El trabajo en casa
¿Quién nos iba a decir que algún día el teletrabajo iba a ser obligatorio para todos? Estoy convencida de que alguna vez has soñado con el trabajo en casa para evitar los desplazamientos a la oficina, a los compañeros tóxicos y a los jefes controladores.
Después de dos semanas de confinamiento en casa, supongo que ya te estarás dando cuenta que el trabajo en remoto no es tan fantástico y bohemio como te imaginabas.
En internet hay millones de consejos para adaptarte a esta nueva situación. Aunque muchas veces son técnicamente imposibles de llevar a la práctica o simplemente no te apetece implementar las ideas que proponen 😛
En este artículo te voy a hablar de la realidad de trabajar en casa.
El horario de trabajo
Te levantas, desayunas tranquilamente, haces una tabla de gimnasia, corres por el pasillo y dedicas unos minutitos a yoga. Cuando te das cuenta ya son las 10.00 de la mañana.
Ya no importa si es lunes, miércoles o sábado. La percepción del tiempo ha cambiado a mañana, tarde y noche. Así también desaparece el concepto de horario de trabajo rígido de la oficina. Empiezas a trabajar tarde y acabas tu jornada a la hora del aplauso a nuestros héroes sin EPIs.
La ropa
Con lo bien que estás en pijama ¿qué necesidad hay de vestirte con ropa de calle?
Te pasarás varios días seguidos con el mismo pijama. Esto significa que has dejado de ducharte. Mira que te están diciendo en la tele que tienes que extremar la higiene estos días, jaja.
Si te vistes, será para ir al supermercado y arrasar comprando papel higiénico y víveres de primera necesidad. Como mucho te pondrás el chándal.
Tus compañeros de trabajo
Ahora tus compañeros de trabajo son peludos y tienen 4 patas.
Si tienes perro, éste se pasará el día durmiendo. Se acercará a ti con carita de alma en pena cuando llegue su hora de salir a la calle. No sé en tu barrio, en el mío muchos vecinos sacan al perro en pijama.
Si tienes gato, éste vendrá a ronronear y a pasearse por encima del teclado del ordenador. ¿Para qué estás en casa sino es para estar a su servicio?
Tu mesa de trabajo
En los consejos de internet recomiendan que tengas un espacio de trabajo en exclusiva para ti. Esa gente debe de vivir en mansiones porque ¿qué casa tiene un escritorio propio cada uno de los miembros de la familia?
Los niños tendrán en el suyo en su habitación y a ti te tocará trabajar sentado en el sofá. Una imagen molona que siempre envidiaste de los emprendedores.
Aunque pasados unos días, te darás cuenta que no es tan cómodo como pensabas:
- te genera dolor de espalda, cervicales, antebrazos y manos
- no tienes sitio para los papeles y los bolis
- necesitas una mesa auxiliar para el agua, la taza de café y el picoteo
Entonces cambiarás el sofá por la mesa del comedor. Después de varias horas trabajando, a todos los dolores comentados antes, se sumará el de la rabadilla. Claro, la silla del salón no es ergonómica.
Además a la hora del almuerzo o la cena, te tocará recoger todo para comer con tu familia.
Otra opción es ponerte en la mesa de la cocina, si es que la tienes. Las desventajas de trabajar aquí son las mismas que las de trabajar en el salón, añadiendo el peligro de que, a falta de vending, tienes la nevera.
Quizás seas uno de esos afortunados que tiene una habitación con un despacho. Pero allí solo hay una mesa. Supongo que tendrás que jugar a piedra, papel y tijera con tu pareja para decidir a quién le toca trabajar en el sofá, en el comedor o en la cocina.
Videollamadas y videoconferencias
Ambas serán tu forma de conectarte con el mundo exterior y tener reuniones con jefes y compañeros de trabajo.
Te dejarás puestos los pantalones del pijama, pensando que nadie los va a ver. Ay, inocente, que Murphy también está en casa. Se te caerá algo al suelo o fallará la conexión porque algo no estará bien conectado. Tendrás que levantarte y los demás verán las pintas que llevas.
No te olvides, que todos somos cotillas. En vez de prestar atención a lo que estás diciendo, nos fijaremos más en el “decorado”.
¿Cómo estás llevando trabajar en casa? ¿es como te lo habías imaginado?
Imágenes diseñadas con Freepik
Jordi
31 marzo, 2020 @ 16:50
Genial, como siempre. «…a todos los dolores comentados antes, se sumará el de la rabadilla». Coxigodinia, se llama ese dolor (lo acabo de buscar en Google). Enhorabuena, otro post ameno y divertido.
Erika Martin
31 marzo, 2020 @ 23:04
jajaja no sabía que el dolor de rabadilla tiene su propio nombre médico. Ya he aprendido algo hoy. ¡¡Muchas gracias, Jordi!!
Óscar
31 marzo, 2020 @ 17:06
A pesar de todos estos inconvenientes, espero que después de todo esto el teletrabajo se implante más en las empresas, al menos la mitad de la semana. Espero que sigas bien, Erika. Besitos
Erika Martin
31 marzo, 2020 @ 20:03
Yo también espero que los jefes se den cuenta de que el trabajo se gestiona en casa igual que en la oficina y que, cuando acabe esta crisis, sean capaces de confiar en la profesionalidad de los empleados y dejen de pensar que la productividad es calentar la silla en la oficina.
Lo mismo digo, espero que continúes bien. ¡Cuídate! Besos
#Jerby
1 abril, 2020 @ 09:15
Hola Erika
Sobre videollamadas y videoconferencias, es mucho mejor tener a la espalda un pared vacía que el fondo típico de ‘puerta y armario’ de alguien que está empezando.
Cuesta mucho conseguir un cliente y muy poquito perderlo.
Besos
Erika Martin
1 abril, 2020 @ 10:42
Hola Jerby,
así es, cuanto más despejada esté la pared de fondo, mejor. El decorado de «puerta y armario» es indicador de que has hecho muy pocas videos desde tu casa. Lo mejor es utilizar alguna aplicación que permita poner un fondo virtual, como p.ej. Zoom.
Cuídate!
Silvina
3 abril, 2020 @ 20:59
El otro día estuve en una videollamada donde una de las participantes se había puesto un fondo de auroras boreales, pero por algún motivo, este mismo fondo se replicaba en sus dientes xD
Erika Martin
5 abril, 2020 @ 12:46
Madre mía, Silvina, debisteis terminar la vídeo un poco aturdidos con ese fondo replicando en las demás pantallas ¿no?
ramrock
2 abril, 2020 @ 23:19
¡¡¡¡Rayos!!!! Nunca se me había ocurrido que, efectivamente, esto se hace no solo con un PC si no que también hay que tener conectada una cámara ¿o no es siempre así?
Porque mi idea del trabajo desde casa era eso precisamente ¿que tengo una jornada de ocho horas? Perfecto, mis ocho horas las cumplo como siempre pero … ni vestirme de calle ni leches, ¡¡¡a lo cómodo!!! (y con música de fondo).
Bueno, pero eso a mi ya no creo que me llegue nunca, yo solo he salido 4 veces en los últimos 14 días (no cuenta bajar la basura, puesto que es solo salir a la acera donde están los containers y meterme en el portal de nuevo) y como tampoco trabajo ni tengo webcam…
Me estoy metiendo unas brutales sesiones de «Mentes Criminales», «Navy, Investigación Criminal», «Profilage, perfiles criminales», «Bones», «Padre de Familia» y similares que ni te cuento.
Solo me faltan unas cobayitas para jugar con ellas xDDDDDDDDDDDDDDD
Bueno, oye, supongo que, al menos de momento y tocando madera, te has librado del j…. bichejo ¿no? Yo por el momento si,ni el menor síntoma.
Cuii cuii, lovely night.
Erika Martin
5 abril, 2020 @ 12:55
Hola Ramrock,
estos días la gente hace más videollamadas desde el móvil y la tablet. Pero si te conectas desde un PC, sí, necesitas una webcam y un micrófono.
Claro, no te vas a poner traje y corbata para trabajar desde casa. Aunque sí es bueno vestirse de calle para engañar al cerebro y hacerle creer que sales de casa para ir a trabajar.
¡Ah! pues yo sí contabilizo tirar la basura como salir a la calle. La verdad es que aprovecho el ir al super para tirarla. Así mato dos pájaros de un tiro.
Cuídate mucho