18 Momentos aterradores en la oficina
Hoy te voy a hablar de unos cuantos momentos aterradores en la oficina. Se trata situaciones en las que durante unos segundos sientes pánico, no reaccionas, te dan palpitaciones, no sabes qué decir o tartamudeas.
1. Cuando se acaba el café del vending
Es aterrador cuando vas al vending un lunes a primera hora y no hay café. Esto suele ocurrir cuando llegas con la hora pegada y quedan 5 minutos para entrar a una reunión con tu jefe. No te da tiempo a bajar al bar de la esquina.
¿Cómo vas a superar la mañana sin tu dosis de cafeína?
2. Cuando te caes de sueño
Intentas no dar con la cabeza en la pantalla del ordenador, pero no lo consigues evitar. El del vending sigue sin aparecer y a ti las horas se te hacen eternas.
Miras el reloj y resulta que solo han pasado 5 minutos desde la última vez que lo hiciste.
Me temo que hoy va ser un día muuuuy largo.
3. Cuando te tropiezas y te caes
Si esto te ocurre por la calle, te levantas corriendo y ya está. No pasa nada porque nadie te conoce.
En el trabajo la cosa cambia. Si la caída fue tan estrepitosa y sonora como los vídeos de risa de la tele, tus compañeros harán bromas durante varias semanas.
4. Cuando te sientas en tu silla y suena como un pedo
¡Tierra trágame! Esto ocurre cuando llevas vestido, falda o pantalones de cuero.
¿Qué cómo lo sé? pues por experiencia propia. Me pasó un par de veces con un vestido. No ha habido 3ª vez, nunca jamás me lo puse para ir currar.
Ya puedes jurar que no fue lo que pareció, que fue la silla pedorra o la ropa. Nadie te creerá y quedarás como el pedorro de la oficina durante un largo tiempo.
5. Cuando estás fotocopiando cualquier tontería y aparece el de RRHH
Estás fotocopiando los apuntes de la universidad, un libro para tu hijo, recetas de cocina y de repente aparece el de RRHH o tu jefe.
Claro, esto pasa cuando estás en una empresa en la que la impresora, fotocopiadora y fax son comunitarios. Imposible esconder las pruebas del delito.
6. Cuando te pillan perdiendo el tiempo en internet
Puede ser jugando o comprando online, en tus redes sociales o simplemente navegando en internet.
Mi jefe me pilló una vez comprando ropa interior online. No le vi venir, no me dio tiempo a minimizar la pantalla. Qué apuro. Si hubiera sido otra cosa, pero ¿bragas?
Actué con naturalidad, como si tuviera un documento súper importante en la pantalla, en vez de chicas medio en bolas … y él también jajaj No me dijo nada.
Fue un momento tierra trágame para los dos
7. Cuando envías por error un correo a quien no debías
Típico, escribes un email rápido a tus colegas para criticar a alguien, pero el subconsciente te falla e incluyes a ese alguien en la lista de destinatarios. Cuando te das cuenta, intentas recuperar el mensaje. Esto nunca funciona ? esa persona fue la primera en leer el correo.
Por no hablar de cuando los jefes salen antes de la oficina y escribes algo como:
Los jefes se han pirado, vámonos todos
Y sin darte cuenta, les pones a ellos también el correo.
8. Cuando hablas mal de alguien y aparece
Estás criticando a alguien y de repente aparece. El momento aterrador es que no estás seguro de si oyó lo que estabas diciendo él.
Peor aún es cuando estás poniendo a parir a alguien y resulta que es amigo o familiar de la persona a la que se lo estás contando. El mundo es un pañuelo.
Lectura recomendada: los chismes en la oficina
9. Cuando se queda colgado el ordenador
Típico, llevas tres horas trabajando en un documento y el ordenador se queda colgado. Te da un ataque de pánico porque no le diste a guardar ni una sola vez a la presentación, informe o lo que fuera. Posiblemente hayas perdido el trabajo o al menos los últimos cambios que hiciste ¡Mierda!
Siempre piensas: La próxima vez voy dando a guardar de vez en cuando – y nunca lo haces.
10. Cuando tu jefe te pregunta si ya has acabado aquello que te pidió que hicieras hace unos días y tú no sabes de qué te está hablando
Seguramente te lo pidió en una reunión y tú estabas enviando mensajes con el móvil por debajo de la mesa. Dijiste que sí con la cabeza para que pareciese que prestabas atención … como luego nadie envió el acta de la reunión, pues no sabes a qué se refiere tu jefe
11. Cuando tu jefe te dice que te pases por su despacho antes de irte a casa por la tarde
Tu cerebro se pone a trabajar. Hay varias opciones:
- Te va a soltar un marrón urgente y te vas a tener que quedar a dormir en la oficina
- Te va a regañar por algo
- Te va a despedir
Generalmente es lo primero. Pero no sé cuál de las siguientes opciones es peor:
◊ la incertidumbre de no saber para qué quiere hablar contigo
◊ tener que llamar a tu suegra para que vaya a recoger a los niños al colegio porque no sabes a qué hora vas a salir
12. Cuando te llama RRHH por teléfono
Da mucho miedo especialmente cuando es:
» viernes a última hora
» el día de antes de las vacaciones de Navidad, Semana Santa o verano
Todo el mundo sabe que esas son sus fechas preferidas para dejarte ir y que no vuelvas.
13. Cuando es el Director General el que te llama
Esta es una variante del punto anterior. Así es cómo he metido sustos alguna vez mis compañeros, jiji.
Típico, él está fuera de la oficina y tu entras a colocar el archivo o a ordenarle la mesa. Te aburres y se te ocurre llamar a algún compañero. Marcas la extensión y cuando descuelgan, oyes un hilo de voz al otro lado:
– Buenos días – con voz temblorosa
– Hola, soy yo
– Joder, Erika, qué susto me has metido
– ¡Ah! Perdona, el gran jefe no está ¿Bajamos a comer?
– Cabrona, la próxima vez llamas desde tu sitio
14. Cuando estás a punto de irte a casa y te convocan a una reunión urgente
Esto es especialmente aterrador y escalofriante cuando es viernes. No ves una hora de salida en el horizonte.
Si quieres saber por qué te convocan con tan poco tiempo, haz clic en la imagen y lo descubrirás.
15. Cuando alguien te pregunta qué opinas o qué propones en una reunión
Y es aterrador porque llevas todo el tiempo:
- pensando en las musarañas
- haciendo garabatos en un papel
- eligiendo el sabor del próximo caramelo que te vas a zampar
- comiendo bollos a dos carrillos
- enviando mensajes por whatsapp
- echándote una cabezadita disimuladamente
No tienes ni idea de qué se está hablando ¿Ahora qué respondes? Si te ocurre con frecuencia, es hora de que aprendas a hacer technical embromation
16. Cuando te das cuenta que eres el único que queda trabajando en la oficina
A mí esto me pasó hace unos años. Me tocó quedarme a preparar la documentación para una reunión que empezaba pronto al día siguiente.
No sé si sabes que los rascacielos crujen igual que las casas del siglo XV con vigas de madera. Eso solo lo descubres el día que estás solo en la oficina, claro. Oyes chasquidos y pasos. Te mueres de miedo.
Soy rubia, pero no tonta como esas de las películas que preguntan «¿hay alguien ahí?» … mira que si lo pregunto y una voz me dice que sí.
Así que ahí estaba yo, trabajando agazapada detrás de la fotocopiadora. Los pasos que oía se iban acercando cada vez más. ¡Por dioxx! ¡que me cago de miedo!
Efectivamente había alguien ahí … era el vigilante de seguridad haciendo la ronda. Menudo susto me metió.
17. Cuando te quedas encerrado en el wc y nadie viene a rescatarte
Aporreas la puerta, gritas y nadie te oye. Los minutos se te hacen eternos porque este momentazo ocurre cuando:
» No llevas el móvil encima
» Es viernes y ya no queda casi nadie en la oficina. Te ves todo el fin de semana ahí encerrado
Lectura recomendada: Ir al WC en el trabajo
18. Cuando se te estalla una costura o se te atora la cremallera del pantalón
¡Horrible! O te quedas con el culo al aire o vas enseñando el pajarito
Sobre este tema tengo un post en exclusiva. Léelo y no te pierdas los comentarios de los lectores. Proponen soluciones que te pueden venir fenomenal si un día te ocurre esta desgracia.
Bonus
No me puedo olvidar de todos los momentos terroríficos de las reuniones virtuales, en los que se viven escenas con diálogos típicos de las películas de miedo. Puedes leer una recopilación de todas esas situaciones aquí
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¿Añadirías algún otro momento aterrador o vergonzoso?
Imagen destacada de Rudall30 /Shutterstock
Josue A
20 enero, 2017 @ 19:57
Muy buenos ejemplos Erika aunque al del Baño creo que lo peor que te puede pasar es que al haber terminado te cerciores que no hay papel … Jajaja imagínate si te paso después del pedo pues nadie te va a querer ayudar …. jajaja
Besos
Erika Martin
20 enero, 2017 @ 21:05
jajaja cierto, Josué, terminar de hacer tus cositas en baño y descubrir que no queda papel es un momento muy aterrador jajaja si pasó después del pedo, te convertirás en el «apestado» de la oficina ?
Christian Buxaderas
20 enero, 2017 @ 20:37
hahaha.A mi me aterran los discursitos de la cena de empresa o del dia de nochebuena, cuando el año ha sido un desastre y te han metido 100 broncas por un tubo…el esfuerzo que tienes que hacer para » hacer equipo» y poner buena cara a un jefe que debe estar disfrutando como un cerdo viendo tu apuro, no está, de ninguna de las maneras, incluido en el sueldo¡¡¡
Erika Martin
20 enero, 2017 @ 21:12
Hola Christian,
todos los discursos de los jefes son aterradores, desde el de la cena de empresa hasta el de la presentación de resultados trimestrales. Luego están los discursos que dan vergüenza ajena, que son esos en los que el jefe se viene arriba y empieza a hablar (y supuestamente motivar) como si fuera un telepredicador de la tele americana.
Desde luego estar ahí escuchándoles no está pagado
Gracias por comentar y muy buen fin de semana
marigem
21 enero, 2017 @ 12:25
Jajajaja, son todos buenísimos.
Lo de criticar a alguien y que sea un familiar me ha pasado.
Hace añísimos, mis hijos iban a catequesis para hacer la comunión, y yo estaba un poco frita porque era un horario malo y me estropeaba el finde, así que siempre los recogía y nos íbamos pitando a disfrutar.
Por otro lado, yo siempre he evitado criticar a otras mamis porque no quiero esos líos. Bueno, pues un día tenía una prisa horrible y tenía que darle al cura la fé de bautismo de mi hija(que tuve que ir a buscar a la iglesia donde los bauticé y me costó media vida conseguir) y quería dársela antes de que saliera mi hija.
Total, que había un bautizo y el hombre me tuvo muchísimo tiempo esperando y llegué tarde a por los niños.
Al llegar estaban con unas mamis que la recogieron y me esperaron, y yo al disculparme dije; gracias y perdonad, es que había un bautizo de unos pijos cursis que llevaban al crío hecho un repollo y se creían que el cura y la iglesia eran suyos.
Y una mami de un niño amigo de mis hijos me dice; si, es el del hijo de mi prima, ahora vamos nosotros a la celebración.
Y al mirar veo que ella, que siempre iba muy de sport, va de tiros largos y maquillada y peinada de peluquería. Fue horrible, no sabía que decir así que le deseé un feliz banquete y me fui pitando. Hasta hace poco algunas mamis lo recordaban y se reían, especialmente porque yo no solía criticar y para un día que lo hago…besos y muy feliz finde, me he reído mucho con el post.
Erika Martin
21 enero, 2017 @ 18:57
… para un día que criticas, metes la pata hasta el fondo, Marigem ? ? Debió de ser un momento de «tierra trágame» Menos mal que algunas mamis se lo tomaron a bien y hubo risas después. Yo me he reído mucho con tu anécdota imaginando la cara que debiste poner cuando la otra te dijo que el bautizo era de un familiar
Besos y muy buen finde!
Superviviente trabajando en casa
21 enero, 2017 @ 18:25
Lo que me he reído. Me he acordado de una situación que todavía me causa vergüenza solo de recordarla…
Mi último trabajo fuera de casa fue en un centro lingüístico. En julio, la chica de recepción de fue de vacaciones una semana, y como había poco trabajo, me encargaba yo de la recepción. Una mañana noté que cuando el primer profesor entró por la puerta puso cara de sorpresa nada más entrar, no le di importancia, pero las caras de sorpresa se repetían cada vez que alguien entraba al centro; así que a media mañana, un poco mosqueada, y pensando que tendría tinta en la cara o algo así, fui a ver al espejo. Nada, monísima con mi vestido nuevo.
La cosa siguió igual hasta que llegó una compañera con la que tenía más confianza y me dice «Jo, según he entrado parece que estás desnuda!!»
¡Horror! El vestido era palabra de honor y como el escritorio de recepción tenía un frontal más alto que la mesa (y yo no soy muy alta) solo se veían la cabeza y un poco los hombros. ¡Qué vergüenza pasé ese día!
Erika Martin
21 enero, 2017 @ 18:52
Hola Superviviente!
qué buena tu anécdota ? Supongo que te pasaste todo el día preguntándote si se habían vuelto todos tontos con lo mona que ibas tu con tu vestido. Menos mal que tu compañera te avisó, aunque luego pasases vergüenza. ¿No tenías una rebeca o un chal a mano?
Gracias por el comentario. Un abrazo!
Chelo
21 enero, 2017 @ 20:24
Qué gracia. Me siento identificada en muchos casos: alguna vez he enviado por error un mail a quien no tocaba, he fotocopiado algunaS recetaS, me han preguntado y estaba pensando en las musarañas (jajaja), o me han pillado hablando por teléfono cosas personales. En este último caso he intentado despistar diciendo «es importante que me traiga ese papel para formalizar la matrícula», y al otro lado «¿¿¿pero qué dices???», y yo, «claro, es importante», y al otro lado «¿¿¿el qué???? ¿de qué hablas?» y al final acabo diciendo adiós y colgando porque no podía soportar la mezcla de risa y de nervios.
Genial tu post, Erika. Por cierto, sales muy mona en todos los «apuros» 😉
Besos
Erika Martin
22 enero, 2017 @ 22:10
Hola Chelo,
vaya pillada con lo de las fotocopias 🙂 No te imaginas lo que me estoy riendo con lo de las llamadas. A mi en eso no me han pillado todavía. Hasta ahora cuando he visto aparecer a mi jefe en el horizonte he colgado directamente. Tiempo al tiempo jajaja
Gracias, me eché un buen ratito haciendo la imagen de la fotocopiadora y los fantasmas por detrás.
Humoreo Luego Rio
21 enero, 2017 @ 21:59
Cuando has estado haciendo algo personal en el ordenador del trabajo, pones un pendrive para guardarlo, y cuando llegas a casa… Ves que lo dejaste puesto en el pc. ¿A ti no te ha pasado? Jajajajaja
Te felicito por este divertido post amiga Erika!!!
Erika Martin
22 enero, 2017 @ 22:14
madre mía, Humoreo, eso es una noche sin pegar ojo. ¡Menudo despiste!
A mi no me pasa eso porque me lo envío desde el email del trabajo al mío personal.
Gracias por comentar. Sé que andas escaso de tiempo.
Te deseo buen comienzo de semana!
Mirta
22 enero, 2017 @ 12:38
Que gracioso:-)) cuantas situaciones que pasan tan rápido, que no las registras y otras que quisieras que te trague la tierra. Lo fantástico, es que vos lo aprovechas para hacernos reír!!
Mi querida Erika , espero que esta semana el frió calme un poco y suba unos grados por lo menos! Que tengas una semana maravillosa y menos fría!! Un abrazo grandote, besazo
Erika Martin
22 enero, 2017 @ 22:22
Hola Mirta,
es verdad, hay muchas situaciones que ni siquiera te das cuenta de que ocurren jaja y otras son inolvidables. Aún así de todo hay que reírse ¿no crees?
Por aquí ha caído una super nevada al este del país que dejó incomunicada a la zona por tren y carretera, y sin suministro de luz durante varios días. ¿Qué tal va el verano por Argentina? ¿alguna ola de calor o la temperatura normal para la fecha?
Te deseo muy buena semana y te mando muchos besos y abrazos
Mamen Piriz García
22 enero, 2017 @ 13:23
Son cosas que pasan en la oficina, pero en todos los trabajos pasan cosas que no quieres que te pasen. un abrazo
Erika Martin
22 enero, 2017 @ 22:25
Seguro que las situaciones del artículo también ocurren en comercios, fábricas, talleres, etc. Un abrazo fuerte, Mamen, buen comienzo de semana
Conxita Casamitjana
22 enero, 2017 @ 20:58
Qué bueno, me he sentido identificada en ese equivocarme con un email a quien no toca o al darme cuenta de que no hay nadie en la oficina que te sientes fatal, muy pero que muy desgraciada…jajaja ¿cómo lo hace todo el mundo para irse y tu sigues dejándote las cejas para acabar lo inacabable?
Me he reído un rato al imaginar las caras de tus compis cuando los llamas desde el despacho del gran jefe, para matarte jajaja
Un beso
Erika Martin
22 enero, 2017 @ 22:32
Hola Conxita,
respiro aliviada por saber que no solo a mí me ocurre lo del email jajaja Lo de salir la última solo me ha pasado en un par de ocasiones. Ya me espabilo durante el día para organizarme las tareas y salir a mi hora. Y sino ya lo haré al día siguiente. A mi el de seguridad no me vuelve a meter un susto de esos jaajaja Mi consejo es que te vayas a tu hora y termines de hacer las cosas a la mañana siguiente.
Jajaja sí, para matarme por lo de llamar desde el despacho del gran jefe.
Un beso
davidrubios
22 enero, 2017 @ 21:38
Je, je,je Por lo que veo la llegada del viernes es un verdadero «sinvivir» entre reuniones, llamadas de última hora, encierros en baño. Parece que los astros se reúnen para amargar el último día, cuando tienes las defensas más relajadas. Muy divertido, saludos!
Erika Martin
22 enero, 2017 @ 22:35
Hola David,
a veces tengo la sensación de que los viernes son como el día de antes de que se acabe el mundo. Todo el mundo se pone nervioso con temas supuestamente urgentes, reuniones llamadas … y de remate el baño que quiere «secuestrarte» jajaja
Saludos y que tengas muy buena semana
Raquel
23 enero, 2017 @ 10:59
jajaja, cual será el post con el que no nos harás reír!
Cuando el ordenador te deja colgado con un trabajo, es lo peor, me pasó una vez y no más, ahora soy más previsora.
Lo que es también malo …quedarte sola en la oficina como bien dices Erika, se oyen ruidos por todas partes y no sabes que pensar, solo te dices a ti mismo:»la próxima vez prefiero hacer horas matutinas en lugar de quedarme por la noche»
Un abrazo y besis Erika. ¡Feliz inicio de semana!
Erika Martin
23 enero, 2017 @ 22:58
jajaja cierto, Raquel, mejor madrugar y no oír ruidos. Lo malo es que si eres dormilona (como yo) te cuesta un montón ir antes a la oficina jaja
Es que da mucha rabia estar trabajando varias horas y perder todo porque el «desgraciado» del ordenador se queda pensando jaja
Un abrazo muy fuerte, besos y muy buena semana para ti
ramrock
24 enero, 2017 @ 12:17
Jejeje, conozco muy bien el 2 y el 11, sobre todo el 2, a los demás no he tenido nunca que enfrentarme.
Pero claro, recuerda que yo no soy ni he sido nunca secretario, si no un oscuro administrativo de los de al fondo de la ofi y tal.
El mejor puesto que hay y si no fuera por el salario ya seria demasiado 😆 😆 😆 😆 😆
¿Como rayos se me pudo escapar este post? Debió ser el fútbol, digo yo.
Erika Martin
25 enero, 2017 @ 18:14
Hola Ramrock
el 2 es terrible porque se te cierran los ojos y no puedes hacer nada por evitarlo jajaja Y el 11 acojona mucho.
La verdad es que cuanto más lejos se esté de Dirección General, más feliz es uno en el trabajo. Poco importa si estás en una oficina o en cualquier otro centro de trabajo. Los jefes lejos, por favor.
Muy buena semana para ti también.
Maryasexora
25 enero, 2017 @ 13:00
También está la versión: cuando sales a fumar, se atascan las puertas y te quedas en la calle, muerta de frío, esperando a que alguien baje y te abra, porque tienes un móvil de sustitución (el tuyo se dio un baño y dejó de respirar) en el que no se te ocurrió guardar ningún contacto… ¡Ojo! Que esto «me lo ha contado una amiga».
Besicos.
Erika Martin
25 enero, 2017 @ 18:17
jajaja, Mary, me parto. La situación que cuentas es como la del anuncio de dejar de fumar, que sales a la calle con la lluvia y los vientos huracanados, y luego no puedes entrar ? Intuyo que lo hiciste por la puerta de emergencia y no bajando a la acera ¿no? ¡¡Terrible!!
Claro, claro, le pasó a una amiga jajaja
Muchos besos
holden
25 enero, 2017 @ 23:10
La peor es sin duda la de que te llame el jefe y tú no sepas el motivo XD Creo que eso nos aterra a todos, aunque normalmente no tenga que ser para mal. En fin, es lo que tiene esta vida, ¿no? Yo espero que mi curro me dure muuuucho. Como unos… no sé, ¿6 meses más hasta que encuentre algo mejor pagado? xD
Erika Martin
26 enero, 2017 @ 20:06
Estoy de acuerdo contigo, Holden. Que te llame tu jefe al despacho es un sin vivir porque generalmente piensas lo peor y no que te va a soltar un marrón de los suyos jajaja
Espero yo también que te dure muuuucho tu curro, al menos hasta que encuentres algo mejor. Cambiar a un trabajo con mejores condiciones siempre es una satisfacción personal muy grande, especialmente si no estás cómodo con el actual jejeje
Un abrazo!
Christian Buxaderas
6 febrero, 2017 @ 21:35
Encontrarte a tu jefe imitando a Julio Iglesias en el espejo del lavabo…dos minutos antes de tener la reunión anual de Plan de Marketing…
Erika Martin
7 febrero, 2017 @ 21:30
jaja eso sí que es escalofriante, Christian … de película de miedo. Menuda técnica de relajación más rara tiene tu jefe para ensayar su presentación del plan de marketing
Christian Buxaderas
13 febrero, 2017 @ 20:15
hahaha, es que si conocieras a alguno de ellos, a lo mejor empezabas un blog sobre antropologia y menospausia viril
Erika Martin
13 febrero, 2017 @ 22:21
jajajaja seguramente, algo como «cuando eres jefe y padeces la pitopausia»
Maria pilar
12 febrero, 2017 @ 15:54
Me he sentido identificada, hace años trabajaba a 70 km de mi ciudad, teníamos jefes con los que hablaba por teléfono o por mail pero que no los conocía en persona, pues un día vienen dos y los trate como a cualquiera de los clientes, mi jefe con los ojos a punto de salirsele de las órbitas, casi le da un jamacuco, menos mal que uno se presento y pude Salvar la situación, momento de «no hay maceta lo suficientemente grande para esconderme»
Erika Martin
12 febrero, 2017 @ 19:23
Hola María Pilar,
¡qué buena tu anécdota! he podido visualizar perfectamente ese momento «maceta escóndeme» Eso pasa cuando los jefes supremos nunca se prodigan y salen de tour por las oficinas de la empresa.
Gracias por tu comentario
Buen domingo
María José Cuenca
4 mayo, 2017 @ 21:05
Hola Erika,
La verdad es que me he reído mucho con estos 17 momentos aterradores, a mi aún no me ha pasado ninguno y espero que no me pasen jajajaja.
PD: espero que el día que me toque a mi llamar a alguien (desde RRHH) no se lleve esa persona ningún susto.
Feliz noche!
Erika Martin
4 mayo, 2017 @ 22:13
¿Qué no has vivido ninguno de estos momentos aterradores? ¡Que suerte tienes, María José! A mi el que más miedo me dio de todos es el de los crujidos del edificio, que ahora me río pero hay que vivirlo jaja
Las llamadas de RRHH siempre asustan jajaja aunque sean para una tontería. No creo que se lleven ningún susto contigo, no tienes cara de bruja ni nada eso.
Muchas gracias por comentar y muy feliz noche para ti también
Inés
8 mayo, 2018 @ 10:20
Bueno bueno… mi momento más embarazoso tiene que ver con el punto que me caía de sueño.
Directivo «de los de antes» dictándome una carta, yo con un sueño que estaba a punto de caer en coma… y te prometo que me estaba durmiendo que se me cerraban los ojos… tanto que vi que había estado escribiendo medio garabatos, el boli flojo…
Estoy segura de que el directivo se dio cuenta pero no me dijo nada 😉 2 minutos más y se me empieza a caer la babilla XD
Erika Martin
8 mayo, 2018 @ 23:06
Hola Inés,
terrible el momento que compartes con tu anécdota jajaja Esos 2 minutos se te debieron hacer eternos. Menos mal que el directivo fue discreto y no te dijo nada. Otro podría haberte metido un grito en plan Pepe Pótamo
En el trabajo no ha vivido nada así, pero en la universidad sí que me pasé muchas clases haciendo garabatos con la mano floja, los párpados pesados e incluso esa sensación de arenilla en los ojos
Un besote
Óscar
25 abril, 2020 @ 20:35
Algunos momentos sin realmente jodidos, como los de quedarse los viernes hasta las mil… El 7 y el 8 a ha pasado a todos alguna vez, je je je. Bueno, yo bragas no compraba, no te engaño. Pero tampoco es nada malo que las compres, eso es porque las usas… Imagina que se te rompe la falda del 17 y no llevas bragas debajo… Eso sí que es chungo. Y el 9 nos pasa hasta a, los informáticos, no te digo más… Besitos