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39 Comments

  1. Josue A
    20 enero, 2017 @ 19:57

    Muy buenos ejemplos Erika aunque al del Baño creo que lo peor que te puede pasar es que al haber terminado te cerciores que no hay papel … Jajaja imagínate si te paso después del pedo pues nadie te va a querer ayudar …. jajaja
    Besos

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    • Erika Martin
      20 enero, 2017 @ 21:05

      jajaja cierto, Josué, terminar de hacer tus cositas en baño y descubrir que no queda papel es un momento muy aterrador jajaja si pasó después del pedo, te convertirás en el «apestado» de la oficina ?

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  2. Christian Buxaderas
    20 enero, 2017 @ 20:37

    hahaha.A mi me aterran los discursitos de la cena de empresa o del dia de nochebuena, cuando el año ha sido un desastre y te han metido 100 broncas por un tubo…el esfuerzo que tienes que hacer para » hacer equipo» y poner buena cara a un jefe que debe estar disfrutando como un cerdo viendo tu apuro, no está, de ninguna de las maneras, incluido en el sueldo¡¡¡

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    • Erika Martin
      20 enero, 2017 @ 21:12

      Hola Christian,

      todos los discursos de los jefes son aterradores, desde el de la cena de empresa hasta el de la presentación de resultados trimestrales. Luego están los discursos que dan vergüenza ajena, que son esos en los que el jefe se viene arriba y empieza a hablar (y supuestamente motivar) como si fuera un telepredicador de la tele americana.
      Desde luego estar ahí escuchándoles no está pagado

      Gracias por comentar y muy buen fin de semana

      Reply

  3. marigem
    21 enero, 2017 @ 12:25

    Jajajaja, son todos buenísimos.
    Lo de criticar a alguien y que sea un familiar me ha pasado.
    Hace añísimos, mis hijos iban a catequesis para hacer la comunión, y yo estaba un poco frita porque era un horario malo y me estropeaba el finde, así que siempre los recogía y nos íbamos pitando a disfrutar.

    Por otro lado, yo siempre he evitado criticar a otras mamis porque no quiero esos líos. Bueno, pues un día tenía una prisa horrible y tenía que darle al cura la fé de bautismo de mi hija(que tuve que ir a buscar a la iglesia donde los bauticé y me costó media vida conseguir) y quería dársela antes de que saliera mi hija.
    Total, que había un bautizo y el hombre me tuvo muchísimo tiempo esperando y llegué tarde a por los niños.

    Al llegar estaban con unas mamis que la recogieron y me esperaron, y yo al disculparme dije; gracias y perdonad, es que había un bautizo de unos pijos cursis que llevaban al crío hecho un repollo y se creían que el cura y la iglesia eran suyos.
    Y una mami de un niño amigo de mis hijos me dice; si, es el del hijo de mi prima, ahora vamos nosotros a la celebración.
    Y al mirar veo que ella, que siempre iba muy de sport, va de tiros largos y maquillada y peinada de peluquería. Fue horrible, no sabía que decir así que le deseé un feliz banquete y me fui pitando. Hasta hace poco algunas mamis lo recordaban y se reían, especialmente porque yo no solía criticar y para un día que lo hago…besos y muy feliz finde, me he reído mucho con el post.

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    • Erika Martin
      21 enero, 2017 @ 18:57

      … para un día que criticas, metes la pata hasta el fondo, Marigem ? ? Debió de ser un momento de «tierra trágame» Menos mal que algunas mamis se lo tomaron a bien y hubo risas después. Yo me he reído mucho con tu anécdota imaginando la cara que debiste poner cuando la otra te dijo que el bautizo era de un familiar

      Besos y muy buen finde!

      Reply

  4. Superviviente trabajando en casa
    21 enero, 2017 @ 18:25

    Lo que me he reído. Me he acordado de una situación que todavía me causa vergüenza solo de recordarla…

    Mi último trabajo fuera de casa fue en un centro lingüístico. En julio, la chica de recepción de fue de vacaciones una semana, y como había poco trabajo, me encargaba yo de la recepción. Una mañana noté que cuando el primer profesor entró por la puerta puso cara de sorpresa nada más entrar, no le di importancia, pero las caras de sorpresa se repetían cada vez que alguien entraba al centro; así que a media mañana, un poco mosqueada, y pensando que tendría tinta en la cara o algo así, fui a ver al espejo. Nada, monísima con mi vestido nuevo.
    La cosa siguió igual hasta que llegó una compañera con la que tenía más confianza y me dice «Jo, según he entrado parece que estás desnuda!!»
    ¡Horror! El vestido era palabra de honor y como el escritorio de recepción tenía un frontal más alto que la mesa (y yo no soy muy alta) solo se veían la cabeza y un poco los hombros. ¡Qué vergüenza pasé ese día!

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    • Erika Martin
      21 enero, 2017 @ 18:52

      Hola Superviviente!

      qué buena tu anécdota ? Supongo que te pasaste todo el día preguntándote si se habían vuelto todos tontos con lo mona que ibas tu con tu vestido. Menos mal que tu compañera te avisó, aunque luego pasases vergüenza. ¿No tenías una rebeca o un chal a mano?

      Gracias por el comentario. Un abrazo!

      Reply

  5. Chelo
    21 enero, 2017 @ 20:24

    Qué gracia. Me siento identificada en muchos casos: alguna vez he enviado por error un mail a quien no tocaba, he fotocopiado algunaS recetaS, me han preguntado y estaba pensando en las musarañas (jajaja), o me han pillado hablando por teléfono cosas personales. En este último caso he intentado despistar diciendo «es importante que me traiga ese papel para formalizar la matrícula», y al otro lado «¿¿¿pero qué dices???», y yo, «claro, es importante», y al otro lado «¿¿¿el qué???? ¿de qué hablas?» y al final acabo diciendo adiós y colgando porque no podía soportar la mezcla de risa y de nervios.

    Genial tu post, Erika. Por cierto, sales muy mona en todos los «apuros» 😉

    Besos

    Reply

    • Erika Martin
      22 enero, 2017 @ 22:10

      Hola Chelo,
      vaya pillada con lo de las fotocopias 🙂 No te imaginas lo que me estoy riendo con lo de las llamadas. A mi en eso no me han pillado todavía. Hasta ahora cuando he visto aparecer a mi jefe en el horizonte he colgado directamente. Tiempo al tiempo jajaja

      Gracias, me eché un buen ratito haciendo la imagen de la fotocopiadora y los fantasmas por detrás.

      Reply

  6. Humoreo Luego Rio
    21 enero, 2017 @ 21:59

    Cuando has estado haciendo algo personal en el ordenador del trabajo, pones un pendrive para guardarlo, y cuando llegas a casa… Ves que lo dejaste puesto en el pc. ¿A ti no te ha pasado? Jajajajaja
    Te felicito por este divertido post amiga Erika!!!

    Reply

    • Erika Martin
      22 enero, 2017 @ 22:14

      madre mía, Humoreo, eso es una noche sin pegar ojo. ¡Menudo despiste!
      A mi no me pasa eso porque me lo envío desde el email del trabajo al mío personal.

      Gracias por comentar. Sé que andas escaso de tiempo.
      Te deseo buen comienzo de semana!

      Reply

  7. Mirta
    22 enero, 2017 @ 12:38

    Que gracioso:-)) cuantas situaciones que pasan tan rápido, que no las registras y otras que quisieras que te trague la tierra. Lo fantástico, es que vos lo aprovechas para hacernos reír!!
    Mi querida Erika , espero que esta semana el frió calme un poco y suba unos grados por lo menos! Que tengas una semana maravillosa y menos fría!! Un abrazo grandote, besazo

    Reply

    • Erika Martin
      22 enero, 2017 @ 22:22

      Hola Mirta,
      es verdad, hay muchas situaciones que ni siquiera te das cuenta de que ocurren jaja y otras son inolvidables. Aún así de todo hay que reírse ¿no crees?

      Por aquí ha caído una super nevada al este del país que dejó incomunicada a la zona por tren y carretera, y sin suministro de luz durante varios días. ¿Qué tal va el verano por Argentina? ¿alguna ola de calor o la temperatura normal para la fecha?

      Te deseo muy buena semana y te mando muchos besos y abrazos

      Reply

  8. Mamen Piriz García
    22 enero, 2017 @ 13:23

    Son cosas que pasan en la oficina, pero en todos los trabajos pasan cosas que no quieres que te pasen. un abrazo

    Reply

    • Erika Martin
      22 enero, 2017 @ 22:25

      Seguro que las situaciones del artículo también ocurren en comercios, fábricas, talleres, etc. Un abrazo fuerte, Mamen, buen comienzo de semana

      Reply

  9. Conxita Casamitjana
    22 enero, 2017 @ 20:58

    Qué bueno, me he sentido identificada en ese equivocarme con un email a quien no toca o al darme cuenta de que no hay nadie en la oficina que te sientes fatal, muy pero que muy desgraciada…jajaja ¿cómo lo hace todo el mundo para irse y tu sigues dejándote las cejas para acabar lo inacabable?
    Me he reído un rato al imaginar las caras de tus compis cuando los llamas desde el despacho del gran jefe, para matarte jajaja
    Un beso

    Reply

    • Erika Martin
      22 enero, 2017 @ 22:32

      Hola Conxita,

      respiro aliviada por saber que no solo a mí me ocurre lo del email jajaja Lo de salir la última solo me ha pasado en un par de ocasiones. Ya me espabilo durante el día para organizarme las tareas y salir a mi hora. Y sino ya lo haré al día siguiente. A mi el de seguridad no me vuelve a meter un susto de esos jaajaja Mi consejo es que te vayas a tu hora y termines de hacer las cosas a la mañana siguiente.
      Jajaja sí, para matarme por lo de llamar desde el despacho del gran jefe.

      Un beso

      Reply

  10. davidrubios
    22 enero, 2017 @ 21:38

    Je, je,je Por lo que veo la llegada del viernes es un verdadero «sinvivir» entre reuniones, llamadas de última hora, encierros en baño. Parece que los astros se reúnen para amargar el último día, cuando tienes las defensas más relajadas. Muy divertido, saludos!

    Reply

    • Erika Martin
      22 enero, 2017 @ 22:35

      Hola David,

      a veces tengo la sensación de que los viernes son como el día de antes de que se acabe el mundo. Todo el mundo se pone nervioso con temas supuestamente urgentes, reuniones llamadas … y de remate el baño que quiere «secuestrarte» jajaja

      Saludos y que tengas muy buena semana

      Reply

  11. Raquel
    23 enero, 2017 @ 10:59

    jajaja, cual será el post con el que no nos harás reír!
    Cuando el ordenador te deja colgado con un trabajo, es lo peor, me pasó una vez y no más, ahora soy más previsora.
    Lo que es también malo …quedarte sola en la oficina como bien dices Erika, se oyen ruidos por todas partes y no sabes que pensar, solo te dices a ti mismo:»la próxima vez prefiero hacer horas matutinas en lugar de quedarme por la noche»
    Un abrazo y besis Erika. ¡Feliz inicio de semana!

    Reply

    • Erika Martin
      23 enero, 2017 @ 22:58

      jajaja cierto, Raquel, mejor madrugar y no oír ruidos. Lo malo es que si eres dormilona (como yo) te cuesta un montón ir antes a la oficina jaja
      Es que da mucha rabia estar trabajando varias horas y perder todo porque el «desgraciado» del ordenador se queda pensando jaja
      Un abrazo muy fuerte, besos y muy buena semana para ti

      Reply

  12. ramrock
    24 enero, 2017 @ 12:17

    Jejeje, conozco muy bien el 2 y el 11, sobre todo el 2, a los demás no he tenido nunca que enfrentarme.

    Pero claro, recuerda que yo no soy ni he sido nunca secretario, si no un oscuro administrativo de los de al fondo de la ofi y tal.

    El mejor puesto que hay y si no fuera por el salario ya seria demasiado 😆 😆 😆 😆 😆

    ¿Como rayos se me pudo escapar este post? Debió ser el fútbol, digo yo.

    Reply

    • Erika Martin
      25 enero, 2017 @ 18:14

      Hola Ramrock
      el 2 es terrible porque se te cierran los ojos y no puedes hacer nada por evitarlo jajaja Y el 11 acojona mucho.
      La verdad es que cuanto más lejos se esté de Dirección General, más feliz es uno en el trabajo. Poco importa si estás en una oficina o en cualquier otro centro de trabajo. Los jefes lejos, por favor.
      Muy buena semana para ti también.

      Reply

  13. Maryasexora
    25 enero, 2017 @ 13:00

    También está la versión: cuando sales a fumar, se atascan las puertas y te quedas en la calle, muerta de frío, esperando a que alguien baje y te abra, porque tienes un móvil de sustitución (el tuyo se dio un baño y dejó de respirar) en el que no se te ocurrió guardar ningún contacto… ¡Ojo! Que esto «me lo ha contado una amiga».
    Besicos.

    Reply

    • Erika Martin
      25 enero, 2017 @ 18:17

      jajaja, Mary, me parto. La situación que cuentas es como la del anuncio de dejar de fumar, que sales a la calle con la lluvia y los vientos huracanados, y luego no puedes entrar ? Intuyo que lo hiciste por la puerta de emergencia y no bajando a la acera ¿no? ¡¡Terrible!!
      Claro, claro, le pasó a una amiga jajaja
      Muchos besos

      Reply

  14. holden
    25 enero, 2017 @ 23:10

    La peor es sin duda la de que te llame el jefe y tú no sepas el motivo XD Creo que eso nos aterra a todos, aunque normalmente no tenga que ser para mal. En fin, es lo que tiene esta vida, ¿no? Yo espero que mi curro me dure muuuucho. Como unos… no sé, ¿6 meses más hasta que encuentre algo mejor pagado? xD

    Reply

    • Erika Martin
      26 enero, 2017 @ 20:06

      Estoy de acuerdo contigo, Holden. Que te llame tu jefe al despacho es un sin vivir porque generalmente piensas lo peor y no que te va a soltar un marrón de los suyos jajaja
      Espero yo también que te dure muuuucho tu curro, al menos hasta que encuentres algo mejor. Cambiar a un trabajo con mejores condiciones siempre es una satisfacción personal muy grande, especialmente si no estás cómodo con el actual jejeje
      Un abrazo!

      Reply

  15. Christian Buxaderas
    6 febrero, 2017 @ 21:35

    Encontrarte a tu jefe imitando a Julio Iglesias en el espejo del lavabo…dos minutos antes de tener la reunión anual de Plan de Marketing…

    Reply

    • Erika Martin
      7 febrero, 2017 @ 21:30

      jaja eso sí que es escalofriante, Christian … de película de miedo. Menuda técnica de relajación más rara tiene tu jefe para ensayar su presentación del plan de marketing

      Reply

      • Christian Buxaderas
        13 febrero, 2017 @ 20:15

        hahaha, es que si conocieras a alguno de ellos, a lo mejor empezabas un blog sobre antropologia y menospausia viril

        Reply

        • Erika Martin
          13 febrero, 2017 @ 22:21

          jajajaja seguramente, algo como «cuando eres jefe y padeces la pitopausia»

          Reply

  16. Maria pilar
    12 febrero, 2017 @ 15:54

    Me he sentido identificada, hace años trabajaba a 70 km de mi ciudad, teníamos jefes con los que hablaba por teléfono o por mail pero que no los conocía en persona, pues un día vienen dos y los trate como a cualquiera de los clientes, mi jefe con los ojos a punto de salirsele de las órbitas, casi le da un jamacuco, menos mal que uno se presento y pude Salvar la situación, momento de «no hay maceta lo suficientemente grande para esconderme»

    Reply

    • Erika Martin
      12 febrero, 2017 @ 19:23

      Hola María Pilar,
      ¡qué buena tu anécdota! he podido visualizar perfectamente ese momento «maceta escóndeme» Eso pasa cuando los jefes supremos nunca se prodigan y salen de tour por las oficinas de la empresa.
      Gracias por tu comentario
      Buen domingo

      Reply

  17. María José Cuenca
    4 mayo, 2017 @ 21:05

    Hola Erika,
    La verdad es que me he reído mucho con estos 17 momentos aterradores, a mi aún no me ha pasado ninguno y espero que no me pasen jajajaja.
    PD: espero que el día que me toque a mi llamar a alguien (desde RRHH) no se lleve esa persona ningún susto.
    Feliz noche!

    Reply

    • Erika Martin
      4 mayo, 2017 @ 22:13

      ¿Qué no has vivido ninguno de estos momentos aterradores? ¡Que suerte tienes, María José! A mi el que más miedo me dio de todos es el de los crujidos del edificio, que ahora me río pero hay que vivirlo jaja

      Las llamadas de RRHH siempre asustan jajaja aunque sean para una tontería. No creo que se lleven ningún susto contigo, no tienes cara de bruja ni nada eso.

      Muchas gracias por comentar y muy feliz noche para ti también

      Reply

  18. Inés
    8 mayo, 2018 @ 10:20

    Bueno bueno… mi momento más embarazoso tiene que ver con el punto que me caía de sueño.

    Directivo «de los de antes» dictándome una carta, yo con un sueño que estaba a punto de caer en coma… y te prometo que me estaba durmiendo que se me cerraban los ojos… tanto que vi que había estado escribiendo medio garabatos, el boli flojo…

    Estoy segura de que el directivo se dio cuenta pero no me dijo nada 😉 2 minutos más y se me empieza a caer la babilla XD

    Reply

    • Erika Martin
      8 mayo, 2018 @ 23:06

      Hola Inés,

      terrible el momento que compartes con tu anécdota jajaja Esos 2 minutos se te debieron hacer eternos. Menos mal que el directivo fue discreto y no te dijo nada. Otro podría haberte metido un grito en plan Pepe Pótamo

      En el trabajo no ha vivido nada así, pero en la universidad sí que me pasé muchas clases haciendo garabatos con la mano floja, los párpados pesados e incluso esa sensación de arenilla en los ojos

      Un besote

      Reply

  19. Óscar
    25 abril, 2020 @ 20:35

    Algunos momentos sin realmente jodidos, como los de quedarse los viernes hasta las mil… El 7 y el 8 a ha pasado a todos alguna vez, je je je. Bueno, yo bragas no compraba, no te engaño. Pero tampoco es nada malo que las compres, eso es porque las usas… Imagina que se te rompe la falda del 17 y no llevas bragas debajo… Eso sí que es chungo. Y el 9 nos pasa hasta a, los informáticos, no te digo más… Besitos

    Reply

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