Contaminación digital
Utilizar el correo electrónico, comunicarte por Slack o Whatsapp, guardar tus archivos en la nube o las reuniones por videollamada contaminan el medio ambiente tanto o más como gastar papel o desplazarte en coche.
Lo mismo que buscar algo en Google, ver una peli en Netflix, publicar un video en TikTok o escuchar canciones en Spotify.
En este artículo te daré datos escalofriantes sobre cuánta contaminación digital generas con tus actividades online.
¿Cuánto contamina la tecnología digital?
Toda tu actividad digital emite CO₂ y tiene un gran impacto sobre el medio ambiente. Todo lo que haces online contamina.
Según datos de Cleanfox, en 2020 el porcentaje de emisiones mundiales de carbono causado por la tecnología digital superó a todo el sector de la aviación civil mundial.
La huella de carbono del uso de internet en 2020 fue cuatro veces mayor que la de España.
¿Cuánto contamina la nube?
No pienses que tus archivos digitales están flotando en un espacio etéreo.
En realidad, toda tu actividad digital se guarda en enormes centros de datos físicos que consumen agua, carbón, gas, petróleo, electricidad y energía nuclear para poder funcionar y refrigerarse.
En 2021 se calculó que el consumo de energía de todos estos centros de datos es la misma cantidad de electricidad que consume España.
Y es que cada gigabyte transferido en la nube gasta tanta energía como utilizar el secador de pelo durante 24 segundos.
Echa un vistazo a este vídeo para ver cómo es por dentro un centro de datos de Google.
¿Cuánto contaminan las búsquedas en internet?
Algunos estudios realizados en 2021 estimaron que las 47.000 búsquedas que se hacen en Google cada segundo, generan 500 kg de CO₂.
Si internet fuera un país, este sería el tercer consumidor de electricidad por detrás de China y Estados Unidos.
Otro dato curioso de 2021: el consumo anual de vídeos en internet contaminó 10 millones de toneladas, tanto como la ciudad de Glasgow.
¿Cuánto contaminan las videollamadas?
Pensarás que las reuniones en Teams o Zoom son muy ecológicas porque los participantes no tienen que desplazarse en coche, tren o avión para asistir presencialmente. Te equivocas.
Una hora de reunión virtual emite entre 150 y 1.000 gramos de CO₂. Contamina más o menos en función de:
- la duración de la reunión
- el número de participantes
- cuántas personas tengan la cámara activada
- calidad de la imagen
Una reunión de 6 personas de una hora y con una calidad de imagen HD, emite 0,05 kg de CO₂ (al año son 2,68 kg).
Los expertos ponen el siguiente ejemplo para entender mejor estas cifras:
- Un coche emite casi 9.000 gramos de CO₂ por cada 4 litros de gasolina
- Con un litro de gasolina se recorren unos 10 km
- 2,68kg de CO₂ de las reuniones virtuales en HD equivalen a recorrer 15 km en coche
Creo que no han pensado en esto las empresas que dicen ser sostenibles y luego se pasan la jornada laboral convocando reuniones virtuales. No es coherente. Por eso, las sugiero que no hagan reuniones ni virtuales ni presenciales (jajaja), que los dos formatos son una pérdida de tiempo y contaminan igual.
¿Cuánto contamina un correo electrónico?
Según un estudio de la Agencia Francesa del Medio Ambiente, un correo electrónico con 1MB emite unos 19 gramos de CO₂. Dicho en otras palabras:
- Enviar un correo con un archivo adjunto consume tanto como una bombilla encendida durante una hora.
- Enviar 20 correos diarios durante un año contamina lo mismo que recorrer 1.000 kilómetros en coche.
Muchas personas utilizan el programa de correo como si fuera el archivo digital. Crean carpetas en la bandeja de entrada en las que van clasificando y guardando todos los correos que reciben. Así se creen que tienen «inbox zero«, pero lo único que hacen es mover emails de un sitio a otro.
Guardar todos esos correos es comerte el espacio del servidor. Tarde o temprano te saldrá un aviso indicando que no puedes enviar o recibir correos porque tienes el espacio lleno.
Más allá de esta incidencia, no borrar los correos genera “contaminación latente”, que equivale a la de 5 centrales nucleares en funcionamiento.
Esta contaminación latente está causada porque los servidores de datos guardan tus correos por duplicado. Así si un centro de datos deja de funcionar por incidencia técnica o fuerza mayor, tienes copia de tus correos en otro servidor. Como expliqué más arriba, los centros de datos consumen una energía brutal.
Las newsletters que nunca lees y el SPAM generan diariamente más de 4.000 toneladas de CO₂, que equivale al 10% de lo que contaminan todos los vuelos comerciales del mundo en un día.
En 2020 las newsletters y el SPAM contaminaron tanto como 520.300 coches. En 2021 generaron 30 kg de CO₂ por persona, que es lo mismo que hacer 250 km en coche. Encima solo se abrió el 18% de esos correos promocionales.
Si todos los españoles hiciéramos limpieza en nuestras bandejas de correo, evitaríamos casi 2 millones de toneladas de CO₂ al año, que es lo mismo que contamina Marbella en el mismo periodo de tiempo.
Consejos para reducir tu contaminación digital
No guardes todo en la nube
Compartir y guardar los archivos online es moderno, colaborativo … pero puede ser hackeado y además contamina un montón.
Da un paso atrás y guarda las cosas en pendrives. No serás tan cool, pero demostrarás a los demás que tú sí luchas favor del medio ambiente y contra el cambio climático.
Los pendrives apenas consumen energía, al contrario que los discos duros externos que llevan por dentro un motor que rueda y gasta energía.
Esto me lo ha explicado Sènia Informàtica, quien además nos recomienda que guardemos copia de cada archivo en 2 pendrives porque pueden dejan de funcionar de repente y así te evitas tragedias.
Si optas por los discos duros y no los guardas en una caja específica, corres el riesgo de que se rompan o se deterioren con el tiempo.
Haz limpieza digital
Borra archivos, fotos, historial de navegación, cookies, apps y todo aquello que ya no utilizas, que se ha quedado obsoleto o que ya has pasado a un pendrive.
No solo no contaminarás tanto, sino que tus dispositivos electrónicos funcionarán más rápido
Elimina correos electrónicos
No, el correo no es el sistema de archivo del siglo XXI.
Borra correos antiguos y los que pesan mucho (especialmente los de +5MB).
Borra carpetas antiguas de la bandeja de entrada. Después de borrar, vete a la papelera y darle a eliminar para que desaparezca todo por completo.
No adjuntes archivos en los correos
Bueno, esto ya lo solemos hacer aunque por despiste 😉 Pero en vez de enviar un segundo correo con “perdón, olvidé adjuntar el archivo”, mejor hazlo con enlace de descarga. Así el correo no pesará tanto.
Si tienes que adjuntarlo, entonces comprime antes el archivo. No necesitas 200 programas y apps para hacerlo. Word, Excel, PowerPoint, etc. tienen la opción de comprimir los archivos al guardarlos. Basta con ir al menú archivo y buscar la opción “comprimir archivo”, “reducir archivo” o similar en función de la suite (Apple, Google) que estés utilizando.
Lo mismo para las imágenes que insertas en tus documentos y presentaciones. Haz clic con el botón derecho sobre la imagen y comprime.
Utiliza un motor de búsqueda ecológico
Hay vida más allá de Google. Existen buscadores como Ecosia o Lilo, que donan el 80% de sus ingresos a empresas dedicadas a la reforestación y a ONGs comprometidas con el medio ambiente.
Apaga tu cámara en las videollamadas
Tal y como te conté más arriba, una videollamada emite 150 – 1000 gramos de CO₂. Apagar la cámara durante una reunión de este tipo significa una reducción del 61% – 96% de contaminación.
Apagar la cámara tiene otras ventajas. La primera y más importante es que puedes estar con el pijama y sin peinar, ni maquillar. La segunda es que la conexión será más estable y si tienes que hablar, no se entrecortará la voz ni sonará metalizada.
Internet con cable
Utilizar internet con datos móviles de tu smartphone o conectándote al WIFI también contamina bastante. Deberías dar un paso atrás en la modernidad digital y conectarte a internet mediante cable de fibra óptica.
Conclusión
No cuidas más el planeta por ser 100% digital, trabajar de forma virtual y comunicarte con tu jefe y compañeros de trabajo vía chat.
Por otro lado. si eres de esas personas que firma sus correos electrónicos con la típica frase «Cuida el medio ambiente y no imprimas este correo«, deberías eliminarla cuanto antes porque contaminas lo mismo o más y encima estas frases no se incluyen en las firmas corporativas desde principios de siglo (todo el mundo se dará cuenta de que eres dinosaurio/a).
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Fuentes:
https://elpais.com/elpais/2021/03/16/alterconsumismo/1615927040_568257.html
https://www.france24.com/es/20190820-infografia-contaminacion-digital-plaga-invisible
https://elpais.com/elpais/2019/05/02/alterconsumismo/1556787946_191451.html
https://www.eldiario.es/castilla-la-mancha/ecologica/contaminacion-digital-emisiones-co2-nadie_132_1002462.html
Fondo de imágenes destacadas: Vectorstock y Freepik
Olga
8 noviembre, 2022 @ 08:37
Superinteresante, no tenía ni idea. Gracias.
Erika Martin
8 noviembre, 2022 @ 10:53
Gracias, Olga. Algunos de los datos de este tipo de contaminación son muy sorprendentes.
Saludos
Jordi
8 noviembre, 2022 @ 15:10
«Por eso, las sugiero que no hagan reuniones ni virtuales ni presenciales (jajaja), que los dos formatos son una pérdida de tiempo y contaminan igual.»
Que bueno. Como siempre, empiezas a leer el post y tienes que acabarlo. Grande.
Erika Martin
8 noviembre, 2022 @ 16:26
Claro, Jordi, la idea de fondo es que no se convoquen reuniones de ningún tipo, jajaja
Muchas gracias por tu comentario 🙂
Marysol
9 noviembre, 2022 @ 00:39
Que maravilla de artículo Erika!!
No tiene desperdicio de principio a fin, muchas gracias, por además de informarnos sacarnos una sonrisa con tu toque de humor.
Además pones el dedo en la llaga de lo incoherentes que somos con lo de querer cuidar el planeta y no apearnos de lo digital para nada.
Eso o que del asunto se habla poco o nada.
Juraría que pocos conocen semejantes datos y cuanto más jóvenes menos.
Voy a poner mi granito de CO2 y compartirlo 😄😄
Erika Martin
9 noviembre, 2022 @ 09:17
Hola Marisol,
creo que poco/as se han parado a pensar que todo lo digital también contamina. Seguro que desconocen los datos del impacto que tiene subir un vídeo o un selfie a una red social, hablar con el móvil por videollamada o enviar 25 notas de voz por whatsapp.
No les critico, yo tampoco conocía datos hasta que me puse a investigar.
Sí, hay ciertas acciones que son incoherentes, como la de las empresas que se venden en LinkedIn como sostenibles y luego no cuidan su actividad digital. Lo mismo que los que van a protestar a los museos por el cambio climático y casualmente siempre hay prensa y otras personas que lo comparten en las redes, olvidando cuánto contamina un gigabyte.
Muchas gracias por leer y comentar el artículo
Óscar
5 diciembre, 2022 @ 22:06
Muchas gracias por toda la información que nos ha dado, Erika! La verdad es que yo abogo por la eliminación total de las reuniones, y no dejo nada a la suerte de la nube. Mi hijo ha empezado a utilizar él solo Ecosia. Al menos hace búsquedas ecológicas. ☺️ Besitos!
Erika Martin
6 diciembre, 2022 @ 09:14
Hola Óscar,
Me gusta lo de «no dejo nada a la suerte de la nube» … yo tampoco, no vaya a ser que venga un ciberdelicuente y me haga una pifia. Ojalá se abolieran las reuniones.
Me alegra saber que tu hijo tiene conciencia ecológica y que utiliza Ecosia.
Gracias por leerme y dejar tu comentario.
Besos
Óscar Gartei
29 diciembre, 2022 @ 09:26
Equiparable a esta problemática tenemos la de los coches eléctricos. Sí, efectivamente no consumen combustibles fósiles (directamente), pero luego habría que preguntarse cómo se genera la electricidad que se emplea para recargar sus baterías. Y lo peor de todo, ¿qué va a pasar después con todos las baterías usadas y demás? En otros productos de uso cotidiano hemos pasado de usar pilas a baterías, que en el 95% de los casos no son reemplazables. Obsolescencia descarada, o lo que es lo mismo, temeridad medioambiental.
Opino que nuestra sociedad se ha ido digitalizando y modernizando con excusas como el cuidado del medioambiente, pero que todo ello es una tapadera para encubrir motivos como la economización de costes y un mayor control sobre la vida útil del producto.
Erika Martin
3 enero, 2023 @ 20:10
Hola Óscar,
tienes toda la razón: por ser más moderno, no significa que sea más ecológico. La verdad es que nunca me había parado a pensar que pasará con las baterías de los coches.
Sí, seguramente lo que hay detrás es obsolescencia programada y especialmente intereses económicos, que nos ocultan con la excusa de la (supuesta) sonestibilidad.
Saludos