Mi jefe me ha hecho un súper regalo
¿Qué tal las Navidades? ¿bien? Las mías fantásticas. Lo malo es que pasaron volando y me tocó regresar a la oficina.
Siempre que vuelvo, de camino a mi mesa, hay alguien que me dice:
– Menos mal que has vuelto, cuando no estás el jefe se vuelve insoportable
– Claro, como no estoy, os grita a los demás ¿a que sí?
– Sí, te hemos echado todos de menos y él el primero.
Pues sí, me esperan como agua de mayo. Aunque es todo puro egoísmo. Unos porque se libran de los gritos mi jefe y él porque ya tiene «esclava» otra vez.
Para celebrar mi regreso mi jefe me dio una súper sorpresa. Ha pasado unos días y aún no salgo de mi asombro.
Mi escritorio sepultado por la correspondencia
Al llegar a mi mesa, ésta estaba sepultada por la correspondencia. Las cartas son todas para mi jefe, que nunca las abre y se van acumulando hasta mi regreso. Ya me puedo ir de vacaciones un mes, que las cartas se van acumulando y él ni se inmuta
También había una caja, aunque pensé que sería algún regalo del algún cliente o proveedor para él.
Al igual que sucede con las llamadas, la mayoría de estas cartas son presentaciones de empresas de consultorías financieras, asesoramiento legal, selección de personal, etc … ¡Qué manía tienen las empresas con dirigir todo al Director General, en vez de al departamento competente!
No, mi jefe no pierde el tiempo ni con el abrecartas ni mirando catálogos de material de oficina. Para eso me tiene a mí que voy derivando las cosas al que le pueda interesar … y algunas veces a la papelera (uuppss)
Motivo real por el que mi jefe no abre el correo
Otro motivo por el que él nunca abre sus cartas es por seguridad.
¿Y si fuera un paquete con ántrax o con una bomba? Pues mejor que me explote a mi y me ampute yo los dedos.
Si esto le pasara a él y tuviera que cogerse la baja o la incapacidad, seguramente quebraría la economía del Planeta. Es lo que tiene trabajar en una empresa líder a nivel mundial.
Por estas razones, no le doy ninguna prioridad a abrir el correo. Aparto la montaña de sobres a un lado de la mesa, sigo con mi vida y ya si eso cojo el abrecartas a última hora del día, a excepción de que sea una carta urgente que haya llegado por mensajero.
El paquete sorpresa
Estaba soltando el abrigo y el bolso, al tiempo que hacía mi registro de horario en el ordenador, cuando salió del despacho y se acercó a mi mesa:
– Buenos días, Erika, Feliz Año Nuevo
– Sí, sí, Feliz Año – cuando vuelvo de vacaciones curiosamente no tengo muy buen humor
– Mira, hay un paquete
– Sí, lo he visto, luego lo abro … aunque si tienes curiosidad, lo puedes abrir tu
– No, no, este paquete es para ti. Te lo he dejado yo. Es un regalo para motivarte.
Walaaaaaa, mi jefe haciéndome un regalo, no me lo puedo creer. ¡¡Qué contenta estoy!!
– ¿Qué es? ¿Qué es? ¿un fajo de billetes de 100 euros?
– jajaja ¡Qué cosas tienes!
– Pues si no es dinero, no sé qué puede ser para que me motive tanto ¿Me has duplicado los tickets restaurante?
– No, venga, ábrelo
– Por el tamaño de la caja diría que es…. es… ¿es la sonda urinaria que te he pedido tantas veces?
Teníais que haberle visto la cara. Una sonrisa de oreja a oreja. Vamos ni que me estuviera regalando las llaves un Ferrari. Cogí la caja, le quité el papel de regalo … qué tío, cuidó hasta el último detalle … abrí la caja:
– ¡¡Ooohhh!! ¡¡ooohhh!!
– Te gusta ¿eh?
– Anda, esto es mucho mejor que la sonda urinaria
– ¡Sabía que te iba a gustar!
– Bueno, gustarme, gustarme, lo que se dice gustarme …
– Pero si es genial …
– Lo bueno de este regalo es que de vez en cuando me podré levantar a estirar las piernas y así ya no me dará el síndrome de la clase turista.
– ¿A qué te gusta? Para que no te quejes de que no te motivo.
– Más me motivaría poder hacer jornada de 08:00 a 15:00 todos los días
– Erika, no empieces… No seas desagradecida.
– No, mírame, se me están callando las lágrimas de la emoción.
– Con esto a partir de ahora estarás siempre localizable.
– ¿Qué dices? No es un móvil
– No, no es un móvil porque te conozco y sé que lo apagarías
– Vale, confieso que me gustan los regalos tecnológicos pero no te creas que con este chisme voy a estar siempre localizable. Como mucho podré ir hasta la impresora … siempre y cuando no se me olvide sobre la mesa. Además puede que algún día se quede sin batería.
– También puedes ir al baño con él. Ya no hará falta que las chicas de recepción vayan a buscarte allí, cuando estoy volando y al aterrizar necesito saber dónde me espera el chófer en el aeropuerto
– ¿Cómo que «llegar hasta el baño»? Dicho así me siento como si estuviera en un arresto domiciliario con una pulsera en el tobillo … es imposible que este chisme tenga tanto alcance, el baño está en la otra punta de la oficina.
– Sí. He hecho la prueba. También funciona desde allí. ¡Buah! Me he pasado semanas buscando en internet un aparato con este radio de alcance.
– ¡¡Ni de coña!! al baño no me lo llevo. ¿Qué quieres, hablar conmigo mientras hago pis y tiro de la cadena? ¿Para qué? ¿Para comprobar que no estoy de colegueo? Eso roza con mobbing, que es justo lo contrario de motivación.
¡¡Un auricular inalámbrico para el teléfono fijo!!
… si me hubiera dado 35 días hábiles de vacaciones no hubiera conseguido tanto engagement por mi parte como con esto. Ay, estoy estoy tan contenta con «mi arresto domiciliario» …
Julia C.
9 enero, 2015 @ 19:16
Un regalo es un regalo, y la intención es lo que cuenta. O es que precisamente es su intención lo que no te gusta?? jajajaa.
Bueno, bromas aparte, es un detalle que el jefe haya querido hacerte un regalo por Navidad. Como además de jefe es un hombre, seguramente no ha sido el regalo prefecto, ejem, ejem, pero tampoco puede obligarte a usarlo… o si?? 😛
Como siempre me he reído mucho con tus cosas. Menuda vuelta al trabajo y al blog!! 🙂
Un beso guapa, y feliz finde!!
Pedro Fabelo
9 enero, 2015 @ 18:22
¿En serio te ha hecho ilusión el inalámbrico para el teléfono fijo? No sé, pero a mí me ha hecho recordar a esos pobres maridos que regalaban electrodomésticos a sus esposas por sus cumpleaños y aniversarios. Aunque igual es verdad que te hacía especial ilusión recibir de manos de tu jefe un aparatejo como ese. Yo se lo habría metido por el…bah, no me hagas caso. Ironías aparte, que lo disfrutes con salud. Un abrazo, Erika.
Jorge Iglesias
9 enero, 2015 @ 18:30
Hola Erika, estás a un paso de la esclavitud amiga jaja. Muy buen relato.
Montserrat Gracia
9 enero, 2015 @ 18:42
Madre mía, estas segura de que ha sido un regalo para ti? Yo creo que es más para él, pero que le vamos hacer, menos da una piedra. Estos hombres…. ¡que simples!
Un beso guapa.
Cindy Groulx
9 enero, 2015 @ 19:52
Otro ladrillo en la bolsa podría ser llamado para otra vez. lol. Que tengan un buen fin de semana, querido amigo Erika.
Ana Suárez
9 enero, 2015 @ 19:58
Uff, si es que la cabra siempre tira al monte, y tu jefe no puede hacer algo para motivarte, es como pedirle a un vampiro que beba Coca-Cola (aunque teniendo en cuenta los despidos de Coca cola algo tienen que ver con los vampiros).
La verdad es que tu jefe es de la clase de clientes que no quiero, y suelo rechazar en cuanto me dan un par de pistas.
Oye, menos mal que te lo tomas con humor, desde luego de motivación le puedes dar a él varias clases. ¿Y con toda la gente que conocerás en tu puesto no te has planteado irte a la competencia? por menos de eso he recomendado a gente que se busquen otro trabajo…Ya sé que aquí la gente no se lo plantea tanto como en Estados Unidos, pero a lo mejor te conviene actualizar tu perfil de Linkedin, quién sabe…
Jordi Luna
9 enero, 2015 @ 20:45
¡Qué motivación! ¡Por diosssssss! estaba leyendo y esperando a ver que era el regalo, unas llaves de un coche aparcado en el parking de la oficina, un viaje con todo incluido a Cancún, un collar de perlas….Pero era mucho mejor!!!! ahora puedes imitar a michael jackson por los pasillos, cantando Billie Jean con el inalámbrico y haciendo el moonwalker. Qué envidia Erika. Yo de mayor quiero ser secretaria de nivel como tú. Besos!!! Magnífica entrada como siempre.
Krika Alcaide
9 enero, 2015 @ 20:53
Me has tenido en ascuas hasta el último momento!! Y, por cierto, cada vez me cae peor tu jefe!! Menuda mie**a de regalo!!¿Para motivarte? Qué cara más dura! Muchos besos!
Fantasía Y Realidad
9 enero, 2015 @ 23:03
Hola Erika,siempre leo tus escritos y nunca te he comentado por aquí pero ésta vez,ésta vez!!me he reído tanto que quería darte las gracias por éste buen rato.
Muchos besos!!
Elena García Domingo
10 enero, 2015 @ 00:29
Jajajja tu jefe si que mola! Qué cabroncete jajaja. Un abrazo Erika 🙂
Andreas Westhues
10 enero, 2015 @ 01:00
Engancha el "manos libres" con la cadena y tómate un café con vuestro nuevo becario. Por cierto, te podrían entrevistar para un artículo en plan "Leadership a pesar de tener jefe" 😉 Muy bien escrito.
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:24
Has dado justo en el clavo, Julia. La intención es lo que cuenta. El hombre estuvo buscando en internet, lo envolvió en papel de regalo y esa sonrisa cuando miraba cómo lo abría …Todo un detalle.
Lo utilizaré pero no para ir al baño jeje
Besote, guapa y muy buen finde!!
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:18
Hubiera preferido más días de vacaciones, Pedro. Me siento como un perrillo atado con una cadena larga a un árbol. Aunque, oye, un regalo es un regalo y si me cae una plancha también me pongo contenta jaja
Un abrazo y muy buen fin de semana
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:19
Jorge, calla, no me lo recuerdes jajaj.
Gracias por el comentario.
Feliz sábado. Besos
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:21
Hola Montserrat,
pues sí, es un regalo para él y una pesadilla para mi. ¿Qué le vamos a hacer? así son los jefes.
Gracias por compartir y comentar.
Besazos
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:25
Cindy ¿porque no te pasas un día por mi oficina a darle con el ladrilllo en la cabeza? jajaja
Feliz y mágico fin de semana para ti, mi querida amiga.
Besos
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:35
Hola Ana,
¿sabes qué? en todas las empresas cuecen habas. No te creas que mi jefe es excepcional. La mayoría de los directivos cuando llegan a su nivel, se vuelven así o incluso peor, especialmente los españoles. Se les sube el éxito a la cabeza, qué lastima.
Deberes de hoy: actualizar perfil en Linkedin 😉
Buen fin de semana
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:39
¿Has visto, Jordi? ¿a que te doy envidia? sé que siempre has soñado con hacer el moonwalker en el pasillo de la oficina.
Por favor, este regalo es más molón que un viaje a un resort 5 estrellas todo incluido.
Gracias por entrar en el blog una semana más, comentar y compartir. Eres genial.
Besos!
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:47
Claro, Krika, había que darle emoción a la historia, jeje
Es un regalo de mi** como una catedral y, encima se cree que ahora estoy super feliz en el trabajo con el chisme ¡vaya tela!
Seguro que en Suiza los jefes no hacen este tipo de regalos ¿verdad? A mi en Alemania una vez por hacer horas extras un sábado me dieron un día libre entre semana y una caja de bombones.
Muchos besos!!
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:49
Hola Teresa!!
¿te lo pasaste bien? weeeeee!!!
Gracias por el comentario, guapa. Un besazo muy fuerte, corazón.
Buen finde!!
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:49
jajaja mola un montón, Elena jajaja
Un abrazo fuerte
Ildefonso Martinez
10 enero, 2015 @ 10:56
Buen relato Erika y siempre nos arrancas una, dos, muchas sonrisas…Pero no veo yo claro eso que tu llamas "un buen regalo del jefe" jejejeje…Saludos Erika.
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 10:57
Guten Morgen Andreas!!
alguien me dijo ayer que me lo llevara al baño y que me lo dejara caer (por accidente) a la taza del baño. Eso haré, así me podré ir a tomar café con el becario que quiere decirme no sé qué, me tiene mosca
Pues nada, quien quiera que me entreviste, que tengo 4 cositas que decir al respecto jeje
Gracias y muy buen finde!!
Besos
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 11:02
Hola Ildefonso,
¿como que no ves claro lo del buen regalo? si es la bomba jajaja
Me alegro de haberte arrancado una sonrisilla porque eso intento, que paséis un buen rato a pesar de mi "arresto domiciliario"
Saludos
Entre suspiros y un café
10 enero, 2015 @ 11:10
¡Ohhhh! Estaba segura de que iba a sorprenderme el regalo y al final me ha dejado… "sorprendida" 😉
¡Un besazo Erika! A disfrutar del fin de semana, que ahora que no hay fiestas a la vista se tiene que hacer dura la vuelta al trabajo…
Carlos Girón
10 enero, 2015 @ 11:15
Pues yo quiero saber el horario de visitas del arresto. Igual paso por ahí e intercambiamos regalos así como los niños hacen con las estampillas de un álbum. ¿Que te gustaría a cambio de tu auricular? 🙂 ¡Gracias por la anécdota tan divertida como siempre!
Pippi
10 enero, 2015 @ 11:53
¡Qué bueno, tu jefe!
¡Feliz año nuevo, Erika!
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 15:21
Hola Carlos!!
Pues el horario de mi arresto es de 9 a 6. Si vienes, te cambio el auricular por un cafe ¿quieres? ajaja
Gracias a ti por tu visita y por compartirla. Besazos
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 15:24
Pippi,
dime que en Grecia los jefes no hacen este tipo de regalos, por favor.
¡¡Feliz Año, preciosa!!
Pippi
10 enero, 2015 @ 16:23
Puedo decirtelo, pero la verdad es que los jefes en Grecia pueden ser estúpidos tal como los jefes en España. Será por lo alto que están sus puestos. Creo que el aire en los puestos más altos está contaminado con estupidez, sea disfarzada sea descarada.
Y ¿si el regalo cayera en la taza del baño, o en el lavabo, cuando te lavas las manos? Ay, ¡cómo andas tan distraída, mi amor! Y, ¿ahora? ¿Qué vas a hacer con el regalo estropeado? ¡Y con el día de los reyes tan lejos! ¡Qué mala suerte! ¡Un año más sin auricular! No sé qué decirte, la verdad.
Un abrazo, querida
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 19:39
Vaya!! pensaba que los jefes griegos eran más listos que los españoles, qué lástima. Espero que tu no tengas uno así.
El lunes mismo se me va a caer a la taza del baño, ya lo tengo todo planeado jejeje
Un abrazo, guapa!!
Erika Martin
10 enero, 2015 @ 19:57
sorpresa, sorpresa, Patri, alucinante ¿verdad?
Sí, la vuelta al trabajo se hizo dura pero bueno poco a poco cogeremos el ritmo.
Un besazo y disfruta tu tambien mucho el fin de semana
Argonauta Dalianegra
11 enero, 2015 @ 03:08
Y tan arresto domiciliario, madre mía, sólo te faltan la bola y la cadena, junto con un trajecito a rayas tipo Hermanos Dalton, jeje.
No sabía que existían aparatejos de esos, la verdad es que la tecnología avanza a pasos agigantados, jeje.
Besines y comparto. Feliz domingo, si es que el jefe te deja disfrutar festivos, que no sé, no sé…
Argonauta Dalianegra
11 enero, 2015 @ 03:09
Por cierto, ¿de dónde sacas las ilustraciones??? Es que le van como anillo al dedo a los textos. ¿Te las hacen para ti?
Erika Martin
11 enero, 2015 @ 21:15
El traje de rayas podria pasar por traje raya diplomática y eso se ajusta al dress code de la empresa, asi que no des ideas, Mayte jajaja
Los festivos apago el movil, no tiene posiblidad de encontrarme jejej
Erika Martin
11 enero, 2015 @ 21:18
los dibujos los hago con una aplicación informática. Creas el avatar, buscas una plantilla en una situación determinada, ajustas la expresión de la cara y voilá … aunque me lleva horas, no te creas.
Gracias por la visita, guapa y por compartir. Eres un amor.
¡¡Buena semana para ti también!!
Besos
Conxita Casamitjana
15 enero, 2015 @ 20:00
Hola Erika
Me encanta proponer una mención a tu blog, es tan original y fresco!
Me encantaría que lo aceptaras.
Puedes recoger la mención en el siguiente enlace:
http://enrededandoconlasletras.blogspot.com.es/2015/01/one-lovely-blog-award.html
Un saludo
Erika Martin
16 enero, 2015 @ 17:41
Hola Conxita,
mil gracias por tu mención. Vaya sorpresote me has dado. Me alegra mucho saber que te gusta mi blog.
Paso a recoger el premio y a responder a tus preguntas.
Muy buen fin de semana
Saludos
Elia Brosed
16 enero, 2015 @ 22:10
Erika se positiva cariño, el pobre lo ha hecho von toda su buena fe, la verdad que es muy cómodo y no te dolerá el hombro mientras lo aguantas con él. Yo lo tenía en Marsans y lo solicité yo jsjaja. Cuando te vayas a donde sea lo dejas rn la mesa. Muy chuli tu post!! Creo que soy la única que lo ha defendido 🙁 un beso!!!
Erika Martin
17 enero, 2015 @ 11:53
Elia, ¡traidora! te pones de su lado jajaja … que no, tranquila, que sé que es bueno para mi salud y para evitar contracturas musculares. La verdad es que es muy práctico para hablar y escribir al mismo tiempo.
Gracias por el comentario ¿cómo no me iba a gustar? Un besazo!!
MAGENTAIG
4 enero, 2016 @ 01:01
Erika: no solo me tuviste en ascuas hasta el final, y menuda decepción. A mí una vez me regaló un jefe una calculadora HP financiera o sea que me dijeron bruta y que me pudiera a estudiar (creo yo) ????.
No solo me divierto con tus posts sino también con los comentarios de tus seguidores. Me lo he pasado muy bien por tu blog
Besos
Adri
Erika Martin
4 enero, 2016 @ 19:09
Hola Adri,
veo que estás recuperando el tiempo perdido con mi blog y que te estás poniendo al día con las entradas. Muchas gracias por tu tiempo.
¿Una calculadora HP financiera? ¡¡vaya regalo!!. No sé qué es peor si eso o un auricular. Haberle pedido un curso de excel avanzado a tu jefe para que se dejase de tonterías, jajaja Aunque, mira, era un tío moderno, no te dio un ábaco 😉
Muchas veces son mejor los comentarios de mis seguidores que el propio post, te lo aseguro. Más de una vez me ha dado un ataque de risa mientras los he leído.
Muchos besos
Óscar
12 enero, 2016 @ 09:21
Devuélvele el regalo, no puedes quedar mal. Un látigo, una pistola de juguete, una porra… Algo a ver si capta la indirecta. Por favor, que personaje. Besitos corazón
Erika Martin
12 enero, 2016 @ 22:46
jajaja sí, tengo que pensar en un regalo «molon» para hacerle yo a él las próximas Navidades. El látigo no, que puede arrearme con él en plan jefe de plantación de algodón del s.XIX. Lo que me hacía falta 😛
Muchos besitos
ramrock
21 marzo, 2017 @ 22:03
«Guillermo Tell, Guillermo Tell
el inmortal, el inmortal
a los cosacos hizo ganar
Y los cosacos, agradecidos
le regalaron
un orinal..»
Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajajajajajajajajajajajajajajaa
Lovely night baby.
Carlos
21 marzo, 2017 @ 22:25
Disfrutalo, esta muy bien para poder seguir cogiendo llamadas mientras te pones un cafe, colocas unos papeles en algún lugar o estiras las piernas.
Erika Martin
22 marzo, 2017 @ 17:31
sí, Carlos, es genial, hasta cuando vaya a hacer pis podré responder llamadas. Ay, estoy tan contenta con este súper regalo …