Leyes de Murphy al imprimir y encuadernar una presentación
Tu que habitualmente asistes a reuniones, seguro que más de una vez has impreso y encuadernado tus presentaciones ¿verdad? ¡Ah, no! calla, que para eso está la secretaria 😉
Hoy te voy a contar que algo tan básico y tan tonto como imprimir y encuadernar no es tan fácil y que incluso puede llegar a ser estresante por varios motivos:
1. La poca colaboración de la gente
2. La impresora y la encuadernadora son dos inventos del demonio.
¿Cómo se encuaderna una presentación en la oficina ideal?
Pues hay varios sistemas: con canutillo, con espiral, a presión, con calor. También puedes salirte y hacer una encuadernación de luxe con tapas de cuero y letras de oro. Aunque creo que el Director Financiero no te va a autorizar el gasto para esto último.
En mi oficina tenemos encuadernadora con espiral. En este vídeo puedes ver cómo se hace
No has visto el vídeo ¿verdad?. Pues muy mal porque ahora no vas a entender el resto del post, que son los dramas y tragedias que tengo cada vez que hay que preparar la documentación para una reunión.
Venga, bah, hoy me pillas de buenas jaja:
1. Insertas unas 10 – 15 hojas en la ranura de la taladradora. No cabe más papel porque la ranura tendrá como mucho 5 milimetros de grosor.
2. Das al botón y bajan unos hierros que perforan el papel.
3. Después coges una espiral o canutillo y lo deslizas por los agujeros.
4. Cortas el sobrante de la espiral con unos alicates especiales porque ésta es más larga que el DIN-A4
Voilà, ya lo tienes.
Fácil ¿no? En un mundo ideal, sí. En la vida real, con el ajetreo y las prisas de la oficina, no lo es.
Empiezan los problemas 🙁
En mi empresa, las presentaciones para las Juntas de Accionistas, el Consejo de Administración o las reuniones de los resultados de una auditoría tienen alrededor de 50 ó 60 páginas. A veces incluso más. Recuerda que en la máquina del demonio son lo caben unas 15 hojas.
Cada Director de Departamento prepara su parte y luego yo lo integro todo en un único documento, dándole el formato corporativo con el logo, los colores, la letra…
Una semana antes de la reunión empiezo a enviar los “kind reminder”, es decir, recordatorios amables para que me pasen los datos. La mayoría de las veces, no funcionan porque los directivos están de viaje, en reuniones con clientes, dirigiendo sus departamentos … apenas tienen tiempo, pobrecitos míos.
Tres días antes, paso una técnica más dura. Les envío un «email incendiario» desde el correo de mi jefe. A ver si así hay más suerte. Tampoco funciona, siguen muy ocupados.
Dos días antes del Día D, convoco una reunión preparatoria en donde se repasan todos los datos de la presentación y se estudia el mensaje que se quiere transmitir. Esta reunión siempre la pongo por la mañana, con la esperanza de que a lo largo del día me pasen los datos y así poder unificar la presentación. ¿Me lo pasan? ¡¡nooooo!!
El día de antes del Día D me paso por los despachos de los directivos con cara de pocos amigos, insistiendo una vez más en que cada uno me pase su parte:
– Sí, Erika, de verdad, que estoy en ello. Ahora en 10 minutos te lo envío.
– Me meto ahora en una reunión, en cuanto salga …
Las 18h y aquí estoy. Han vuelto a pasar de mi.
Al principio, cuando llegué a la empresa, me quedaba esperando hasta 19h o las 20h con la esperanza de irme a casa con el trabajo hecho. Nunca me pasaron los datos.
Por eso, llegó el día en que decidí no seguir haciendo el tonto e irme a casa a mi hora. Total, no me pagan las horas extras.
No falla, en cuanto te vas, cada uno te manda su parte. Parece que lo hacen a propósito.
Antiguamente convocaba a las 09:00 la Junta de Accionistas, Consejo de Administración o lo que sea. Eso significaba llegar a la oficina a las 07:00, como muy tarde, para terminar la presentación, imprimir, encuadernar, preparar la sala … ¡menudo estrés!
Ahora convoco estas reuniones las 11:00. Así, aunque sigo entrando de madrugada, al menos puedo preparar todo tranquilamente … ¿o no? eeemmm mi experiencia es que siempre se tuerce algo y que terminas haciendo todo con la hora pegada.
Leyes de Murphy
1ª Ley: distintos formatos
Cada parte recibida está en un formato distinto. Márgenes, letras, unas veces tablas en word, otras en excel. Algunos lo mandan en PDF para que no puedas tocar nada y, claro, así no hay forma de integrar nada y ponerlo todo en formato corporativo.
Integrarlo todo y unificar formatos lleva un buen rato.
2ª Ley: la impresora no funciona
Debido a que el Director Financiero de mi empresa es un tacaño en grado extremo, tenemos impresoras de andar por casa. Nada de esas profesionales que lo hacen todo. No. Así no se paga un renting. Ya sabes, el ahorro genera riqueza (aunque esto lo pongo en duda).
Como las presentaciones son muy pesadas por los gráficos y las tablas, la impresora se bloquea y tarda varios minutos en reaccionar.
A mí ni se me ocurre imprimir a doble cara. En mi empresa se compra papel de bajo gramaje para seguir ahorrando y esto provoca atascos en la impresora. Ahí pierdes más tiempo.
También puede que se acabe el tóner y al cambiarlo, te manches la ropa. A veces ha pasado que se ha acabado el tóner y no había otro de repuesto.
En estos casos me he alegrado infinitamente porque ha significado el fin de la historia: reunión sin documentación, se proyectan las slides en la pantalla y luego se envía la presentación por email a los participantes.
En resumen, si tengo que imprimir 15 presentaciones de unas 50 hojas cada una, este trabajo me puede llevar una hora o incluso más.
3ª Ley: los agujeros no están perfectamente alineados
Como comenté antes tienes que ir metiendo taquitos de hojas en la ranura de la encuadernadora. Ya te puedes cuidar de introducirlos siempre a la misma altura porque sino luego los agujeros no coinciden y no te pasa la espiral.
No entiendo por qué no fabrican esas máquinas con una ranura de un centímetro para quepan 100 hojas sin problemas. Al fin y al cabo, en las de 10 hojas pones un clip o una grapa.
Hacer los agujeros a una presentación de unas 50 hojas, te lleva unos 3 minutos. Si a la reunión asisten 15 personas, esto son 45 minutos.
Resumen: solo con imprimir y perforar se tarda 1h45.
4ª Ley: la espiral no desliza
Ya tienes todos los agujeros hechos y cuando empiezas a pasar la espiral, te das cuenta que muchas veces no desliza tan bien como en el vídeo de arriba. Esto te retrasa aún más.
A veces he pensado llevar un poco de jabón en pastilla y untarlo en la espiral, a ver si desliza igual que cuando atornillas algo. Aunque luego con el madrugón, se me olvida coger el jabón.
Aun sabiendo que tenías que poner el papel a la misma altura, lo cierto es que a veces te despistas, lo colocas medio milímetro más para allá y ya no encajan los agujeros. Los tacos de papel quedan descuadrados y siempre viene alguien que te dice:
– Erika, los folios no están centrados, unos están más a la izquierda y otros más a la derecha.
Si lo haces bien, nadie te da la enhorabuena
5ª Ley: tienes que ser como Hulk
El siguiente paso es cortar el sobrante de la espiral. Esto es un arte. Al cortarlo, tienes que doblarlo y meter la punta hacia dentro.
Claro, eres el Increíble Hulk y tienes tal fuerza que puedes doblar metal sin problemas.
Si tienes síndrome del túnel carpiano (o cubital como es mi caso) rezas para que no te dé un latigazo por todo el nervio a lo largo del brazo y no te quedes con los dedos agarrotados el resto de la jornada.
Es muy importante lo de doblar el extremo hacia dentro. Si lo cortas de cualquier forma, la punta se puede enganchar en algún traje de esos caros que llevan los directivos y rasgarlo. El afectado montará un circo increíble. Lo sé porque lo he vivido.
Lectura recomendada: el teatro que hacen los directivos cuando se enfadan
En este paso pierdes otros 15 minutos. ¿Cuánto llevamos? ¡¡2 horas!! Tic tac tic tac.
La reunión empieza en breve, todavía no he preparado la sala y los participantes de otras empresas van a llegar de un momento a otro.
Lectura recomendada: cómo organizar logísticamente una reunión
6ª Ley: cambios en las diapositivas
Cuando ya estás a punto de terminar, siempre aparece alguien:
– Erika ¿Cómo vas? ¿has terminado ya? Es que hay un dato incorrecto en la slide 43 y hay que cambiar la hoja. Ya he enviado por mail, la nueva slide.
– Pero, vamos a ver, ¿no repasáis los datos y las diapositivas antes de enviarlas?
¡¡Les mato, les mato!! Esto significa sacar la espiral que no desliza y volver a empezar el proceso con las 15 presentaciones:
- imprimir la nueva página
- el atasco de papel
- hacer agujeros a las nuevas hojas que ya no cuadran con el resto
- sustituir una página por otra, meter una nueva espiral
- cortar y doblar el metal …
Tic tac tic tac, la reunión va a empezar en breve.
Voy a mi ordenador, miro mi correo, no tengo nada. Llamo por teléfono o voy al despacho:
– Roberto, no me has mandado la nueva slide.
– No, claro que no ¿por qué te la iba a enviar a ti? Son datos confidenciales. Se la he mandado al Gran Jefe.
– ¿Eres tonto o qué te pasa? ¿quién es la persona que está imprimiendo la presentación y que tiene toda esa información confidencial en sus manos ahora mismo?
– Erika, háblame con respeto que soy Director del Comité de Dirección
Por favor, que alguien me quite el abrecartas y las tijeras ¡¡hoy mato a alguien!!
¿Tiempo invertido en imprimir y encuadernar?
Entre unas cosas y otras, unas 2:30 horas.
Ya ves, una función tan tonta y tan básica como esta lleva un buen rato y tiene cierto riesgo laboral si no tienes la fuerza de Hulk, Superman o cualquier otro super héroe.
Una cosa he de contarte. Muchas veces cuando el tiempo se me echa encima, el único que me ayuda es mi jefe. Sí, al contrario de los demás, él se remanga y se pone conmigo a encuadernar.
¿Cómo acabar con Murphy?
Si me lees habitualmente, sabes que siempre intento buscar soluciones a los dramas oficinísticos. Y, por supuesto, para este asunto también he encontrado una forma para evitar matar a alguien 😛
Hace meses que no encuaderno nada. No, ya no. Compré una grapadora de esas especiales de grapas grandes. Coloco el taco de papel en el lugar indicado, bajo la palanca y arreando que es gerundio.
Ahora imprimo, preparo la sala, salgo a recibir a la visita y en el último minuto me pongo a grapar. De esta forma le doy tiempo a los directivos a hacer todos los cambios que les dé la gana. Si hay que rectificar algo, la nueva diapositiva es enviada a mi jefe y él la imprime, mientras yo pongo caramelos en la sala de reuniones.
Cuando ya están todos listos para entrar en la sala, grapo las presentaciones y las pongo en unas carpetas corporativas muy chulas.
Al principio no gustó nada mi idea innovadora:
– Erika, queda muy cutre
– ¿Qué dices? Lo grapo y al meterlo en una carpeta corporativa, queda igual de profesional. Además esto tiene una ventaja muy grande. La documentación ocupa menos espacio en el archivo.
– Ya, pero no es lo mismo.
– Lo sé, Roberto, te entiendo. El día que me paséis los datos dos días antes, volveré a encuadernar.
¿Sabías que encuadernar una presentación es tan laborioso y que lleva tanto tiempo?
¿Tú que haces? ¿Encuadernas, grapas o pones un clip?
Imagen destacada del post: impresora multifuncional via Shutterstock
Jordi Luna
15 noviembre, 2014 @ 08:34
Otro gran relato, muy entretenido. Por cierto, para que veas…al cortar la espiral sobrante, el hombre del video no recoge el trozo del suelo. Saludos Erika, besos, abrazos…
Erika Martin
15 noviembre, 2014 @ 09:48
Muchísimas gracias, Daniel 🙂
Daniel Madrid
15 noviembre, 2014 @ 09:46
Brillante una vez mas, cada dia consigues superarte. Gran calidad Erika!
Erika Martin
15 noviembre, 2014 @ 12:10
qué observador, Jordi. No me había fijado. Tocas un tema muy interesante porque cuando cortas la espiral el sobrante sale disparado. Si no lo recoges del suelo, hace efecto canica y puede que alguien al pisarlo, se caiga = riesgos laborales.
Tomo nota de lo de la taladradora jajaja aun me sigo partiendo de risa.
Besos, abrazos y buen fin de semana!!
Pedro Fabelo
15 noviembre, 2014 @ 13:00
Te confesaré algo, una vez leído tu artículo de hoy y al ver esa ilustración tuya echando humo por las orejas y con esa mirada de asesina coronando tu rostro se me ha venido a la mente la canción "Looks that kill" de los Mötley Crüe. Porque, "hay miradas que matan", no hay duda. Si yo fuese uno de esos ejecutivos me cuidaría muy mucho de no estar "gritándole al demonio" (Shout at the devil). Saludos, Erika.
Erika Martin
15 noviembre, 2014 @ 14:20
jajaja Pedro, hay miradas que matan pero no a los directivos de mi empresa, que pasan de mi como de comer mierda. Buena banda sonora me has buscado para la entrada 🙂
Saludos
Jotape Reflexiona
15 noviembre, 2014 @ 14:46
jajaaj, muy bueno Erika, entre la historia de la Borde Durmiente y la tuya, me habéis hecho reir esta tarde!!
Me encanta, yo te quiero como secretaria!!! jejejee
Coral PAEZ
15 noviembre, 2014 @ 15:00
Genial y divertido!!! Erika tienes una forma fascinante de contar las situaciones que te ocurren. Lo de la "grapadora" ha sido una solución muy ingeniosa!!
Saludos.
Las Gemelas del Sur
16 noviembre, 2014 @ 09:30
Te entiendo, has radiografiado la situación estupendamente.
Yo guillotiné los libros de texto de mis hijos para fascicularlos con ese aparatito en mi oficina, en mi tiempo libre, eso si, sin ese agobio del tiempo tasado y reconozco que es un buen trabajo manual de precisión.
Y yo me pregunto con tanto adelanto tecnológico, tablets, portátiles etc, se necesita imprimir todo el dossier. Pobres bosques!
Saludos, luchadora.
Erika Martin
16 noviembre, 2014 @ 14:41
La historia de la Borde Durmiente es genial!! Me alegro mucho de haberte hecho reír con esta entrada.
Un abrazo, Jotape!!
Erika Martin
16 noviembre, 2014 @ 14:47
Hola Coral!! ¿sabes? escribo mis historias como si estuviera con amigos (en este caso vosotros) tomando algo después de trabajar y les contara cómo me fue el día. Algo desenfadado e informal, incluyendo además lo que se me pasa por la cabeza en esos momentos, en plan Ally McBeal (que son las imágenes del avatar).
¿A qué lo de la grapadora es ingenioso? no sé porqué dicen que es cutre jajaja
Muchas gracias por tu visita y tu comentario.
Saludos
Erika Martin
16 noviembre, 2014 @ 14:53
Hola Gemelas del Sur!!
aaahhh, amiga, te veo experta en el tema jajaja. Sí, es un trabajo de alta precisión y, aunque no lo parezca, tambien de paciencia porque eso de ir deslizando la espiral cuando no casan bien los agujeros ….
Es que los directivos son hombres tradicionales. Necesitan el dossier en papel para ir anotando cosas al margen de cada hoja. Estoy contigo ¡pobres bosques!
Saludos
Felipe Rodríguez
17 noviembre, 2014 @ 00:39
"En mi oficina tenemos encuadernadora con espiral. En este vídeo de apenas 2 minutos podéis ver cómo se hace:"
Yo: Luego lo veo…. *continúo leyendo*
"No lo habéis visto ¿verdad?"
Yo: Es una psíquica…
Ja ja ja En serio sorprende que no hayas terminado lanzando a nadie por la ventana en una de esas.
Excelente solución, con eso se acaban los problemas y los Directivos dejan de atormentarte con sus cambios de último minuto en la documentación.
Hilda Hurtado
17 noviembre, 2014 @ 14:25
Jajajja como siempre mi querida Erika, una maestra en la oficina. Entiendo las ganas que te dan de desintegrar a alguien jajajja. No hay nada peor en la vida que se retrase tu trabajo por culpa de los demás, más que nada cuando eres tu la que tiene que partirse el lomo para que todo sale bien y encima critican tu método nuevo. Un abrazo desde NY, muero por saber que organizarás en la Cena de Navidad de la Empresa. Jejej
Entre suspiros y un café
17 noviembre, 2014 @ 21:47
Me he estresado de leerte, pero me lo he imaginado perfectamente… ¡Qué paciencia la tuya Erika! Y qué buena solución 😉
Un besote Erika,
Patri.
Erika Martin
18 noviembre, 2014 @ 19:51
¿Has visto, Felipe? tengo poderes adivinatorios, ya sabía yo que no ibais a ver el vídeo jeje
Trabajo en un edificio inteligente. Uno de esos en los que no se pueden abrir las ventanas. Así que no puedo empujar a nadie ¡qué suerte tienen!
Eso sí, con la grapa se acaban las tonterías.
Bienvenido a mi blog y muchas gracias por dejarme comentario.
Un abrazo
Erika Martin
18 noviembre, 2014 @ 19:55
El caso es que siempre sacan pegas a todo y se quejan ¡qué gente mas desagradecida! jajaja
Este año no habrá cena de Navidad. Tengo encargado un coctail. Ya verás, los canapés no les van a llenar los estómagos y se van a quedar con hambre jajaja
Un abrazo desde el otro lado del Atlántico y abrígate que he oído que ya ha llegado la nieve a USA.
Erika Martin
18 noviembre, 2014 @ 19:57
Sí, sí, Patri, así es. Se vive la emoción del "last minute" con intensidad.
Por eso es vital encontrar soluciones que ahorren tiempo 😉
Besazos, guapa!!
Mirta Cristina
23 noviembre, 2014 @ 08:50
Debes ser una secretaria genial!!
Erika Martin
23 noviembre, 2014 @ 10:29
No sé si soy genial, Mirta, aunque me esfuerzo por serlo 😉
Gracias por tu comentario.
Juanan G.C.
24 noviembre, 2014 @ 17:17
Muy bueno Erika, como siempre. Muy espontáneo y divertido.
Cuentas las cosas de una manera muy gráfica y es completamente posible imaginarte de un lado para otro, con los taconazos y la encuadernadora…. 🙂 Menudo estrés.
La solución de la grapadora es genial, rápido y facil, jajajaja.
La encuadernadora de espiral tiene su aquel, nosotros en el trabajo tenemos una de canutillo que es mucho más sencilla de utilizar, por lo menos, no hay que cortar.
Un abrazo
Erika Martin
26 noviembre, 2014 @ 21:19
Perdona, Juanan, se me había escapado tu comentario del otro día.
¿Encuadernadora de canutillo? amigo, qué envidia me das jaja esa es mucho más fácil y no te lesionas la mano sino eres Hulk.
Sí, sí, es un sindios pero yo no pierdo ni un ápice de glamour y ahí estoy monísima con mis taconazos jeje
Un abrazo.
Julia C.
30 diciembre, 2014 @ 14:53
Joroba, qué manera tienen de complicarse cosas que deberían ser sencillas!! No me extraña que termines con ganas de matar a alguien, es lo más normal del mundo jajajjaja. Bien por tu iniciativa de la grapadora, y al que no le guste, que no mire 😛
Un post estupendo, como siempre. La de cosas que estoy aprendiendo desde que te leo!! 🙂
Un beso grande, guapa, y feliz entrada de 2015.
Erika Martin
30 diciembre, 2014 @ 14:58
Jorge,
tienes toda la razón del mundo. En muchas ocasiones lo jefes se cuelgan las medallas de los subordinados. Te invito a que leas la entrada "¿Y tu qué propones'" que publiqué en septiembre. Creo que te va a gustar.
Jajaja sí, hago buena terapia descargándome en el blog y si vosotros ademas lo encontráis interesante, matamos dos pájaros de un tiro 😉
Un abrazo muy fuerte para ti
Erika Martin
30 diciembre, 2014 @ 15:06
es que hasta lo mas tonto se complica, Julia. Lo que peor me sienta es cuando has terminado de encuadernar y te vienen con los cambios. Ay, no, ya estoy mayor para esto, una grapa y van que se matan jajaja
Me alegra mucho que aprendas cosillas en este blog, eso es señal de que es interesante mas allá de las risas y mis ataques de nervios e intentos de asesinato en la oficina.
Un beso muy fuerte, corazón. Feliz entrada en el 2015!!
Jorge Iglesias
30 diciembre, 2014 @ 14:53
Yo trabajo en una Empresa muy pequeña donde todos hacemos de todo aunque claro está y por más que te esfuerces y entregues ideas brillantes tu jefe siempre tratará de menospreciarte pero las implementará finalmente aduciendo que fueron suyas. 25 años en el mismo trabajo dan fe de ello. Me encanta tu blog Erika sigue contándonos tus historias para entretenernos a todos y de paso descargarte. Un abrazo grande
Erika Martin
21 septiembre, 2015 @ 19:21
Jorge Manuel,
muito obrigado por seus comentários . Eu acho que você tem que rir de tudo.
Boa noite
Paula Koval
21 septiembre, 2015 @ 19:19
Thank you for another installment in the daily drama of business and other nonsense.
The time it takes to do a task will always expand to fill whatever time you might have left to do it.
I can vividly recall preparing proposals. That was lots of fun. We were all presumed to be reasonable, educated, professional people. All of that went out the window two days before the proposal was due. What had passed a "Blue Team" review for continuity and addressing each data requirement, a "Red Team" review for technical correctness, and a damn "Tiger Team" review (just short of the papal blessing) suddenly needed a rewrite because someone got cold feet about signing-off on the proposal price.
I am so glad that I no longer need to do any of this. It was fun to eat lots of pizza delivered to the office at company expense, and Chinese cuisine, too, but that was OK when I was younger.
Have a pleasant week! Kisses!
Jorge Manuel Braga
21 septiembre, 2015 @ 19:19
Fazer do que cansa, galhofa
fazer da rotina, riso
e depois sem agrafos
divulgar em letras douradas.
Erika Martin
22 septiembre, 2015 @ 18:01
Hola!! sí cambié la plantilla hace un mes o así.
Gracias por comentarme la incidencia, nadie más me lo había dicho. Me he pasado por el feed y todos los suscriptores me aparecéis activos (tu desde principios de año). Qué raro todo. Investigaré qué ha podido pasar.
Lovely week, my friend
ramrock
22 septiembre, 2015 @ 17:44
Hola, veo que has cambiado el formato del blog y supongo que es por eso pero ya no me llegan actualizaciones por e-mail y al ir a inscribirme de nuevo no me deja porque dice que ya lo estoy.
Erika Martin
28 septiembre, 2015 @ 20:59
Nenaaaa!! sí, por favor, vente a la oficina y habla con mi jefe y con esa otra persona que tu sabes jajaja
¿No puedes ver el vídeo? ¡oh! voy a ver cómo lo arreglo, gracias por avisar.
Y gracias por el comentario.
Un besote, guapa
Erika Martin
28 septiembre, 2015 @ 21:40
Pues con estas cosas, en mi empresa piensan que soy una histérica, que no es para estresarse ¿tu te crees? pa' matarles.
Portugués no hablo, uso el traductor online pero da el pego ¿eh? jejeje
Muchos besos
PD: en mi PC sí se ve el vídeo, será cosa del móvil como dices
Elia Brosed
28 septiembre, 2015 @ 20:55
Jjjjaaa me encanta aunque me estrese!! Me entran ganas de ir a tu Empresa y ayudarte a graparlo y de paso a decirle a tu jefe que un poco de consideración con mi Erika. Por cierto el video no puedo verlo 🙁 Un beso guapa!!
Oscar Bustamante Matías
28 septiembre, 2015 @ 21:35
Que grande eres Erika. Yo habría mandado a todos a freír monas el primer día. Admiro tu aguante, tu sabiduría para encontrar soluciones continuamente y que seas capaz de hablar inglés, alemán y portugués (al menos) son despeinarte. Besitos.
PD. El video no se ve, pero cero que es por reproducirlo en un móvil. En un PC seguro que sí se ve.
kutzijoyeriamexicana
22 agosto, 2016 @ 18:54
Hola! acabo de leerte y te seguiré, me gustó mucho tu historia, aunque no soy «godinez» como decimos acá en México supongo que esas leyes aplican para cuando llevas prisa sobre todo.
Gracias has ganado una nueva lectora que no es oficinista pero gusta de tus historias
Erika Martin
27 agosto, 2016 @ 20:19
Hola Kutzi,
esas leyes se cumplen todas cuanto más prisas llevas, seas Godinez o no ?
Seguro que en la joyería ocurren cosas parecidas y otras anécdotas divertidas.
Bienvenida al blog y muchas gracias por animarte a leer mis historias.
Un abrazo!
R. ORTIZ
14 noviembre, 2016 @ 09:34
jaajaj eso para que luego digan que las de las oficinas estamos sentaditas, es decir como si no trabajáramos. No he llegado a encuadernar , pero tomaré nota de tu consejo Erika. ¡feliz lunes!
Erika Martin
14 noviembre, 2016 @ 22:20
sí, sí parece que solo nos limamos las uñas pero ya me gustaría a mi ver a alguno cortar el alambre de encuadernar.
El mejor consejo que te puedo dar es que lo hagas con tiempo, Murphy es muy cabroncete jajaja
¡Feliz semana, Raquel!
Besos
Superviviente trabajando en casa
13 abril, 2017 @ 23:45
Encuadernar con las espirales esas es horrible y el tema de las fotocopias, un horror. Te voy a confesar que una de las cosas que más me gusta de trabajar en casa es que todos los documentos los gestiono de forma virtual. Y tan contenta!
Antes en la empresa en la que estaba tenían una fotocopiadora de las grandes, pero había que meter códigos (que no se fiaban ? ) el problema es que el tiempo era superbreve y se bloqueaba con un número bajo de hojas, era una auténtica lata tener que meter tres o cuatro veces la contraseña y que luego te quedarás sin papel, vuelvela a teclear… Y lo que retrasaba! Imprimir se podía también, pero con ese retraso, igual aún están saliendo cosas mías de hace cuatro años jeje.
Saludos!!
Erika Martin
14 abril, 2017 @ 08:21
jaajajaj pues seguro que siguen saliendo cosas tuyas en aquella impresora del demonio. Menuda lata lo de los códigos, especialmente cuando tienes la limitación del tiempo para imprimir.
El formato que conozco yo es el de pasar tu tarjeta de empleado por un lector que tiene la impresora. No es que no se fíen (mentira!) es que así controlan cuánto papel gasta cada empleado y qué documentos imprime (vamos, que no puedes darle a las recetas de cocina o al libro de 500 páginas de la universidad porque te tienen vigilado)
Lo de encuadernar es un trabajo muy desagradecido jajaja
Saludos, Superviviente!
Feli Luna
21 junio, 2018 @ 16:45
Hola Erika! Me encanta la forma que tienes de contar las situaciones que te ocurren, es una forma estupenda de saber que te pasa por la cabeza en esos momentos, haces divertido momentos horribles como encuadernar o fotocopiar. Feliz día guapa. Un beso.
Erika Martin
21 junio, 2018 @ 19:06
Hola Feli,
si mi jefe o mis compañeros de trabajo supieran lo que realmente se me pasa por la cabeza en esos momentos … es que mejor tomárselo con humor que ponerse a llorar.
¡Muy feliz tarde! Besos