Me han robado el boli y la silla en el trabajo
Nada peor que ser secretaria y que tu puesto de trabajo esté situado cerca de la sala de juntas o de alguna otra sala de reuniones. Uno de los motivos es que la gente que asiste a la reunión no va preparada y, por no ir hasta su sitio, te roba a ti lo que necesite: bolígrafos, tu cuaderno y hasta la silla. Por supuesto, al acabar la reunión, nadie te devuelve el material que te han birlado.
Esta tragedia también le ocurre a los que tienen su puesto de trabajo situado cerca una zona de paso o al lado del pasillo.
Me han robado el bolígrafo
Lo más típico es que te desaparezcan los bolis. Si no estás en tu sitio en ese momento, te los cogen y te dejan el bote vacío. Lo curioso de este robo es que siempre coincide que te mangan tu boli favorito.
Cuando acaba la reunión hay dos opciones:
1. no te lo devuelven
2. te lo devuelven mordido por un extremo y chupeteado entero
Los días que hay una reunión detrás de la otra, te dejan sin nada para escribir. De modo que te toca ir hasta el almacén del material de oficina, que casualmente está en la otra punta de la empresa.
Harta de aquella situación, implementé una solución rápida y efectiva al tema 😛
Guardé bajo llave mis bolis en el cajón y sobre la mesa dejé el bote con los mordisqueados, los de publicidad a los que se les seca la tinta en menos de una semana, los que van apareciendo por ahí sin capuchón y sin muelle.
En apenas unos días la gente dejó de robarme bolis y/o pedírmelos prestados.
Hay otro truco que utilizan muchas personas hartas de estos robos. Verás, siempre desaparecen los de tinta azul o negra porque a nadie le gusta escribir con los rojos, verdes o de otros colores. Así que el truco consiste en reemplazar la carga de tinta azul o negra por una de color rojo o verde.
Cuando el/la ladrón/a te robe el bolígrafo pensará que escribe en azul o negro y cuando empiece a tomar notas, se dará cuenta de que le has dado el cambiazo, jijiji.
Investigando en internet sobre el tema, he descubierto que hay gente que ata los bolis con una cuerda. O sea, algo parecido a lo que hacen en los bancos y en las oficinas de atención al ciudadano de la administración pública.
Me han robado el cuardeno
Mucha gente va a la sala sin papel para hacer garabatos tomar notas. No, no es porque sean modernos y escriban directamente en el ordenador o en el smartphone. Lo que ocurre es que van pensando en ponerse ciegos a comer bollos y no se acuerdan de que tienen que llevar papel y boli (el portátil pesa y es un incordio cargar con él hasta la sala).
Una aprende que tiene que dejar siempre a la vista un paquete de folios para todos esos despistados.
Pero ¿qué ocurre cuando se acaba el paquete de folios y no has tenido tiempo de ir al almacén de material de oficina a por más papel (y bolígrafos)? Pues que te roban tu cuaderno directamente.
Sí, tu cuaderno con tus tareas pendientes, los temas confidenciales que has hablado con el Gran Jefe, tus anotaciones de tus reuniones … Que te roban el cuaderno y te sientes tan perdida/o como cuando pierdes el pen drive donde guardas copia de todas tus cosas importantes.
¡Qué gente! No respetaba nada. Solución: esconder el cuaderno en cajón y cerrarlo con llave cada vez que me ausentaba del sitio.
Me han robado la silla
Sí, sí, como lo estás leyendo. Más de una vez me robaron la silla.
Durante un tiempo se convocaba una reunión de departamento a la que asistían unas 20 personas. La reunión empezaba a las 08:00 y yo entraba a trabajar a las 09:00.
El caso es que en la sala había 15 sillas, es decir, no había sillas para todos. Los que perdían en el juego de la silla, salían de la sala y robaban la mía … y también las de visitante de los despachos de los jefes.
Por supuesto, al acabar la reunión no llevaban las sillas a su sitio correspondiente. Adivina a quién le tocaba arrastrarlas de un sitio a otro.
Terminé pegando un cartel al respaldo de la silla con mi nombre escrito en rojo.
También dejé de ser la subnormal que colocaba las sillas en su sitio al acabar la reunión. Esto lo hace una cuando es novata, luego espabilas y te vuelves bruja porque te das cuenta de que hay mucho jeta que no devuelve la silla a su sitio porque no le da la gana.
¿Que viene un cliente a reunirse con el Gran Jefe en su despacho y no hay sillas de visita? Pues llamaba por teléfono al jefe de ese departamento o al que coordinaba la reunión y le decía que hiciera el favor de poner las sillas robadas en su sitio.
Notas pasivo agresivas
Cansada de los robos y también de que la gente saliera de la sala a interrumpirme preguntado cómo encender el proyector, cómo conectarse a la videoconferencia, etc. redacté un manual de uso de la sala de la sala de reuniones y lo dejé sobre la mesa de la sala.
En este manual:
- explicaba cómo utilizar el portátil, la pantalla, el proyector, etc.
- cómo conectarse al wifi, a la videoconferencia, hacer llamadas con el teléfono de multiconferencias
- incluí también el listado telefónico de todas las extensiones de la empresa.
No se me olvidó un apartado con todas las normas de sentido común y civismo como p.ej.:
– a las reuniones se acude con papel y boli o portátil para tomar notas
– devuelve la silla al lugar que le corresponde
– la sala se deja recogida y limpia (después hay más reuniones y la asistente de dirección no es la asistenta)
Y como sabía que no se lo iba a leer ni el Tato, hice un resumen de una página, lo imprimí y lo pegué con cinta celo a la mesa de la sala.
Si eres la persona encargada de la logística de las reuniones, te sugiero que dejes siempre un bote con bolígrafos y blocs de notas o paquetes de folios en la sala.
***
¿Has llegado alguna vez a trabajar y te has encontrado que no tenías ni silla?
¿Te roban muchos bolis? ¿Te los devuelven mordisqueados?
¿Has echado en falta la grapadora, la calculadora u otra cosa?
¿Escribes notas pasivo agresivas para tus compañeros?
Imagen destacada post: Bote bolígrafos y fondo de imagen diseñados con Freepik
Let
19 septiembre, 2019 @ 16:40
Jajajaja yo marco todos mis bolígrafos, lápices, plumones, etc. con mi nombre. Todos! Además soy adicta a artículos de oficina extraños y extravagantes, así que todos saben cuáles son mis cositas, no pueden robarlas jajaja
La libreta nunca me la han robado jajaja pero suelo ir dejando pequeños blocs de notas con papel de reuso (que yo misma elaboro jeje) por todos los sitios donde acostumbran reunirse y pudieran hacer falta.
Erika Martin
19 septiembre, 2019 @ 19:33
Hola Let,
qué bueno eso de tener artículos extravagantes en la oficina. Es una de las mejores formas de evitar que te los roben. Yo durante un tiempo también marcaba mis cosas con mi nombre. Pero no funcionó porque la gente lo tachaba o despegaba las etiquetas que pegaba con mi nombre.
Bravo!! eso de dejar blocs de notas reciclados también es una táctica genial y además cuidas el medio ambiente. Me apunto la idea.
Un abrazo
JOSUE
19 septiembre, 2019 @ 16:44
Amiga, un tiempo sin vernos por aquí.
Que te cuento, la oficina es como un campo de guerra, no puedes confiar en nadie, a la menor distracción hasta la computadora te desaparecen. Y lo que más «toman prestado» (roban) son los bolígrafos… A mí me funciona llevar los bolígrafos de los hoteles que visitó cuando salgo de viaje, así es más fácil localizarlos.
De vez en cuando pregunto «no sabía que habías viajado o visitado tal ciudad“ . La respuesta es normalmente «no lo he hecho«. Entonces ahí es donde réplicas «entonces ese es mi bolígrafo «… Normalmente se les pone la cara roja de la vergüenza… Jajajaja
También toman tu silla, bueno puedes poner una etiqueta o tu nombre en la parte de abajo, así quizá puedas encontrarla con mayor facilidad, normalmente siempre que regresa tiene una falla que no tenia.
Creo que estos son las cosas que debería estar buscando Auditoría.
Los grandes fraudes inician aquí… Jajaja… Con el robo de los bolígrafos, aquí hay mucha tela de donde cortar con la gente que toma lo que no es suyo… Debería ser una pregunta obligada de recursos inhumanos en las entrevistas «¿alguna vez has tomado un bolígrafo que no es tuyo y no lo has devuelto?«… Con detector de mentiras y todo…. Bueno, esa es mi propuesta…
Excelente dia, te deseo lo mejor. Espero saber de ti pronto. Cómo van las clases de Samba?
XOXO
Erika Martin
19 septiembre, 2019 @ 19:53
Me encantaría ver la cara de tus compañeros confesando que nunca han estado en ninguno de los hoteles de publicidad de tus boli. Debe de ser en plan tierra trágame jajaja porque la pillada es gloriosa.
Cuánta razón tienes con lo de las sillas. Si te la devuelven, entonces tendrá aspecto de haber estado en primera línea de fuego del campo de batalla. Estará sucia, rota y puede que incluso le falte el reposabrazos o la palanca para ajustar la altura.
Pues sí, los auditores en vez de estar mareando con papeles y facturas que nadie sabe dónde están archivados, deberían centrarse más en este tipo de fraudes. Debemos reconocer que las empresas gastan mucho dinero en material de oficina porque los empleados se lo llevan a casa (sin querer, claro, jajaja). Luis, el reclutador, debería dejar de preguntar «¿dónde te ves dentro de 5 años?» y apuntarse a un curso de manejo de polígrafos para detectar mentiras en la pregunta «¿has tomado un boli de la empresa alguna vez?«.
Qué risa tu comentario, Josue. Muy buen día para ti también. Ahí voy con la samba, ya queda menos para lucirme, jajaja.
Un besote
Inés
19 septiembre, 2019 @ 16:57
Es que me siento TAAAAN identificada… Los bolis, la grapadora, los post-it… lo del cuaderno no me ha pasado pero lo de la silla sí XD
Erika Martin
19 septiembre, 2019 @ 19:28
Hola Inés,
puedo llegar a comprender que le roben a una el boli, la grapadora, los post-it … pero ¿la silla? lo de la silla es de ser muy mal compañera/o de trabajo. ¿Qué pretenden, que trabajes de pie? De verdad que no lo entiendo.
Espero que no te la vuelvan a robar. Un abrazo
Óscar
19 septiembre, 2019 @ 22:55
El día menos pensado te roban el tuper… Yo tengo un truco para el boli… Tengo visible solo uno con cinta aislante a todo alrededor, con pinta de pordiosero. No me lo coge nadie. Llevo un año con él en la mesa, no te digo más… Besitos Erika!!
Erika Martin
19 septiembre, 2019 @ 23:17
jajaja del drama de los que roban tuppers hablé aquí … Buena idea lo de la cinta aislante y que le dé un aspecto cutre al boli. Normal que no te haya desaparecido en todo este tiempo. Los que los mangan son unos sibaritas y solo cogen los pilot y los bolis nuevos y chulos.
Muchos besos, Óscar
Óscar
19 septiembre, 2019 @ 23:22
Cierto, la recuerdo, había un señor en mi anterior oficina que abría la nevera y elegía el menú del resto y me acordé de él al leerte… Besitos
Erika Martin
19 septiembre, 2019 @ 23:33
Ese señor confundía la nevera de la oficina con los buffets del todo incluido de los hoteles en vacaciones. ¡Qué jeta!
Coach Maribel Aponte
20 septiembre, 2019 @ 01:30
Sencillamente… ¡me encantó! Genial relato de lo que es el día a día de una secretaria intentando hacer frente al robo de despiadado de sus bolígrafos.
Erika Martin
21 septiembre, 2019 @ 00:47
¡Gracias, Maribel! «Robo despiadado» es la descripción perfecta de la situación. Los compañeros te dejan el bote de los bolis vacío sin una pizca de empatía y sin remordimientos ni nada por el estilo.
Un abrazo
Silvina
20 septiembre, 2019 @ 16:07
Más de una vez me ha sucedido de salir de mi oficina por un par de minutos (por ejemplo, para ir al baño), y al regresar mi silla ya no estaba. No sé si piensan que me he muerto y no voy a volver, o que no me voy a dar cuenta de que me tengo que quedar parada. También está el gordo que te devuelve la silla toda reventada.
Al cuaderno nunca me lo han robado pero sí una vez llegué y alguien había tomado notas, con un bolígrafo de otro color y fuera de los renglones.
Con respecto al buen uso de las salas de reuniones, harta de tener que hacer todo yo, una vez pegué un cartel «al retirarse por favor apagar TV, luces, aire acondicionado, devolver las sillas a su sitio, etc etc etc». No solo no hacían nada de eso, sino que incluso arrancaron el cartel.
Erika Martin
21 septiembre, 2019 @ 01:22
Hola Silvina,
cuánto más leo tu comentario, más me río. Visualizo perfectamente la imagen cuando regresas a tu sitio y tu silla ha «volado». Estoy segura de que tus compañeros ni se han planteado que tienes que trabajar de pie (o parada) porque te han quitado la silla … supongo que no es porque se piensan que te has muerto jajaja o que no vas a volver jajaja.
¿Y qué me dices del que tomó notas en tu cuaderno? Las escribió en otro color para saber que eran suyas y no tuyas pero ¿por qué no se arrancó la hoja y se la llevó? ¿por qué te la dejó a ti? ¿no pensó que sus anotaciones solo te eran útiles para utilizarlas como papel higiénico?
Sobre tu cartel pasivo agresivo jaja en la sala de reuniones, me dejas sin palabras con eso de que arrancaran el cartel ? A veces no tengo claro si vamos a trabajar o si vamos a pasar el día haciendo el gamberro al patio de un colegio.
Gracias por el comentario y por las risas.
Un abrazo grande
Jordi Ferrís
20 septiembre, 2019 @ 18:58
Genial, como siempre.
Erika Martin
21 septiembre, 2019 @ 00:47
Muchas gracias, Jordi, me alegro de que te haya gustado el artículo 🙂
rosario254
21 septiembre, 2019 @ 00:05
Yo tengo dos botes llenos de plumas (dividido entre los que son tan hermosos que no utilizo y los normales) siempre me piden plumas o post-it los que se acercan o pasan por mi escritorio o simplemente los toman. Destine un cajón de uno de mis archivero en los que tengo plumas,paquetes de folder, post-it, marcadores, tijeras, pegamentos, básicamente una pequeña papelería es mi escondite que surto cada mes tanto para mi como para mi jefe (Realizo el pedido a office depot los primeros días del mes).
Siempre tengo plumas y post-it sueltos en una área de mi escritorio destinados para prestar y no ser devuelto que repongo cuando nadie observa para que nadie se entere de mi tesoro jeje.
Excelente como siempre *-*
Erika Martin
21 septiembre, 2019 @ 01:12
¡Qué astuta eres, Rosario! Lo tienes todo fríamente estudiado para no quedarte sin tu material de oficina. Desde dejar parte por ahí encima para que la gente se lo lleve (sabiendo que no te lo va a devolver) hasta tu tesoro en el escondite secreto ¡Me encanta! Solo te falta poner un espejo en una esquina para tener controlado si alguien se acerca a tu mesa cuando abres tu cajón jajajaja
Gracias por el comentario, me he reído mucho leyéndolo.
Un abrazo
Claudia
22 septiembre, 2019 @ 16:34
Yo soy secretaria hasta muchos años y vivo en Brasil. Me gustó tu relato que es muy similiar con nuestra realid en Brasil.
Erika Martin
22 septiembre, 2019 @ 22:06
¡No me digas que en Brasil también pasan estas cosas, Claudia! Yo que pensaba que solo me pasaban a mi y resulta que es un fenómeno global jajaja
Obrigada pelo seu comentário 🙂