatos). Eso sí, para lo que realmente eran, o sea, para pegar cosas.
Investigaron unos años más, hasta que Coover cayó en la cuenta de que había descubierto un adhesivo que no necesitaba presión ni calor. Un adhesivo que funcionaba al entrar en contacto con la capa de humedad que cubre todas las cosas de forma natural.
En 1958 Kodak patentó el Eastman #910 … ¿Que de dónde viene ese nombre? Pues del nombre de la empresa , que en realidad se llama Eastman Kodak Company y el fundador fue George Eastman.
En fin, que el Eastman #910 salió a la venta en 1958 con el nombre de Super Glue.
La imagen de este anuncio fue mítica en su tiempo. Según decía la publicidad, Super Glue era tan fuerte que podía levantar 3.000 libras (1.360 kg) tan solo 10 segundos después de haberlo aplicado y podía llegar a sostener un peso de al menos 5.000 libras (2.268 kg) .
En la Guerra de Vietnam (1955 – 1975) se utilizó para taponar hemorragias y cerrar heridas sin necesidad de puntos. La verdad es que en aquella época los cianoacrilatos irritaban bastante la piel ¡pobres soldados!.
Hoy en día, existen cianoacrilatos específicos para uso médico. Ya no irritan la piel y se utilizan como sustitutos de los puntos y grapas y otros fines médicos (más info al respecto aquí)
Otro uso curioso de los cianoacrilatos ☛ ¿Eres mujer? ¿Llevas las uñas pintadas? Pues ahí lo llevas, el esmalte se fija a tus uñas con pegamento 😉
En los años ’60 Kodak vendió sus cianoacrilatos a Loctite.
Pensarás que Coover se hizo rico por haber inventando el Super Glue ¿verdad? Pues no, no se hizo rico porque la patente expiró antes que el pegamento llegará a convertirse en éxito de ventas.
Según el punto del planeta en donde estés, este pegamento se llama SuperGlue, Loctite, Krazy Glue, Kola Loka, La gotita o Pegacola.
Loctite
En 1953 Dr. Vernon Krieble y su hijo, Robert Krieble, inventaron los adhesivos anaeróbicos en Connecticut.
Este tipo de adhesivos eran una resina que se endurecía en ausencia de aire. Además eran instantáneos. Cuando lo aplicabas en tuercas y tornillos, llenaba los huecos y permitía así que todas las piezas quedaran fijas en su lugar.
En 1960 el eslogan marketero de Loctite era:
«Nosotros no solo vendemos una botella de pegamento, sino que vendemos un sistema”
Su ventas alcanzaron 1 millón de dólares.
Como te conté unas líneas más arriba, en los años ’60 Loctite le compra a Kodak sus cianoacrilatos.
Les cambiaron el envase, el etiquetado y empezaron a comercializarlo con el nombre de “Loctite Quick Set 404”
En 1968 entra en el sector del automóvil. Cuando se echaba loctite a las piezas de sujeción del motor de un coche, se impedía que vibrara.
A mediados de los años ’70 empieza a venderse Loctite para uso doméstico. Vamos, para lo que lo utilizamos tú yo hoy en día.
En 1997 Henkel compra a Loctite. Desde entonces se van introduciendo mejoras tanto en el pegamento loctite como en el super glue.
El pegamento Pritt
Este pegamento también es de Henkel y me da la sensación de que es el que más utilizamos en la oficina.
¿Sabes qué? Este año cumple 50 años
En 1967, Wolfgang Dierichs, un ingeniero de Henkel, estaba viajando en avión cuando se fijó en una mujer pintándose los labios.
Hasta entonces todos los pegamentos que existían eran líquidos e iban en botella. Viendo a aquella mujer, le vino la inspiración: ¿Por qué no hacer un adhesivo en un formato como el de un pintalabios?
Dierichs empezó a darle vueltas. Se tiró 2 años prueba/error, prueba/error.
En 1969 Henkel lanzó al mercado la barra de pegamento Pritt.
Fue toda una revolución a lo largo y ancho del planeta. En 1971 se vendía en 38 países.
A día de hoy, fabrica más de 100 millones de barritas de pegamento al año en varios colores y tamaños, y se comercializa en 121 países.
En estos 50 años se han ido introduciendo mejoras en la calidad el producto. Aunque si te fijas, su diseño apenas ha variado. ¿Para qué? sigue siendo igual de práctico y reconocible en los lineales de las tiendas que cuando se inventó.
Fuentes de información:
El País – En la Prehistoria ya usaban pegamento
Tipos de Pegamento
Quién inventó el super glue
SuperGlue
Loctite: Historia de Loctite
Legends of the Industry: Dr. Robert Krieble
Pritt World: Historia de Pritt
Henkel: Pritt celebrates 50th aniversary
11 brilliant inventions discovered by accident
Inventos ingeniosos: el pegamento
Victoria
15 febrero, 2019 @ 21:19
Te falta un clásico. El «Pósi»! Si no recuerdo mal la leyenda era que en la 3M inventaron un pegamento que no valía para lo que hacía falta porque se evapora demasiado rápido y perdía adherencia… y llegó un fulano y se cogió un bote y lo usó para pegar notas aquí y allá que no quería que se quedasen ahí puestas para siempre. Ya se podía haber pegado los h***** que tengo la pantalla llena los lunes por la mañana….
Erika Martin
15 febrero, 2019 @ 21:28
El «pósi» y el celo me los estoy reservando para futuras entradas que si no este post se iba a hacer muy largo. Pero mira, no sabía que era un invento de 3M.
jajaja ¿tienes la pantalla llena de «pósis»? me parto contigo, Victoria
Victoria
15 febrero, 2019 @ 21:42
Lo mío es una Cruz. Me voy a empresas serias y me preguntan qué tal llevo el Kanban… Les contesto que qué quieren saber , pero que en mi empresa no se usa software para monitorizar sino que hacemos tarjetitas de colorinches y luego viene Mayra Gómez Kemp y las va leyendo y depositando en los agujeritos del tarjetero de la pared…
Es como cuando en regreso al futuro hacen funcionar el coche con tecnología de los 50. Si pirular, pirula. Pero le enseñas el condensador de fluzo a alguien medio serio y no te dirige la palabra…
María Rivero Sánchez
15 febrero, 2019 @ 21:35
Hola:
Curiosa entrada. La verdad es que a veces usamos tanto este tipo de productos que no nos planteamos que tienen toda una historia de pruebas y errores, sobre todo errores jeje.
Curioso es también que, cuando comencé a leer el post tenia claro que iba a salir Sumergía, porque me ha traído a la mente recuerdos de una asignatura que di en la Universidad, y que se llamaba «Los orígenes de la escritura». En alguna ocasión hablamos sobre resinas y sangre como primitivos pegamentos. El recuerdo llega hasta ahí, tampoco tengo claro porque de «escritura» pasamos a hablar de «pegar» porque no imagino que los escribanos sumerios tuvieran un prehistórico bote de pegamento en sus mesas de trabajo… o tal vez sí! ¿Quién sabe?
Un beso
Erika Martin
15 febrero, 2019 @ 21:47
Hola María,
¡qué bueno! yo descubrí lo de los sumerios (y las demás civilizaciones) investigando para este post. Siempre había pensado con los colores de las pinturas se hacían mezclando barros y tierras de colores. Cuando leí lo de la sangre se me pusieron los ojos como platos.
Oye, lo mismo sí tenían los escribanos su bote de pegamento sobre su escritorio. Eso habrá que investigarlo también.
Un besote
Óscar
16 febrero, 2019 @ 17:16
Muchas gracias por estas clases de historia tan divertidas que nos das. Besitos
Erika Martin
18 febrero, 2019 @ 12:39
Muchas de nadas, Óscar. Me alegro de que te gusten.
Un abrazo
Conxita
17 febrero, 2019 @ 13:37
Muy bueno Erika, desde luego el pegamento era un auténtico desconocido para mi.
Besos
Erika Martin
18 febrero, 2019 @ 12:38
Hola Conxita,
utilizamos un montón de cosas a diario sin pararnos a pensar la historia que tienen detrás. A veces resulta hasta curiosa.
Gracias por tu comentario. Un besote